20
-¿Qué?
Debería de haber pensado la posibilidad de llamar la atención de quiénes ya se encontraban en el salón.
-Lo que escuchaste- abrí mi cuaderno en la última página
-¿Estás consciente de lo que dices? -asentí- ¿No estas jugando conmigo, Seohyun? - negué- No te creo
-¿Me estas diciendo mentirosa? - lo miré y puse una mano en mi pecho- Creí que eras mi mejor amigo - hice como si llorara
-Eres una dramática
Me dió un pequeño empujón, claro gesto de que "dejara de bromear". Sabía que iba a volver a decirlo, cuando lo observé lo más seria que podía.
-¿Cómo es eso posible?
Me encogí de hombros y volví mi mirada al cuaderno- No sé, solo pasó, no tiene importancia
-¿No tiene importancia?
Agh, ahora él era el dramático.
-Hyunnie, me dices una gran noticia que todavía no sé si creerte- tenía ganas de golpearlo - ¿Y dices que no tiene importancia?, la tiene
Tapó su boca, dándome a entender que si no lo hacía, iba a gritar.
-Porque hablaste con tu cuñada
-Todavía no lo es , además ella sacó conversación sobre él
-Lo será algún día, sigo atónito sobre esto. Yo me pondría nervioso si hablara con Jin
Dejé zanjado el tema, poniéndo la vista completa a la página en la que hacían corazones todos chuecos.
Mi curiosidad fue mayor al sentir llegar la presencia de otro chico o chica, pidiendo que fuera Jungkook, ya que iba a tener una charla con su hermana, impidiéndole venir junto a nosotros.
Me dolió más el que estuviera con su cabeza gacha, pasando de largo sin decir palabra alguna. Podrá haber pasado ya fin de semana, dónde tuve la oportunidad de aclarar la razón de todos esos besos, aún me sentía una cobarde al sentir difícil decirle sobre mis sentimientos. No encontraríamos felices en este momento.
Con simplemente fijarme en la tristeza cubriendo sus ojos cuando tomó asiento, supe que algo más allá de la muerte de su madre, lo tenía así. Quizá otra discusión. Escribí algo antes de acercarme.
"¿Sabes qué me gusta de tí?, tu sonrisa"
En una esquina, con los brazos en la mesa del pupitre y su cabeza en estos. Dejé caerme lentamente a su par. Volvería a consolarlo las veces que fueran necesarias, porque quería disfrutar el ver cómo se alzan sus comisuras, dándole un toque adorable e invitándome a deleitarme con sus labios.
Al cabo de un segundo ya tenía mi mano acariciando sus cabellos, sintiendo de su parte una pequeña risa e irguiendose. ¿Quería matarme con sus ojos?, porque me volvía a perder en ellos, y no me importaba hacerlo, es más, no quería encontrar la salida.
-¿Pasó algo? - no, claro que no - ¿Te apetece salir?
Con un asentimiento un tanto tímido, tomé de su mano para poder dirigirnos a un lugar donde estuviera cómodo, servía el que llegáramos temprano y había tiempo de sobra antes de que el profesor llegara. Iba a ser descortés no llevar a Hoseok, pero no quiso.
Tenía sus manos metidas en los bolsillos del pantalón y yo estaba más que desesperada por querer unirlas, sentir ese agradable calor que propinaba. El cuál podría disipar la pequeña brisa que chocaba contra nosotros. Ah, podría llover y tomarnos por sorpresa antes de estar refugiados, sonaba bien, porque si la iba a pasar en una cama junto al chico Jeon, no me quejaba para nada.
Llegamos al gimnasio, lugar dónde habían dejado a la vista la carretilla para los balones de baloncesto, entonces me acerqué para tomar uno. Lo reboté una, dos, tres veces, hasta que la tiré y encesté.
Al hacerle un pase, tambaleó un poco por querer tomarlo antes que se dirigiera a otro lugar, con solamente ver eso, sabía que seguía sintiéndose mal. Nunca lo lanzó, mejor se sentó de piernas cruzadas para poder dejar reposar su mentón en uno de sus brazos, hice lo mismo, con la diferencia que mis ojos querían contacto con los suyos.
Abría la boca para poder romper el silencio que se había formado, sin embargo, no sé me venía ningún tipo de idea.
-¿Estas enfermo? - negó
El concepto "salir a caminar", fue reemplazado por "sentarse y estar triste".
Puse una mano en la que se encontraba todavía en el balón, y me había reprochado al divisar el brillo en sus hermosos orbes, dejando el paso a una rebelde lágrima.
Quitando el objeto entre nosotros, elevé su cabeza para darle una de mis mejores sonrisas, aún así supe que había hecho una estúpida mueca. Mi pulgar recorrió sus mejillas, de la forma más delicada para apartar aquella agua, luego lo hizo, con la diferencia que con brusquedad
-Perdón
-No importa, somos amigos y los amigos se cuidan
-Tú...- empezó a jugar con sus dedos- ¿Crees que soy una carga?
-No. ¿Quién te hace creer eso?
-Déjalo así
Giró para acostarse, quedando su cabeza al lado de mis piernas así que la puse en estas para que no sintiera lo duro que era el suelo. Esta vez si me dirigió una sonrisa la cual devolví. Dios, me encantaba tanto.
Empecé a jugar con su cabellera, haciendo divertidos peinados al tenerlo algo largo. Daba mucha risa cuando lo frotaba y parecía tener una cresta.
Si me estaba muriendo de risa al verlo así, más me daba el que estuviera de tramposo al hacerme cosquillas estando de esta manera. Cuando se detuvo puso un brazo a la par mía y la otra estaba libre, estaba sentado. Y de algo estaba segura, que un chico hiciera eso, volvía completamente loca a la chica, yo no era la excepción, ya que mi corazón quería salirse al tener la mejor de las vistas.
Miró mis labios, también los vi. Por su acercamiento, sabía que quería besarme, yo también.
-Yo- rascó su nuca- Desde el principio,bueno cuando te conocí, yo...
¿El iba a?
-Desde que llegué
-Sobre eso, te pido más disculpas por comportarme así, soy una gran estúpida en serio, eres una gran persona
Bueno, es tiempo de decirlo.
-Una gran persona la cual no supe valorar pero ahora, ahora es diferente, yo te quiero más que un amigo, mejor amigo o que un hermano
Mierda, siempre había odiado el silencio. Mordí mi labio antes de reunir el valor necesario y no dar marcha atrás.
-Tú -dijimos al unísono- Dilo tú primero- de nuevo- No, tú- nos señalamos
-Al mismo tiempo- dijo
-Bien. A la una
-A las dos
¿Debería seguir con los números?.
-Me gustas
A este paso iba quedar sin respiración y sin un corazón.
Aún si él ya lo sabía, tenía que hacerlo, tenía que hacerlo porque era importante que lo escuchara y supiera que no simplemente era una suposición por si pensaba así.
Tenía muchos sentimientos encontrados, no podía descifrar como me sentía en este momento, quería gritar a los cuatro vientos y llorar, diciendo que nos gustabamos. ¡No!, ¡me estaba sonrojando demasiado!.
Podría morir aquí mismo, porque no aguantaría llegar a casa para tener mi momento de alegría, en el que soltaría gritos que harán que los vecinos piensen que me estaban matando, pero así lo era; Jeon Jungkook iba a ser el culpable de ello. No, hoy si, iría preparando mi funeral una vez y me dé un beso.
¡Dios!. Estaba dando un agradable viaje en la delgadez de sus belfos, ahora más que nunca, pedía que siguiera, si era posible por lo que restaba de la clase, aunque nos ganemos una sanción, valdrá la pena porque es junto a él.
-¿Ves que tienes a alguien más para llevartelo al baño?
Gracias Hoseok.
-¿Hace cuánto estas aquí?
-Hace unos cinco minutos, y sí Hyunnie,escuche lo que dijeron
El momento de la vergüenza terminó, dirigiéndonos al salón, donde se suponía y ya tendríamos que escuchar cuarenta y cinco minutos de palabras aburridas, en cambio, algunos ya tomaban camino a otro lugar o simplemente sentados con sus celulares, y con lo último me refiero a Hyuna y sus amigas. Já, no es nada nuevo que nos vea de esa manera.
Y la felicidad se fue de un maldito golpe, a penas y toqué el pupitre. De solo pensar que todo quedó en más que nada una declaración, mi sonrisa cayó en picada, todavía recreando la frase: "ir a casa".
No quería imaginarme lo peor.
(...)
La primera parte del día pasó, ahora estábamos en la cafetería, se supone que comiendo, por la razón de que Jungkook revuelve y revuelve los fideos, sin hacer amago de llevárselo a la boca.
Mientras que yo degustaba de la porción de pastel que tenía,lo miraba a él, es como una obra de arte.
En este mismo instante me podría nombrar como un volcán a punto de hacer erupción, porque ese tenedor mejor quedó clavado en el postre que en uno de los ojos de la pelirroja, quién no sé qué mierda hace en nuestra mesa, peor, acercándose más al chico Jeon. Además de sentir demasiadas ganas de terminar por estamparlo en su cara.
-No somos amigas para que nos sentemos juntas
-Quiero hacer las pases contigo, ¿qué dices?
Su mano se estrechó por encima de nuestra comida, la cual volvió a su lado al haberle mostrado mi dedo especial, en forma de: jodete.
Tomé mi mochila anunciando que buscáramos otro lugar para estar cómodos sin que una conversación pasiva-entre comillas- se vuelva una pelea, en la que cada uno podrá salir con alimento en su ropa.
Por las gradas de la cancha para fútbol, estábamos encontrando un lugar de paz, sin que cierta persona estuviera diciendo una y otra vez el que seamos cercanas, ah, genial. Ahí venía.
Si acompañabamos a otros estudiantes en su pacífico almuerzo, podíamos deshacernos de su presencia, menos, porque le importaba nada el llegar cuando se le diera la puta gana a lugares en dónde no ha sido invitada. El ambiente de, está a punto de llover, también me estaba poniendo de mal humor.
-Seohyun- me agarró de la muñeca- Quiero hablar contigo- me di vuelta, cruzándome de brazos
¿Por cuantos año fue a una escuela de actuación?, tenía mis dudas el que quisiera ser mi amiga o en realidad estuviera a punto de perder la cordura y llamarnos las mejores amigas de la nada, por eso mismo me sentía incómoda por las miradas de todos sobre las dos. Todos la conocían como la chica popular y a mi, por ser la ex de Min Yoongi y su enemiga.
-No quiero tener nada que ver contigo
-Entonces - caminó de lado hasta llegar a Jungkook- Creo que tengo que enamorarlo con otros recursos
Pasé mi lengua dentro de la boca, sintiendo como si cuando menos lo esperara, abría un agujero en mi mejilla. Sabía que no traía en mente nada bueno
-Eres una zorra
Ahora ya todos habían dejado en el olvido del porqué se encontraban aquí, los entiendo, porque he visto cómo otra estudiante la ha insultado, creando al segundo una pelea.
-Me ofendes mucho- puso una mano en su pecho
Reí, haciendo mi cabeza hacia atrás para luego mirarla- No es una ofensa, es la realidad, cariño
Di la vuelta, avisando a los demás que no iba a ser parte de un espectáculo más junto a Hyuna.
-Lo que pasa es que no quieres que te lo quité
Paré en seco, y si, porque sé muy bien que sus intenciones desde que llegó, se iban a quererlo solo para ella, aún si no llegaría a sentir algo, lo retuviera siempre.
-No quieres que pase lo mismo con Min Yoongi
Ese nombre retumbó en mis oídos. Me tensé.
¿Qué?
-¿No sabías?. Yo fui con la que se besó ese día, lo volvería hacer
Volteé con las lágrimas amenazando con salir. De tanta persona en este lugar, nunca me pude haber imaginado que la estúpida que dió fin a la relación. Era Hyuna.
-¿Ves que eres una zorra?
Y aún diciendo eso, no borraría la jodida sonrisa.
Oh mejor dicho, si. Susurré hacia Hoseok que fuera por el director, sabía que el control de esto, en cualquier instante podría perderse.
-Creí que había sido un completo idiota
-¿Cómo no querías que lo hiciera?. Era, es y siempre será un galán
-Que hija de puta
Raramente, la estaba poniendo en su lugar.
Oh,bueno, no del todo; se acercó para darme una cachetada, logrando que mi rostro fuera hacia un lado.
Reí amargamente.
-Calla tu estúpida boca
-Haría lo mismo, de no ser porque respeto a mi mano y no quiero meterme en problemas. Deberías de hacerlo
-¿Crees que me importa lo que diga un viejo con lentes?, sus comentarios me valen una mierda, como los tuyos
Había visto como mi amigo y el director llegaban hacia donde nosotras pasando en medio de las personas que se habían juntado. Tenía que hacer algo al respecto.
-¿Podrías repetirlo?, no escuché bien lo que dijiste
-¿Desde el principio? -negué- ¿Lo último? - asentí- Me vale una mierda, lo que un viejo con lentes diga
-Tendré que hacer una suspensión para la señorita Hyuna
Su quijada cayó, sin dejar de asesinarme con la mirada. Lo único que hice fue encogerme de hombros.
-Ah, por lo que resta del año
Me encontraba sonriendo internamente, ¿en verdad había hecho que desapareciera de mi vista?, ¿yo?.
-Por favor - señaló para que saliera de entre tanta gente- Y los demás vayan a sus respectivos salones, aquí ya no hay nada que ver
Al momento se escuchó como sonaba el timbre para retomar las clases.
Los restantes minutos me la pasé recapitulando cada pequeño detalle en todo un día, sorprendiéndome todavía lo que llega a pasar sin previo aviso. Por lo que había estado un tanto distraída. Así que tenía que ir a ordenar todo dentro de mi mente o si era posible, ponerla en blanco por ahora.
Hoseok nos dejó luego de decir que necesitábamos un tiempo a solas. El cual lo pasaría en el único sitio que conocía de memoria.
Anduvimos caminando por algunos minutos, hasta que mis piernas ya no daban y me deje caer en una banca, puse mis brazos en las piernas e hice mi cabello hacia atrás con las manos para luego bajar la cabeza.
Era último día de clases y eso solo quería decir exámen.
Respondía con seguridad cada una de las preguntas que eran acerca de historia. Movía mi pie ansiosa por querer terminar ya e ir de una vez por todas al gimnasio, ya que había un partido de baloncesto, contra universitarios, dándome la grandiosa sorpresa que Min Yoongi iba a estar ahí. Agh, estuviera observándo lo increíble que se movía de un lado a otro, al igual de verlo encestar y encontrarme con su mirada.
Mordía mi lapicero en busca de la respuesta correcta, además de ver a Jung del otro extremo, pidiéndome lo mismo que yo quería. Suerte fue el haberla respondido en el mismo segundo que el timbre tocó, dado por finalizado el año y dándole paso a las benditas vacaciones.
-¿Quiere que la lleve donde su amado? - entrelazó un brazo con el mío
-A menos que quieras ver como tú mejor amiga se besa con su novio
-Mejor me voy yendo. Te veo después, nunca, mañana, el otro año, cuando quiera verte - decía mientras caminaba para atrás
-Adiós
Fue lo último que dije para luego dar una sonrisa en grande. Cuando pensé que me iba a ir muy mal en el amor, debido al lindo carácter que a veces suelo tener, llegó él. Siendo despistados que terminamos parados en medio de la calle por día en que lo profesores no se iban a encontrar. Aún si un accidente en plena cafetería nos mantendría enojados y tal vez convirtiéndonos en las personas que ni en pintura se podían ver.
Y justamente me dirigía dónde me había robado mi primer beso: debajo del aro de baloncesto.
Ese mismo en el cuál, todo se estaba viniendo abajo, puesto que podía observar cómo se besaba con alguien más que yo, y no parecía terminar. Mis ojos se nublaron rápidamente, además de una voz interna gritando que me fuera sin ser vista para no sentirme como la mismísima mierda. No, tenía que seguir siendo espectadora de cómo le comían la boca a mí chico.
Luego de un pequeño debate si decir algo o irme sin que supieran que estuve a unos cuantos metros, mi dirección cambió para ir a la salida, para correr sin parar hasta llegar a mi habitación y desahogarme.
Quité con mi puño las estúpidas lágrimas.
-No es lo que piensas
Había logrado tomar mi muñeca.
-¿Qué quieres que no piense?. ¿Que quizás me has estado engañando todo este tiempo?
Mi pecho dolió.
-¿Que todo era una mentira?
"Te amo demasiado".
-¿Que te daba lástima?
Al haberle dicho que me gustaba, asustada a conocer su respuesta, me llevé la sorpresa de que sentía lo mismo.
-¿Que en realidad no me amabas?
"Lo hago, y mucho"
-¿Solo fui utilizada?- suspiré- Ahórrate las explicaciones
-No es como piensas. Yo jamás...
-¿Sabes? . Lo mejor es que dejemos todo hasta aquí. Olvídate de nuestras citas, olvidate de todos mis besos, de mis caricias, de mis abrazos. Olvidate de mi, de todo lo que pasó entre nosotros
Su mirada estaba perdida.
-Terminamos. No tendremos ningún contacto, no quiero verte- me deshice de su agarre- ¡Te odio!
Y heche a correr.
Unos brazos se hicieron presente, terminando por derrumbarme y sacar el llanto de lo más profundo de mi ser. Dicen que tú primer amor es doloroso, si lo era, yo lo descubrí de la peor manera, sin embargo, llega otra persona, de la cual algunas veces ni quieres saber de su existencia, y ahí sigue estando a tu lado. Jeon Jungkook estaba junto a mi.
¿Por qué siempre quiero alejar a personas cuando por alguna razón la vida quiere que esté con ellas?. No lo sé.
-Perdón por mojar tu camisa- sorbí mi mariz
-No importa- sonrió
Nos quedamos un rato más así, por petición mía, para poder oler con más detenimiento su fragancia y quedar embelesada con él. Estuvimos por no sé cuánto tiempo, logrando que la respiración volviera a la normalidad, que me quisiera quedar mucho más tiempo entre sus brazos y nunca dar por finalizado el gesto. Entonces supimos que ya era de noche al ver las farolas encendiéndose una por una.
Teníamos que volver, aún si quisiéramos quedarnos a altas horas de la noche.
-Estaba a punto de llamar a la policía- mamá desde su lugar- Tengo que hablar contigo
¿Por qué algo me dice que mi estabilidad emocional se va a ir a la basura a penas y diga algo?. Más de lo que ya estaba jodida.
-Sobre - hice un gesto con las manos para que siguiera
-Es algo que,bueno, esa fue mi única alternativa, no sabía cómo lograrlo de otra manera
-¿Alternativa? - los chicos se sentaron y ella quedó parada
-Desde un principio sabía quien se había mudado
-¿Y?, no quiero sonar descortés, eso no tiene nada malo
-No he terminado
Hizo una seña para que me sentara en el sofá con los chicos. El miedo y los nervios me carcomían.
-Yo conocía a la mamá de Jungkook, antes que se mudaran
-¿Qué tiene eso?, es decir ¿por qué me lo cuentas?
-Porque - agarró una gran bocanada de aire
-Ajá
Sigue sin gustarme.
-Les dije que podían mudarse en frente... quería que tuvieras más amigos, que no siempre estuvieras con Hoseok, hay más personas con las que puedes hablar
¿Hay alguna otra madre que planea el círculo social de su hijo o hija?
-No quería que pasaras lo mismo que yo; mis amigas me dejaron de hablar cuando, cuando tú naciste
Solté una risa, tragandome esta vez el dolor, yendo a mí habitación sin hacer caso a los llamados que mamá me hacía. ¿Tenía que planear mi vida por lo que le pasó?. ¿Había sido la culpable?
Cerré la puerta con llave, para que a nadie se le diera el lujo de interrumpir mis pensamientos, que ya estaban ordenándose y volvían a ser una bola de estambre, pensando cómo tomarme esto. Oh si, genial, ven Kim Seokjin, invade mi espacio.
-Seohyun
Tiré la mochila a mi cama, procediendo a sacar los cuadernos y libros para meter las prendas necesarias, estaba decidida a no pasar la noche aquí. Necesitaba mi tiempo.
Iba a salir, a lo que Jin se interpuso, tratando de bloquear todo paso, seguramente con algún argumento para que recapacitara y no tuvieras siquiera la idea de dormir en otro lugar que no era mi casa. Tuve que empujarlo. Al igual que tuve que pasar lo más rápido posible por la sala hasta sentir la brisa de la noche chocar, bloqueando toda necesidad de mostrarme sensible, menos estando a la vista de personas.
La cabeza me dolía a horrores, sin duda, era mucho para un día. Peor fue al momento en que decidió llover, ya faltando unas cuántas cuadras al sitio pensado.
¿Para qué correr?.
Iba a cruzarme la calle. Y me sentí aturdida al escuchar como gritaban el que tuviera cuidado, seguido unos neumáticos, já, es cien por ciento seguro que el conductor había pisado a fondo el freno. Por suerte, ya me encontraba de nuevo en la acera, sin haber perdido un pie o quedar tendida en el pavimento.
Di una patada. Podría ser una insensata, ya que mi concentración de ver a ambos lados por si venía un vehículo, era nula. Pero ese estúpido o estúpida, debería de saber que no era momento para creerse experto y creyera que estuviera en una maldita carrera. En medio de las hipótesis creciendo en mi cabeza, se bajó la ventana, dando con un rostro y creí haberlo exterminado.
Ni ha de tener licencia.
-Vaya, miren a quién tenemos aquí- tenía una mano en el volante - Está lloviendo y te estas mojando
-Yo pensaba que estaban vaciando una cubeta grande por Seúl- rodé los ojos
-Tuviste suerte , tal vez a la próxima
A retomar el camino, y de nuevo propensa a quedar inconsciente, porque se le volvió a dar la gana en avanzar. Tuve que darle con mi puño al capó, mierda, me estaba aguantado golpearla, bueno, quedó visible el pequeño magullado, sintiéndome orgullosa. Y ya del otro lado, hice visible mi dedo medio.
Había una señora con una sombrilla esperando quién saber el qué , dijo algo como "los jóvenes de ahora son unos irrespetuosos".
Unos cuantos pasos y...
-Pasa. No sabía que ibas a venir, Hobi no me dijo nada
-Fue algo que quería hacer a última hora- me dió una toalla
-Espero te sientas cómoda, esta siempre será tu casa
-Gracias
Sabiendo de memoria la habitación de mi mejor amigo, entré, porque la puerta se encontraba abierta y no había la necesidad de tocar. Bueno, tenía que haberlo hecho; se encontraba con su torso desnudo, lo único que lo cubrían, eran unos shorts.
Tuve que carraspear al darme cuenta que su mirada se iba más allá de lo que podría estar sucediendo en estas cuatro paredes.
-No me mires como si fuera algún monstruo
-¿Qué haces aquí?
-¿Así recibes a tu mejor amiga?. Me dueles
Me dirigí al baño, para poder estar cómoda.
-Te quería hacer compañía
Al salir, con una toalla agitando mi cabello, todavía se encontraba con una sola prenda, como si no se avergonzara que lo viera de tal forma.
-¿Estás preparado para dormir conmigo esta noche? - le sonreí pícara
-Si no es el baño, es la cama. ¿Qué sigue después?,¿el sofá?
-Ha de ser muy incómodo,¿no crees? - encogió los hombros-¿Por qué estas raro?
-Te lo contaré cuando tu me cuentes por qué estas aquí, y quiero la verdad
Suspiré.
Tenía que hacerlo.
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