Capítulo 3
Existen momentos en los que las cosas te parecen una malísima idea, es como si una vocesilla interna te dijera «no lo hagas» pero tú lo haces solo para darte en la nariz, caerte de culo y darte cuenta de que, en definitiva, tenías que haber escuchado a tu subconsciente y quedarte en tu casa soñando con Ian Somerhalder y ¿por qué estoy pensando esto justo ahora?, pues porque estoy recostada del marco de la puerta que da a la cocina mientras bebo una cerveza que sabe a pis de un vaso rojo y mientras Cymbeline está desaparecida casualmente junto con Drew y tengo que entretener a Liam que se está liando en una esquina con Camille, así que ahora la planta a mi lado es mi única compañía y definitivamente entre una planta medio muerta y mi actor favorito lo elijo a él.
Es por eso que camino hasta el mesón de la cocina para dejar el vaso rojo del que bebía y cuando me volteo nuevamente siento frío en mi abdomen. Jadeo y comienzo a murmurar un montón de insultos en español hasta que levanto la vista y mi lengua se queda pegada a mi paladar, toda yo me quedo paralizada de hecho.
- L-lo... siento -trago saliva ordenando a mi cuerpo eliminar la tensión que acumuló en los dos segundos que pasaron desde que le vi.
- Supongo que fue mi culpa, estaba distraído y de todas formas, es la tercera copa que me tiran encima en lo que va de noche, al menos la camisa no es blanca y esto fue un accidente, uno muy interesante he de decir.
Una risa extraña sale de mi. ¿qué estoy haciendo?
Dios, necesito aire.
En las películas los protagonistas chocan cuando están en el instituto, a ella se le caen los libros, él la ayuda a recogerlos, sus manos se tocan y el universo parece paralizarse. En la vida real yo estoy vestida como si fuera para el Hollywood Boulevard en busca de mi Richard Gere sabiendo que nunca tendré la suerte de Pretty Woman y siento muy frío en mi abdomen y vientre y... mierda entre todos los momentos que podía elegir mi menstruación para bajarme este definitivamente es uno muy malo. Creo que me sonrojo, al menos con la escasa iluminación él no debe notarlo. Y mirándolo por el lado positivo mi vestido no es blanco o se transparentaria donde se mojó y sería realmente vergonzoso cuando mi ropa interior es la misma que usan las chicas de compañía en esos clubes nocturnos.
- Yo... debo irme -digo, mi voz suena horriblemente ronca, mucho, es vergonzosa toda esta situación.
Te odio tanto Cymbeline Richelle Morgan, ojalá te salga candidiasis y te tengas que pasar dos semanas sin follar.
- ¿Quieres que te lleve?
Abro mucho mis ojos y creo que mi respiración se torna irregular, jodidamente quiero que me lleve pero ni en un millón de años permitiría eso, quiero decir, compartir su espacio cinco segundos me afecta, imagínate si vamos a estar en un auto por al menos quince minutos.
- No hace falta, yo... pido un Uber, no quiero buscarte problemas con tu novia.
-Exnovia.
Oh Virgen María deberías promover la abstinencia no ponerme la tentación en persona de esta manera.
- ¿Qué?
- Que si tú excusa para no dejar que te lleve es Breana olvídalo porque ya no estamos juntos.
- Ouh...
- Y Cymbeline te abandonó por lo que recojo a mi hermana, mi abrigo y te veo en la entrada y no puede refutar.
Dudo que pueda cuando no me da el chance. Jackson se da media vuelta y se pierde entre la multitud, respiro hondo, algo de lo que me arrepiento al sentir el olor a porro en el aire, tomo el vaso que dejé hace un momento en el mesón, momento que se me antojó eterno, lo lleno de cerveza y la bebo de golpe, solo entonces salgo y me quedo parada como idiota en el jardín. Hace frío, no sé si se deba a la temperatura o a que estoy mojada por la bebida de Jackson, mi abrigo bolso y móvil está en el auto de Liam y posiblemente debería desmaldecir a Cymbeline para que aparezca porque le dije a mamá que me quedaría a estudiar con ella, no que iba a una fiesta un martes y mucho menos vestida de cabaretera.
Esta noche definitivamente escapó a mi control y todo eso se podía haber evitado si tan solo me hubiera quedado tranquilita en mi casa viendo Lost o el mismo TVD nunca me voy a cansar de ese sexy vampiro.
- Mirando bien, ese vestido es un peligro -escucho la voz de Jackson detrás de mi, eso hace que deje de llorar internamente sobre mi mala elección- ¿No tienes frío?
- Si alguien no me hubiera mojado, igual y no tendría.
Espera, espera, espera, ¿eso de verdad lo dije yo? Santa Afrodita, ¿de donde saqué yo valor para hablarle así al amor de mi vida?
- Seguro eso sonó mejor en tu mente -comenta la chica que viene con Jackson, solo entonces reparo en su presencia.
Es una chica de máximo quince años, cabello castaño y ojos que no sabría cómo describir, pues fusionan el verde, almendra y gris como si de la nebulosa se tratase, simplemente hermoso, tanto como ella, parece una hermosa muñeca de porcelana fina que puede quebrarse al más mínimo toque pero que eso solo la hace más linda. Además, tiene una boca que seguramente es la fantasía de muchos y un cuerpo increíble, solo que sus facciones aniñadas le dan un toque inocente que solamente la hacen lucir más atractiva. Después de buscar en mi mente por unos momentos logro caer en cuenta de que es la hermana menor de Jackson, Audrey.
- Seguramente -respondo en medio de una risa incómoda.
Observo a Audrey durante unos segundos, me hace sentir como si existiera una enorme brecha entre Jackson y yo, como si fueran criaturas sobrenaturales y yo una simple mortal. Puedo entender porqué Jackson sale con Breana, está acostumbrado a estar rodeado de mujeres increíblemente hermosas y yo no es que tenga problemas de autoestima, pero junto a estos chicos me siento Betty la fea. Audrey se remueve incómoda, es cuando noto que la estaba observando fijamente, bajo la cabeza para ocultar el rubor de mis mejillas mientras ella dice que nos esperará en el auto.
- Yo que pensaba que era el único Ryder al que veías así -comenta Jackson.
- ¿Así como?
- ¿Vas a negar que me miras con lujuria, Rosalie?
Eh... ¿qué se supone que diga ahora?
- Yo no miré a tu hermana con lujuria.
- Valiente aclaración -sonríe-, pero no niegas que a mí sí me miras así.
Las chicas seguras son sexys, finge que eres una de esas chicas y él creerá que eres sexy.
Buen auto-consejo, lo sé.
- ¿Y qué si lo hago? -pregunto internado sonar sexy, cruzo los dedos para que haya funcionado- ¿Vas a hacer algo al respecto o te dedicaras a observar fingiendo que no lo notas hasta ahora?
Jackson sonríe con algo de cinismo, me complace ver qué mi declaración le sorprendió.
- Ay, muchachita, no te metas en un juego que no podrás ganar.
- ¿Qué pasa si me gusta jugar? -cuestiono mirándolo con eso que él llama lujuria mientras muerdo mi labio inferior.
Santa Afrodita, solo me faltan las trenzas y el lollipop para que esto parezca el inicio de una película XXX, ¿el título? Colegiala caliente provoca a su tutor y acaban follando contra el capó del auto.
- Te estás mordiendo el labio -señala él levantando la mano y llevándola hasta mi barbilla para hacer que deje de hacerlo.
Su pulgar aprovecha para trazar mis labios y mi mente me juega una mala pasada cuando lo imagino haciendo ese mismo gesto pero en un contexto completamente diferente, uno en el que estoy en ropa interior, de rodillas frente a él y con la pretina de su pantalón abierta siendo bastante evidente su erección ¿Acaso mi imaginación le hará justicia a lo que Cymbeline contó?
- No voy a disculparme por ello -digo mirándolo a través de mis pestañas-, en todo caso deberías hacerlo tú.
- ¿Debo disculparme por resultarte atractivo? ¿Acaso vas a hacerlo tú?
Oh, Santa Afrodita ¿acaso está insinuando lo que creo?
- ¿Debería hacerlo? -cuestiono, mis ojos azules fijos en la tormenta gris que son los suyos.
- Siempre puedo obligarte.
Al lado sumiso de mi esa declaración la emociona de forma vergonzosa, aunque no es algo que demuestre, por suerte la diosa Afrodita no me deja sola en ningún momento, más bien toma el control de mi, como si tuviera personalidad múltiple, la Rose que intenta no llamar la atención y luego esta diosa que no pretende quedarse callada ante lo que parecen insinuaciones de Jackson, sino que pretende provocarlo hasta que no pueda controlarse más, pierda el control, me agarre del cuello y me folle muy duro... digo, me haga el amor con ternura, si fuera un chat insertaría un emoji riendo, pero no lo es.
- Me gustaría verte hacerlo -respondo a la anterior declaración de Jackson.
Jackson enreda su mano en las hebras doradas de mi cabello y tira de él hacia atrás obligándome a verlo, muerdo mi labio, él sonríe, su vista fija en ellos antes de subirla a mis ojos.
- Cuando te folle no te expresarás así.
Jadeo, pero sonrío. Estoy a punto de responder cuando la bocina de su auto suena y Audrey asoma la cabeza por la ventanilla.
- ¿Venís o preferís dejar que se os congele el culo allá afuera? Resuelvan su tensión sexual otro día, por Dios.
- Asegúrate de pensar en mí cuando te masturbes esta noche, Jack.
Sonrío y camino hasta el auto dejándolo atrás. Ya veremos quién va a ganar este juego.
***
Bueno bueno ahora sí cuéntenme que les va pareciendo hasta ahora? Los leo
Bichi-besos 😚🐞❤️
Bea S.
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