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Por el momento, la casa se encontraba en una total paz, ni siquiera se había escuchado algo fuera de lo usual, como el que alguno tirara cualquier objeto que se cruzara en su mirada. Si se lo toma a bien, es buena e incluso excelente noticia, de lo contrario, se puede desatar una guerra.
Jin caminaba de un lado a otro, sin dejar de mover sus manos, Dios, parecía más ansioso que los demás, incluyéndome. No le hizo caso a Nam cuando le dijo que se sentara, que respirara hasta diez. Me dieron unas inmensas ganas de darle una cachetada, a cada mejilla si era posible. Tío estaba sentado, leyendo el periódico y tía dándole un masaje, Kim menor con Jung en la cocina dándose amor, Min y Park seguían discutiendo (a lo que me deja un tanto emocionada que se acerquen más de lo normal), JunYong sin saber qué decir o hacer. A lo que nos deja a nosotros, observando a cada uno.
Jungkook daba leves caricias a mi espalda y me hacía sentir más tímida el que empezara con su repertorio de canciones lentas.
Mamá ha sufrido tanto como yo, espero no termine muy mal. Era tan solo una niña de nueve años, que al despertar al día siguiente, quedó confundida del porqué su papá no aparecía. Creía el que me dijera que iba a volver cada que preguntaba, con el paso de los años, entendía perfectamente el que se había ido y nunca había pedido volver a verlo, solo luego de tener pesadillas, claro está. Me acostumbraba el que mamá me acompañara a todo eso que era obligación de ambos padres y nunca me sentí inferior a los demás por no tener la familia completa. Pero si, seguían las ganas de llorar porque al fin lo tenía a mi alrededor.
Vaya, tengo un hermano, además una prima más los tres revoltosos. Me intriga de la nada saber si es menor, mayor o si tenemos la misma edad, no quiero quedarme con la duda, sin embargo, veo que para este último asunto, la tendré de por vida.
-Eres muy fuerte, Hyun - parpadeé saliendo de mis pensamientos - En serio lo eres
-Seohyun fuerte para ti, Jeon
-Muy, muy fuerte
La puerta se abrió, dándole de primero el paso a mamá, con sus expresiones calmadas, aún así se notaba que lloró.
Nos vió y sonrió de una manera cálida, para nada fingida. Pasó a decirme algo al oído, de vuelta miró a papá quien asintió, ella lo hizo después. Así que ahí estaba, en el auto, a punto de conocer esa otra parte importante en su vida, estaba segura que había mandado a la mierda los nervios, más al ver que el recorrido había terminado.
No podía echarme atrás, eso no sería cortés y de cierta forma decepcionante. No sé si fui yo o qué, la llave giró tan lento. Mis músculos no respondieron al tener ya la vista de una sala, tanto que quedé estancada y de eso se dió cuenta, solo que esperó a que reaccionara sola.
-Cariño - miré a la dirección de donde provenía esa voz - Oh supongo que...- sonrió - Lee YangMi, un gusto
-Seohyun
-Eres muy encantadora
Fue una señal para dejar de estar tensada y reír en mi interior.
-En unos momentos estará el almuerzo, ¿te quedarás?
-La presté por unos minutos, lo digo, porque sé que no lo estará
-Dong-sun - qué gracioso, lo regaña - ¿Qué te he dicho de llevarme la contraria?, sé que volviste hace días, eso no evitará que me enoje de nuevo
Lejos de estar celosa o enojada, me agradaba.
Reí por la mueca que hizo. Ella me hizo una seña para que le siguiera el paso, a lo que no me perdí para nada que le secara la lengua al señor Choi, son divertidos. Me llevó al comedor. En una de las sillas al contorno de la mesa, estaba un niño de espaldas hacia mi, tal vez dibujando o jugando con algún muñeco.
Mi corazón latió como esa vez que me dieron la noticia que tendría una hermanita, con quién podría jugar cuando pudiera, sería la típica hermana mayor celosa y demás. Me dejaron solita, sin un plan o un argumento hacia un niño de seis años, sumando el que no podía ni siquiera soltar un monosílabo.
-¡Mamá!. ¡¿Estás segura que llegará?!,¡necesito mostrarle mi obra de arte!
Lo que estaba plasmado en aquella hoja, se suponía que éramos los dos, tomados de la mano. Yo nunca supe tratar a niños así si me los encontraba en cualquier lugar y me miraban curiosos, solo el niño del parque que supo mantener una conversación sabiendo lo mayor que era. Aún así, sentía cierta calidez.
Me coloqué a su altura, de su lado derecho y fueron unos segundos en los que tardó en subir su rostro, dejándome con los ojos a punto de salirse. El mundo es tan pequeño.
-Hola - movió su manita - Está muy lindo
Las ganas de llorar se hicieron más fuertes, las cuáles fueron calmadas al sentir sus bracitos pasar por mi cuello y abrazarme muy fuerte, como si me estuviera esperando por años. No me tardé y le devolví el gesto, moviéndolo de un lado a otro.
-¡Tu eres mi hermana!. ¡La chica del parque es mi hermana!. ¡Mamá es ella!
Dios, es tan tierno.
Miré a los adultos en el marco de la puerta, uno confundido y el otro sonriente.
-Ahora yo lo prestaré. Claro si no les importa
-Para nada, sirve que se conozcan más y podamos hacer nuestras cosas
-¡Mami! - ¿pero qué? - Ten en cuenta que no quiero otro hermanito, ni hoy ni nunca
No puede ser. A tan temprana edad sabe a lo que se quiso referir, viéndole el lado positivo, siento que será como yo. Suena genial, un mini Seohyun.
Al salir, tomé su pequeña manita. Le encontraba interesante las mariposas que pasaban volando muy cerca, una ardilla yendo hacia un árbol, hasta me estaba pidiendo un perro. Igual me preguntó cómo me sentía después de esa gran charla, cuando mostró sus puños, quedé cien por ciento segura que es y será una versión masculina mía.
Todos voltearon a verme y él sólo atinó a esconderse detrás de mis piernas.
-Vamos, saluda
-Hola, mi nombre es Jinho
-No temas pequeño, no te haremos nada
-Quizá está así porque te vió, Hoseok
Vaya, le sacó la lengua. De nuevo.
-Tu eres el anciano - se puso a mi lado - Y tu el conejo - oh Jungkook está a su par - Los demás, no sé quiénes son
-¡Es un niño Hyunnie y ya lo corrompes!
-Ya,ya,ya - el mayor de los Kim ha hablado - No lo asusten más. Yo soy Seokjin, tu precioso primo
Se quedó pensativo, luego corrió para colgarse en sus piernas. De pronto ya estaban hechos una gran rueda, presentándose y soltando sonidos de ternura por como se reía al ver que todos trataban de hablar al mismo tiempo.
-¿Cómo te sientes?
-Ya mejor - tomé su mano - Lo siento - frunció el ceño - Por lo que seguramente te diste cuenta
-Es absurdo que te disculpes por algo que seguramente no querías hablar, pero si te hace sentir mejor, está bien
-Ahora creo que ya no hay nada más de que enterarse sobre esta familia
Por favor que así sea.
-¿Qué pasaría si llega alguien diciendo que es tu tía?
-Jeon Jungkook
Rió - ¿Qué?. Bien, no hay que imaginarnos una historia con más drama, suficiente con la de nosotros
-¿Qué más tiene en mente, jóven?
Se colocó de manera que fue bloqueado el panorama que tenía, de brazos cruzados, metiéndose en uno de sus tantos papeles como lo había dicho. Lo que me tomó por sorpresa fue el tomarme de la muñeca y salir, cuando ahorita tendría que estar socializando más con la personita que es algo nueva en nuestro entorno.
Aún así me dejé guiar dónde sea tenía planeado llevarme, estaba claro, no íbamos dirección al parque. Estando con una chaqueta y unos zapatos que dan miedo, se podría decir que recreamos esa escena en la que la chica no sabe que hizo y tiene miedo a hablar. Waaaa, mi imaginación está por las nubes igual.
Caminamos unos cuantos minutos, hasta que encontró una heladería, ni siquiera me preguntó si quería o qué, simplemente me jaló más hasta ver las muestras de diversos sabores.
-Es de mala educación dejar sola a la visita, ¿lo sabías, eh, Jeon?
-Dos de vainilla, solo que a uno, le agregas chocolate, menta y oreo, por favor, gracias - dió una sonrisa a la chica y me miró - ¿Qué era lo que me decías?
-Que te esperaré en una mesa
Traté de sonar lo más molesta posible, así no podía engañar a nadie, ni siquiera a los otros clientes que ni nos conocen cómo para decir: son los vecinos que terminaron siendo novios.
Llegó, con ese aire de felicidad sin dejar de tomar con la cuchara un poco de las bolitas de helado.
-En primera está en las mejores manos, en segunda disfruta de nuestra cita y en tercera, Sunhee me pidió que te llevara lejos de casa
-¿No quiere verme?
-Sé que acabas de darte cuenta de algunas cosas y ella quiere que te tomes un respiro por lo menos
-Pudiste decirlo sin sacarme así
-Quería darle más entretenimiento al asunto
Se encogió de hombros.
Tenía razón. Mi vida cada vez me trae sorpresas de gran magnitud, como esta y es bueno que trate de relajar, tanto mis emociones como pensamientos.
Es que en serio no puedo. Vuelvo a recordar el verlo parado y llamarme de aquella manera, lo había extrañado mucho. No era un sueño, por fin podía llamarlo sabiendo que iba a responder y acercarse a escuchar lo que tengo de decirle.
-Seohyun sensible, para ti - me acercó para que pudiera arecostarme en su hombro - No eres el único, ¿si?
-Si sigues me vas a hacer llorar y pensarán que somos unos pobres jóvenes que fueron dejados a su suerte
Y comiendo helado.
-¿Quiéres que te cuente un cuento? - no me dejó hablar - Bien, aquí voy. Había una vez un pollo que respiraba por el culo, un día se sentó y murió
Casi me atraganto, eso quizá era incentivo para tener un gran par de ojos preocupados por lo que me ocurría. Regresaron a lo suyo al mostrar mi pulgar, con una gran mueca por sentir como si se me hubiera trabado algo.
-Llamaré al circo para avisarles que se les escapó un payaso
-No hace falta, puedo devolverte si tanto insistes - golpeé su pecho - Me matarás si sigues así. Oh mira, tienes algo aquí
A articular iba, cuando sentí que colocó un poco de vainilla cerca de una de mis comisuras y me besó. Hizo lo mismo con la otra. Con la nariz. Dijo que la frente no.
-Y aquí. Deberías de aprender a comer bien
-Tu igual
Fue mi turno de cortar sus palabras, al manchar sin precaución sus mejillas y mentón. Su cara de ¿qué te pasa?, cambio al devolver cada acción. Debimos parar por si no queríamos ser echados por el comportamiento infantil. Agh, no es para tanto.
-Eres pésimo con los cuentos
-Por eso digo que tu se los contarás a los niños. Sé que al final, ganaré y te lo echaré en cara
-Yo puedo echarte algo más
Se cubrió con sus manos, riendo.
-Es una tregua, enojona
-Mandón
-Recuerda que este mandón te quiere
Y la timidez regresa.
-Y está enojona tambien te quiere
Nos quedamos abrazados un poco más. Ah, Jungkook, me matarás algún día con lo tierno que eres. En serio.
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