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25

Último día de semana y daría lo que fuera para que las vacaciones llegaran de nuevo, aún si luego tendría que ir a la universidad.

Me daré un año sabático.

Levantarme estaba siendo muy difícil, al sentir como si estuviera pegada a la cama, sumándole que tampoco tenía ganas de ir. Literal, me entró una gran flojera. Y por si fuera poco, me sentía demasiado cómoda con el agarre de cierto chico, sin dejar pasar su respiración en mi cuello.

-Arriba dormilón

Di una vuelta, con el único fin de poder verlo mejor. Verlo tan sereno, me decía que sigue soñando y no tiene ni la remota idea que es hora de ir a estudiar.

Picaba con mi dedo índice sus mejillas,hasta llegué a apretarlas, todo para que no abriera ni un ojo. Tal vez Jin le puso algo en su comida o bebida en la cena.

Ah, estaba haciéndose el chistoso, acercándome más y subiendo su pierna en mi.

-Llegaremos tarde, ¡si no te levantas en este instante!

Pensé que me empujaría para impactar con el suelo, siendo la mejor manera de todas de salir de la cama, en lugar de eso, colocó sus labios sobre los mios. Ese beso debería de ser uno muy pequeño, claro, pero era más mi deseo que se quedara así por unos cuántos minutos más.

Y así es como perdemos el tiempo en la mañana.

-Tenemos que ir

-Yo solo quiero estar contigo

-Te prometo que al llegar aquí, lo estaremos

-Está bien

Me besó una última vez. Esta manera de despertarse era la mejor.

Antes de que se le ocurriera hacerlo, corrí directo al baño, porque que nos levantáramos casi una hora antes de entrar, no alcanzaba.

No me tardé mucho, menos en alistarme y arreglar mi cabello, me tomaba pocos minutos. Faltaba que mi chico saliera. Mientras alistaba mis cuadernos y libros, pensando en que eso pesaba como si cargara a alguien.

En medio de mi flojera, se hizo presente Jungkook, reluciendo su abdomen, su pecho, sus brazos. Esta vez no me estaba avergonzado, por el simple hecho de que, era el único.

Me estaba proponiendo a no despistarme con cualquier lugar,por eso, pasaba delicadamente el cepillo en mi cabeza, deshaciendo algunos nudos y haciendo caso omiso que no estaba sola. Además sabía que estaba gozando por dentro, el tenerme tan tonta. Le gusta verme así, me gusta verlo así, a otras les gusta verlo así, ¿a quién no?.

-Cierra esa boca que se te van a meter las moscas

Por favor, fue un mísero segundo que se abrió.

¿Cómo puede existir tanta belleza en un hombre?.¿Cómo pude tratarlo así?.¿Por qué no deja de atacarme así?.

-Hyun - oh si, genial - ¿De nuevo?. Te vieron una vez así en la institución y, ¿quieres que nosotros también?

-Deja de ser pervertido por una vez en tu vida, ¿si?

-No tengo la culpa que me des razones para hacerlo

-Deja de invadir mi espacio

Y lo saqué, cerrando la puerta, igual como lo haría cualquier chico o chica con su hermano menor, al querer tocar sus más preciadas cosas.

Al estar de espaldas de la salida, mi mirada cayó al suelo, sintiéndome atrapada al tenerlo en frente en tal circunstancia. Bueno, tuve que armarme de valor para darle a entender que me encontraba demasiado bien y que no estuviera a punto de tener un paro cardíaco. De verdad, fue una mala idea, una muy mala idea; tenía sus cejas alzadas, acompañadas de una sonrisa ladina.

Quise desaparecer al verlo avanzar unos cuantos centímetros, pero, tenía que mostrar mi expresión más seria. Si le encanta este juego, entonces a mí igual.

Los papeles cambiaron, al ser yo quien se despegó del lugar y caminar más de lo que hizo. Hasta que llegó a la puerta del baño, dónde tragó en seco al estar un poco juntos.

Si lo estuviéramos mucho, sentiría...

-Necesito vestirme. No querrás llegar tar-tarde

-¿Tar-tarde?

-Si, ya sabes, llegar antes que cierren

-Podemos llegar un minuto después. Yo lo hacía muchas veces en años anteriores. Y si no nos dejan entrar, es una suerte porque podemos pasar juntos todo el día

Miré sus labios.

-Podemos faltar si es posible. Digo, ¿no deberíamos aprovechar este momento?

Magnífico, tengo que hablar de más.

Logró tomar el pomo y entrar lo antes posible. Ni tiempo me dió de tocar su pecho como quería.

-Entonces será cuando volvamos

-Mierda

Escuché también un golpe,ah, se golpeó la frente.

Podrían haber varias causas para maldecir, desde agradecer de salvarse por lo que fuera a suceder, darse cuenta que estaba atrapado, y pensar en que tenía una erección, me hizo estremecer. Gracias al cielo, era por su ropa en el suelo, la cual nunca dejó soltar en su recorrido.

Las ganas de inspeccionar cada prenda, menos la interior, me ganaron, solo para saber que no mostraría demás.

-Abre, te la daré

-Sin juego sucio o nos tardaremos más

-¿Lo dices porque sabes que de verdad algo pasará?. Sé que me deseas tanto como yo a ti

Eso, estaba lejos de parecer una broma.

No esperé una palabra, por lo que abrí, agradeciendo que no tuviera llave y deseando que mis modales para pedir entrar, hubieran salido.

Abrir la puerta, más chico desprevenido, es igual a toalla en el suelo. Y tenía que quitar mis ojos de ahí.

Nunca había visto algo tan, tan...¡su ropa!.

-Eh...- extendí la mano donde la tenía - Aquí tienes

No sabía quién era el más sorprendido. No hacía nada, absolutamente nada.

Volvió a la tierra, luego de que tosiera falsamente. Tomó la toalla, todavía sorprendido. ¿Esto es un sueño, verdad?.

-Te esperaré a-abajo

Joder, no tenía que haber tartamudeado.

Al girar, cerrando de una buena vez, miraba a todos lados, tratando de quitar esa imagen de mi mente.

Solté un pequeño grito al tapar mi boca, me encontraba alterada y era lo mínimo que podía hacer. Antes de bajar por completo las escaleras, respiré profundo, calmandome para que no se les ocurriera preguntar lo que pasaba.

Ver lo que está en medio de sus piernas a un niño de nueve años y a un chico de dieciocho, era demasiado diferente.

Llegando al comedor para poder aunque sea comer una fruta, me miraron al mismo tiempo,¿qué?,¿hay más sorpresas?. No dudaba en que algo más pasaría.

-¿Pasó algo? - negaron - ¿Hicieron algo malo? - otra vez - ¿Entonces por qué me miran así?

-Queremos guardarte en nuestros recuerdos, por si el día de hoy mueres

-Por dos a lo que dijo Namjoon

A punto de morder la manzana, cuando ahí venía el chico Jeon. Tan tranquilo y provocando que mi sistema volviera a fallar.

¿Por qué me pongo así si para provocar me anoto de primera?.

Nos despedimos y literal, corrí para no sufrir un interrogatorio repentino junto a Jungkook ya estando presente.

Bien, aquella emoción se esfumó en el momento que entrelazó nuestras manos y me sonrió. Después de todo, pienso que no fue tan malo.

-¡Amigos míos!

Por supuesto, Yoongi tenía que interponerse.

-¿Por qué tan grande?

-¿Qué? - Min me miró, con sus ojos a punto de salirse- ¿A caso tú y el ya...?

Agh, tenía que juntar sus dedos, preguntando si nosotros...

-¿Me darás los detalles o tendré que poner a prueba mi imaginación?

-Hablaba de su camisa

Esta le llegaba casi a las rodillas. Viéndome en el, me quedará como un vestido, un vestido con olor a su deliciosa loción.

-No pongas excusas. Vamos, cuéntenle a su querido amigo lo que pasó

También tenía que aceptar eso. No tengo palabras.

¿Cómo será cuando...?

-¿Eso fue?

Había susurrado solo para mi.

-Prefiero no contarte

Hizo su mejor cara indignada.

Y todo el recorrido, fue en silencio y las miradas retadoras iban y venían de vez en cuando.

Llegamos en el segundo exacto que el timbre tocó, anunciando que la primera clase estaba a punto de comenzar. Recordando la materia que tendríamos, jalé el brazo de mi chico, empezando a correr en medio de otros estudiantes en medio de los pasillos.

El profesor de química, no era comprensible con respecto a una tardanza.

(...)

Juro que a penas y teníamos el derecho de ir al comedor, corrí lo que mis piernas me permitían, como si no era suficiente el ejercicio que hice hace unas horas.

Por suerte, me formé en la línea mucho antes que aquellas tres llegaran y para más joder, me llevé la media docena de gimbaps, al escuchar que Mi-Suk eso almorzaría.

-Quiero mi suéter

-Oye, la hora del receso no es para velar por una prenda. Eso y que entiendas que está de rosa

-Excusa barata

-He aprendido de ti, señor, no le hablo a mi mejor amiga porque me invento los días de estar con mamá

Lo señalé con mis palillos.

-¿Qué quieres que haga para creerme?

-Invitame. Diversión dos en uno con las personas que más quieres en tu vida, y si tu papá está, será genial

El señor Jung debería ser mi padre por consentirme cada que llego a su casa.

-Es una buena idea

En lugar de hablar, siguió con lo suyo.

¿Y por qué no yo con lo mío?, digo, esas miradas que si fueran armas, ya hubieran disparado unas quinientas veces hasta verme muerta. En la mesa con los del equipo de baloncesto, coqueteando. Apuesto a que se acuesta con él la siguiente semana.

Me aburrí de prestarle atención y mejor engullía la deliciosa comida, para no sufrir lo que restaba de la dura jornada de un estudiante en su último año.

De nuevo volvíamos a los salones, llevando la mejor cara de cansancio por ese sonido, qué tal vez llevaba un mensaje subliminal, algo como: regresen al infierno.

Como si el hombre parado en una tarima, quisiera dar su aburrida clase, escribía en la pizarra, lo que parecía ser un trabajo, lo peor, trabajos en grupos, grupos dónde vas con personas fuera de tu círculo social, en mi caso, quizá con personas que detesto.

-El personal ha estado ausente en estos días, por lo tanto dejaré un trabajo sencillo y a su vez, largo

Necesito algo que me haga dormir por mucho tiempo.

-Trabajaran con quien sea que les toque, y si no están de acuerdo, mal por ustedes, quedarán sin nota. ¿Alguna duda?

¿Podría dejar dormir de trabajo?

Observaba atentamente la lista, con los nombres de todos, tachando por aquí, tachando por allá. Si no me gustaba con la gente que me tocaba, mucho menos que él u otro maestro, hiciera los malditos grupos.

Cuando ya no dudó más, mencionó a los chicos junto a Hyo Ahn y Dong Chul. Por lo que significaría una cosa.

-Mi-Suk, Jisoo, Haneul y señorita Seohyun 

¿Qué te he hecho Dios?.¿Qué te he hecho?

-Deben hacer un informe de veinte páginas - ¿no quiere un libro de paso? - Será sobre cualquier tema referente a ciencias. La entrega será la siguiente semana, no daré más días. No lo entregan está bien, si es lo contrario, igual. ¿Dudas?

Odiaba que preguntaran eso.

Todos negamos.

-Ahora, abran sus libros en la página setenta y seis.

(...)

Oh, suerte la mía el tocar con las chicas mas responsables del salón, las más inteligentes, las más perfectas hablando educativamente.

Peor era reunirnos en la casa de alguna. Obvio en la mía no, sabiendo que vivo con chicos, aún si sus gustos eran otros, exceptuando a Jimin.

En la entrada del colegio, estaba esperando a los chicos, ya que charlaban con sus compañeros de trabajo. Tan tranquila, sin ganas de querer tirarme al primer auto que pase. Así como ahora.

-Si vienes a molestar yo...

-Tranquila, sé que queremos romperte la cara, pero no es para tanto. Es sobre el informe

-Puedo hacerlo sola si quieren, no es necesario que vengan a pedírmelo

-Espera

-Es mejor así

-¿Puedes venir a la casa de cualquiera?

Estaba fuerte lo que ingirió. Creo que eso ha de venir con doble intención.

A mí me daba pereza hacer una cosita y hacer veinte páginas, interfería con alguna pequeña siesta. Y estaba siendo ilógico el que diga que la responsabilidad, no entraba en su vocabulario, y al mismo tiempo, querer hacerlo sin su ayuda.

-Está bien

-Perfecto - sonrió - Puedes llegar a la hora que gustes

Se fueron, dejándome más sorprendida al tener un papel en mis manos dónde tenía su dirección.

Ah, mis planes de estar junto a mi novio se habían ido directo al basurero. Así que era mejor caminar como vagabunda y hacer más largo el trayecto, disfrutando de su presencia.

Al despedirnos de Hoseok, me detuve, antes de dar un paso al camino en medio del jardín.

-No estaré aquí

-¿Por qué lo dices?

Sus ojos, Dios mío.

-Es lo de ciencias

-Te entiendo vamos

-¡No!, ¡no tendrías que entenderme! - me miraba entre divertido y confundido - Debes de no dejarme ir

Total, podía hacerlo el fin de semana. Además dijo llegar cuando quiera, podré hacerlo en setenta y dos horas si me lo propongo.

-No morirás si eso crees. Sabes que es tu deber ir

Hice un puchero.

Me llevaba de la mano como una pequeña, la que su padre le negó comprarle su juguete favorito. Le di la dirección, estando más perdido que yo. Él siquiera había caminado por los al rededores y yo, de la casa de Hoseok, la de Yoongi , el parque, el colegio y el supermercado, no paso.

Le preguntaba a cada que me encontraba y no servía el que solo señalaban. Necesitaba que me dijeran si ir a la izquierda, derecha o a la mierda.

Hasta que por fin, estábamos frente a su hogar.

Mi mano iba ya directo al timbre, no obstante, la bajé. ¿Y si no era aquí?.¿Si me dieron una falsa dirección?.¿Si hay un violador?. ¿Puedo irme?.¿Si?.¿No?.¿Blanco?.¿Negro?.

Jungkook quedó atrás, dándome ánimos, con solo quedarse como estatua esperando a que entrara.

Me armé de valor, segundo después un sonido resonó por todo el lugar y seguido alguien corriendo. ¿Todavía es tiempo de correr?.

-Pensé que no vendrías

Créeme, no quería.

Ahora estaba por mi cuenta, esperando que nada malo me pasara. Bueno, sus bromas no se hicieron presente este día, puede que tengan planeado algo en este instante.

Las paredes de un color rosado pastel, me hicieron diferenciarlas con las de mi habitación; mi habitación, es mi habitación.

Jisoo y Haneul, se encontraban sentadas en el sofá, con una lata de soda en su mano. Debatía dónde hacerlo o no, pensando que que a penas me siente, me manche o que me trague.

-Propongan un tema y elegiremos el que sea más llamativo

-Descomposición de los seres humanos

Raro.

-Un tema fácil

-Sustancias químicas

Tenebroso.

-Bien

Investigamos hasta entrar en links que tal vez y tenían algún virus.

Nunca, jamás, me vi con ellas, sin estar a punto de matarnos y aún así no tenía que bajar la guardia. En medio de mi actitud en alerta, me quejé por sentir un dolor en la mano, con tan solo cuatro páginas, por lo que cambié con Mi-Suk, quién era ágil al escribir.

En pleno estiramiento me llegó una llamada.

-Hola

-Quería saber

-Eres muy considerado al preguntar si me encuentro bien

-No todo el mundo gira alrededor de ti

Rodé los ojos- ¿Qué quieres?

-Necesito el número de Hoseok y antes de que preguntes, es para Tae

-Me lo podía pedir él, así que algo me dice que solo quieres maltratarlo antes que salga con tu querido hermano

Era divertido hacerlo enojar.

-Espera lo busco - se lo di - Que se diviertan

-Si, si si claro adiós

Colgó sin más. Quedé un rato más de pie, dándome cuenta las inmensas ganas de ir al baño, tan repentinas.

-¿Me puedes prestar tu baño?

Pensé que diría: si, pero no quiero.

-Segunda puerta, lado izquierdo

Subí las escaleras, observando las tantas puertas y olvidando a qué lado debería de ir para evacuar. En medio del pasillo, tratando de adivinar la opción correcta, sin llevarme sorpresas por dónde fuera a entrar.

Y al abrir la que creí que sería, no sé si quería desaparecer o bueno, en realidad no sabía cómo reaccionar ante tal cosa. Cerrar,salir y buscar otra vez. Era así de fácil. Sin embargo, tenía que ver más de cerca esas fotografías mías, con marcas en mi cara. Así como una fan, con pósters de su cantante favorito, con la diferencia, que esto parece un plan para matarme.

En algunas se encontraba Yoongi, claro, la persona dueña de la habitación tenía que hacerle corazones. Al menos me siento famosa.

Y no solo eso, también una de Jungkook. No puede ser,¿desde cuándo me espían?

Salí antes que subiera alguna y me tacharan de ladrona. Todavía sin poder creerlo.

-Tardaste mucho

-Tenía mucho que descargar

-Iré por bocadillos

Cambió su puesto con Jisoo, quién seguía con la parte que le tocó. Al rato volvió, con jugo y comida, poniéndolo en la mesita del centro. Y como la confianza que les tenía era nula, mentí diciendo que no tenía hambre

(...)

Ya era un poco tarde, las ocho exactamente y acabábamos de terminar. Llegué a la conclusión de llevármelo, pensando en que lo podían "olvidar", por joderme.

Un metro avanzando afuera y el frío golpeó mi cuerpo, gruñendo por no tener a mi disposición un suéter, más suerte tendría si empezara a llover. Sumándole lo casi oscuro que se encontraba, de no ser por las farolas. Peor ver que ningún vehículo pasaba.

Imaginar que me querían robar, no ayudaba y aumentaba el pánico. Me alivié al reconocer algunas cosas que llevaban a casa, por lo que, sin darme vergüenza, corrí lo más feliz que pude, orgullosa de no perderme y no haber muerto en el intento.

-¡Al fin!

-Otro día viendo tu horrenda cara, dime, ¿tengo que agradecer?

Taehyung y Hoseok, solos, en el comedor, un tanto cerca.

-Oye, primero deseo verlos juntos, besándose y siendo cariñosos con el otro. Espero sean felices, se casen y tengan hijos

Desaparecí antes que se miraran, provocándome diabetes.

Caminé despacio a mí habitación, con las manos detrás de mí espalda, queriendo lucir linda para Jeon Jungkook. Hablando de él, acostado con su mirada perdida en el techo, sin reparar en mí hasta que las bisagras sonaron.

Santo cielo, que abriera sus brazos para pedir un abrazo, derritió mi pobre corazón.

-Te extrañé mucho - me tiré a su lado, dejando por ahí mi mochila

-Yo más

Un silencio se instaló y de la nada, el ambiente se volvió extraño, de una manera que no sabía cómo explicarlo.

Y es que, estando con esa persona especial, tiendes a hablar hasta del más mínimo tema, mientras se miran con tanto amor y se besan cuánto quieran. No sabía qué argumentar. Tal vez lo que fuera a decir no era de su agrado, porque, vamos, podemos estar ya en una relación, aún así, no conocía nada más de su vida, por más que hubiera tenido el tiempo necesario para preguntarle datos importantes de su vida. No obstante, el sentimiento de conocerlo, se instalaba en mi pecho.

Mierda, de la nada, recuerdos golpearon mi mente, sin previo aviso. Ha pasado mucho tiempo desde que me ponía a pensar en...

-Ey, ¿qué pasa?

Era buen momento para que supiera más sobre mi.

-Papá

Años anteriores, despertaba llorando, llamándolo y minutos después dándome cuenta que no aparecería si lo quisiera.

-¿También piensas en él? -ahora entendí el porqué de su actitud al entrar -Muchas veces te prometen estar a tu lado, sin importar qué, pero esas promesas, son solo eso, las dicen sin saber lo que la vida tiene planeado para un futuro

Suspiró.

-Debes pensar que me escuché tan estúpido

-En ese caso, un estúpido con lindos sentimientos

Besó mi frente.

-A lo que quiero llegar, es que estoy contigo y que lo estaré en tus momentos difíciles

-Yo también, Jeon Jungkook - lo miré- Oye, no llores o seremos un desastre juntos

-Podemos serlo

Su cabello captó mi atención, estando de otro color. Y aunque me sintiera triste por ya no poder ver su cabello negro, tenerlo castaño, dispersó mis anteriores pensamientos

-Ah, si. ¿Te gusta?

-Gustar es poco, me encanta

-¿Al igual que mis besos?

-Veo que te gusta mucho bromear, Jungkookie

-Repite lo que dijiste, no escuché bien

Me escondí en su pecho, riendo mientras me aferraba más para que no pudiera zafarme.

-Jungkookie

-Sigo sin escuchar

-Jung,koo,kie

Dije sobre sus labios.

-¿Qué te parece ver películas?

-Propongo de terror

-No te abrazaré si eso piensas. Es mejor románticas

-No te besaré si eso piensas

Joder.

¿Tenía que morder su labio inferior?.

-Me retractaré hasta que lo hagas

-Oblígame

Giré dándole la espalda.

-Te abrazaré las veces que sean necesarias

-No me convence

-No te soltaré

Por mi, nunca lo hagas.

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