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27

¿Había dicho cuánto odiaba los días lunes?.

En este preciso instante lo hacía aún más, puesto que, el sol parecía que cuando menos lo pensemos, caería sobre nosotros; quemaba mucho o tal vez morí mientras dormía y me encuentro en el infierno.

-¿Quién quitó las cortinas?

-¿Te lo recuerdo?

Su respuesta fue abrazarme más y dejar unos cuántos besos en mi nuca. Oh si, ahora ya no pensaba que era genial el haberlas bajado de su soporte al decir que se verían bien como un vestido. Tuvo que cortar y cortar. Aunque, hay que admitir que le quedó bonito.

-No te quejes, sé que te gusta

Me atrapó.

-Con solo que tú mamá no se dé cuenta o se lo tome a bien. Una de dos. También tenemos la opción de echarle la culpa a Jimin

-Mandón y mentiroso

-Solo tuyo

Ah, su carita.

-Ahora - suspiré - Arriba

Dios, tenía que luchar con su agarre a la altura de mi cintura para poder llegar al baño y aprovechar el tiempo para ir lo más tranquila en el mundo directo a estudiar.

Una vez fuera de su alcance, me dispuse a regular el agua, con la mirada fijada en el piso, y una gran viaje en medio de mis pensamientos, unos muy absurdos acerca de porqué tenemos que sufrir muchas horas anotando y escuchando - por veces - información que es más seguro y no nos sirva.

-¡Apresúrate!. ¿O qué?, ¿quieres que entre para ahorrar más de ese recurso vital?

-Espero y te deslices

Luego de la pequeña pelea, disfrute de una corta ducha.

Era una suerte el salir sin alguien más en estas cuatro paredes. Sumándole el estar todavía en toalla, pensando qué sería lo más cómodo en llevar y lo que me pondría después. Que el profesor de educación física dijera que no podía martes darnos su clase, la pasaría para hoy por asuntos personales, también me hacía temer que tuviera algún accidente por arte del destino, si es que el destino tenía como nombre Mi-Suk, agregando las otras dos.

Al estar lista, bajé.

Lo único que comería era una banana. De solo pensar que algo me sucedería, revolvía mi estómago y ganas de vomitar me entraron. Igual el golpear a Jin en dónde más le doliera, por el simple hecho de poner su típica cara pervertida por tener aquella fruta.

-Si tantas ganas tenías, ayer hubieras aprovechado

-Si tantas ganas tenías, podrías haber bajado el volumen

Venir y darme cuenta que Kim Namjoon no era mi primo, pero es novio del que si lo es, excelente. Escuchar en la tarde, específicamente cuatro en punto, los gemidos que producían al estar follando, horrendo.

-¿Te lo recuerdo?

Esta será la pregunta del día.

-No estés celosa por no poder hacer algo que yo si

-Que no lo hagamos, no significa que no pueda

-Solo dime que tienes pensado ajá, para darles privacidad. Te digo cómo buen primo que soy, verás cómo te sentirás cuando te lo...

-Bien, nos vamos

Salvada por Jungkook.

Bastó poner un pie fuera de casa, para que mis mejillas ardieran, así como el sol. Joder, ha sido una, una maldita vez en la que me pregunté cómo sería cuando estuviéramos en la intimidad y pensar que el chico a mí lado se lo tomara de lo más tranquilo, me dejaba en que más pensar.

-¿En serio? - ah, Min Yoongi llegó - Jimin está en dirección opuesta por si no lo sabías

-Tal vez lo busque luego de acompañarlos

-Es mejor hacerlo ya. Desde que salieron no ha dejado de llorar al ver que no volviste a aparecer

Es increíble.

-Pensándolo bien...nah, luego lo busco

-No te veo luego, adiós

Me abrazó por los hombros, literal, me llevaba a rastras por si a mí, ahora amigo, se le ocurría interferir como siempre.

-¿En serio él te gustó?

-Me ofendes muchísimo, Jungkookie. De verdad, más allá de hostigar por veces y enojón, es divertido

-Si, te creo

Sonrió.

Llegamos, encontrando muchos estudiantes por los pasillos, haciendo gran bullicio como si hubiera algo tan importante en un estúpido inicio de semana, dónde dan más ganas de morir que de vivir. Parecían animales y solo lograba preguntarme por qué hay tanta persona y de qué lugar salieron.

Admito, mi humor luego de pasar en medio de esa multitud, subió al ver a un Hoseok con tan solo un zapato y el otro pie elevado, para no ensuciar su calcetín.

-No te burles, ¿si?. Te recuerdo que casi das tu riñón por comprarlos

Los que le regale en su cumpleaños, este año.

-Creo tener un par guardados en los vestidores - miré algo divertida a mí chico - ¿Qué?, tenía que cuidarme de tus hermosas amigas

-Si lo dices de nuevo de esa manera, te golpearé

-Enojona

Le di la típica mirada de: "¿por qué eres así?", obteniendo un abrazo y seguido guiarme dentro del salón.

-No sean tan cariñosos frente a mi, por favor, gracias

-No es mi culpa que Taehyung sea mayor y no puedas tenerlo en este momento

-Guarda silencio, la clase va a empezar

Choqué puños con Jungkook al lograr que se sonrojara.

(...)

El fingir estar enferma podría ayudarme en algo con la clase que todos, menos yo, han estado esperando ansiosos.

Pero con solo escuchar que obtendríamos nota si participábamos y hacíamos los ejercicios correctamente, era una gran oportunidad para subir mi nota en la materia, además que estaba muy segura en que me arrepentiría si escogía aquella opción.

Poner mi espalda recta mientras cruzaba un brazo con el otro, sin duda, me cansó tan rápido, teniendo por un mísero segundo una postura aburrida, al no tener su mirada puesta en mi. Total, no lo sabrá.

Si odiaba hacer muchas vueltas al rededor de la cancha, comenzaba a odiar el que hiciera sonar su silbato al momento que pasara y dándome unas sonrisas, esas que esbozaba para dar a entender que se dió cuenta sobre las cero ganas de hacer bien ejercicio. Agh, daba todo de mi y ya sentía que iba a desmayarme.

-¿Cuantos años tienes abuelita?

Mi-Suk pasó, golpeando mi hombro y riendo.

-Es mejor que te quedes conmigo, no quiero estar en detención

-¿Me ayudarás a matarlas?

-Lo digo porque si quiero separarte de ella, me llevarán también

Dejé de imaginarme el que esto se convirtiera en un ring. Por eso y por tener ya aturdidos mis oídos por aquél sonido tan irritante.

Fui rápido por mi agua, disfrutando de lo helada que se mantuvo en los minutos que la dejé lejos de mi.

Jugaríamos vóleibol. Y aunque me gustara mucho al igual que los quemados porque incluía golpear a Hyuna, más que a ellas, tenía un poco de miedo en que me pasara eso.

-Quiero un juego sin quejas

-Entonces sea un buen profesor y haga ver las faltas de cualquier equipo - susurré a lo que sentí un codazo

¿Para qué?, levantar mi cabeza y darme cuenta que el señor me observaba con sus brazos cruzados.Si me escucho, es verdad. Siempre hacía de las suyas para sonar ese artefacto en momentos inadecuados.

Los chicos eran los primeros en jugar. Yendo del mismo lado.

Tan sumida en admirar lo hermoso que Jungkook era al golpear el balón o estar al pendiente en si llegaba a él, cuando sentí que alguien se había acercado hacia mi. Cien por ciento segura que a joder y algo más. No pudo hacer un comentario porque recibió un tremendo golpe, me hubiera gustado que su cara lo recibiera.

-Bien, su turno señoritas

Más claro que el agua en que se desquitaría conmigo por lo que le pasó. Le iba a dar las gracias a Hoseok por eso luego.

El juego se había puesto un tanto difícil. Nunca antes vi el que ninguna pudiera anotar un punto y mis brazos ya se estaban cansando, parecía que hacía todo el maldito trabajo.

Un pequeño receso para volver, esta vez esperando que uno ganara, aún si no había un premio de por medio, se sentía el nerviosismo por parte de mis queridos compañeros y del profesor.

El punto se hizo, si, cayendo de una cabeza al suelo.

Nos dirigimos a los vestidores, con unos cuantos murmullos por lo genial que había resultado esta clase, más divertida que en veces anteriores.

-¿Sigues disfrutando?

Guardaba la ropa sucia, de lo más tranquilo, como si no estuviera a punto de sufrir algo más por parte suya.

-¿Es un delito?. Vamos, ríe genuinamente, tu vida necesita que dejes a un lado la amargura

Waaaa, su cara seria.

-Te gusta hacerme bromas, era tiempo que igual tuviera un poco de diversión. Déjame decirte que el circo te necesita

-No, mejor déjame decirte, que lindo corte de cabello tienes. Adiós

-¿Corte? - ¡¿corte?! - No

Como pude, miré a través del espejo de lo que aparentemente hablaba, además de tocarlo, reconociendo un gran corte en "v".

-¡No,no,no! - mierda - ¡No!

(...)

Mis ojos se clavaron más en la mesa del otro lado del comedor, mientras que revolvía mi ensalada, la cual seguían sin probar.

Mi ojo derecho empezó a parpadear sin mi consentimiento, avisando que ese tic que algunas veces me daba antes, volvió. Además de eso, partir los palillos al no ser de metal, siendo la segunda vez que ocurría, al igual de dejarme una marca roja.

Seguía riéndose, no por el supuesto chiste que contaron en la mesa donde los del equipo de baloncesto, claro que no era por eso. Bueno, había sido peor el que me hice con a penas doce años estando de curiosa. Una cosa era hacerlo por mi cuenta y otra ser jodida por ellas.

Tomé de mi soda, dando un trago sin pausa. Después me arrepentí.

-Vaya,¿qué sigue?, ¿que tomes alcohol como agua?

-Creo que necesito

-Lo que necesitas es calmarte

-¿Crees que puedo estarlo al saber cómo está mi cabello?

-Al menos no has pasado la mitad del día con un solo zapato

-Porque no es lo mismo

-Así te ves hermosa

-Gracias por tu halago Jungkook, pero eso no hará que crezca por arte de magia

Aparté la comida, para poder dejar caer mi cabeza, dando pequeños golpes, como si también ayudara en que creciera.

Al rato las lágrimas venían bajando. Si fuera hombre, ya hubiera jodido desde hace ratos la mesa.

Mi vida no podía ser más peor; un líquido pegajoso bajar, sabiendo que volvía a vaciar un nuevo licuado, espero sea de otro, así encuentre el shampoo perfecto, tal vez así vuelva a tener la parte faltante de cabellos. O, ¿crecerá si me echo agua y me quedo bajo el sol?.

Ni hice nada al respecto. Me limitaba a escuchar a los chicos pelear con su noviecito y de las demás sobre la conducta de su pareja. Por poco se iban a golpear, de no ser que logré detenerlos, diciendo que estarán en problemas. También me deshice de los otros mandándolos a la mierda, aún con el rostro escondido.

Se burlaran más al ver mi aspecto. Espero que no pongan en el anuario las fotografías que sé, tomaron.

Pasé el resto de las horas, lamentándose sin ser vista por los maestros, obvio, solo por ellos. Ahora arrastraba mis pies, llorando más. Los chicos trataron de consolarme, diciendo que me comprarían todo el helado que quisiera o mis galletas favoritas, lo que fuera comestible y sabían que me gustaba. Una vez más, volvía hecha un asco a casa.

Giré la llave desganada, con más ganas de desaparecer para no volver a ser la burla, a menos que dejen a un lado el querer molestarme. Tirarme al sofá, fue lo mismo. Boca abajo, como si fuera a morirme, no,no,no, me estaba muriendo desde hace horas. Con decir que quería agua y no podía levantar mi mano o hablar.

Sentí que me cargaron estilo princesa y sólo me dispuse a esconderme en su cuello. Por arte de magia, comencé a calmarme. Más cuando me acarició quitando las lágrimas y me dio un besito.

Me sorprendió y asustó al tomar las tijeras que se encontraban en una de las gavetas del escritorio. No sólo lo arregló, sino que, me hizo pensar que era mejor tenerlo así a como lo tenía momentos antes de la desgracia.

-Pensé que te pondrías peor si lo hacía

-Ya no tengo ganas de morir - sorbi la nariz - Quiero un abrazo

Estiré mis brazos, sin dudarlo se acercó. Ahora tenía otra lista qué hacer: "cosas que Jungkook puede hacer".

-Aprendí de mamá, porque era un chiquillo que quería saber todo - soltó una risita - Las muñecas de Jun-ah sirvieron para practicar, después me volví su peluquero

-¿Qué no podrás hacer?

-Puedo hacer peinados

-Eres increíble

Dió un beso más en mi frente.

-No quiero salir

Hablé al ver que abrió su boca y sabía que diría algo como eso.

-Ah, en verdad no puedo contigo, Choi Seohyun

-Yo no...¿qué?

Yo confundida y él dándome una gran sonrisa. Porque, por más que sonara absurdo, los profesores no nos llamaban por nuestros apellidos, y lo agradecía. Mamá no decía todo mi nombre desde los trece, a petición mía por recordar a papá.

Que venga y lo diga de la nada.

-¿Se lo preguntaste a mamá?

-No

-¿Mis primos?,¿Hoseok?

-No y no

Estaba más confundida. Empezó a repartir besos por doquier, hasta terminar con uno sonoro en mis labios.

-Te quedarás con la boca más abierta cuando lo sepas - otro beso - Al ver que no te inmutaste al escuchar mi nombre tuve que improvisar

-Sigo sin saber

-En jardín de niños, sufría mucho por cierta pequeña al preguntarme cosas como, ¿quieres ser mi compañero de mesa?, ¿puedes prestarme tus crayones?, ¿puedo quedarme a tu lado?

Un momento.

-Tenía seis años y aún así no la quería cerca. Pensaba que era muy ruidosa y metiche. Hasta tuve que regalarle un conejo de peluche porque no dejaba de llorar

Otro momento más.

-La hubiera olvidado por completo, de no ser que, escribió su nombre con una horrenda caligrafía.

No puede ser.

-Al verte fue lo primero que noté, eras esa misma niña con más años y aún si te dije que era un plan para no hablarte, fue porque quería divertirme un poco. Así que hice un plan, dentro de otro

-¿Me estás diciendo que eras quién...?. Por tu culpa lloré

Recordé muy bien. Me habló tan frío. Dios, con mucha razón lo sentía conocido.

-Perdón, pero no te aguantaba. Puedo decir que desde entonces me comenzaste a gustar, lo sé por mamá al explicarme lo que era las mariposas en el estómago y volver a verte, provocó que los sentimientos volvieran

-Entonces también puedo decir que lo hacías

Igual tuve esa charla. Y era obvio, tantos años, harían que olvidara solamente su nombre y no como se comportaba conmigo.

-Pudiste decirlo

-Se perdería la diversión. Me imaginaba verte así, con una gran mueca

Golpeé su pecho, empujándolo al colchón y jalando mi mano y abrazándome más fuerte.

-Me la devolviste, bien jugado

-Lo sé, soy genial

-Lo dudo

-¡Agh no aguanto! - ahí venía Jin - Te vi que te sentías miserable y no decidi hablar pensando que necesitabas tu tiempo, no tanto

-Ya estoy bien

-Aún así, decidimos ir a comer

Asentí, diciéndole que nos esperara. Tenía que seguir con Jungkook.

-No me veas así - besaba repetidas veces mi mejilla -No seas enojona

-Y ahora, te has vuelto muy mandón

No dijo nada más y procedió a cargarme en su espalda. Volviendo a reír y comenzar a recordar varias anécdotas de ese año que nos conocimos por primera vez.

Quizá la vida me quería después de todo.

-Seohyun

-¿Si?

-Mejor lo dejaré para luego

-Que malo eres

Es muy malo por derretir mi corazón con una simple palabra.

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