Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

tres.

El derroche que se hacía en este evento era algo que Jimin no aprobaba, no después de saber la grave situación financiera de su familia pero no podía hacer nada, cuando a su madre se le metía alguna idea en la cabeza no había nada que la pudiera hacer recapacitar.

Y Sooyoung tenía dos cosas en mente que no soltaría, la velada que se anticipaba y aquel joven millonario por el que estaba haciendo todo esto.

Jimin abrochaba su collar de perlas frente al espejo, cuando terminó se dio un vistazo por el espejo, la blusa que su madre le había mandado a hacer era preciosa; de seda y con encajes en las mangas, lucia como un príncipe y él creyó que era un desperdicio de dinero, ¿por que él estrenaba ropa en una velada insignificante si su familia estaba corta de dinero? la pregunta tuvo respuesta inmediata, o tuvo una suposición inmediata que hizo a su corazón latir con desespero.

Con preocupación se alejó del espejo, podría ser que su madre había planeado todo esto para presentarle a un nuevo pretendiente, se mordió el labio con nerviosismo hasta el punto de hacerlo sangrar, pero su preocupación fue más que no se dio cuenta de aquello.

"¿Ya estás listo?" Pregunto su madre entrando a su habitación, bien vestida, con joyas y el mejor de sus vestidos.

"Dígame la verdad, madre, ¿esta velada es para presentarme a alguien?" En sus ojos almendrados se reflejaban su preocupación y pena, estaba harto de sentirse así, estar lleno de sentimientos amargos.

"No, ¿por que piensas eso?" Respondió con el ceño fruncido, ofendida. "Has rechazado a todo Busan, ¿a quien más te podría presentar?"

Y Jimin sonrío, también susurro. "No he rechazado a todos."

Susurro bien oído por su madre, dándole la razón, aún no había rechazado a Jungkook, no lo haría.

"Mejor termina de arreglarte y baja, ya llegarán los invitados."

"Esta bien, madre." Sonrío dándole un beso en la mejilla a su madre. Besando a su Judas.

Jimin se giró e inspeccionó su cabello, sus prendas y su perfume, todo estaba en su lugar, así que estaba listo.

Para su suerte, o para la mala suerte, Jimin estaba listo en el momento en el que Jungkook arribo a su casa, cual escena de algún cuento de hadas, el omega bajo por las escaleras mientras que el alfa tenía sus ojos puestos en él, embobado en la presencia angelical de Jimin.

Se sentía mágico ante los ojos y sentimientos de Jungkook, Jimin era como un sueño el cual anhelaba alcanzar, era tan bello, tan tierno, no había dejado de pensar en él desde aquella vez que lo vio en la calle, se había robado su mente y corazón con tan solo una mirada que no fue dirigida a él.

Había sido una gran sorpresa para Jungkook recibir la invitación de los Park, no tenía mucho en la ciudad y solo se sabía de él por rumores, rápidamente supuso que la invitación que le hacían era por el interés de su bolsillo pesado, considero mucho el asistir a la velada, al final acepto la velada pues su motivación para aparecer en la mansión era ver al menor de los Park.

"Buenas noches, ¿Jeon Jungkook, verdad?" Su atención fue robada por una mujer mayor con rasgos finos, ojos rasgados, nariz pequeña y labios finos.

"Buenas noches, sí, soy Jeon Jungkook." Asintió con una sonrisa.

"¡Ah!" La mujer sonrío. "Así que es usted quién ha tenido loco a toda la ciudad, un gusto por fin conocerlo y gracias por aceptar nuestra invitación."

"No tiene porqué agradecer." Sonrío con cortesía."

"Me presenté, soy Lee Sooyoung de Park." Extendió su mano, la cual Jungkook recibió y plantó un beso en ella. La mujer con una sonrisa, llamo a alguien que estaba a espaldas de Jungkook, trayendo de la mano al omega de los sueños de Jungkook. "Y él es mi hijo menor, Park Jimin."

"Buenas noches." Saludo el omega con una voz baja y con una pequeña sonrisa, el corazón de Jungkook latió cual loco, al fin tenía al dueño de sus pensamientos frente a él.

El alfa tomo la suave y pequeña mano del omega, mirándolo a los ojos plantó un beso sobre su dorso, logrando sonrojar a Jimin, nervioso soltó una risilla.

"Un gusto, soy Jeon Jungkook." Le sonrió, perdido en las arrugas que se habían hecho al costado de los ojos de Jimin por reír.

"El gusto es mío." El mágico momento fue interrumpido por la timidez de Jimin. "Con permiso." Hizo una reverencia y se escabulló entre los invitados, Jungkook lo siguió con la mirada, embobado.

"Bueno." Hablo la señora Sooyoung. "Espero que pase una buena velada, usted y su amigo." Sonrío y tras una reverencia fue a recibir a otros invitados.

"Te perdimos." Dijo Mingyu a su lado.

"¿De que hablas?"

"No dejas de buscar a ese omega con la mirada, cuando se saludaron estabas echando corazones por los ojos, fuiste obvio en tu enamoramiento a primera vez." Rió.

"Déjame." Rió abrazando a su amigo de los hombros para que así se adentren a la sala principal de la mansión.

La velada se paso entre copas y charlas, Jungkook conocía a la clase alta de Busan, compartía una amena charla con los grandes señores; muchas veces en desacuerdo con lo que decían, con cada palabra salida de sus bocas más deseaba regresar a su hacienda, no era hombre de ciudad, no era hombre de aristocracia, pero cuando volteo a su izquierda vio a la razón por la que estaba ahí escuchando las barbaridades que aquellos hombres decían; Jimin, por quién intentaría encajar en aquella sociedad.

"Te está mirando." Susurro Baekhyun.

"Ya." Jimin regaño.

"¿Qué tiene? Es super guapo y no te ha quitado la mirada en toda la velada, Minnie, ve a hablar con él."

"No, que los solteros vayan a hablar con él."

"Pero si no hay ni uno." Rió. "Anda, solo es hablar, no es como si engañaras a...ya sabes."

"Ay, Baek." Rodo los ojos. "¿Tú nunca te rendiras con la idea de emparejarme a alguien?"

"Solo veo lo mejor para ti, Minnie." Sonrío tomándole de la mano. "Mira, Jeon es rico, muy rico, guapo, joven y se ve que le encantas, no se lo que esperas."

"No estoy soltero, Baek, tengo un novio. No me importa que Jeon Jungkook sea tallado por Miguel Ángel o más rico que el Papa."

"Bien." Hizo una mueca y rodo los ojos.

Baekhyun, como cualquiera que supiera sobre su romance oculto, pensaba que no duraría, que era algo sin futuro y que terminaría con Jimin teniendo el corazón roto en mil pedazos. No había un futuro feliz en aquella relación clandestina y como su mejor amigo, solo quería lo mejor para Jimin.

Por otro lado, el alfa que no despegaba su atención de aquel omega que comía galletas con su amigo se cansó de oír los discursos huecos y llenos de ignorancia de sus relativos millonarios, disculpándose se retiró del círculo de charla haciendo su camino en dirección a Jimin, ya comenzaría el baile y quería ser de los primeros que invitaran al precioso omega.

Llegó junto a la música, con una sonrisa y amabilidad. "¿Me concede esta pieza?"

Los ojos de Jimin eran hermosos, almendrados y grandes al mismo tiempo, con pestañas abundantes y con el iris de color miel, era hipnotizante verlos sobre todo de tan cerca.

"Oh, claro." Sonrío con timidez, tomando la mano que el alfa le ofrecía, escuchando la risilla de su amigo al lado.

Era una típica melodía, Jimin ya se la sabía pues había bailado con distintas personas, su padre, su hermana y los distintos cortejos que había tenido, pero de cierta forma la sonata sonó de distinta forma cuando Jungkook puso su mano sobre su cintura y tomo su otra mano en alto, se sentía nueva.

De alguna forma, el baile se sentía íntimo, no había palabra alguna, solo un ligero sonrojo en sus mejillas mientras que de sus poros brotaba la timidez. Los ojos de Jungkook eran redondos, como dos lunas preciosas que se iluminaban al verle, era muy guapo.

"¿Esta nervioso?" Pregunto Jungkook, quería romper el hielo.

"No, solo...soy tímido." Sonrío desviando su mirada pues la sonrisa de Jungkook lucia muy atrapante.

Jungkook no dijo nada más, no pudo, la sonata había terminado y el baile también, Jimin se despidió con una reverencia y una sonrisa, se dio la vuelta y volvió a su lugar.

El pequeño momento compartido logró plantarse en la cabeza de Jungkook, repetiría el recuerdo muchas veces.

;

"Quiero hablar con Jungkook, por lo que tienes que apartar a su amigo." Dijo Sooyoung en un susurro.

"¿Qué le dirás?" Pregunto Rosé.

"Pues le hablaré de tu hermano, le diré que quiere conocerlo y volver a verlo, así no será tan obvio."

"Bien." Asintió con una sonrisa, ella haría todo para asegurar la estabilidad financiera de su familia, no le importaría coquetear un poco con el amigo de su futuro cuñado, todo era por un bien mayor.

El matrimonio entre Jungkook y Jimin, la dicha familiar, volver a la grandeza de su apellido, todo lo valía, a costas de su hermano.

"¿Como la están pasando?" Sooyoung se acercó a ambos con una sonrisa y agitando su abanico, tomando a su hija mayor del brazo.

"Muy bien, la velada es muy agradable." Respondió Jungkook con cortesía.

"Disculpe, ¿no quisiera bailar conmigo?" Dijo Rosé en dirección a Mingyu, quien acepto la invitación, ambos yéndose a bailar la segunda sonata dejando a Jungkook y Sooyoung solos.

"No quiero ser imprudente, pero es algo que mi hijo pidió y como es la luz de mis ojos, pues tengo que hacerlo." Con la mención del menor de los Park, Sooyoung tenía la atención de Jungkook.

"¿Qué pasa?"

"Es que hace rato hablé con Jimin y me comentó que...usted le agrado mucho y que le gustaría alguna vez salir a tomar el té, o a hablar en el jardín." Las palabras de Sooyoung eran droga para los oídos de Jungkook, ilusión que alimentaba a su loco corazón.

"¿En serio?"

"Sí, Jimin es muy tímido y jamás podría invitarle a conversar en el jardín, por eso me mandó a mí." Rió. "Bueno, no me mandó, es muy tímido incluso para eso, él sueña con un príncipe que tome la iniciativa de todo, ya sabe, todas esas novelas que ha leído le hicieron ideas."

"Con todo gusto podría invitar a su hijo a tomar una taza de té uno de estos días, señora." Sonrío, contento de su buena suerte. "Pero, quisiera comentarle algo antes de que su hijo conviva conmigo."

"¿Qué?"

"Soy bastardo." Soltó la bomba sin avisar, vio el pánico y horror en los ojos de la omega, cualquier plan que ella tenía entre su hijo y él se había desvanecido. O eso creía.

"Oh..." Hizo una mueca. "¿Alguien más lo sabe?"

"No, solo yo y los que me conocen en la hacienda."

"Entonces, ¿que más da?" Sonrío. "En estos tiempos esas cosas no importan, pero...le sugeriría que no le dijera a nadie más sobre esto, hay personas aún muy cavernícolas que se aferran al pasado."

Le sorprendió la reacción de Sooyoung, creyó que lo correría de su casa y le prohibiría siquiera pensar en su hijo, pero no fue así, incluso agendo el día en el que podrían verse en el jardín de su hogar.

Jungkook no sabía que Sooyoung había pisoteado sus propios principios por su dinero, no le importó tragarse el asco que le provocaba hablar con un hijo ilegítimo, todo sea por el mucho dinero que poseía.

Con una sonrisa se sello aún más el destino de Jimin, Jungkook y Eunwoo; el pobre soldado infeliz que miraba a las estrellas pensando en su novio el cual a kilómetros de distancia estaba compartiendo tiempo con su futuro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro