Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♦ Capítulo 23 ♦

Invitación sorpresa

Robert

Cuando llego a casa por suerte no encuentro a nadie a mi paso, no quiero dar explicaciones en este momento, porque me encuentro llorando como si mañana acabara el mundo —bueno frente a eso tampoco ganaría nada llorando— total no quiero dar explicaciones y voy directo a mi habitación. Debo aceptar que esperaba que el timbre de casa sonara, que el sonido de llamada se escuchara o que un nuevo mensaje llegara pero nada de eso paso, esperé más de una hora y nada, no intentó buscarme ni nada. Demostraba cuanto le interesaba a «mi amigo», lo mejor será apagar el celular y dormir, mañana espero estar mejor y no recordar nada —algo difícil ¿no cree?

Bueno llorar como loco sirvió para dormir plenamente, no desperté con pesadillas, no demoré tanto en dormir porque ni me acuerdo. Hoy desperté temprano, me siento medio raro pero hoy voy a organizar un poco mi presentación para mi trabajo y algunas cosas que necesito para empezar a trabajar, necesito instalar algunos programas en mi computador personal que voy a utilizar, es decir no sé en qué momento tengo que trabajar en casa o en otro lugar y necesito estar preparado, la empresa provee de computadores de escritorio que obviamente no se pueden llevar a todos lados.

Borrando algunos archivos innecesarios de mi equipo encuentro con algunas fotos de mi pasado con Eric, bueno son recuerdos de los buenos y pocos momentos que pasamos juntos. A propósito, que sería de él desde que hablé y le pedí que no molestara no me ha vuelto a contactar, eso es muy difícil de creer no había persona más obstinada que ese personaje y su ego tampoco le permitía aceptar ese tipo de peticiones, las cosas debían ser como y cuando él quisiera.

Mejor no pensar en nada de eso y ojalá no aparezca más es lo mejor para ambos. Más tarde llega mi madre tocando la puerta de mi habitación, me dice que solo quería corroborar que estaba, ya que me estaba llamando hace un rato para que fuera a ayudarla con algo y tenía el celular apagado —lo había olvidado y sonreí amargamente recordando el motivo—, le dije que tal vez se había descargado y luego fui a ayudarla con algo del computador, solo deseaba poner transmitir la pantalla en el televisor.

Enciendo mi móvil y empiezan a llegar las notificaciones. Un mensaje de Matt, 20 mensajes de Marta, 150 mensajes en el grupo de trabajo, tres mensajes de Alex, 50 mensajes en el grupo familiar, 1500 en el grupo de compañeros del colegio.

¡Dios mío! ¿Cómo pueden hablar tanto? —Claro como lo más raro fue losmensajes de Alex, fue la primera conversación que abrí para saber que quería.

—Hola —caritas sonrojadas, ¿qué significaba eso?

Disculpa que ayer no te escribí para agradecerte la invitación, pero me desperté bien tarde y además pasé casi todo el día durmiendo. Bueno a lo que iba, la pase muy bien así que muchas gracias de verdad.

Para agradecerte me gustaría invitarte a comer esta tarde ¿qué dices?

Chat Matthew

—¡Perdóname! —Vaya, ¿la gente se piensa que todo se arregla así defácil, que con solo escuchar la palabra perdón o discúlpame el daño causado se irá?

Bueno los chat de Marta se resumen en saludos y reclamos por no contestarle, los mensajes del chat familiar se resumen con cadenas religiosas de mis tías, el grupo del colegio chismoseando sobre la vida de los chicos de los otros salones que se graduaron con nosotros y el grupo del trabajo, solo agradecieron e hicieron algunos comentarios de como la habían pasado el viernes por la noche y habían iniciado una conversación sobre los nervios de iniciar mañana.

Lo más extraño es el mensaje de Alex, es decir yo me tomé el atrevimiento de invitarlos a una fiesta el mismo día que los conocí, supongo que ya tomó confianza. Ahora eso lo entiendo, pero el uso de caritas y una imitación a comer ya es raro, total no puedo negarme, si él aceptó ir de rumba no veo porque deba rechazarlo.

Le mando un mensaje aceptando la invitación, le escribo a Marta para calmarla un poco, respondo en el grupo de trabajo, saludos a mis familiares y sigo en mi rutina de organización y preparación para lo que se viene mañana, aun no puedo creer que empiece a trabajar y lo mejor en esa compañía. No quiero hablar ahora con Matt lo mejor será que las cosas se calmen un poco, así que no le respondo.

Termino de instalar todo lo necesario para mi trabajo, organizo los próximos atuendos que usaré en la semana y me dedico a escuchar música, comer, dormir y prepararme para la comida que tendré. La cita era a las cinco de la tarde y para colmo en el mismo restaurante de los recuerdos y reencuentro con Eric, si el restaurante Beni; no voy a permitir que recuerdos con una persona como esa siga perturbando mi vida y que me haga tomar decisiones tan inmaduras como no ir más a lugares tan preciosos como este.

Una hora después ya estaba llegando y ahí estaba Alex esperándome, apenas me vio sonrió y se levantó a recibirme con un fuerte abrazo, me sorprendió tanto que pasaron algunos segundos antes que le devolviera el abrazo. Definitivamente me ganaba en toma de confianza y eso me provocaba una gran risa interior.

— ¡Hola! Gracias por aceptar la invitación. —Fue lo primero que dijo mi nuevo compañero de trabajo.

—Hola, no tienes nada que agradecer, tú aceptaste mi repentina invitación a ir de fiesta el mismo día que te conocí ¿o no? —Soné un poco avergonzado al pronunciar dichas palabras.

—Para mí fue un placer y bueno por eso es esta invitación, me la pasé tan bien hacia mucho que no me divertía tanto y todo era gracias a ti. Me sentí en deuda contigo, bueno por eso este arrebato de invitarte hoy a comer, ya me iras conociendo y veras lo impulsivo que puedo llegar a hacer.

—No te preocupes, no tenías que hacerlo lo hice porque quería que tuviésemos confianza todos en el trabajo y respecto a tu impulsividad en esos nos parecemos, yo suelo ser así casi siempre.

El mesero nos tomó la orden, cuando empezamos a comer la conversación tomo un rumbo sobre nuestras universidades, nuestros gustos, nuestra experiencia, nuestras familias, nuestros sueños, nuestros logros, todo fue tan fluido. Alex era una persona que contrario a lo que podría proyectar su apariencia era relajado, tranquilo, divertido, para nada rabioso o testarudo, sonreía de una manera contagiosa transmitía su felicidad fácilmente, tenía una mirada penetrante como si quisiera ver tu alma, cuando miraba directo a los ojos no desviaba la mirada hasta que yo no lo hiciera —mirar a los ojos a alguien por mucho tiempo me resulta un tanto incómodo, siempre termino desviando mi vista a otro lado— él solo sonreía cada vez que esto pasaba, hasta llegó a preguntarme si era tímido o que si me intimidaba su mirada, se disculpó por ello pero decía que era una costumbre para entablar una confianza con quien estuviese conversando.

Luego de comer salimos a caminar, intentamos entrar al cine a ver una película pero todas las que estaban en cartelera no eran tan buenas, ni de nuestro agrado por lo que solo decimos caminar y terminar viendo un baile callejero sobre k-pop de unos jóvenes, según nuestros ojos de espectadores eran muy buenos hacían cosas que ni mi compañero ni yo podríamos hacer ni con meses de práctica, no éramos malos bailarines solo que esos pasos raros se nos harían difícil de seguir.

Cuando quisimos ver la hora ya faltaba poco para las diez de la noche, el tiempo se había pasado volando o tal vez la pasamos tan bien que no lo notamos. Porque sí, la pasé genial no hicimos nada extraordinario más que comer, caminar y ver un baile pero entre chistes, conversaciones y anécdotas pude solo concentrarme en el presente y no pensar en nada más, cosa que agradecía inmensamente. Como vivíamos en la misma ruta pues nos fuimos juntos, al llegar a casa hizo lo mismo que ayer esperar que entrara pero esta vez se despidió con un abrazo que demoró más de lo normal o eso pensé en ese momento, sin embargo nada había sido extraño hasta ahora y tampoco estaba seguro que le gustaran los chicos, en ningún punto de la conversación se insinuó o hizo un comentario que me llevara a tal conclusión así que recordando las palabras de más de como Alex me miraba solo pensé que estaba alucinando con la borrachera.

Me encontraba relajado, bueno un poco cansado por caminar un buen tiempo pero nada que una ducha de agua fría no pueda arreglar, además sería ideal para dormir profundamente debo descansar bien y temprano. Llevaba tiempo levantándome a la hora que se me diera la gana y ahora debía crear un hábito, levantarme a las seis de la mañana para estar listo y sin prisa e ir a trabajar.


Alex

Acabo de llegar a casa después de una noche de alcohol, risas, bailes y personas nuevas. Debo admitir que recibir una invitación de tu nuevo compañero de trabajo y en el mismo día que lo conoces es raro, dado que invitó a todos los nuevos incluyendo nuestros asistente supongo que solo busca generar confianza y que nos llevemos bien, por eso acepté.

Lo que no me imaginaba era que la iba a pasar también, me sentía muy apenado porque eran un montón de personas desconocidas para mí, pero al final de la noche ya parecía que nos conocíamos con todos y debo aceptar que Robert baila muy bien, es muy espontaneo, fue quien eligió la disco y para cuando entramos ya él estaba con su amiga bailando, al principio pensé que era su novia, pero luego vi a la chica besándose con otro chico que ahora mismo no recuerdo el nombre.

El hecho es que desde ese momento no podía dejar de ver a mi compañero, era raro cada vez que caía en cuenta en lo que estaba haciendo desviaba mi mirada o también cuando uno de sus amigos me quedaba mirando todo raro y abrazaba a Robert cada vez que me sorprendía viéndolo por más tiempo del normal. Era un chico raro, fue con el que menos interactúe, ahora que recuerdo llegaron juntos y con Ángela pero no se veían como pareja, podrían estar ocultándolo a ojos de todos los demás pero no me daba esa impresión tampoco.

De camino a casa nos venimos juntos, Ángela, Matthew —así se llama el amigo que me miraba raro— mi compañero y yo, vivíamos en la misma vía y para mi sorpresa quienes más cerca estábamos entre si eran Robert y yo. Cuando lo dejé en su casa sentía una sensación extraña como si no quisiera dejarlo ir, pero claro no iba a hacérselo saber eso era más raro todavía. Era una persona bisexual, desde muy joven empecé a sentir también atracción por los hombre pero mis relaciones habían sido mayoritariamente con mujeres, hasta estuve casado y de no haber sido engañado aun lo estaría, hace mucho tiempo que ningún hombre despierta o despertaba nada en mí, aun no estaba seguro de si sentía atracción hacia esta persona que recién conozco sería muy apresurado, lo que si era claro es que habían sensaciones confusas en mi cada vez que lo veía.

El sábado me la pasé durmiendo todo el día y hoy domingo desperté más temprano de lo que esperaba, ¿ahora qué haré? No hay sueño, no tengo ganas de cocinar nada todavía, bueno voy revisar mis redes. Luego de varios minutos mirando fotos y demás, veo las imágenes recientes de uno de los restaurantes más concurridos, hermosos y donde preparan unos platillos deliciosos, nada más verlo se me vino a la mente la idea de invitar a mi colega a cenar, sería una forma de agradecerle la invitación del viernes —también una excusa para verlo— bueno ¿qué estoy pensando? Me estoy volviendo loco al parecer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro