♦ Capítulo 24 ♦
Estrategia
Alex
Estoy tonto el día de hoy, le enviado caras sonrojadas en el chat que le envié a Robert —¿quién en su sano juicioso hace eso sin razón alguna y a alguien que acaba de conocer? —Ese pequeño error me pone nervioso, me pongo a ordenar la casa, me entretuve tanto pues resulta que una casa grande para una sola persona y la cual no es muy hogareña últimamente resulta que acumula una gran cantidad de suciedad, limpio todo menos la habitación principal y no, no es mi habitación. Estoy por darme un baño cuando se detiene mi lista de reproducción gracias a un mensaje nuevo, decido ver antes de entrar y resultó ser mi compañero aceptando la invitación, solo dijo un hola y está bien acepto, debe estar pensando que soy un demente, no por invitarlo sino por las caras aunque tampoco preguntó sobre ellas.
En fin aún quedaba mucho tiempo para la hora de vernos. Bueno es muy extraño, apenas salgo del baño decido quedarme solo en ropa interior es lo bueno de vivir solo, no tienes que preocuparte por nada, pero me preocupo más por lo que me pondré más tarde, que lo que tengo ahora o lo que debería llevar puesto. Me sorprende cuanta emoción hay en mi respecto a salir con alguien y más con un hombre.
Cuando mi exesposa me engañó con su jefe, me aseguré no volver a enamorarme, porque a esa mujer la amaba. Es más me dije no involucrarme con nadie de ninguna manera (ni sentimental, ni corporal) y sobre todo, estaba seguro que no estaría con un hombre luego del suceso de hace un año. Estoy soltero desde hace tres años y no voy a mentir, luego de eso si estuve con personas de forma carnal, pero cuando sucedió aquel horrendo accidente en agosto del año pasado, no me quedaron ganas y hasta ahora nada, ni nadie me había hecho dudar de aquella convicción, bueno nada estaba pasando en este momento pero estaba nervioso, me hacía sonreír, me despertaba el hombre impulsivo que siempre he sido y que ha estado tan guardado por mucho tiempo.
Bueno debo decir que me pase organizando y combinando atuendo para ver cuál quedaba mejor, para evitar tanto estrés salí una hora antes, aunque cuando mucho me tardaría en llegar al restaurante 15 minutos en taxi, unos 25 minutos en transporte público y como 40 minutos caminando y esa fue la opción que escogí, caminando a paso lento y a veces rápido pues no quería llegar tarde tampoco, llegué faltando 15 minutos para la hora acordada por suerte en el restaurante me dejaron seguir y mientras llegaba Robert, tomé un té helado para la sed y para disipar los nervios, parecía adolescente cuando va a su primera cita —y esto no era una cita sino una cena de agradecimiento.
La espera se hizo eterna, sentía como si me fueran a plantar —ya lo sé paranoia innecesaria—. Cuando llegó sentía que el alma me volvía al cuerpo y me relaje instantáneamente, empecé a sonreír con solo verlo, me miraba mientras caminaba, no sé pero también sonrió y me provocó una reacción de ¿felicidad acaso? Al momento de saludarlo, lo abracé como si tuviéramos la confianza de toda la vida, fue un abrazo fuerte de mi parte y largo, hasta que volví, era como si me hubiese ausentado.
Después de ello me disculpé, empezamos a hablar de todo un poco y bueno tocamos un tema un tanto difícil para mí, pero respondí lo que podía y fingí la mejor actitud para no delatarme la verdad no quería responder a las típicas preguntas o escuchar los mensajes de aliento y lástima que suelen salir frente a estos casos, era algo que me desagradaba mucho.
Intentamos ir a cine y nada nos gustó y fuimos a caminar, al final de la noche estaba en casa cocinando nuevamente y si, tenía hambre nuevamente, estaba feliz hacia mucho no estaba tan naturalmente contento y mi sonrisa tonta me delataba, que persona sola en su casa esta con una sonrisa dibujada en su rostro cocinando —ya lo sé soy un loco de atar.
No sé pero presentía que hoy no necesitaría ayuda para dormir, hoy podría conciliar el sueño o al menos lo intentaría sin ayuda de nada y eso era algo que me alegraba, todo gracias a un trabajo, una salía de rumba a la que no estaba tan convencido de ir y que solo acepte por no ser grosero y claro el acontecimiento más reciente, la cena del día de hoy, pero más allá de todo eso la compañía. Comí nuevamente y me duché.
Un sonido me despertó, estaba desorientado. Tardé un par de minutos con dar con el sonido, entender que se trataba y era la alarma, hacía mucho tiempo no necesitaba que una alarma me despertara. No es que sea de esos que se levanten puntual como un relojito, no, nada de eso; más bien no dormía, muchas noches me la pasaba con insomnio, otras la borrachera hacía sus efectos y me paraba cuando pasaba un poco el efecto, otras veces las pastillas que me ayudaban a dormir me tumbaban tanto que me podía parar casi a medio día.
No soy de los que le gusta el alcohol, ni de los que sale a emborracharse, solo que necesitaba ayuda para dormir y bueno cuando sentía que las pastillas me dejaban muy cansado, recurría al alcohol, pero desde ahora no necesitaré nada de eso, pues como lo había imaginado iba a dormir plácidamente y eso fue lo que pasó, estaba agradecido con eso, mi cuerpo lo agradecía también. Me sentía más activo, más descansado y me veía de mejor aspecto.
Preparé desayuno, me duché y me dispuse a ir a mi primer día de empleo luego de unas vacaciones amargas, pero sentía que era una oportunidad de hacer las cosas mejores, de cambiar y ya era hora de aceptar lo que había pasado, me sentía renovado, contento y con ganas de seguir adelante.
Eric
Bueno llevo varios días en esta ciudad, debido a la reacción de un Robert «cambiado», me he visto obligado a pensar una estrategia que pueda dar los resultados que espero y bueno, tendré que jugar a ser la persona que siempre quiso que fuera y con las que le gusta estar, mejor dicho casi un doble suyo. Debido a la molesta prima que tengo y con la que no deseo tener problemas para no darle motivos a que me corra, he invertido un par de días para buscar trabajo, si la verdad he ido pero sin ganas y por eso no me han aceptado, pero bueno lo he hecho y ella solo ha visto que salgo a buscar empleo y es lo que cuenta sabe de antemano que no será fácil.
Ya es lunes estoy despierto antes de lo que hubiese querido, pero Katherine me ha despertado antes de irse a trabajar y como hoy supuestamente iba a salir nuevamente a buscar trabajo, lo mejor que pude hacer es levantarme para que viera mi disposición. Ahora ya le he dado un descanso bastante largo a Robert y lo mejor es que ya lo vuelva a buscar, para que siempre me tenga en su mente, que sepa que estoy quedándome acá por y para él, que estoy buscando trabajo porque no quisiera alejarme sino más bien crear un presente y futuro sólido a su lado.
Según me dijo mi prima, no viene a almorzar a casa por lo que su regreso es por la tarde a eso de las seis, lo que significa que tengo la casa sola, puedo invitarlo acá y hasta decirle que estoy pagando apartamento compartido o algo así, para que note mi esfuerzo y sobre todo sacrificio por él. Por lo pronto, es muy temprano para llamarlo o escribirle, además solo puedo llamarlo me ha bloqueado de todos lados me sorprende que no lo haya hecho en las llamada seguramente quería dejar una ventana abierta para que lo buscara y la voy a aprovechar, yo sé que todavía no me olvida aunque diga lo contrario.
Como todo abogado debo armar la estrategia, cada paso a dar e incluso como abarcar los imprevistos que se puedan presentar en el camino. Ahora bien, lo primero es llamarlo e invitarlo a comer o al cine —eso le encanta al tonto ese— luego pedirle que me acompañe a casa para mostrarle un regalo, lo que me hace pensar en algo que debo preparar antes de todo ello y sabía que haría, unas colección de cartas que obviamente no voy a escribir estarán impresas y las cuales buscaré por internet —bendito sea el internet y los locos que suben sus cartas de amor a la red—. Seguramente con ello ya logro conmoverlo, pero necesito agregarle algo más tendré que buscar un par de anillos, en uno de los sobres pondré los anillos y con ellos le «confesaré» mi deseo de estar junto él por mucho tiempo y hacerle frente a todo, porque quiero todo que seamos uno solo, toda esa cursilería que se dice en esos casos, las cuales ama ya que es uno de esas personas con ese tipo de sentimientos sensibles.
Después de todo no fue tan malo que mi prima me hiciera dejar la cama, las ideas en la mañana como que fluyen, bueno tendría que hacer todo eso y ya no solo era por el dinero sino por mi orgullo, a mí nadie me rechaza y mucho menos alguien como mi ex, siendo tan influenciable, predecible y tonto a pesar de que ahora quiera demostrar lo contrario. Luego de terminar de buscar las cartas en internet e imprimirlas, claro a todas le puse mi firma, busque mi celular, tengo un montón de llamadas pérdidas de un chico al que vi un par de veces y al parecer quedo muy amañado o era otro intenso como Robert, pero vaya en este momento no me importaba, además estaba muy lejos ya lo buscaré en otro momento si me apetece.
Salgo a comprar los sobres y los anillos claro no voy a invertir mucho en ello, pero deben parecer que son de buena calidad. Como voy a decir que esa carta la escribí ya hace un tiempo y desde entonces están los anillos allí, al verlos intactos tendrá la idea de que son algo buenos y que he invertido dinero en ello. Esos detalles tan tontos lo vuelven loco y si no logro que me acepte de una vez sé que en su mente quedará resonando la idea y todo lo que le diga.
Cuando consigo los anillos más baratos de lo que pensé me pongo a sonreír de lo fácil que es poder engañar a alguien, de verdad lo siento por Robert pero le hubiese salido mejor aceptarme desde el principio seguramente para este tiempo ya no estuviera acá, pero él se lo buscó y este esfuerzo que me está obligando a hacer se lo voy a cobrar bien caro, si sufrió antes ahora va a desear dejar de existir luego que esto acabe. Voy saliendo y veo a un señor un poco mayor que yo como de 35 años, no deja de mirarme y en eso se me acerca y me saluda —hay gente loca definitivamente.
—¿Quién eres y qué quieres? No te conozco quien te dijo que me podías hablar. —De verdad este tipo de situaciones me molestaba, si alguien me gustaba era yo quien tomaba la iniciativa. Pero cuando otra persona se me acercaba me daba una ira y más en este caso que era un ser en verdad horrible físicamente y eso es lo que primero y lo único que me importa.
—¡Disculpa! Solo que te vi y eres muy atractivo.
—Espera, suficiente no me interesas.
Dicho esto y viendo la cara de ofendido del señor me doy vuelta y me dirijo a la casa, vaya si hay gente ilusa podré tener malos ratos pero cochino no soy. Siendo sincero espero que hoy con mi ex, toda la estrategia de frutos y si puedo aprovechar el momento de debilidad quizá lo aproveche para intentar tener más que una reconciliación, es decir tener intimidad con él.
Al llegar organizo las cartas en sus sobres, los anillos con su respectiva carta y las organizo en el supuesto orden cronológico en el que las escribí y trato que estén un poco arrugadas, que no parezcan recién impresas y además como si las hubiera releído un centenar de veces, ese sería un argumento que usaría también para decirle que nunca lo había olvidado y que siempre ha sido y será parte de mi vida. Ahora llegaba el momento de llamarlo y cuadrar todo.
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