Capítulo 12
Pov Namjoon
La luz de mi ventana me golpeaba justo en el rostro cuando desperté esa mañana, odiaba dormir del lado izquierdo.
Destensé mis músculos y acerqué aún más su cuerpo al mío desde su cintura haciéndola quedar prácticamente sobre mi cuerpo, no sabía que hora era y tampoco me importaba.
Mi cama estaba cálida, sentirla restregar su cuerpo desnudo sobre el mío para acomodarse mejor había provocado que mi muy común ereccion mañanera se endureciera en segundos.
Salí de la cama y fui al baño, necesitaba orinar. Cuando regresé esta continuaba aún sobre la cama en una maravillosa posición, sobre su espalda, piernas abiertas y pechos al aire, sin duda una maravilla.
Me acerqué a la cama y me deslicé bajo la sabana hasta alcanzar su punto dulce.
Mordí levemente sus muslos, cada uno de ellos. Deslicé mi lengua por entre sus pliegues y repetí mi acción, la sostuve cuando comenzó a revolverse y mordí para despertarla logrando sacar un gemido de ella.
Volví a tomarla y mientras mis dedos pellizcaban sus erectos pezones mi boca probaba de ella. Moví mi lengua con aún más rapidez y la anclaba a la cama cuando trataba de moverse.
Cuando sus gemidos aumentaron y se restregaba aún más contra mi boca noté lo cerca que estaba y al contrario de la noche anterior cuando no podía esperar más para enterarme en ella esta vez la haría acabar en mi boca.
-Nam..- apretó mi cabello entre sus dedos -¡Ohhh por Dios! ¡Ohhh por Dios!- cuando soltó su esencia los movimientos con mi lengua disminuyeron y me dediqué a pasear mi lengua con delicadeza sobre su duro y satisfecho clitoris hasta hacerla vertirse en mi boca una vez más.
Lancé la sabana que cubría mi cuerpo y evitaba que la viera por completo mientras me arrodillaba en la cama, estaba sudorosa y su respiración era errática. -Para desear ser bombero tienes muy poco aguante.
-¿Quien..?- negó -No quiero ser bombero- se excusó, boqueaba por aire.
-Noté lo entusiasmada que estabas cuando regresaste con JHope- besé su mandíbula y paseé mi lengua por su cuello. -Si decides entrar puedo ayudarte con tu resistencia física.
-Con tu anaconda entre mis piernas supongo- bueno, eso sería una opción.
-También, ¿repetimos?- me había acercado sobre ella haciéndole notar lo necesitado que estaba.
-¿Me dejas montarte?- reí -¡¿Que?!
-¿Te crees capaz?- la vi morder su labio y luego reír.
-De algo hay que morir- en efecto.
Dejé un beso en sus labios antes de tomar asiento sobre la cama, tomé un condon de mi cómoda y lo coloqué sobre mi más que duro miembro mientras me observaba -¿Te acobardaste?- pregunté al verla aún en su sitio, negó.
-Es grande- dijo al fin, la verdad es que se había tardado.
-Lo tomaste bastante bien anoche- esta se abrió de piernas mientras se subía a mi regazo.
Colocó la punta en su entrada y se deslizó hacia abajo hasta tomarlo todo. - Buena niña- mis manos fueron a su trasero inmediatamente, no las movía, me dedicaba a sostenerla y tocarla hasta que estuviera lista.
Su vaivén llegó poco después, lento y delicado, suave pero firme. -Pensé que estarías dolorida- había llevado su boca hasta mi cuello, la sentí morder y sus movimientos aumentaron.
-Lo.. lo estoy, ahh maldición- no lo aguanté más y la sostuve de la cintura para hacerla bajar con más fuerza.
La levanté de mi regazo hasta tumbarla en la cama contra su pecho, apenas me acomodé en la cama la vi levantar su trasero hasta acercarse a mi entrepierna, gemir por lo alto cuando me adentré de golpe en su interior y apresar las sábanas con sus manos cuando empujé una, dos, tres veces contra ella.
Se sentía tan bien, tan cálida, tan receptiva y caliente.
Me sentía al borde, llevé una de mis manos a su clitoris mientras la contaría la sostenía desde el cuello y comencé a tocarla para hacerla acabar, se estremecía y gemía.
Se deshizo entre mis manos y continué con mi empuje, estaba sensible aún lo que la hacía gemir con cada roce, por lo que cuando escuché los toques en mi puerta ser tocada llevé mi mano hasta su boca para acallarla, instintivamente mi vista fue al reloj de mi pared, era Seokjin.
-Nam, ¿estas despierto?- no respondí, luego de eso escuché los pasos alejarse, aún estaba duro y a punto, no pararía ahora.
-¿Llegó?- preguntó lo obvio cuando deslicé mi agarre, mordí su espalda y comencé a moverme nuevamente -El esta.. ahh
-Shhh- llevé nuevamente mi mano a su boca y empujé hasta que me vertí en él condon, mis músculos estaban tensos y doloridos por contenerme.
-¿Como saldré?- ¿ahora si se preocupa?
-Bien puedes quedarte hasta la noche- reí cuando la vi abrir los ojos alarmados. -Te ayudaré.
-Gracias.
Me puse de pie y me coloqué un pantalón y camiseta luego de deshacerme del condon, esta estaba aún sentada sobre la cama tratando de ubicar su ropa.
-¿Que haces?
-Te visto- trataba de colocar sus bragas cuando me detuvo.
-Yo puedo- negué
-De hecho no, pero lo sabrás al levantarte- volvió a abrir los ojos en demasía, me divertía.
Al final esta se colocó por ella misma su camiseta de pijama. -Revisaré fuera- asintió.
Abrí la puerta lentamente hasta ver el pasillo, estaba totalmente despejado. Cuando giré mi rostro para indicarle salir la vi apenas de pie, literalmente apenas.
-Lo siento- me acerqué para ayudarla -No debí ser tan brusco.
-Descuida
-¿Quieres un masaje?
-Creí que saldría
-Puedo ir contigo- la vi reír mientras negaba.
Abrí la puerta y mi cuerpo se heló, su rostro palideció y su hermano nos miró con severidad.
Se encontraba con la mano levantada a segundos de tocar cuando la puerta fue abierta, su mirada fue desde su hermana hasta a mi, luego tras nosotros, a la cama para ser exactos.
-Me daré una ducha- dijo sin más y se marchó hacia su cuarto, estaba molesto eso era claro, lo conozco.
-Me va a matar
-¿Lo siento?- reí cuando hizo la pregunta. -¿Me ayudas a llegar a mi cuarto?, en verdad mi espalda me está matando.
-Lo siento- lo lamentaba en verdad, no debí ser tan brusco pero me fue imposible al escucharla gemir con cada proximidad.
-Tranquilo, lo disfruté- también yo.
Apenas nos despedimos y la vi entrar a su cuarto me dirigí al de su hermano, prefería un puñetazo en la cara antes que la reacción que tuvo. Era incierto.
-Te acostaste con mi hermana- dijo apenas me adentré a su cuarto, se desvestía para ir al baño.
-Lo siento
-En nuestra casa
-Lo siento
-¡Mierda Nam!, esto es raro. Son mis hermanos, ambos lo son- negué
-Ambos somos tus hermanos, ella de sangre y yo por sentimiento, pero a ella apenas la conozco.
-Con más razón, ¿como te acuestas con alguien que apenas conoces?- suspiré
-No todos dormimos con muestras novias de un año SeokJin debes entender eso, tampoco es pecado el sexo casual.
-Esto está mal
-No lo está, no le des vuelta. Ambos somos adultos y ambos lo queríamos.
-Cállate, no quiero escuchar como dormiste con mi hermanita.
Puritano el Jin de esta historia, veamos cuánto le dura 🤭
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