¿Es verdad aquello que oía?
No lo podía creer, Degel le había dado una de las noticias más bellas de su vida.
No era la primer vez que se entregaban al placer, desde que el ruso llegó a vivir con él, siempre tuvieron sus hermosos momentos  cuando se podía.

Qué más podía pedirle a la vida, quizá anteriormente se le negó llevar una vida reconfortante como la de su gemelo Aspros... Pero esta  noticia  no se comparaba con algo más.

Su amado Degel y él  serían padres de un pequeño ser que viene en camino para alegrarles sus vidas.
Ahora  cuidaba más a Degel, no quería que le pasara algo malo.

Había pasado dos meses, la pancita de Degel se veía ligeramente más abultada, cuando le dio la  noticia a su amado Deuteros ya llevaba aproximadamente dos meses más, su ropa ya no le quedaba.

Ahora ambos se preparaban para la fiesta a la que Aspros había invitado a Deuteros. Hace algunos meses atrás se había graduado con honores y estaba en sus planes organizar una fiesta... Aquella que alguna vez su gemelo le mencionó.
Aspros había pospuesto esa reunión después de la muerte repentina de sus padres, era algo que no se esperaba, sin embargo la vida seguía y necesitaba tomar su vida con normalidad.

— ¿Cómo me veo? — Preguntó Degel llevando una camisa blanca de su pareja, las suyas ya no le quedaban.

Deuteros estaba terminando de arreglarse frente al espejo, después se giró para observar mejor a su pareja, de inmediato sonrió al verlo de esa manera tan tierna.

— Degel mi amor, tu siempre lucirás para mí como la octava maravilla— Lentamente lo tomó de su  cintura y lo atrajo más a su  cuerpo, colocó su mano en su vientre.

— Adoro que me digas así.

— Y yo amo verte sonreír de esa manera, te ves lindo amor— Se fué acercando lentamente hasta la altura de su oído para susurrar en un tono seductor— Incluso hasta sin ropa luces encantador.

Deuteros se sonrojó al escuchar eso, amaba los halagos de Deuteros.

—  Bueno mi amado copito, tenemos que apresurarnos, la fiesta pronto empezará... Y claro que en la noche seguiremos con esto — El gemelo menor le robó un beso al ruso y después se lo llevó en su brazos, era algo que que simplemente se le había hecho costumbre desde aquella ocasión cuando su amado no podía caminar.

Después de un largo trayecto manejando, llegaron al lugar donde se llevaría a cabo la fiesta de su hermano Aspros.

Al llegar a la entrada de aquella casa lujosa, fueron recibidos por Sasha quien los esperaba amablemente.

— Buenas noches... Degel ¡No lo puedo creer— Sasha se acercó al ruso  y tocó su vientre con dulzura— Esto es tan hermoso  que emoción... Felicidades a ambos— La joven de cabellos lilas los abrazó después de notar que ambos sería  padres.

— Muchas gracias Sasha — Agradeció Degel y después se colocó su abrigo.

Deuteros sonrió agradecido y se acercó a la pareja de su hermano— ¿Sasha y mi hermano?

— Aspros en seguida viene para atenderlos Deuteros, está arreglando unos asuntos con sus socios... De hecho me pidió que te llevara con él cuando llegaras.

— ¿Pero... Y Degel?— Cuestionó preocupado Deuteros al darse   cuenta que tendría que dejar a su pareja solo.

— No te preocupes Deuteros, se podrá quedar conmigo en lo que vas con Aspros — Sasha tomó del brazo  al gemelo menor para llevarlo con su gemelo — Degel, espérame en aquella mesa, no tardo — Le señaló una mesa desocupada— Mientras pide lo que gustes.

Degel solo observaba como se iban  ambos, después se dio la vuelta y caminó hasta la mesa pero justo antes de llegar sintió como alguien sujetaba su brazo.

— ¡Pero qué...! — No terminó de decir cuando de pronto fué llevado a otra habitación donde   no había gente.

Alzó su mirada para ver de quien se trataba, era nada menos aquella persona que ya no deseaba ver en su vida.

— Kardia — Susurró nervioso.

— ¿Te alegra verme Degel?— Preguntó  sonriendo de lado mientras lo acorralaba en la pared.

— No, a decir verdad no.

— Lamento que no sea de tu agrado verme ex amor mío, pero necesito urgentemente hablar  contigo— Respondió Kardia mientras pasaba su mano sobre el abrigo de Degel, lentamente le fué quitando  botón por botón.

— ¿Qué pretendes Kardia? Entre tu y yo no hay nada. Además no sé que carajos hagas aquí.

— En primera fuí invitado a esta fiesta, en segunda por lo menos regálame un beso... ¿No? ...

Kardia  no terminó de hablar cuando sintió una fuerte cachetada.

— ¡Oye! Solo te pedí un beso a la buena — Kardia comenzó a forcejear con él pero  no se esperaba lo que veía  cuando el abrigo de Degel se abrió.

— Degel tú...— No podía  creerlo... comenzó a soltarlo lentamente y fué retrocediendo lentamente — ¿Porqué  nunca me dijiste que podías concebir vidas?

— Si te lo había mencionado.

— ¿Qué?— Preguntó asombrado.

— Para que veas que nunca me prestaste atención... Cuando nos conocimos te dije que yo podía tener hijos, pero siempre te dedicaste a irte de fiesta con tus amigos... Cuando pasó lo del accidente yo estaba esperando un hijo tuyo Kardia — Degel comenzó a soltar en llanto — Yo no lo sabía... Hasta que a Deuteros le dieron todo el historial médico, aquél que te negaste a ver cuando según tú me cuidabas.

Kardia no podía creer lo que escuchaba, si hace meses atrás huyó como un miserable cobarde, no se preocupó por Degel... Ahora entendía porqué su negatividad de volver con él. Esperaba un hijo suyo... Si tan solo se hubiera dado el tiempo de conocerlo, de darle el amor que se merece, la historia sería otra.

— Degel yo...

Kardia no terminó de hablar, en ese momento llegó Sasha buscándolo.

— Degel, aquí estás... Llevo rato buscándote — La joven de cabellos lilas tomó de la mano al ruso y se lo llevó de ahí dejando a Kardia muy confundido.

— Lo siento mucho Degel... Pensé que quizá podía tener una oportunidad nuevamente... Pero Deuteros te ha dado lo que yo jamás pude darte... El amor que realmente te mereces— Kardia se recargó en la pared, con lágrimas en los ojos y lentamente fué sentándose en el suelo.

— Espero no haber interrumpido tu plática con Kardia, Degel — Respondió Sasha llevándose al ruso lejos de ahí.

— No, descuida... Solo algunos temas que dejamos inconclusos anteriormente.

— Esta bien Degel, ahora levanta esos ánimos porque Deuteros te espera... Aspros les tiene una agradable sorpresa...

Ambos se fueron caminando hasta una oficina donde se encontraban los hermanos charlando junto con algunos colegas... No sabía en realidad, cual era la sorpresa que les esperaba.

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Buenas madrugadas tengan mis queridas lectoras, sé que había puesto final y epílogo pero analizando me di cuenta que me faltaba este capítulo... 😅 bueno espero que les haya gustado porqué si, el próximo será ya el final y el epílogo...

Un enorme abrazo... Los quiero 🥰🥰🥰🥰