Capítulo 15
Aquel beso fué suficiente para que ambos pudieran darse cuenta que en realidad el amor que han guardado desde hace mucho tiempo valiera la pena cada segundo que pasaban juntos.
- Deuteros, sé que eres el indicado porqué diste todo por mi... ¿Pero sabes que es lo mejor?- Declaró Degel sin romper ese momento donde ambos se perdían en la mirada del contrario- Que lo mejor de mi vida es que tu formes parte de ella-
- Degel, no sabes cuanto esperé este momento. Aquél día que te conocí me enamoré perdidamente de ti, solo que procuraba no hacerlo notar... Pues tu eras...- Degel no lo dejó hablar de más, colocó su dedo índice en sus labios.
-Shhh, no hablemos más del pasado. Ahora tu eres mi presente, mi futuro y eso es lo que importa- Tocó con suavidad el rostro del moreno.
- Tu también lo eres... - Depositó un beso en su frente de manera tierna- Ven vamos adentro, necesitas comer y sobre todo descansar como se merece- Deuteros salió del auto para poder ayudar a Degel, no le molestaba en absoluto llevarlo en sus brazos.
-No me gusta ser una molestia Deuteros- Se quejó el ruso.
-¡Oh vamos ya hablamos de eso! Además tendrás que acostumbrarte. Así te llevaré cuando regreses a la Editorial- Contestó el moreno mientras caminaba con Degel en sus brazos.
Degel se ruborizó al instante por todas las bellas palabras que le regalaba su pareja. Jamás se había sentido pleno, porqué es bonito amar y ser correspondido.
Ambos llegaron al departamento de Deuteros. Degel se quedó sorprendido al observar como había cambiado ese lugar. Tenía más cosas, incluso hasta un nuevo librero donde estaba esos libros que Degel conocía a la perfección. Se llevó sus manos a su boca asombrado, porqué no podía creer que sus cosas estaban aquí.
-¡Sorprendido!- Exclamó Deuteros sentando a su amado en el sillón, mientras lo acomodaba.
-Si, yo pensé que todo eso se había ido a la basura, es hermoso que estén mis cosas... Gracias- Respondió con una sonrisa.
-Te dije, ahora estarás aquí y quiero que te sientas cómodo. Prepararé algo para comer y...- Deuteros no terminó de hablar, justamente en ese momento Degel lo jaló hasta donde estaba él.
Deuteros cayó sobre el ruso, admitía que le gustaba perderse en esa mirada enigmática en tonos violeta. Lentamente le retiró sus lentes y los dejó en la mesita de centro.
-Desde que te conocí, aquél día que chocamos... Me encantaron tus ojos, tienes un toque fascinante- Respondió entrelazando sus dedos con su amado.
-Y yo desde esa ocasión, me enamoré de tí- Respondió con un poco de pena, escondiéndose entre esa larga cabellera azul.
-¿Entonces desde ese día ambos sentíamos lo mismo?- Preguntó con curiosidad.
-Si, pero me costaba aceptarlo, cuando te escuchaba en el hospital... pude comprender que también era correspondido y es por ello que no dudé aceptar tus sentimientos- Confesó mirando de frente al moreno.
Ambos podían experimentar ese momento al sentir la calidez del contrario, poco a poco fundiéndose en un beso que comenzaba de manera tímida rozando los labios del contrario.
El momento fué interrumpido por el sonido del celular de Deuteros.
Molesto se levantó del sillón y sacó su móvil de su bolsillo para ver de quien se trataba.
-¿Y este número de quien es?- Se cuestionó observando ese número desconocido para él.
-Contesta, quizá pueda ser una emergencia Deuteros- Respondió Degel.
Deuteros deslizó el botón verde para tomar la llamada.
-¡Pensé que jamás contestarías-
-¿Quién habla?-
-Soy Aspros, lamento esto pero necesitaba comunicarme contigo. Fui a la Editorial donde trabajas y me proporcionaron tu número, cuando les mencione que eres mi gemelo-
-Ya dime de una vez para que quieres hablar conmigo-
-Que humor el tuyo, en fin... Hablo porque es de suma urgencia que nos veamos-
-¿Qué?-
-Lo más pronto posible, papá y mamá están muy graves en el hospital y no les dan muchas esperanzas de vida. Tuvieron un fuerte accidente en la carretera y me pidieron encarecidamente buscarte-
Deuteros dejó escapar un suspiro molesto, desde hace muchos años no los ha visto, no sabía que responder.
-Deuteros te quedaste sin habla-
-Yo... No me siento capaz de hacer eso-
-Piénsalo bien... Sé que en el fondo fuimos malos contigo y lo reconozco pero, es muy necesario que vengas. Si cambias de opinión llámame, este es mi número por favor-
-De acuerdo- Deuteros terminó la llamada y se dejó caer en el sillón muy confundido.
-¿Que ocurre?- Preguntó Degel tratando de incorporarse pero no podía, sus piernas no le ayudaban en nada.
Deuteros dirigió su mirada e inmediatamente se levantó preocupado al ver que Degel intentaba hacer esfuerzo- ¡Espera no te levantes!... No quiero que te vayas a lastimar por favor- Se acercó para acomodarlo de nuevo.
-No llevó ni un día del hospital y ya me desesperó el simple hecho de no poder moverme...- Dejó escapar una ligera risa- ¿Qué pasa? ¿Todo bien?- Cuestionó preocupado, al mirar tenso a su pareja.
-Es... Son mis padres, están graves en el hospital y mi hermano fué el que me habló- Respondió desviando la mirada.
-¿Hermano? ¿Padres?- Preguntó con curiosidad.
Deuteros alzó su vista, tomó la mano de Degel y comenzó a platicarle su pasado. Anteriormente no había podido ser más abierto con él, porqué el accidente de Degel había sido muy repentino. Esa ocasión cuando se conocieron no hablaron mucho.
Degel escuchaba todo con mucha atención, ahora que escuchaba mejor las cosas, se sentía completamente identificado con él, ambos pasaron situaciones difíciles en sus vidas, pero ahora ambos estaban juntos, era lo importante.
-Deuteros... Considero que es necesario que vayas, como personas cometemos errores, pero... También tenemos que aprender a perdonar, ve por favor y habla con tus padres, quizá sea la ultima vez que los veas... No guardes rencor en tu corazón- Contestó Degel regalándole una sonrisa a su pareja.
-Como negarme ante el bello corazón que tienes Degel- Tomó su mano y besó el dorso de esta- Pero creo que tienes razón-
-Si quieres ve, yo me quedo y...- No terminó de hablar porqué fue interrumpido por su pareja.
-¡Ah no, eso si que no! No pienso dejarte aquí solo, irás conmigo y de paso iremos a un restaurante- Respondió Deuteros tomando sus cosas nuevamente y después se llevó a Degel en sus brazos.
-Esto es incómodo ¿Que dirán que siempre me llevas de esta manera?- Cuestionó apenado mientras colocaba sus brazos alrededor del cuello del moreno.
-Que tengo a un bello ángel en mi vida- Halagó Deuteros robándole un beso a su pareja.
Era extraño, pero ambos disfrutaban de esos momentos como jóvenes enamorados por primera vez...
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Hola como están mis queridas seguidoras de esta historia 🥰🥰 espero que les guste este capítulo porqué ya solo tengo contemplado 3 más y se acaba esta historia y sobre todo me alegra que esta parejita sea de su agrado...
Sin más me despido y les mando un gran abrazo. L@s quiero 💖💖
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