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Extra

Me removí un poco, quedando más junta con mi chico. La sábana no ayudaba en propinar el calor necesario de aquél infernal viento que es infiltrado en la habitación. ¿Cómo no?, ¿quién fue el chistoso en dejar la ventana abierta?.

A levantarme iba aún si ese no estaba siendo mi deseo en este momento y tendría consecuencias como el no volver a dormir, fue un intento fallido por el brazo que yacía en mi cintura. Si quería seguir así, si es posible hasta minutos antes que sea la hora de la cena que tendríamos pero no el parecer que estamos en el polo norte. Sé que después lo iba a olvidar.

Vaya, ya con los diecinueve años, seguía teniendo esa linda - nótese el sarcasmo - cualidad.

-Quedate aquí, tengo mucho frío - amo su voz ronca

-Es por eso que cerraré la ventana - intento fallido dos - Nos quedaremos más tranquilos de no congelarnos - intento fallido tres - Fuiste quién las dejó así, ¿verdad?

-Tal vez. Solo acércate más a mi

-Está bien, mandón

A punto de entrar al mundo de ensueños, de no ser por la brusquedad que ocuparon al abrir la puerta. Supuse que sería cualquiera de los chicos, comenzando ya a molestar o diciendo que nos ha tocado la maravillosa tarea de ir de compras, siendo que estamos a veinticuatro de diciembre. No se me dió la gana de encarar al intruso, menos al quitarnos la deliciosa y calientita tela.

Tomaron uno de mis pies para dejarme en el suelo, al segundo Jungkook ya se me acercaba sin que le hicieran lo mismo.

-¿No te aburres de estar a cada rato con ella? - negó - Es hora de levantarse, dormilones

-Cinco minutos más - abracé al castaño

-Sunhee quiere que hagan las compras

Lo sabía.

-Si no se han dado cuenta, hay más personas que tienen un auto y pueden encargarse de ello

-Están ayudando a ordenar - suspiró - Les daré más dinero para comprarse lo que quieran

Tenía que aclararse, que en la vida te topas con muchas ofertas y tienes que pensar en lo positivo que te traerán si lo aceptas. En este caso, me voy a alimentar.

-Está bien - me paré, seguido mi chico - Si tú insistes - estiré mi mano

-No cabe duda de que eres muy consentida

-Ha creado un monstruo, señor Choi

Digo y emprendo mi caminata en dirección a las escaleras, todavía escuchando su risa.

-Esperen, ¿irán así?

Seguíamos en nuestra cómoda pijama, extra grande por idea de Jungkook. No lo niego, me gusta la ropa de esa manera.

-Si

Dijimos al unísono y chocamos puño. Vamos, podemos ocupar lo que queremos, dónde queremos y cuando queremos...periodt.

Simplemente nos pondríamos un abrigo encima, la bufanda y zapatos. El gran árbol en la sala se encontraba iluminado desde las, ¿qué horas son?, ah, tres de la tarde. Mi recuerdo ante la cooperación de armarlo y decorarlo, se basa en ser vendida gracias a un juego de piedra, papel y tijeras, para poner una gran chonga, como si no va a bastar con la estrella, que quizá igual tendré que ponerla.

Mamá me sacó de la cocina, antes que le tomara uno de los bocadillos experimento para hacer más de esos.

Me parecía divertido el estar eligiendo qué auto llevar, como si fuéramos de esos millonarios que tienen uno para cada ocasión. En medio de imaginación ya estaba siendo empujada al vehículo, el cuál nos acompaña nuestra fiel amiga: la música.

Las calles no estaban tan cubiertas de nieve, además de que muy poca gente se atrevería a salir por si en su recorrido nieva con más fuerza. Luego están los otros que critican el que no es un buen momento de salir, sabiendo lo resbaloso que puede llegar a ser. Y por último nosotros, haciendo un mandado y de lo más felices cantando a todo pulmón.

Al llegar al estacionamiento del supermercado, dimos unas cuántas vueltas, buscando lugar y que no fuera acechado por otro. Con solos mencionar eso se pensaría que el lugar está lleno, no es así, hay espacios en dónde lo abundante en la nieve o son los puestos para personas discapacitadas.

-Ahí hay uno. Metele turbo papi, nos lo pueden ganar

-¿Cómo me dijiste, Choi Seohyun? - dejó una mano al volante, la otra en la palanca de cambios - Repítelo

-Que mandón eres, Jeon - sonreí - Papi

Al aparcar, bajé rápido en busca de una carreta.

Unas miradas por un lado, unas miradas por el otro. Lo sé, nuestros pantalones con diseño de donas están siendo deseados, es más, hacen buen conjunto con deportivos blancos.

El área de carnes fue la primera parada, mirando a aquella chica, que sigue trabajando desde ese entonces dónde se comía a mi novio en su mente. Seguimos con la soda, el jugo y el vino. Oh, vamos a tomar algo de alcohol. Terminamos como si de un parpadeo se tratara.

Ya listos para dirigirnos a la caja registradora, alguien chocó hombros conmigo, fuera conocido o no, me había enojado un poquito, bueno no, mucho porque provocó que mi paquete de galletas se estrellara frente a mis pies.

-Es bueno verte después de mucho, Hyun

-Pensé que te habías ido en un abismo, Mi-Suk. Espero que no regreses a casa

-Solo no te desmayes más adelante

Quise dedicarle mi dedo medio de no ser por la cámaras en el lugar, me van a sacar por gestos vulgares hacia otro cliente.

¡¿Qué mierda tienen con mis pobres galletas?!.

-Oh, eres tú, Choi

-Me haces estorbo y no bromeo al decir que esta carrera se va a estampar en ti si no te quitas

-¿No puedes tener un poco de paz en vísperas de navidad?

Jungkook logró jalar mi muñeca en el momento que mi paciencia se había acabado por ella y quería abalanzarme. Calma Seohyun, calma, si la vez en un lugar abierto si puedes golpearla las veces que quieras.

Con unas diez bolsas regresamos a casa. Mi corazón no se quedó calmado con solo pensar que nos veíamos como una pareja de casados con actitud de adolescentes. Será tal vez por últimamente hablar sobre que en unos años estaremos a punto de dar una respuesta en el altar y el pensar sobre si tendremos hijos o no. Ni siquiera hemos estado en paños menores...Seokjin un día de estos me dijo que estaba decepcionado de mi, todo dramático.

Después de poner cada cosa en donde nos indicaba mamá, salimos corriendo literalmente a la habitación para degustar sin que nos quiten lo que nos compramos y me robé de la mesa unas frituras y un bote de helado. Regresé por una cuchara, porque si, se me había olvidado.

-¿A dónde con tanta prisa?

-¿A mi habitación? - se cruzó de brazos - A desayunar ya que no pude

-Aquí está

Señaló. Efectivamente había, así que tomé lo suficiente viendo que no nos alcancía a llenar por el momento lo que ya teníamos. Otra vez me detuvieron.

-Me refería a hacerlo aquí

-Gracias por el dato, genio. Estamos teniendo una cita en la comodidad de cuatro paredes

-¿Por qué siento que harán...?

Todos los de mi género opuesto, menos Jeon claro está, me han tirado indirectas o lo dicen de cara, sin filtro, ni tiene caso nombrar, ya se sabe.

-Si escucho algo, no dudes que voy a interrumpir

Todavía en mi estado de: no me dirijan la palabra, subí, tan malditamente lento como si tuviera miedo de lo que fuera a ocurrir. Agh, nunca antes me puse de esta manera, le hacía caso omiso y de lo más tranquila seguía abrazada a él. Aunque no niego el que mi mano se haya pasado de su camiseta, admirando su abdomen, en cambio él, de mi espalda baja no pasa.

Creo que estoy nerviosa de que eso llegue a pasar. No lo sé, no puedo explicarlo bien.

¡Eso no se vale!,¡está comiendo de las galletas en mi ausencia!.¡Jeon Jungkook!. Sé que eso le di a entender al girar su rostro y mostrar una gran sonrisa, tan descarado en mostrar lo que hacía.

-Tienes más de esas, ya, no llores amor mío - me jaló con cuidado por los platos que tenía - A menos que las quieras de nuevo, espera. Me tomará unos minutos

-¡No seas asqueroso!

Bueno, le di una cachetada con el panqueque en forma de bastón, hizo lo mismo, con la diferencia que tomó uno de los que tenía miel.

Me di cuenta de la película que había colocado, por lo que me sentí más emocionada el que pudiéramos lograr quedarnos aquí hasta que sea el momento de cambiarnos. Y sabía que no tendría que relajarme al punto de quedarme dormida, porque al buscar lo que sería bueno para este día, tardaré mucho.

Sentí cosquillas en la mejilla que anteriormente fue manchada; con unos besos quitaba ese rastro. Besitos pequeños, pero sentí una gran corriente pasar por mi cuerpo. Mordí mi labio, sintiéndome al instante inquieta por obtener algo más.

-Choi Seohyun, ¿te encuentras bien?

-Te soy sincera, no lo estoy - se colocó de lado - ¿Empiezas a sentir eso mismo que yo? - tragó

-Hay más tensión - pasó una mano por su rostro - Lo siento si es que llego a asustarte. Si te hace sentir mejor, también lo haces. Ven

Quité la basura y lo que ya no tenía caso seguir conservando en medio de nosotros. Dió un corto beso en mis labios y me apretó más.

-No haré nada que no quieras. Eso se dará cuando te sientas lista, si eso pasa, no me lo digas

-¿Cómo vas a saberlo?

-Me empujaras en contra de este colchón y dirás un apelativo de manera sensual

-Estás loco - reímos, me escondí en su pecho

-Loco por ti, Choi Seohyun

Lo mismo digo, Jeon Jungkook.

(...)

Otro vestido perteneciente a mamá estoy ocupando, igual sin tirantes y de color negro. Mi cabello ha crecido un poco, ya me pasa más abajo de los hombros, sin embargo, vuelvo a tener ese simple peinado de dos mechones recogidos. Esta vez no me salvé de unos tacones de clavo, con unos diez centímetros tal vez, la cosa es que me veo más alta que el castaño.

No contaba con papá hiciera lo mismo y viéndolo de esta forma, es para burlarse de lo grande que le queda esa camisa blanca, junto con un saco, ni hablar de ese pantalón sujetado por unas pañoletas amarradas, anantes se le ven los zapatos y no dejemos fuera esa corbata un tanto floja.

-¿Qué te parece? - metió las manos en los bolsillos - Me cargo un tremendo flow, me faltan unos lentes, dime, ¿negros o transparentes?

-Digo que Jungkook guardaespaldas entre en acción porque podré besar el suelo

-Oye, recuerda que soy celoso

Todo bien, todo estupendo, todo perfecto, de no ser porque Tae tenía la cámara en dirección a mí, que no dudo y haya hecho zoom para captar mi cara de asustada.

El chico a mí par todo tranquilo, posando, aún sabiendo que está grabando por si ocurre una desgracia.

-¡Eso Hyun, punta, tacón, punta, tacón!

-¡Cállate, idiota!

Al terminar de bajar los escalones, mi pie se dobló, provocando que mi equilibrio se fuera a la mierda, conmigo de compañía. No alcancé a agarrarme del barandal, mi agarre del brazo desapareció.

Al menos no había sangre que significaría el haberme herido en cualquier parte, hubiera sido peor caer en algo filoso.

Retomamos la seriedad en la mesa, agradeciendo por estar juntos y por la comida, en ese tiempo, sentía patadas por parte de Jin. Así se la paso en toda la cena, los adultos hablaban y ponían en ridículo a mis primos y no primo, no me reí sabiendo que seguirían conmigo. En el turno de mi novio, fue Jimin el que narraba y cada cierto segundo tomaba de su copa de vino. No evité el imaginar lo que hubiera sido tener a su mamá y si se pudiera, conocer a su padre, de seguro hasta traen un álbum de fotografías de su vida, con más hojas dónde poner el recuerdo más divertido, JunYong no pudo venir.

Muchas veces lo encontraba fuera de cama y lo buscaba para saber lo que le había pasado, si estaba enfermo o no podía dormir, a lo que llegamos a dormir en el sofá luego de decirme cuánto extrañaba a los señores Jeon o estar en el jardín en la madrugada sin preocuparse de lo que le fuera a pasar.

Proseguimos con el postre, quién sabe lo que le pusieron a eso, porque cada uno buscaba a su pareja, dejando a Jinho con una mueca y mejor se concentraba en hacer un dibujito. Ahora Nam llevaba de aquí para allá la cámara, haciendo preguntas y arrugando el rostro al ver que sus entrevistados se besaban.

-Y aquí está Seohyun, amigos míos. Le haré un interrogatorio, favor de contestar honestamente

-¿Tengo opción?

-¿Cómo la trata su querido esposo?

-Muy bien, ya sabe, termina dormido antes de que empecemos con la acción. Para mi, se avergüenza de que no se le para

Soltamos una risa al rato, eso fue tan espontáneo.

-¿Y usted señor, algo que decir?

-Futuro hija o hijo, si ves esto, déjame decirte que no es muy sencillo complacer a tu madre. Cada que puede sale con fetiches nuevos

Nam pasó el lente a su cara sorprendido y volvió a enfocarlo. Traté de quitársela con cuidado a que no cayera. Al final no pude.

-El otro día me dijo que le gustaba más el Jungkook celoso que el enojado y le gusta que la cele al estar con Jimin. Para mi, me engaña con mi mejor amigo

-Tu igual lo haces

-No le mientas a nuestros hijos, Choi Seohyun

-Uy eso no es adecuado para ustedes, niños, es mejor que vaya con su tío Jinho. ¿Quieren ir?, ¡vamos!

Fue un simple besito, dramático como su novio.

Al faltar tan solo un minuto para las doce, nos juntamos con nuestras copas, ansiosos a que las manecillas estuvieran alineadas. Ocurrió y no pensé que terminaría bañada por la bebida de todos, es como si se pusieron de acuerdo a hacerlo. El único que sufrió fue papá al yo hacer lo mismo, estaba entre él y Seokjin, desgraciados.

Dejaba al último a mí chico en abrazar, me gustaba hacer eso. Lo más gracioso era la diferencia de altura, pero no me gusta, amo más el tener que levantar un poco la mirada.

-Nosotros tenemos algo que decirles

Formaron una línea los adultos y Jinho, parece que nos dirán que se irán de viaje y nos dejarán a cargo el niño...no, el tendrá que asegurarse que nosotros no destruyamos todo.

-Nos la pensamos mucho, vimos los pros y contras que pudieran traer con esto - sigo sin entender - Es más, le pedimos permiso a sus padres

-¿Te pediste permiso? - digo, no es gracioso, estoy perdida

-Hablo de Hoseok, Jimin y Yoongi - papá le dió una cajita y me la entregó, al abrirla vi unas llaves - De hoy en adelante, serán dueños de esta casa

Me tienen que estar jodiendo.

-Se van a ocupar de los gastos, comida y demás, serán solo ustedes; ocho jóvenes independientes de sus padres

Vaya, al final no voy a dormir en la calle.

El cuarto aquel del que saqué el montón de libros, se había desocupado no hace mucho, hasta estuve presente cuando reemplazaron esos muebles por unos que le dieran toque de dormitorio. Pensé que sería de huéspedes, especialmente al ser visitados por Jun.

Prometo no sorprenderme si sale con algo más.

La condición que nos puso fue encontrar un trabajo, ya que así no terminábamos como vagabundos por ahí. Ese hoy no es tan literal, porque dijo que esperaría a fin de año. A todo esto, joder, la única chica, ¿no pudimos hacernos amigos de alguien de mi género?.

El sueño a cada uno nos invadió muy rápido, bueno, solo a nosotros dos. Mis pies está sufriendo, no pude quitarmelos por la mirada que me daba la señora que me dió la vida. Al estar ya a unos metros de la cama los tiré por ahí, queriendo que desaparecieran de mi vista, si es posible para siempre.

-Quedé muy cansado, joder - se sentó en la orilla frotando su nuca - Ven esposa mía, necesito urgente un masaje

-Tu me darás uno después, eh

Apreté un poco, obteniendo que su boca soltara sonido sin nada de malas intenciones, a veces se quejaba por lo fuerte que lo hacía por molestar. Al estar incada detrás suyo, apoyó su cabeza en uno de mis brazos y comenzaba a jugar con mis labios, apretando y haciendo de disque ventrílocuo.

-¿Sabes?, nunca pensé que así sería esta navidad. No sé, estar con la familia de Jimin hyung y luego aguantarlo borracho

-¿Crees que yo si, Jeon? - me dió un corto beso - A menos que nos hubiéramos conocido hasta ahorita, caminando por las calles

-Ya sé. Caminando tan tranquilo sin darme cuenta que alguien viene delante mío, botarle lo que sea que traía en manos y escuchar un: ¿qué mierda te pasa?

Fue mi turno de apretarle las mejillas por su horrenda imitación de mi voz.

-Me quedaría pensando en el estupendo carácter que se carga e idearia un plan para seguirla enojando

-¿Y al final?

-Cortar su tanta de insultos besándola y pidiéndole una cita

-Oye, si ese será el cuento inventado que les dirás a nuestros hijos, está pésimo. No sé cómo pasaste literatura

Se giró como si me hubiera dado una tacleada. Reí y lo atraje, abrazándolo muy fuerte, como si fuera a desaparecer.

-¿Tu que tienes en mente? - se separó y se me quedó viendo un largo rato, agh, ya veo que me sonrojo

-Que su padre llegó y puso mi mundo de cabeza, tímido, no lo era para nada, extraño, un poco, si. Sobre todo sensible, por más que lo quiera ocultar

-¿Qué más?

-El muy descarado pensaba besarme - se tiró a mi lado, divertido - Al final la que lo terminó haciendo fui yo, niños. Me comenzó a gustar, me dió miedo haber salido muy rápido con él

-Sigue

Entrelazó nuestras manos.

-Unas idiotas salían con el que me alejara de su lado. Por veces le salió su lado payaso, por eso no lo ven tan serio pero a fin de cuentas - lo miré - Es el mejor hombre que he conocido

-Hombre - su tono cambio - Te digo, está peor que el mío, le doy un cinco

-¿De diez?

-De mil - escondió su rostro en el cuello - Eres mi mejor regalo, Choi Seohyun, no de navidad, de la vida

Claro, tenía que empezar a ponerme sentimental

-Tu también lo eres, Jeon Jungkook

Sin duda, es lo mejor que me ha pasado.

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