♦ Capítulo 27 ♦
Nuevas confusiones
Matthew
Hoy fue un día tranquilo en el trabajo, nada fuera de lo normal. Me siento feliz, mi novio está más cariñoso, me llama o me escribe seguido, me dice cosas lindas —bueno tampoco es que sea el más cursi ahora, pero para la piedra que era antes, ahora resulta un algodón de azúcar—. Me hace muy feliz que este así, tal vez sea por lo que le conté ¿le habrá afectado y lo ha hecho reaccionar? Eso significaría que le importo demasiado y que no quiere perderme.
Ahora, lo que si me disgusta un poco es mi relación con mi amigo. Cada vez estamos más distantes, si antes hablábamos todo el tiempo, ahora escasamente un par de mensajes; sé que es mi culpa, por dejarme llevar de mis benditos impulsos. ¡No quiero perderlo!
Debo admitir que desde el cambio de actitud de mi amor, no he sentido tanto la necesidad de hablarle a Robert. ¿Acaso sería que si buscaba refugio y atención en él, solo por no recibirla de quien quería? Vaya, que clase de persona sería si es así, ¿lo estaba usando sin darme cuenta?
Me estoy tratando de engañar ¡carajo! ME GUSTA —solté mi pensamiento en un grito, por suerte no tan fuerte—. No puede ser, me está gustando mi amigo. Yo amo a mi novio, no quiero alejarlo, no quiero perderlo, que es esto ¿cómo es posible qué me gusten dos personas y que no quiera perder ninguna de las dos? Me imagino a ese tipo de la fiesta cerca de Ro e inmediatamente se me sube el coraje, son CELOS —vuelvo a gritar, pero más confundido que antes.
No puedo ser egoísta, no puedo hablarle a mi amigo de esto que siento. Tampoco quiero que sea mi amante, no podría y tampoco quiero engañar a mi amor; sin embargo, no los quiero perder, que ninguno de los dos este con otra persona, que nadie se les acerque, que nadie los bese, los quiero para mí, a ambos. ¿Pero qué estoy diciendo? Estoy muy loco definitivamente, ni que mi novio escuche o sepa esto porque hay si me manda al basurero.
Lo mejor será que me aleje de Robert, me estoyconfundiendo y no es sano ni para él, ni para mí. —El sonido de un nuevomensaje me saca de mi trance y vaya que la vida me quiere, es precisamente miamigo.
—¡Hola, amigo! Ya estoy en casa —dice mi amigo en su mensaje.
—Hola, ¿cómo te fue? —No sé si decirle que debemos alejarnos o solo alejarme y ya.
—Muy bien, bastante trabajo el día de hoy, pero todo muy genial. La empresa es súper grande, el ambiente es bastante agradable, todos allí son muy amables, creo que no me costará adaptarme.
—Me alegro mucho, de verdad que te lo mereces. —Se nota feliz, no quiero dañar su momento. Hoy ha sido un día muy importante para él, que no quiero que me odie.
—Gracias, Matt. ¿Tú qué tal, cómo te fue?
—Bien, bien, sin contratiempos ni nada, hoy la verdad es que no tuve mucho que hacer por eso llegué temprano a casa y bueno como ya la otra semana viajaremos a la sede de la empresa que te había comentado, pues como que nos estamos enfocando en los detalles menores.
—Qué bueno, el viaje de placer. Lo recuerdo, disfrútalo.
—No es tan así, te digo que me toca trabajar, pero gracias. Debo decirte algo... —al final si le diré, lo poco que lo he conocido sé que si me voy sin más, va a pensar que fue su culpa.
—Dime, ¿pasa algo?
—No, si, no sé. Es algo que me tiene muy confundido y no puedo engañarte.
—Vale, me estás asustando.
—No es para asustarse, creo... El caso es que debo alejarme de ti...
—¿Qué? Si eso quieres adelante, pero explícame.
—En realidad no quiero, pero lo tengo que hacer. Trataré de explicártelo aunque probablemente vas a terminar pensando muy mal de mí. Bueno, lo que paso en el observatorio lo del beso y eso, se lo conté a mi novio, no se enojó ni nada, el caso es que después de eso ha estado más atento, más cariñoso, me escribe más, me llama más, sin embargo sigo pensando en ti. Hace un rato hasta llegué a desear que los dos fueran mis novios, ya lo sé debes pensar que estoy loco pero es lo que sentí en ese momento y sigo pensando así para serte sincero. Obvio eso está muy mal y jamás te pediría algo así, tampoco a él así que prefiero concentrarme en mi relación y alejarme de ti. No quiero lastimarte, no quiero lastimar a mi novio y tampoco quiero salir herido.
—Dale.
—¿Dale? ¿Solo eso dirás?
—¿Qué quieres qué diga? ¿Qué te ruegue que te quedes? ¿Qué acepte la locura que has dicho e intente ser tu amante? ¿Eso quieres? Pues no, ya me cansé de ser siempre quien entiende, quien sufre. ¿Acaso no eras tú quien se la pasaba a cada instante recordándome que tenías novio y que no debía ilusionarme contigo? ¿No fuiste tú quien ayudó a mi ex a encontrarse conmigo para que tuviera un «amor bonito» y así no me fijara en ti? Estoy cansado de que la gente quiera hacer conmigo lo que le venga en gana, yo siento, yo sufro, yo amo y sí, me gustabas pero ya no lo creo más así, eres muy diferente a como te había imaginado. Ni siquiera mides lo que dices.
—Oye, no te pongas así. ¡Perdóname! —Me bloqueo, no me dio tiempo de explicarle.
Intenté llamarlo un montón de veces y su teléfono me mandaba al buzón directamente. En todas las reacciones en las que había imaginado, en ninguna estaba esta posibilidad. Creo que le afectó demasiado, quizá no usé las palabras adecuadas; ahora pienso que solo debí alejarme y ya, me debe estar odiando.
Ir a su casa no está en las posibilidades, no me recibiría y si ve que lo puedo poner al descubierto será peor, tampoco quiero que se imagine que es más importante para mí de lo que debe ser un amigo. Supongo que se le pasará, solo espero que mis sentimientos pronto tomen su lugar; así yo podré intentar tener un verdadera amistad sin intenciones de amoríos con Robert, de verdad que es una gran persona. —Pensar en eso me hizo sentir fatal, lo estaba lastimando muchísimo, solo porque no fui capaz de controlarme y tampoco medir mis palabras, aun cuando quien inició todo este enredo fui yo.
Robert
Debo admitir que de todas las cartas, la última es la que más sincera sentí. Tal vez sea porque es la más reciente, pero sigo dudando de Eric; sé perfectamente lo que es capaz de hacer, su capacidad de fingir y su nato talento engañando, sobre todo cuando se pone un reto o cuando se lo ponen, como la última vez. Creo que aunque quisiera confiar en él, ya no podría, nunca más.
Quiero olvidar todo lo relacionado a mi ex y le escribo a Matt, pero lo que pasó no me lo esperaba. De verdad que creo que la vida se ha ensañado conmigo, las personas que entran a mi vida se creen con el derecho de hacerme y deshacerme a su antojo, estoy cansado que me usen, a que me mientan, estoy cansado de tener que estar conteniéndome, estoy cansado de las mentiras, de las verdades múltiples, de que todos acomoden todo a su beneficio y el único que sale sufriendo soy yo.
De ahora en más, voy a preocuparme primero, segundo y tercero por mí, basta de comprensión, si algo me gusta lo digo, si algo me disgusta también, basta de querer mantener a todos contentos, quien tenga que irse que se vaya, quien quiera quedarse que se quede pero sin mentiras, sin hacerme daño, nada de estar a mitad de camino, o se quedan o avanzan, pero quien vaya a avanzar conmigo debe merecerlo, no solo porque sí o solo por miedo a perder a alguien.
Bueno, algo positivo resultó de todo esto.
Mensaje para Eric.
—Necesitamos hablar mañana, salgo de trabajar a esos de las cinco de la tarde. Nos vemos en el café cerca de la universidad. —No doy siquiera tiempo a que responda, la verdad es que no quiero hablar con él en este momento, solo apago el teléfono.
Pongo la alarma en el despertador que no uso hace mil años, me ducho y bajo a cenar. Oportunidad que aprovechan mis padres para hacerme mil preguntas, me escapo solo porque debo descansar temprano si quiero estar puntual en el trabajo, crear esta rutina requerirá un gran esfuerzo, la verdad disfrutaba mucho levantarme a la hora que quisiera.
Misteriosamente anoche nada más tocar la cama me quedé dormido, hoy un nuevo día de trabajo, —nada más pensar en ello me llena de felicidad, deseé esto por mucho tiempo. Parece irreal, —me duché, desayuné y por poco olvido que tengo mi celular apagado. Una vez encendido recibo muchos mensajes, algunos del chat de trabajo, al parecer mantuvieron una conversación bastante entretenida anoche, me alegro que se lleven tan bien todos, no me incluyo porque no participé en dicho chat, otros son de mi amiga Marta, reclamando como siempre por qué me desaparezco mucho tiempo, no podían faltar los de Eric, pidiendo explicaciones sobre para que vernos y otras tonterías que escribió que no le tomo mucha importancia, otros del grupo del colegio, hablan por los codos y nunca le presto atención y por ultimo unos mensajes de Alex.
—¡Hola! Quería saber cómo estabas, no respondes los mensajes en el grupo, ni a las etiquetas de todos. Pensé que tal vez te pasa algo, si necesitas algo no dudes en decirme.
Ya veo, no te llegan los mensajes. Voy a pensar que se te apagó y te quedaste dormido, o que no te diste cuenta. Aunque lo segundo es poco probable, te la pasas pegado al teléfono. ¿Nos vamos juntos mañana? Espero logres ver esto último a tiempo. —Vaya que si me sorprende la amabilidad de mi compañero, es decir ha tomado mucha confianza y es un poco atento, me agrada, pero es un poco raro.
—¡Hola! Si ando bien, efectivamente me dormí temprano y no puse a cargar el teléfono, es que levantarme temprano me está costando —decido mentirle, bueno disfrazar la verdad. No me apetecía decirle, apagué mi celular a causa de mi ex y mi mejor amigo o ex mejor amigo, mejor dicho mis ex.
—Vale, me alegro eso. ¿Entonces nos vamos juntos?
—Eso fue rápido, por cierto gracias. Si, nos vamos juntos.
—La verdad estaba en el chat esperando que escribieras, estoy frente a tu casa.
—¿Qué? ¿Ya? Dame un minuto y salgo. —Eso sin duda es más extraño aun, pero decido pensar que es alguien puntual, a lo mejor es como yo y no le gusta llegar solo a lugares nuevos o extraños, bueno mejor salir y no hacerlo esperar demasiado.
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