12
-¿Por qué tú aquí y nosotros no?- preguntó Tae
-Porque es mi habitación,además si harán un desastre que no sea en la mía
-¿Entonces quieres que hagamos desastre en la de tía?
-Refiriéndose a tí pues no te lo tendría que pedir- me encogí de hombros
Namjoon rompe todo lo que toca.
-Empezaremos más tarde, porque ahorita está muy temprano para eso
Por favor, casi será medio día y siguen en pijamas. Parecen vagabundos.
-Ni siquiera sé por qué acepté que durmieran conmigo
-Porque nos quieres, Hyunnie
Jin sonrió aún con sus ojos cerrados.
-Empezaremos cuando les de la maldita gana
Pensé que mamá me castigaría con quitarme mi teléfono, no dejar que Hoseok pasara por la puerta principal. No. Había dicho que nos dejaría un trabajo muy fácil y rápido para hacer. Pensé en lavar la ropa, los trastes, cuidar a alguien, hacer las compras o lo que sea.
Y sólo tenía que empezar con una ardua limpieza. Con simplemente imaginar el mover muebles y sacudir mucho polvo, ya estaba comenzando a sentir las gotas de sudor.
-¿Puedes hacer menos ruido?
Se tapaba los oídos por el estupendo sonido de la aspiradora y no hice nada más que pasar cuántas veces quise debajo de la cama.
-Creo que no se va a poder mi ciela. Sigo jodiendo si no levantan sus traseros inexistentes
-Está bien, está bien - hizo una mueca y se la regresé
Ya me estaba cansando y ni iba por la mitad de la habitación. Por si fuera poco, volvía a recordar lo imbécil que fue Yoongi. En serio, no podía quitar eso de mí cabeza.
-Hyun - chasqueó sus dedos - La limpieza te llama
Le di una mala mirada, siendo el único todavía con ganas de joder. Si pensaba que iba a dejar que tuviera otra siesta, estaba muy equivocado.
-¿En qué tanto piensas?. No lo niegues, tu ceño fruncido y la cara que haces te delata
-Pienso en por qué te tengo como familia
-Oye, otros mueren por ser mis hermanos o hermanas
Le di fin a la conversación para darle el aparato a los chicos. Di un respingo al darme la vuelta para regresar, por Jin, quién fue muy silencioso al seguirme como parece.
Lo que haría ahora; mover las cosas al centro para no manchar nada al momento de pintar. Eso traía mamá el día de ayer, botes de pintura para hacer una remodelación necesaria - iba a ser en un futuro pero lo que pasó decidió adelantarla -, y nos dejó en claro que sí hacíamos algo mal, iba a tener que tomar medidas drásticas.
Se apoyó en el marco de la puerta, con los brazos cruzados, aparentemente analizandome y tratando de reunir con todas sus fuerzas, el tener el poder de leer mentes. Lo primero que pensé fue que tenía ganas de ir al baño, o tirarse un gas.
-Pensabas en Jungkook
Levanté tan rápido mi cabeza, que creí y me quedaría sin cuello. Bufé. Si lo aceptaba, sin embargo, él inventaba otra situación en su linda mente. Bueno, el cómo sonreía lo confirmaba.
-Solo dices: si primito precioso, hermoso, tienes razón, estoy pensando en mi futuro esposo
Ensanchó más su estúpida, pero perfecta sonrisa.
El timbre se hizo presente en el justo momento en que iba a decir alguna otra estupidez. Las posibles personas aparecieron en mi mente, recordando una vez más lo acontecimientos anteriores. Nadie movió ni un músculo, parecía que aunque me jodía ver a Min, le gustaba de alguna forma el que me viera, mejor dicho, que viera al chico Jeon y hacer un ring de boxeo la sala.
-¿Por qué no vas a ver?
-¿Por qué no vas tú?
A veces solo necesitaba relajarme.
-Relájate, Hyun
-Iré si tanto insistes
Salí y bajé rápido las escaleras mientras seguían y seguían tocando el timbre de una manera muy irritante. Vaya, no sabía que tenía el poder de aparecer a personas con solo pensarlas, tal vez y así mando a Seokjin a que dé un paseo lejos de aquí.
No lo pensé ni dos veces y lancé una cachetada.
-¡¿Qué es lo que te sucede?!. ¡Soy yo!
-Lo siento, lo siento, lo siento
-Si hubiera tocado él- señaló a Jungkook- Ya no sentiría la mitad de su rostro- se sobaba
-Lo siento,¿si?. Pensé que era el estúpido que vino ayer, ya sabes
-Primero hubieras preguntado antes de dar golpes al azar
-¿Te vas a seguir quejando o vas a pasar?
Me miró mal y solo rodé los ojos.
Bueno, no iba a preguntar del porqué se encontraba aquí, sería muy absurdo, soy muy absurda.
-¿Y los chicos?
Una vez pensé nada más para llevármelos a rastras, con las únicas quejas de Jimin, diciendo que no me bastaba con golpearlo y también quería quitarle su mano.
-Miren quienes vinieron a ayudarnos
-¿Ayudar?
Los Kim se pusieron más que felices porque sabían que con más personas íbamos a terminar rápido y porque les dejarían a ellos solos hacer todo. Antes de que eso ocurriera, tuve la grandiosa idea de dividirnos en tres grupos.
-Me quedo aquí - todos estaban serios - ¿Qué?, si algo sale mal, no tendría que andar buscando culpables
-Elijo a Jimin - Jin lo jaló
-Elijo a Tae
Y eso quería decir que...
Con la ayuda de su amigo, quién lo empujó, llegó a mí par. Por más que buscara una razón para cambiar de pareja - pareja de trabajo,con todas sus letras: trabajo - utilizarían en mi contra las que les di para ni siquiera tenerlos junto a mi.
Destapé un bote, cerciorándome de quedarme con el color más bonito, como una venganza, más para el mayor, a los otros dos les compraría algo. Y estaba agradeciendo tener suficientes brochas, así terminaríamos en un dos por tres y tendré una larga y hermosa ducha, luego un merecido menú y al final, dormiría. Agh, mañana regresaba a estudiar.
Mi brazo estaba empezando a cansarse y solo había hecho una miserable línea, una que ni se distinguiría en una longitud de dos metros.
Creo que fueron quince minutos. Sentía que me tocaban el hombro para que le siguiera con lo mucho que ya había avanzado y así el mismo tiempo, volvió a hacerlo. Se me hacía divertido, si, pero tenía que tener cuidado, sino, lo que estaría con un color anaranjado, sería el piso.
-Ten cuidado
Mis ojos se abrieron en demasía cuando noté la mancha en su nariz, luego pude reírme con libertad por verlo confundido.
Hizo lo mismo, solo que intencionado. Y salió corriendo.
-¡Ven acá Jeon!
Se dirigió al patio trasero, eso fue lo que quiso que creyera, porque está detrás de la pequeña pared del comedor, eso y que acaba de dejar al descubierto su escondite.
-Bien, regresaré
Me puse de cuclillas, esperando que saliera de lo más confiando para tomarlo por sorpresa. Y así fue, lo logré. Ahora estaba de un extremo del sofá, con una mirada intensa, dándome a entender que calculaba mis movimientos y que de alguna manera, quería un empate con este pequeño juego.
Estuve a punto de dirigir mis ojos a las escaleras, por lo que simplemente parpadeé y corrí lo más rápido que pude para llegar al inicio de las escaleras, hasta ahí, porque ya tenía enganchado su brazo en mi estómago.
-¡Ya!, eres un tramposo - ahora me hacía cosquillas - No, no, ¡no!. Me haré pipi si no te detienes. Deja de hacerlo
Por más que quería sonar amenazante, la risa me estaba ganando, al igual que él, que logró hacer en el mismo lugar una mancha.
Me sentía tan...me sentía tan débil. Me hizo demasiado débil el que sus orbes me observaran con una total concentración, ni un maldito parpadeo, absolutamente nada. Hasta me daba miedo.
Tragué duro al saber en dónde los había dirigido, por un corto tiempo que sentí eterno. Dios, ¿por qué relames tus labios?. Juraba que mi intención no era mirar hacia allí, pero terminé haciéndolo, gracias a una extraña fuerza que me lo pedía a gritos. Me sentía fuera de la realidad, todo lo veía en cámara lenta, como el que se estuviera acercando, cortando la distancia que teníamos.
-Seohyun, ¿podemos descansar un rato?
-Y pensar que yo sería la primera en desertar
Mi lengua parecía querer trabarse a lo que fuera a decir.
-Te prometo que será un receso de cinco minutos
Asentí, aún si así no iba a ser.
La figura de Jungkook subiendo y amenazando a Jimin con que iba a mancharlo solo por diversión, me estremeció por completo. Si no creía mal, quería besarme.
¿Por qué querías besarme?.
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