Capítulo 11
En la editorial:
Deuteros estaba sentado en el escritorio trabajando, por algunos lapsos de tiempo comenzaban a dormitar, se llevó gran parte de la noche editando y cumpliendo con el trabajo que le corresponde al ruso.
Algo muy en el fondo le decía que pronto podría volver a mirar esos ojos violeta y esa era su convicción. Había días que no descansaba como debía y otras que tuvo que cuidar de su amado ruso.
Todo iba en orden en su vida, pero solo le faltaba otro detalle con que lidiar... Su hermano.
Esa misma tarde mientras trabajaba tuvo la desdicha de atender personalmente a quien menos quería ver en esta vida.
La señorita Fluorite no estaba, era el turno que le tocaba para ir a cuidar de Degel, Unity y Seraphina no estaban tampoco habían salido para promocionar algunos libros con otros colaboradores... Ahora estaba solo él.
Escuchó que alguien abrió la puerta y se levantó de su escritorio para poder atender a esa persona que había llegado.
Grande fué sus sorpresa al ver que se trataba de su hermano.
-Buenas tardes busco un libro que...- Aspros levantó la mirada para observar mejor a la persona que lo atendería, jamás se esperaba que fuera su gemelo- Vaya mira que tenemos aquí... Deuteros. Creí que jamás te volvería a ver- Respondió sonriendo de lado.
-¿Aspros?- Preguntó con asombro, quien menos quería encontrarse en estos momentos era su gemelo.
-Creí que la tierra te había tragado, sigues con vida... ¡Sombra!- Esto último lo dijo en tono de burla- Sinceramente papá te creía muerto o incluso durmiendo bajo algún puente- Contestó con desdén.
- De ustedes puedo esperarme cualquier cosa... Hasta sus indiferencias. Ahora dime que necesitas, tengo mucho trabajo por entregar-
-Mira, solo vine por un libro de emprendimiento financiero, como sabrás desde que te fuiste de casa... Me quedé con el el negocio familiar de las oficinas- Aspros trataba de hacer sentir menos a su gemelo pero no podía.
-Bien... Ahí en el estante de la derecha hay varios, busca el que te sirva- Deuteros señaló el lugar y después le dio la espalda a su gemelo. No se sentía mal por aquellas palabras de su hermano, al contrario casi no le prestaba atención por el simple hecho que estaba más preocupado por Degel.
-¿Qué? ¿Acaso no me darás algunas referencias sobre los libros?- Preguntó molesto.
-No Aspros- Se dio la vuelta para ver a su hermano de frente nuevamente- Esa no es mi labor, la señorita que atiende aquí no está-
-Oh vaya... Me imagino que serás parte del personal de limpieza- Sonrió con malicia, tratando de hacer quedar mal a su hermano.
Deuteros sonrió negando con la cabeza- Soy parte del equipo de editores y tengo mucho trabajo por entregar, así que si me disculpas- Deuteros se dio la vuelta, no quería seguir soportando las palabras molestas de Aspros, desde que eran niños siempre hizo eso y la preferencia siempre la tuvo el gemelo mayor. Jamás le tomaron parecer en su vida, siempre creyeron que el más talentoso de los dos sería Aspros y lo apoyaron a manos llenas con tal de que nada le faltara... Siempre creció como el simple niño caprichudo que obtenía todo lo que quería a su pies con tan solo rogarle a sus padres.
A diferencia de Deuteros que a pesar de crecer en un vinculo familiar donde el no era el más querido, siempre demostró humildad y gratitud con aquellos que siempre lo ayudaban.
-¿Sabes?- Deberías visitar a la familia, por lo menos así sabrán que estás vivo- Contestó Aspros mientras tomaba algunos libros y comenzaba a revisar sus portadas, esperando que alguno fuera de su agrado.
-Desde que salí de ese lugar me juré que jamás volvería... Además tengo mucho trabajo y alguien a quien cuidar- Se tapó inmediatamente la boca cuando dijo lo último, no quería tocar el tema de Degel con él, y menos conociendo como era Aspros... Siempre terminaba quitándole sus conquistas que terminaban siendo manipuladas por la sensualidad del gemelo mayor, pero jamás romance de por medio.
-¡Ahh Mira! Con que parejita... Dime- Se fué acercando más a su gemelo- ¿Quién es la afortunada para darle el visto bueno?- Preguntó con tono de coquetería.
-Jamás te lo diré, ahora hazme el favor de tomar lo que necesites y largarte de aquí-
-Bien lo haré... Solo porqué tengo que reunirme con un amigo mío que hace poco se fué de aquí. Vendió su casa porqué el pobre dice que su pareja murió en un accidente y no quería tristes recuerdos de su relación. En fin... Dame este libro y...- Aspros no terminó de hablar, el gemelo menor lo tomó de la camisa desesperado.
-Dime... ¿Acaso ese amigo tuyo se llama Kardia?- Preguntó molesto, esperaba equivocarse después de recordar aquella discusión que tuvo con el heleno antes de que dejara a Degel en el hospital.
-Ja, ja, ja ¿No me digas que lo conoces?- Preguntó mofándose al ver la reacción de su hermano.
-Así es lo conozco y habló de ti, pero ese no es el punto, no me interesa que le hayas comentado sobre mi. Lo que no pienso pasar por alto es mienta sobre la situación de su pareja- Espetó molesto, sin soltar a su hermano de la camisa.
-Bien, no sé que haya pasado... Es vida de Kardia, solamente dijo que su pareja Degel murió en el hospital y le salió trabajo a otro país, lo tomó y se fue pero vino nuevamente para charlar de negocios conmigo y con otro amigo, por eso quiero el libro. Espero haber resuelto tus dudas- Aspros respondió con aires de grandeza y se soltó del agarre de su gemelo.
Deuteros se quedó sin palabras, ahora que lo pensaba lo mejor sería no decir que Degel está vivo. Kardia no lo merecía saber, ni hoy ni nunca.
Respiró hondo y se dio la vuelta -Ya vete Aspros-
-¿Qué acaso no me cobrarás el libro?- Preguntó muy confundido, no comprendía esa forma de actuar de su gemelo.
-No, ya llévatelo. Yo lo pago... Ahora déjame seguir trabajando-
-Está bien, me voy- Aspros tomó el libro del mostrador y caminó hasta la entrada, no sin antes despedirse de él- ¿Sabes? Deberías considerar visitar algún día a papá y mamá, ellos piensan que quizá desapareciste de este mundo-
-No lo creo, si para ellos yo jamás existí... Será mejor así- Respondió mirando con desconfianza a su hermano.
-Solo lo digo porque me sorprende que a pesar de lo que has pasado... Haz triunfado en la vida, es impresionante- Contestó Aspros seriamente y salió de la tienda, dejando a Deuteros muy confundido por sus palabras.
En el hospital Fluorite estaba cuidando de Degel. Las ocasiones que le tocaba cuidarlo le gustaba leerle un sin fin de historias que su padre escribía, pronto sería revisado los relatos de su padre por Deuteros, pero también quería compartir esas historias con Degel, aunque estuviera en ese estado.
-Y fin- Respondió la chica cerrando su libreta, dio un gran suspiro y miró al ruso- Sería genial tenerlo con nosotros... Que despertara de ese estado en el que se encuentra-
Degel escuchaba atento todo lo que pasaba a su alrededor, en especial a Fluorite, en un repentino movimiento comenzó abrir los ojos.
-Señor Degel... Está...- Fluorite se acercó más al ruso para poder observarlo mejor- ¡Está despertando!- Gritó emocionada y salió corriendo de aquella habitación para avisarle a los doctores...
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Buenas tardes tengan, como están 🥰🥰 solo dire que el cubito ya está despertando y esta historia pronto se acaba, ya que no la planee tan extensa.
Ayer la iba a publicar pero mejor me esperé a que wattpad hiciera su mantenimiento 😅 más vale prevenir.
Nos leemos en el siguiente capítulo, los quiero 🥰🥰🥰
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