El sonido de algo, provocó esta vez el que despertara, recordando con lo poco despabilada que me encontraba, que no constaba de una alarma. Por lo que feliz, encontré mi teléfono, en la mesa de noche.

Ah, estaba recordando lo inquieta que estuve antes de poder dormir, por la mísera pregunta con la que terminó la charla luego de la cena. Y ahora qué volvía a pensarlo, me daba un pequeño dolor de cabeza. Tal vez porque igual me invadieron muchos recuerdos, todos juntos como una maldita ola.

Tomé el dispositivo, haciendo el mayor esfuerzo para mantener mis ojos abiertos. Una llamada entrante de Hoseok.

-¿Estás igual de emocionada que yo?

-¿De qué hablamos?

-Ah, debí suponer que ni siquiera has pisado el baño

-No entiendo - gruñí - Habla correctamente, ¿si?

Mi ceño se frunció mucho, digo yo, se quedará así por lo que me resta de vida. Lo que me faltaba, un mejor amigo drogadicto.

Di un gran bostezo, diciendo una y otra vez que no importara que, será un día sin nada de que preocuparse. Estaba yendo todo bien. No sufrí de ninguna caída dolorosa, tampoco el no tener a mamá en la cocina.

-Quita esa cara

-Buenos días a ti también - tomé un poco de su café - ¿Otra vez yendo un poco tarde al trabajo?

-No te entiendo. Me extrañas cuando me voy temprano y ahora me quieres fuera. Dime, ¿qué hago mal?

-Nada

Me sacó la lengua, haciendo como si se sintiera indignada por la pregunta que hice. Oh no, no,no y no. No iba a dejar que mi mente proyectara lo de anoche. No. Pensar en algo bonito. Pensar en algo bonito.

-Antes que se me olvide, te tengo una sorpresa

-¿Ya es navidad y no me di cuenta?

-Luego haces un berrinche por decir que no te consiento - qué mentirosa - Y no te diré. Solo que, a penas vengas, ya estará aquí

-¿Por qué siento que...?

Oye Seohyun, aprende a cerrar tu gran boca y a distraerte con lo primero que veas.

Pensar que habría una posibilidad que eso sucediera, me tenía nerviosa, al igual el que ella se levantara a ver no sé qué. Mierda, tenía que meter la pata cada que podía.

El hambre así como vino se fue, al igual que mi sonrisa.

-Está bien. Trataré no llegar tarde

Estaba de espaldas, a lo que solo recibí un asentimiento, siendo cien por ciento seguro el que estuviera llorando y no quería que hiciera lo mismo.

-Es genial cómo jodes las cosas, estúpida

-¿Qué te hizo ese pobre basurero?

Vaya, Jung Hoseok estaba yendo a la misma hora que yo.

-¿Conoces a Seohyun?, hace muchas estupideces últimamente

Me atrajo hacia él, poniendo su cabeza en la mía, abrazándome con un solo brazo en mis hombros. Hizo que me subiera a la banca más cercana, poniéndose de espaldas para que me subiera en ella, aunque me gustaba que lo hiciera, me estaba sintiendo igual de mal.

-Puedes ensuciar mi camisa si quieres

-Ya has hecho mucho. Solo dejaré ser cargada, ni se te ocurra querer comprar algo

-Lo que digas

(...)

A penas prestaba atención en las clases, sin olvidar mencionar en el receso, estando con la mirada perdida en mi plato.

No bastaba con pensar cómo había jodido el desayuno con mamá, que igual mis pensamientos se fueron hacía cierto chico, que nos acompañó, a pedido de Hoseok claro está. Y juraba que quería jalarme el cabello.

¿Por qué se preocupaba por mi?.

Yendo de camino regreso a casa, con las manos metidas en las bolsas del suéter que mi amigo me había prestado, aún si no hacía frío. Era algo de él, puesto que podía enfermar rápido si se trataba de una lluvia, de lo contrario, era tan saludable. Y sólo lo hizo al ver la pequeña nube gris encima.

-¿Estás ansiosa sea lo que sea?

-A veces te quiere más que a mí, al igual que con - hice un movimiento, señalando discretamente al chico a mí par - Decirte antes que a mí, que decepción

-Soy el hijo que nunca tuvo

Eso era verdad.

-El primero en llegar le debe un helado al otro

-Tu eres una gran mentirosa

Sin más, le di inicio a una mini maratón. La cual sabía que no iba a llegar antes que ellos dos, aunque no se inmutaron para nada. Así que paré en medio camino, mostrando mi mejor expresión de enojada por no seguirme.

Esperé a que llegaran a mí lado.

-Te emocionas mucho, Hyunnie

-Vamos, es una sorpresa. Mi pequeña interior quiere gritar de la emoción

-Si claro, nos dejarás sordos

No me jodas. No me jodas.

-¿No nos dirás un hola?

Si no había crecido con algún hermanito o que antes que yo hubiera alguien más, si lo hice con mis primos, tres para ser exactos. El mayor, Kim Seokjin, proclamado así mismo desde los quince, el más guapo entre los cuatro. El del medio, Kim Namjoon, a veces es algo torpe al igual que tímido. Y el menor, Kim Taehyung, quién podría acabar con la carrera de modelos con solo alzar la mano.

Al diablo con el parecer no estar sorprendida.

Antes de poder llegar, ya me habían agarrado de la mano para asfixiarme en un gran abrazo. Vernos después de unos meses y aunque habláramos de vez en cuando, extrañaba que vinieran y casi pongan la casa patas arriba.

-No has crecido para nada -dijeron al unísono, a veces parecían trillizos

-Perdonen mi complejo de gnomo de jardín, jirafas

-Ah pero si aquí está también Ho

-De hoy en adelante tendrán que aceptar el ser parte de la familia

Porque siempre molestaban con que no se acercara a mí con razones amorosas.

Rieron y pararon al segundo, dándose cuenta de una persona nueva para ellos, parada cerca de mi amigo y viendo lo incómodo por no conocer a los Kim.

-Oh, ¿quién es?

-Jungkook, Jeon Jungkook - hizo una reverencia

-¿Tan rápido...?. ¡Auch! - tenía que pellizcarlo -Disculpala, le gusta ilu...¡Auch! - me miró mal - Solo diré, si le pasa algo, cortaré tu...

Esta vez le pisé el pie.

-Es solo un conocido

-¿Dónde habré escuchado eso?

Un golpe más y me daría a la fuga. A lo que recordé, no debía dejarlos con Jeon, hablarán de cosas vergonzosas que me pasaron. Bueno, igual lo harían si estuviera. No obstante, no permitiría que me pusieran en mal.

Pensando sobre eso, al cerciorarme que Jin se le había acercado ya, para invitarlo a sentarse junto a él, como si le fuera a dar un charla de padre. Entonces decidí interponerme, de lo más normal ante el pelinegro y divertido ante el castaño. Nota mental: no dejar que suceda lo que quiere.

-Si tendrías que describir a Seohyun, ¿qué palabras usarías?

-Bájale con tus preguntitas raras. Es un conocido, vecino mío, que siempre que está Hoseok me visita, ¿entiendes?

Empujó mi cara hacia el respaldo del sofá.

-No le hagas caso. Quiero escuchar. ¡Oye, no seas grosera con tu invitado!

Me estaba empezando a gustar golpear con almohadas.

Y luego todos nos quedamos viendo con los ojos a punto de salir a Jin, porque al querer lanzarla ya que me había levantado, pude esquivarla y tuvo que empujar un jarrón, provocando una gran caída y su última vez con vida.

-Waaaa, eres increíble

-Pero si yo...

-Tía te va a matar, hermano - Tae hacia el intento de no reír - Nam - el nombrado lo miró - Miremos nuestra habitación por las siguientes dos semanas

Las únicas que se ocupaban, lógicamente, la mía y la de mamá. Oh, genial.

-Ya que recuerdo, tenemos tarea de matemática

-Ah si, nos prestaste tu casa - animé a mi amigo - Hay que apresurarnos

-¿Qué?. ¿En serio no me ayudarán?

-Debiste actuar con madurez antes de hacer eso - también quería reírme - Asume las consecuencias. Ahora, bye

Los tres salimos y al cerrar la puerta, nos echamos a correr.

¿Por qué ibas a responder?.