–Por cierto, mi nombre es Flowey, Flowey la flor, no sé porque digo algo que es tan obvio. Como sea, viene alguien, así que debo irme. No mueras, ¿sí?–Flowey se hundió en el suelo y desapareció antes de darle a la niña siquiera un minuto para reaccionar.

–E-espera, por favor ¡No te vayas!–Frisk trató de detenerlo, pero ya se había ido.

Se escucharon pasos rompiendo el silencio. Se acercaban cada vez más, Frisk pensó en correr, pero ¿Hacia dónde?
No había salida, así que la única opción que le quedó fue afrontar lo que vendría, ella temblaba. Algo se acercaba desde la oscuridad, las sombras no pueden verse en la oscuridad, pero esta si que se veía, era grande y daba mucho miedo. Cuando se acercó Frisk pudo verla con claridad, era un monstruo con aspecto de cabra y una sonrisa perturbadora en el rostro. A pesar de lo feo de su aspecto, no parecía que quisiera hacerle daño.

–Hola, mi niña, ¿Estás pérdida? ¿Eres nueva por aquí? ¡Oh,espera eres un humano! Vaya...–Sus ojos se llenaron de amargura, mientras sus manos se cerraron de forma involuntaria. Una gota de sudor recorrió su frente, aún así seguia luchando por sonreír.– Eres el primer humano que cae aquí en mucho tiempo... siento mi mala educación, mi nombre es Toriel y soy la guardiana de las ruinas. Paso por aquí para ver si a caído alguien, pensé que era imposible que alguien más cayera, pero, mira, aquí estás tú... mi niña.

Frisk retrocedió.

–M-mucho gusto, mi nombre es Frisk–Dijo bajando la mirada y sonriendo tímidamente.– Lamento estar aquí...

–¡Oh no! ¡Mi niña, no pienses algo así! Eres bienvenida, no eres una molestia, puedes venir a mi casa si lo deseas. Mejor dicho, ven a mi casa.–Soltó una risita.– Prepararé algo muy sabroso para ti, puedes venir más tarde. Solo sigue el camino hacia adelante, no hay forma de perderse. Te estaré esperando, mi niña.

Toriel se fue dando pasos lentos mientras tarareaba una melodía algo triste. Ella se veía tan contenta de tener un huésped muy pronto, pero Frisk no deseaba ir, estaba asustada, aun así no podía rechazar una oferta tan amable.

Justo después de que Toriel se fuera, Flowey surgió de la tierra, Frisk se asustó lanzando un grito y cayendo sobre su trasero.

–No planea nada bueno, pero obviamente no irás. Claro que no irás, no eres tan idiota, eres idiota pero no tanto, ¿no?... Al no responder me demuestras que lo eres, y mucho.

–¿Flowey, estuviste escuchando todo este tiempo? ¿Qué hacías oyendo todo?–Frisk se acercó a Flowey para verlo fijamente-Y si, si iré, ¿Cómo no aceptar una invitación tan amable?

–Bueno, yo estaba escuchando porque eres el primer humano que cae en mucho tiempo y no podía permitir que venga alguien, te mate y te coma así sin más. Así que como te vi tan debilucha e inútil, pensé que tal vez debería acompañarte, sobretodo si piensas ir a la casa de esa bruja...