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Entonces recordaba el porqué no constaba de una alarma; el gran ruido que hacía y frustrante rápido por pedirme de una maldita vez despertar. Aunque bueno, pensar en que nos iríamos de viaje hacía que durmiera, al rato despertar, por pensar el que nos atrasemos de la hora estipulada.
Quité la gran cobija, estando un paso más cerca de mi camino al baño, bueno no tanto, al darme cuenta del agarre que parecía fortalecerse más. No puede ser, estaba gruñendo por mi decisión de levantarme.
-Por mi, será una desgracia maravillosa si perdemos el autobús - escondió su rostro en mi cuello - Piénsalo, suena genial
-Hoseok se quedará sin compañía, ten un poco de respeto
-Llamale y dile que los planes cambiaron de la noche a la mañana. Podemos hacer nuestra propia salida, los siete,si,sin Min
-No te daré besos si me los pides
Hizo un puchero. De acuerdo, caí ante ese gesto, pero no podíamos quedarnos como si no pasara nada muy lejos de aquí, con estudiantes y profesores siendo los organizadores de tal cosa. Sumando que tendríamos nota extra.
-¿Por qué lo hacen tan temprano?
Lo tomé como señal de que se rendía y alistaría.
Una vez lista, bajé con mi mochila que se notaba e iba a explotar en cualquier momento por lo que utilizaría estando tres días fuera de casa, está bien, llevaba una maleta pequeña con demás prendas.
Quise reír al verlos reunidos en la mesa, con una cara que a kilómetros decía que no podían con la vida. Ver a mamá sirviendo café, provocó que sonriera en grande, a penas la saludaba en la noche porque venía muy cansada.
Tía llegó con el desayuno y regañando a sus queridos hijos por dar la idea de despedirnos - viéndolo innecesario - y estarse muriendo. Cuando terminamos, Jimin no podía pararse, tenía que ser sostenido por dos más que estaban en su misma situación. Según lo que acabo de entender, nos llevará, por ser tan servicial todos los días, eso es un gran chiste. Nos acompañó tío al ver que no nos esperaba nada bueno el tener un chófer moribundo sin saber por el momento cómo se llama y cuántos años tiene.
Sentía como si se estaban deshaciendo de nosotros por lo efusivos que se mostraron al abrazarme y estar a punto de llorar. No exagero.
-No te preocupes, Jin, volveré
-Me aburriré muchooooooo - agh, tan odioso - Al menos di que me llamarás
-¡Chicos, muevan sus traseros y no les hagan caso, están locos!
-¡Por eso salieron a ti!
Mamá disfrutaba molestarlo.
-¡Ella está en lo correcto!
Oh, tía también.
Corrí antes de que volviera a estrecharme entre sus brazos. Genial, ya emprendimos el viaje directo al colegio y no tendría que quejarme o bueno, si, porque una parte disfrutaremos y la otra haremos actividades con tal de convivir con personas que conozco a simple vista, personas que no siquiera sabía que existían y personas que odio.
Al llegar, no solo observamos un transporte, sino dos, estando segura en que uno llevará a los de segundo y el otro, a los de tercero (mi salón). Ya se encontraban la mayoría, con sus pijamas como si hubieran acampado para poder hacer la fila y tomar los mejores asientos. En esa aparente fila, yacía mi amigo, con un gran suéter, quizá ese sería el próximo que le quitaría.
Nos dirigiamos a Haeundae,Busan, un gran recorrido y por eso la hora que nos habían citado. El director pasaba lista, en medio de la calle, por si fuera poco, lo hizo dos veces asegurándose de no haber olvidado a algún prójimo. El profesor de química, la profesora de literatura, la profesora de inglés y el profesor de educación física...waaaa, esto seguramente iba a ser inolvidable y tenía mucha razón al ser ellos mismos los que fueron el año anterior.
-Pido la ventana - me adelanté al ver la intención de Hoseok - Gracias, eres muy amable
-Siquiera ganatela justamente - en medio se situó Jungkook - Vamos, piedra, papel o tijeras - ya había hecho un puño - No seas mala, Hyunnie
-Cuando regresemos te la daré, ¿si? - aceptó
¿Qué si tuviera el mejor lugar del asiento?, en el fondo, se encontraban los tres jugadores de baloncesto más alabados por toda la institución - menos por mi y mis chicos - con sus respectivas novias, los típicos que llevan su música en alto y comportándose como si fueran animales. Ah, no olvidemos a algunas porristas.
Al ponernos en movimiento, casi todos gritaron eufóricos, mientras que buscaba una posición cómoda para dormir y estar más cerca del castaño. Él ya había sacado su teléfono y conectado los audífonos, tendiéndome uno, se lo acepté gustosa. No sabía mucho inglés, sin embargo, algunas canciones las conocía y podía, como las de Justin Bieber; las primeras eran suyas. Agregando nuestra manos entrelazadas se sentía estupendo.
Al solo pasar una hora, el cielo seguía oscuro y el viento estaba fresco, por lo que tenía medio abierta la ventana para luego no tener la nariz congelada y estar estornudando sin parar. Agh, hablemos del ruido. Ni pegar un ojo podía, por el increíble ruido que se tenían, peor el que no les dijeran nada. Juraba por mi maldito tobillo en proceso de saneamiento, que no lo pensaría dos veces y diría un discurso con cero palabras bonitas al que se atrevió al lanzarme el balón. Por supuesto, sabía que Mi-Suk iba a comenzar a joder tarde o temprano y vaya, se le vino excelente lo segundo.
-¡Ey, por aquí!
Ese idiota estiró sus manos, formando la figura como si sostuviera su preciado objeto naranja con franjas negras.
¿Dónde estás puntería cuando te necesito?.
-¡It's going down for real!
Cantaron lo restante.
La única despierta de los tres. Encontrando el lado positivo, terminaría encantada con su lista de reproducción y tendríamos algo más en común.
(...)
-¿Quiéres un masaje?
-Tal vez en la habitación - sobaba mi nuca - O, podríamos dormir y hacer como si nos perdimos
-Te dije que mejor nos quedaramos en casa
Rodé los ojos y fue incentivo para que me diera un pequeño beso en los labios.
Dejamos pendiente ese asunto al recibir la orden de dirigirnos en un solo grupo a la recepción, contestando personalmente la pregunta de si compartiríamos habitación. Así fue. A parejas nos daban la llave y casi gritaban el que nos apresuraramos a dejar las cosas, aún si este día no hacíamos nada más que divertirnos.
No sé cómo Mi-Suk llegó con nosotros si estaba como un chicle con su amado.
-¡Qué emoción!
Solo para ella, claro está.
A decir algo, cuando el agarre de mi amigo se hizo presente, llevándome un poco alejada, digo para una charla interesante donde no nos veamos involucrados con ellos y todos felices. Oh esperen, la felicidad se va.
-¿Qué vamos a hacer?
-Busca quién sea - miramos al rededor - Él es muy ruidoso, lo sabes y nunca me agradó para nada - un chico buscaba ser acogido - ¿Dong Chul?
-A menos que traiga a Hyo y durmamos los tres
-Oh, harás un trío
-Quita esa sonrisa, no se escucha fascinante
Ni modo, tendrá que aguantarse, a menos que quiera dormir en el suelo, total, muchas veces suele ser el mejor lugar para una siesta.
Llegamos a un acuerdo y con ellos, el director anunciando que podríamos ir a la piscina sin irrumpir violentamente el ambiente de los adultos estando en ella, para así no traer problemas al personal del hotel.
Toda la tarde nos la pasamos entre la playa y ahí, siendo como los tres mosqueteros, por su cuenta y negándonos a los planes que otros estaban haciendo. Hasta que se hizo de noche. Fuimos al restaurante, ocupando unas cuántas mesas y llenandolas con jóvenes riéndose, cantando y moviéndose al ritmo de la música. Fue entonces que Jungkook me estaba obligando a que repitieramos un buen baile, y tenía la misera excusa de querer vomitar. Así nos la habíamos pasado, contando también lo ojos llenos de fuego de mis queridísimas compañeras, tal vez planeando mi muerte o lo que sea que su cabeza retorcida esté planeando.
Bueno, ya me estaba hostigando de eso, por lo que decidí ir a dar una vuelta por ahí, aprovechando que no estaría pensando que dejamos a Hoseok solo, siendo que fue a hacer algo muy urgente: llamar a Tae.
Claro que no se iba a dar por vencido en querer tenerme frente suyo y teniendo el control de los pasos. Paró en seco, dejando el teléfono en la arena y colocando una canción, una que acababa de conocer en el trayecto. Cualquiera que pasara cerca nos daría una mirada llena de extrañeza por ello. ¿Y?, a mí me daba igual, aún si dar muestras de afecto en lugares públicos provocaban que la timidez fuera mayor, me encontraba con Jeon Jungkook, ¡Jeon Jungkook!. Podría haber dicho lo mismo con Yoongi, pero esto es muy diferente, más cuando volví a tener una gran reflexión de lo que se había convertido mi vida amorosa. Si bien, me imaginaba con Min, casados y formar un hermoso hogar, con este chico, ya no me volvía a preocupar lo que nos deparara la vida en unos años más.
Si, estaba dejando las cosas fluir y no tenía más pensamientos absurdos como dos días atrás o los anteriores a estos.
-Parece que vas a llorar, ¿te sientes bien?
-Una basurita. Acércate e inspecciona - obedeció,¿y qué hizo?, robarme un beso - Si quedo sin ojo será tu culpa
-Oye, mucho me la echas últimamente. Si tienes un problema conmigo dilo y asunto arreglado
Joder, su dialecto lo hace ver sexy.
Alcé una ceja, él también. Me crucé de brazos, él también. Ladeé la cabeza, él también.
-Si quieres puedo irme a tirarme de un barranco para que me sigas
-Uy, tampoco te excedas
Esta vez colocó ambas manos en mi cintura, jalandome de manera suave para estar muy juntos y me ayudaba a mantener un poco la calidez por el frío que empezaba a surgir.
-¿Es loco decir que nos imaginaba así?
-Si tu imaginación no se fue hasta llegar a lo sexual, no lo es
-Me acabas de hacer ver cómo si fuera un depravado - puchereó - Acabas de golpear a mi pobre corazón... además de mi pobre pie, ¿estás borracha?
-Claro, ¿quién eres y por qué me abrazas?
Sus expresiones divertidas cambiaron a unas serias.
-No se si recuerdes, pero era ese niño al que llegaste a incomodarlo por lo parlanchina que eras
-No lo recuerdo. O tal vez seas quien me dió ese horrible conejo
Abrió su boca, en señal de que se daba por vencido y que había ganado por esta vez.
Quedé confundida cuando me giró, teniendo la vista de lo infinita que era el agua y la luna siendo estando en su punto exacto, siendo reflejada. Más allá, se miraban unos destellos, entendiendo al instante que se trataban de unas traviesas estrellas fugaces. No pedí nada, bueno si, pero no se lo diría en un buen tiempo.
-Deberíamos entrar ya
-¿Quién eres y por qué me das órdenes?
Lamió sus labios y dijo: - Tu novio
-¿Tengo un novio? - asintió - Di algo más chico, puede que te reconozca
Le di un codazo al ver que ni una vocal pronunció.
-Oh auxilio, acabo de ser agredido
Se tiró dramáticamente, tomando un costado de su cuerpo y haciendo como si estuviera arrastrándose para correr de la villana Seohyun.
-Veo mi muerte venir, me encantaría decir algo - se aclaró la garganta - Fue un placer volver a encontrarte, Seohyun
Y dejó caer su cabeza.
-No he terminado - se volvió a apoyar - Estoy agradecido por aceptar salir conmigo a pesar del corto tiempo volviéndonos a conocer
Igual lo estaba.
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