Capítulo 16.
Ethan y yo parados en el mismo lugar, sintiendo lo mismo.
Mis padres ya saben de esto.
Mis amigas lo saben desde el día uno, me apoyan, dicen que hace tiempo no me ven así.
Todo sigue girando bien, a su tiempo, ritmo, manera y forma. Me siento bien, y en parte eso me aterra. ¿Por qué no nos acostumbramos a sentirnos bien?
Cada vez que algo bueno nos pasa, o cada vez que nos sentimos bien, una parte nuestra se pregunta: ¿hasta cuándo?
Desconfiamos cuando las cosas marchan bien, nos preguntamos cuándo va a aparecer un golpe nuevo, y al preguntarnos eso, creo que inconscientemente llamamos a la desgracia. Dicen que nuestros pensamientos se transforman en acciones, a veces sin querer.
Y es eso lo que me está pasando en estos momentos, estoy sintiendo que en cualquier momento va a venir un golpe, que las cosas no pueden estar saliendo tan bien, no a mí.
Cuando de pensar de más se trata, soy la reina de ello, en serio. Transformo lo chiquito en grande, o genero algo que no era necesario. Pensar de más, sobreanalizar mucho las cosas, no es sano, y pese a que lo sepa, aquí estoy, pensando de más, sobre analizando todo.
¿Ethan se aburrirá pronto de mí? Cuando me vea siendo más intensa, ¿se alejará? Y cuando conozca mi parte más emocional y sensible, ¿qué va a pasar?
Mis pensamientos giran en torno a esas preguntas, y a otras que prefiero no darles suficiente entidad.
Realmente no sé qué me trajo a esto, a pensar tanto, a dar vueltas en mi mente sin encontrar salida. No lo sé, pero no me gusta. Necesito dejar de pensar.
—¡Emma! —me llama alguien. No alguien, Ethan. Está parado frente a mí, pasando su mano cerca de mis ojos, como si hace rato estuviera intentando captar mi atención.
Estamos en el parque cerca de la gasolinera, acordamos este punto de encuentro para ir de compras navideñas por la ciudad, para luego ir al trabajo.
Cuando mis ojos caen en él, siento que no sabe si sonreír, o no.
—¿Todo marcha bien? —me pregunta—. Luces un poco... ¿ida?
Suspiro. No quiero contarle todo lo que está pasando en mi interior, y si no lo quiero, es por miedo.
—Sí, todo marcha bien.
Se sienta a mi lado, y hace una mueca.
—Mmm, no te creo, lo siento. Dime, puedes confiar en mí.
Lo observo con atención, parte de mis dudas desaparecen cuando lo veo de tal manera, pero no desaparecen por completo, algunas siguen estando allí.
—Ethan, a veces pienso más de lo debido y no quiero asustarte.
—¿Por qué debería asustarme eso? —vuelve a hacer una mueca—. Esos pensamientos, ¿son sobre mí?
—En parte.
Suspira.
—¿Hice algo mal? ¿Algo te incomodó?
Niego con la cabeza, y ahora soy yo la que suspira. Si abro esta puerta, Ethan va a conocer a mis fantasmas.
—No, nada de eso. Sólo que desconfío cuando las cosas marchan bien.
—¿Por qué?
—No lo sé. Es que hasta creo que eso es normal en algunas personas, ¿no te sucede?
—No, hasta ahora —se ríe.
—Lo siento, no quiero trasladar mis cosas a ti.
—No lo haces, sólo que no me había detenido a pensar en ello. Creo que más bien disfruto del momento, sin pensar en lo que pueda pasar luego. Sea lo que sea que pase, veré cómo me trata, y si es un problema, buscaré una solución.
Lo que me dijo Ethan, es lo mismo que me dijeron mis amigas, que disfrute, que no piense en nada malo, que no tiene por qué pasar algo malo, y si pasa, lo voy a manejar como pueda.
Sí, hay algo que me dice "tranquila, estás bien" pero algo más se sigue preguntando ¿hasta cuándo?
—No le pongas atención a tus dudas —agrega Ethan tras mi silencio. Pongo mis ojos en los suyos, y me encuentro con su sinceridad—. Si te sientes bien conmigo, pon tu atención en ello. El tiempo es hoy, y si hoy te sientes bien, ¿por qué pensar de más?
—Porque soy una idiota.
Se ríe y sonrío.
—No, no lo eres. Sólo necesitas darte un respiro y disfrutar.
—Lo estaba haciendo.
—Que no sea un estar en pasado, que sea presente. Disfruta, respira tranquila, el mañana se verá.
Sonrío, y la sonrisa se transforma en risa. Ethan no comprende el motivo.
—Menos mal que no llore, porque podía llegar a pasar.
—Si tiene que pasar, que pase. Porque si vas a llorar, que sea conmigo o con quien sea, nunca sola ¿está bien?
Vuelvo a sus ojos llenos de sinceridad, y ahora sí que mis dudas no se encuentran presente. Todo miedo que podía llegar a sentir, en estos momentos, no se encuentra disponible.
Ethan no conoció la totalidad de mis fantasmas, pero tampoco es necesario. Y si alguno de ellos se presenta, sé que cuento con una persona con la que se puede hablar bien.
—Gracias, me ha servido mucho hablar.
Sonríe.
—Y de nada. Pero bueno, ahora me debes algo.
Me río y lo empujo a modo de juego.
—¿Cuánto cuestan tus consejos?
—Conocer a mi mejor amigo, ¿eso es un precio muy caro?
—Oh... no, o no lo sé. No me lo esperaba.
—Alex es como mi hermano, y le hable mucho de ti, quiere conocerte.
—Oh...
Se ríe.
—¿Eso es un... sí?
Asiento a modo de respuesta y festeja. En serio que no me esperaba algo así, pero bueno, es hora de conocer a ese tal Alex.
¿Qué sigue? ¿Conocer a la familia?
Sí bueno, si pienso de más, que no debería, puedo entrar en pánico.
https://youtu.be/tVe_jM-ILTA
Les dejo esta linda canción, la cual puede acercarse a las emociones del capítulo (perdón si fue otro corto). Y de paso conocen a Malena Narvay, si es que no lo hacían. Vale la pena escucharla ❤
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