Capitulo 2
En estos momentos Francia...
Kardia y Degel estaban emocionados y nerviosos mientras se dirigían al hospital. Kardia estaba en trabajo de parto y las contracciones se volvían más fuertes y regulares. Al llegar al hospital, fueron recibidos por el personal médico que los llevó a una sala de partos. Los padrinos del bebe Ecarlate y Mystoria estaban dentro esperando al nuevo integrante de la familia Aquarius.
Kardia fue colocado en una cama cómoda y conectada a un monitor fetal para seguir el progreso del bebé. Calvera y el personal medico compuesto por enfermeras y un obstetra, estaba presente para brindar apoyo y cuidado. Mientras Degel se comía las uñas por el nerviosismo y como estaba su pareja del dolor, el sostuvo su mano para dar apoyo pero era tanto el agarre que ejercía Kardia que a Degel no lo dejaban respirar.
Degel:¿Mi amor...podrías...soltar...mi mano...por...favor?, que me cortas la respiración-respondía Degel mientras su cuerpo se ponía azul por no poder respirar.
Kardia: Degel si sueltas mi mano, no seré yo quien lleve tu hijo esta vez, te aguantas o si no 4 años sin acción me entendiste AMORCITO,soy yo quien lleva a tu hijo-Degel asintió con miedo, sabia que su esposo era un doncel de palabra, palabras que siempre recordaría aun después de la tumba.
Las contracciones se intensificaron gradualmente, y Kardia se esforzó con cada una de ellas. El obstetra monitoreaba de cerca el progreso y alentaba a Kardia a seguir
El obstetra, con voz calmada pero firme, alentaba a Kardia a medida que las contracciones se volvían más intensas.
Estás haciendo un trabajo increíble, Kardia-decía el obstetra.-Cada contracción nos acerca más al momento en que conoceremos a tu bebé. Solo sigue así, un poco mas.
El llanto del bebé resonó en la habitación, rompiendo el tenso silencio que había reinado durante el trabajo de parto. Kardia y Degel se miraron el uno al otro, con lágrimas de alegría en los ojos, mientras el obstetra limpiaba cuidadosamente al recién nacido.
¡Mi Camus!-exclamó Kardia con voz temblorosa, extendiendo los brazos para recibir a su hijo.
Degel se acercó con ternura, observando maravillado al pequeño que ahora lloraba en los brazos de su madre. Sus corazones se llenaron de emoción y gratitud al ver al bebé sano y salvo.
Kardia sostuvo a su hijo cerca de su pecho, sintiendo una conexión instantánea con él. Degel rodeó a Kardia con sus brazos, mientras lloraba a su hijo cuando oyó la voz de su madre, el bebe dejo de llorar.
Degel: Kardia mira su mano izquierda, tiene un nombre Milo con bordes dorados- cuidando de no lastimar su mano a su hijo.
Kardia:μήλο-dijo Kardia en griego
Degel: ¿Manzana, Islas Milos?-pregunto Degel
Kardia asintió con mirada seria.
Continuara...
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