DESPEDIDA
MIRANDA
-Amor, se nos hace tarde-
-Voy-
Había pasado a su lado la noche más hermosa de todas, su calidez y ternura fueron el mejor regalo de todos y amanecer abrazados con mi cabeza sobre su pecho fue aún más bello. Pero como todo sueño, uno debe de despertar y volver a la realidad, a aquella en la que mis padres me chantajeaban con hospitalizar a mi hermana a cambio de que me alejara de Brent.
-Cariño- secó una lágrima mientras acunaba mi rostro.
-No es justo-
-Confío en qué no será por mucho tiempo, aún no terminan su preparatoria y prácticamente su vida está aquí-
-No los conoces, son capaces de todo mi amor-
-¿Dilo de nuevo?-
-¿Mi amor?-
-Te amo Miranda-
-Te amo Brent-
El sonido del teléfono nos distrajo e hizo que nos separáramos, el número de Alba parpadeaba en la pantalla.
-¿Qué quieres?-
-En una hora en el aeropuerto y-
No la dejé terminar y colgué la llamada, me abracé al amor de mi vida y lloré en sus brazos, me besó tiernamente y desayunamos en la cocina, realmente era un gran chef, ese desayuno estaba delicioso.
-Debes reponer energías cariño- sonrió pícaro.
-No más que tú- sonrojada contesté bajando la mirada.
Su sonrisa llenó el aire y la guardé muy dentro de mi memoria, al igual que sus caricias y el tono de su voz, era muy raro aquel viaje que mis padres habían organizado, tenía un muy mal presentimiento de todo.
-Vamos, no hagamos enojar al dragón-
-Pero tú eres mi caballero-
-Toda la vida mi amor-
-Eres un seductor ¿Sabías?-
-Sólo contigo-
-¿Por qué siento que es mentira?- sonreí mientras me acercaba a él.
-Nada de lo que dije es mentira señorita Simms-
-¿Nada?-
-Nada-
Me abrí paso entre sus piernas y aprovechando la vista de su torso desnudo comencé a dar besos en él, lo acariciaba y sentía como su respiración se iba agitando y algo más se agitaba dentro de su chándal. Me cargó en sus brazos y llevó hasta la habitación.
-No quiero irme- susurré entrecortadamente.
-Ni yo que te vayas-
-Iris- dije entre jadeos.
-Disfrutemos ahora y luego te llevaré al aeropuerto, te amo pequeña-
-Te amo Brent-
Era inevitable no sentirse extasiada con aquel hombre cerca, derrochaba seguridad y pasión, su cuerpo definido complementado a la perfección con la ternura al momento de entregarse a mí. Quería estar así por el resto de mi vida y por un momento imaginé que sí era posible. Entre gemidos y jadeos acompañados de declaraciones de amor nos despedimos por esta vez.
-¿Tienes todo cariño?-
-Sí Brent, ¿seguro y no cabes en la maleta?-
-Cariño- susurró llegando hasta mí.
-No puedo evitarlo-
-Es lo mejor por ahora, todo lo que ha pasado, quién dice y este viaje sea la solución a todos los problemas de la familia-
-Tengo un mal presentimiento-
-Sé positiva mi amor, nuestra historia recién empieza-
-Lo sé-
-Anda, vamos, que el tráfico es un caos a estas horas-
Salimos del apartamento para meternos en el ascensor y bajar hasta el estacionamiento, ya dentro del coche encendió el motor junto con el estéreo y "Clocks" de Coldplay comenzó a sonar. Una melodía conocida para mí, me identificaba con la letra y su sonido me hacía volar, fue inevitable bajar la ventanilla y sacar mi mano simulando que era libre y volaba lejos de aquí. Sentía su mirada sobre mí, pero no quería que viera las lágrimas que caían de mi rostro en ese momento.
-Llegamos princesa-
-No quiero-
-Vamos amor, ¿sabes que es lo mejor por ahora?-
-Te perderé-
-Te esperaré-
-¿Lo que tarde?-
-Te buscaré si no regresas pronto-
-Te amo-
-Y yo a ti mi pequeña guerrera-
Entrelazamos las manos y caminamos rumbo a la entrada del aeropuerto, al verme Iris corrió hacia mí abrazándome.
-¿Qué haces aquí? Vete Mir, no es bueno lo que saldrá de aquí-
-No voy a dejarte, tú no me dejaste y yo no lo haré-
-Miranda-
-Nada hermana, iré contigo-
-Anda Brent, llévatela- suplicó Iris.
-No puedo pasar sobre su decisión amiga-
-Se los advertí, ella va a separarlos ahora y siempre, no va a dejarnos en paz y terminaremos perdiendo, te lo aseguro Miranda-
-Pues perderemos juntas hermana-
La abracé y Brent se nos unió al abrazo, abrí los ojos y vi acercarse a mi madre hasta nosotros.
-Llegas tarde-
-Agradece que he llegado Alba-
-Mamá-
-Alba, una madre no hace lo que tú- escupí e intentó abofetearme.
-No frente a mí señora- sentenció Brent deteniendo su mano.
-Te lo dije, llévatela lejos Brent-
-Tú cállate- se volvió con ira hacia Iris.
-Ya basta señora o cumpliré con lo que ha sugerido Iris y me llevaré a sus hijas lejos de su locura-
-¿Algún problema?-
Un oficial se acercó a nosotros al ver el teatro que mi madre había montado en unos minutos.
-Oficial, este hombre aquí está intentando llevarse a mis hijas-
-¿No puedes ser más cínica?- mi ira era notoria.
-Es mentira, ella es la que a fuerza chantaje hizo que mi hermana viniera, es una mentirosa, déjenos ir-
-Oficial, no tengo la menor intención de llevar a alguien conmigo si no está de acuerdo, no soy un secuestrador ni nada parecido a lo que esta mujer quiere hacerlo parecer-
-Pues sea lo que seas debes retirarte, ambas son menores y su madre tiene toda la potestad sobre ambas-
-Aún si nosotros no queremos ir con ella y estamos siendo obligadas-
-Eso deberán demostrarlo señorita y su avión está a punto de despegar-
-Oficial, por favor, escóltenos hasta la zona de embarque así evitamos que este hombre nos siga-
-¡No! No iré- sentencié firme.
-Te conviene que vengas cariño- sonrió irónicamente mi madre.
Fijé mis ojos en Iris y con la mirada me indicaba que no lo hiciera, que huyera con Brent y realmente quería hacerlo, huir y ser feliz pero mi hermana había hecho tanto por mí que no podía abandonarla.
-Iré por ti cariño- susurró Brent.
-Te esperaremos con Iris-
-Te amo-
Iba a darme un beso cuando Alba tiró de mi mano nos separó así sin más. El oficial nos acompañó hasta la zona de abordaje y vi el destino de nuestro vuelo.
-¿República Dominicana?-
-Iremos a casa de los abuelos-
-Ellos están muertos Alba-
-Te dije que huyeras Miranda-
-Pues las vacaciones quedaran por un tiempo frustradas, ya he averiguado y las he inscripto en la preparatoria, el idioma será un problema pero contraté tutores para que se pongan al corriente pronto-
-¡No me quedaré a vivir en ese maldito país!- intenté zafar de su agarre y correr pero el oficial volvió a ponerse frente a mí.
-Debe obedecer señorita-
-Oficial y una verga, ¿Cuánto te ha pagado por cubrirle las espaldas?-
-Cuide su vocabulario señorita-
-Es verdad, lo compró, esto es ilegal, no puede llevarme contra su voluntad-
-Es su madre y lo hará-
No puede ser, Brent sabía que iríamos de vacaciones a Brasil no a República Dominicana, irá a buscarme pero no estaré allí, debo avisarle, enviar un mensaje antes de subir.
-No tan rápido-
-Mi teléfono-
-No lo tendrás más-
-Eres una maldita zorra Alba-
Una bofetada que hizo girar a la mayoría de las personas a vernos enrojeció mi mejilla al instante.
-Un día madre, veré como te retuerces y no haré nada por evitarlo- sentencié iracunda.
La última llamada sonó en los altavoces y con Iris tomadas de las manos subimos al maldito avión que en verdad y rogaba por que explotara en mil pedazos en los aires así descansar al fin junto con mi hermana. Ella tomó el asiento del pasillo para evitar que huyéramos con Iris.
-¿Qué haremos Iris?-
-Ya veré que se me ocurre Mir-
-Somos menores, ¿qué podemos hacer en un país extranjero?-
-Me queda poco para cumplir la mayoría Mir, al hacerlo veré la manera de irnos de aquí-
-O será que acaso y nuestra única salida es fingir que somos lo que ella quiere que seamos para volver-
-Podríamos intentarlo, por ahora descansa y veremos que hacer más adelante, lo importante es que estamos juntas y así estaremos siempre-
-Te amo hermana-
-Y yo a ti enana-
****************************
1 AÑO DESPUÉS
-¡Feliz cumpleaños enana!-
-Gracias hermana-
-¿Qué haremos hoy para celebrar?-
-¿Es una broma?-
-Ninguna broma cariño-
-¿Qué tienes en mente Iris?-
-Ya verás, hoy seremos libres hermana-
-No cometas una locura hermana-
-Sólo devolveré un favor y ya-
Sonrió y salió de la habitación, en aquel lugar éramos nada más que sirvientas de nuestra madre, se había dedicado a hacernos sentir miserables e inútiles pero mientras Iris y yo estuviéramos juntas nada nos dañaría, asistimos por el curso completo en una preparatoria y la tutora de español fue tan buena que llegamos a prácticamente dominar el español.
-¡Feliz cumpleaños hija!-
-Gracias Alba- respondí fría.
-Aquí está mi regalo para ti-
Me tendió un sobre manila y su sonrisa decía que lo que había dentro iba a dolerme y ella estaría allí para gozarlo. Lo abrí temerosa y varias fotografías y un pendrive cayeron del mismo.
-¿Qué es esto Alba?-
-Ya te lo dije, mi regalo-
-No tengo computadora para verlo-
-Solucionado- dijo tendiéndome la suya.
Al encenderla inserté el pendrive y una carpeta con el nombre AUDIO BRENT llamó mi atención. Al abrirla al menos 20 audios la llenaban, seleccioné todo el conjunto y comencé a reproducirlos. No podía creer lo que oía, no era verdad, ese no era Brent, estaba segura que fue algo que Alba tramó y lo obligó que hiciera, él me amaba y yo a él.
-Puedes negar todo lo que quieras con los audios pero los videos son aún más divertidos-
En efecto una carpeta con el nombre VIDEOS BRENT estaba incluida en el pendrive, la abrí y había cuatro videos listos para ser reproducidos. Mi cuerpo y alma terminaron de corromperse en aquel momento, el hombre que yo amaba con otra mujer en la misma habitación, en la misma cama donde habíamos hecho el amor, eso no era lo más doloroso, aquella mujer era.
-¿Becca?-
-Feliz cumpleaños- canturreó Alba saliendo de la habitación.
-¿Mir? ¿Qué te hizo esa maldita?-
No pude decir nada, simplemente giré la pantalla con los audios y el video reproduciéndose, el rostro de Iris se desencajó por completo, ella al igual que yo no podía creer que aquello fuera cierto.
-Es una trampa Mir-
-De todos modos Iris, ha pasado un año, no he podido comunicarme con él, tú tampoco, es lógico que quiera buscar a alguien más y Becca, esta es su venganza perfecta-
-Lo siento tanto Mir, pero prometo que te daré un regalo mejor que este, te sacaré una sonrisa hoy cariño-
-¿Qué haría sin ti?-
-Lo mismo que yo sin ti-
-Morir-
-Ni lo pienses, volveremos a nuestro país, ya soy mayor, el año próximo lo serás tú y seremos libres hermana-
Me abrazó y a pesar del dolor de haber visto lo que Alba trajo, no me sentía tan destrozada como creí que estaría, seguía creyendo que todo lo preparó esa maldita mujer que se dice mi madre, pero no podía evitar sentir tristeza de verlo haciendo el amor con esa víbora.
El resto del día fue igual a todos, ir a la preparatoria, arreglar la casa, cocinar y ser esclavas de la maldita bruja, a la hora de la cena su rostro estaba lleno de satisfacción, creía que era por haberme mostrado aquellas imágenes pero más tarde, demasiado tarde me daría cuenta de que Iris había sacrificado algo más que su libertad por mí.
-Al terminar el curso dentro de una semana volveremos a Estados Unidos-
-¿Qué? Iris-
-Feliz cumpleaños-
-¿Qué has hecho?-
-Devolverte el favor-
Esa noche fuimos a dormir abrazadas como cada noche desde que habíamos llegado a este lugar, intente convencerla de desistir, de dejar todo como estaba o que al menos y me dijera que fue el intercambio que hizo con Alba pero nada dio resultado.
Y aquí estamos, nuevamente en el aeropuerto esperando nuestro vuelo para regresar a casa, hay muchas personas y al llegar a la zona de abordaje mi madre al igual que la última vez cambia de destino.
-¿Argentina?-
-Debo ir a averiguar algo en ese país, ¿no Iris?-
Mi hermana solo asintió y luego me abrazó, insistí para que me dijera que fue lo que mi madre la obligó a hacer a cambio de nuestro regreso pero no obtuve nada, subimos al avión y ella se perdió una revista que las azafatas nos entregaron hasta quedar dormida y yo simplemente imité su gesto.
Al llegar a Argentina era todo muy raro a lo que estábamos acostumbradas a ver, fuimos a un instituto psiquiátrico y entendí lo que sucedía, intenté hablar con Iris, estábamos en un nuevo país, podíamos huir y empezar de cero, las dos solas.
-No nos dejará en paz a ninguna, haciendo esto al menos tú podrás seguir con tu vida-
-Es una locura hermana-
La abracé y lloramos juntas hasta que el sonido de los tacones de Alba nos devolvió a la realidad.
-Vámonos, perderemos el avión de regreso a casa Miranda-
-¿Iris?-
-Te amo hermana-
-Y yo a ti-
Al llegar al aeropuerto sentía náuseas y pedí a Alba permiso para ir al baño, me concedió un par de minutos y me di a la búsqueda de los sanitarios, me adentré en ellos y una vez recompuesta salí y oí por los altavoces la llamada de nuestro vuelo lo que hizo que me diera a la carrera para no perder el vuelo. Cuando iba alcanzando la zona de abordaje de repente choque con un duro pecho y una sensación de deja vu me invadió.
-Lo siento mucho, voy apurado, perderé el avión- dijo tendiendo mi bolsa.
-Está bien, no hay problema- sonreí al ver que no se movía.
-Eh, ¿no estabas apurado?-
-Sí, claro, lo siento mucho-
Reí al ver como se alejaba y al observar donde se dirigía aún más, iba en dirección a abordar mi mismo vuelo. Creo que se sintió observado porque giró en mi dirección y moduló un "¿Me miras a mí?" a lo que respondí encogiendo los hombros y sonriendo.
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