Capítulo 39 "El traje negro de la venganza"
"Que me perdone el tiempo por querer detenerlo cuando te miro".
—En una hora, de acuerdo, ahí estaré.
Louis corta la llamada y se dirige a su departamento, la oscuridad de la noche permite que Harry esté camuflado en las escaleras, inmóvil mientras el tiempo es el único que se mueve. Ha estado esperando por Louis alrededor de tres horas hasta que lo ve llegar.
—Louis.
—¡Jesús! ¿Qué carajos- ¡Me asustaste! ¡¿Qué estás haciendo en la oscuridad como un maldito gato?!
—Te estoy esperando. ¿Podemos hablar?
—No será esta noche, voy a salir.
—¿Con quién? —interroga furioso, el ceño fruncido debería causar algo de recelo en el ojiazul, en su lugar; el castañito se está divirtiendo con la situación.
—Personas...
—¿Es en serio?
Louis lo mira y se acerca un poco, sabe que es arriesgarse a un nuevo rechazo, pero el oficial lo vale, y a juzgar por la conversación de la tarde, sabe que no lo ha perdido, mejor aún; Harry quiere ser suyo.
Louis se gira por completo en dirección al policía, sus ojos verdes lo miran como si fuera un ser sublime, da un pequeño paso que lo acerca y mueve su cabeza de un lado a otro como reconociendo el rostro que ha sido un parteaguas en su vida. Porque hay un antes y un después de Harry que posiblemente sea eterno.
Esto es lo más cerca que han estado desde hace unos cinco días, pero es lo suficiente para preguntar, Harry casi puede oler su aroma y es embriagante, alcanza a ver un atisbo de una sonrisa sarcástica que no se queda pero igual lo agradece.
—¿Qué pasó rey? ¿Sarita no te quiere como yo? ¿O su comida no es tan exquisita?
Está celoso, por supuesto que lo está y aunque no es bueno disimulando, Harry agradece que sea así porque lo toma como una buena señal. Sabe que se equivocó y sabe que Louis está en todo su derecho de mandarlo al diablo si quisiera, pero se arriesga.
Camina hacia él e instintivamente Louis retrocede hasta chocar su espalda con la pared, los brazos del oficial lo encierran contra ésta y se acerca todavía más hasta que sus rostros están a menos de tres centímetros de distancia. —No fui a comer con ella.
—Me alegra, —apenas mira sus ojos porque su mirada se concentra en sus labios, el cuerpo de Harry no coopera con él, su mirada recorre desde los ojitos azules hasta los labios rosas del castañito — te hubieras indigestado.
—¿Te alegra? ¿Hmm? —pregunta con la misma lentitud que enloquece a Louis —¿Por qué? —Harry comienza a acariciar con su nariz la mejilla de Louis y ¡Joder! Su aroma, su maldito aroma, es como la marca personal de Louis y Harry sabe que es su fragancia favorita en el mundo —¿Estás celoso?
—No —Louis intenta mantener su respiración controlada pero este es Harry, el chico que hace una semana no lo dejaba salir de la cama, ha extrañado tanto su contacto. Sus impulsos juegan en su contra cuando ladea el rostro y su cuello, el escondite del oficial, queda expuesto.
Harry entierra su rostro en él y sus manos ya no están en la pared, están en la cintura del ojiazul, revolucionando todo, el ambiente se vuelve más y más cálido.
—¿Tengo razones para estar celoso? —dice con dificultad porque Harry sigue en su espacio, inhalando fuerte y acariciando con su nariz toda la piel que encuentra a su paso.
Harry responde con un sonido gutural de negación mientras recorre el espacio hasta la mandíbula de Louis —Ninguna, porque soy tuyo.
Hay un golpeteo en su corazón que no estaba hí antes, al igual que la sonrisa del castañito pero se las arregla para empujarlo. Harry hace un pucherito en total desacuerdo y lo mira —Por favor.
Louis acomoda su ropa y se aleja de él, el distanciamiento no es bienvenido entre ellos y ambos lo saben pero ahora es necesario, no han hablado y no han aclarado sus asuntos, han dormido sobre sus problemas como si fuesen a resolverlos así y esto no es lo mejor.
Abre la puerta de su departamento y se interna pero no cierra, se mantiene en el umbral apenas dos segundos y lo mira, es una señal, piensa Harry y si no lo es, él lo tomará. Así que camina hacia él.
—¿Puedo acompañarte?
—No necesito guardaespaldas —guiña coqueto y cierra la puerta.
Él va a prepararse para salir con Zayn y Liam, al parecer Horan y Mendes se unirán ya que coincidentemente es la noche libre de todos, el único que no fue considerado fue Harry.
Cuarenta y cinco minutos después Louis sale de su departamento, está luciendo el traje negro de la venganza, tal cual lo hizo Lady D en el pasado.
Se ha puesto un atuendo oscuro que asienta y delinea sus curvas con maestría, el saco de corte en V acentúa su minúscula cintura al punto de considerarla casi inverosímil, los jeans moldean sus muslos con precisión y el porte elegante del castañito permite ver a un hombre increíblemente hermoso.
Es el hombre perfecto para Harry.
Louis sabe que el oficial lo estará observando, sabe que no lo dejará ir tan fácil ya que le dio justo la información que necesitaba. Le dolió un poco la escena con Sara y sabe que no es jugar sucio sino recuperar lo que considera que todavía es suyo en el sentido menos posesivo, así que sale de su departamento con el traje más exquisito que haya usado alguna vez.
Su colonia favorita no puede faltar y la deposita justo en su cuello, donde sabe que Harry irá. Se dirige a su puerta, listo para salir. Sus pasos no son ensayados porque nació con esa elegancia natural como si fuese un modelo nato.
El efecto es el esperado, Harry está de pie fuera de su departamento y sus ojos se abren cuando lo observa salir. Hay un caudal de emociones recorriendo sus venas, alterando su corazón y de paso la parte sur de su cuerpo.
Cuando Louis voltea a verlo, Harry ya lo está mirando. Ese cruce de miradas es explosivo.
—Nuestros hijos saldrán hermosos, como tú. — es lo primero que dice.
—Lo sé —responde con petulancia.
—¡Hazme un hijo! —grita como loco, sin importar que alguien lo escuche.
—¿Te atreves a usar mis propios hechizos contra mí Potter?
Harry sonríe un poco avergonzado, pero luego recuerda que está con su chico y que él siempre lo cuida así que se lanza, sin paracaídas.
—¡Joder! Eres la cosa más hermosa que he visto, estás... te ves, ¡uff! No tengo palabras, estás guapísimo.
—¿Le parece oficial? —esta vez es diferente cómo suena, es un tono coqueto, seductor en el más alto y fino nivel.
Louis se detiene y mira hacia sí mismo y luego por encima de su hombro, gira menos de 90 grados solo para dejar que el policía aprecie la vista.
Harry no lo mira, Harry lo escanea, lo traspasa y guarda en su memoria la imagen perfecta del hombre perfecto.
—Y yo que pensaba que los ángeles no existían, ahora creo, ¡creo!
Está satisfecho? ¡Claro! Su sonrisa lo delata. Louis le sonríe a él y solo a él, como si nunca hubiese llorado por su causa.
Harry quiere tocarlo, por su vida quiere que quiere tocarlo, tanto como el aire que va a sus pulmones, así sus manos pican por atraerlo y fundirse con él como lo hicieron antes.
—Tu novio deber un tipo con suerte— se acerca un poco y la belleza de Louis le abruma, lo observa del mismo modo que Louis lo ha hecho en el pasado, muerde su propio labio inferior y cierra sus ojos.
—"Mi novio" es un tonto, pero así lo quiero— Hay un juego evidente en la conversación, están jugando a provocarse.
—¿Lo quieres? ¿Cuánto?
—¿Es un interrogatorio oficial? ¿Estoy en problemas?
—Te amo...—es un susurro que deja caer en el lóbulo del castañito pero éste lo atrapa antes de que se pierda en el eco del lugar —Perdóname, te fallé Louis, me diste tu amor y a la primera prueba te fallé.
Louis traga con dificultad porque su niño, se está rompiendo frente a él y esta es una conversación que requiere toda su atención y toda su energía.
—Creo que éste no es el mejor momento ni el lugar para hablar Oficial Styles —Louis lo toca por primera vez pero es para alejarlo un poco, escucharle de nuevo el "Oficial Styles" lo está matando.
—¡Basta! Basta, basta, por favor—gime con frustración y se aleja lo suficiente —Deja de llamarme así, no me gusta, no eres tú.
La desesperación se cuela en su voz y en sus manos, en todo su cuerpo que se emociona con la cercanía del castañito y en su corazón oprimido por la distancia que se asienta sobre ellos. Harry tiene que sacar esto porque lo está asfixiando y solo quiere ser redimido.
—Llámame Harry, por favor, llámame Harry, vuelve a llamarme Cap o mejor aún, "Amor", dime todas esas cosas que me hacen sonreír, vuelve a decirme todo lo de antes —Finalmente hay un par de lágrimas apareciendo y Harry no las detiene, deja que corran libres por sus mejillas porque sabe que no será enjuiciado aquí.
No, no puede dejarlo así, Louis no puede verlo vulnerable y actuar como si no le importara, que lo juzgue el mundo si se atreve, pero él es un hombre libre y no debe cuentas a nadie, así que se acerca y lo abraza.
Y todo explota.
Los planetas se alinean.
El mundo recupera su color.
El universo no los quiere separados, así que pone en pausa sus batallas, sus guerras y sus miedos, y sus corazones se sincronizan al compás de su palabras: Estoy aquí, estoy aquí, estoy aquí.
Harry iba directo a estrellarse, un impacto que hubiera sido mortal si seguían separados, pero Louis lo atrapa, y se convierte en su paracaídas perfecto cuando lo abraza.
Su altura es justa para escuchar el latido del policía, quien se acurruca entre sus brazos con desesperación mientras su cuero entero ha comenzado a temblar. Ha vuelto a casa, ha vuelto a su jodida casa ¡¿Escucharon todos?!
¡Harry ha vuelto a casa!
El tiempo se detiene en un bucle de amor y lo único que suena es Harry-Harry-Harry.
Cuando el oficial siente la bienvenida en los brazos que lo rodean y lo sostienen, comienza a divagar entre sueños y realidades, pero es la voz de su novio que le confirma que esto es real, sus oídos cuecen los sonidos de su voz y su corazón resucitado grita Louis-Louis-Louis.
Harry suelta un sollozo ahogado y Louis lo aprieta casi con histeria cuando lo escucha, ese simple toque ocasiona una corriente eléctrica que los sacude y lo relaja a partes iguales. Y Louis lo abraza hasta que Harry entienda que no lo va a soltar, nunca.
—Te amo, por favor, no te alejes.
—No mi amor.
Cuando Harry escucha el nombre tan cargado de cariño es cuando puede sentir su corazón latir con fuerza, se siente mareado, colmado de emociones. No hay máscaras, no hay falsedad en el tono de Louis, no es una frase vacía y Harry lo sabe.
—Solo estaba respetando tu espacio, es otra forma de quererte.
—¡Pero no quiero espacio no soy un maldito astronauta! —Louis sonríe un poco por lo que escucha, el oficial está frente a él, y lágrimas bailan en el borde de sus ojos, está haciendo un pucherito y no podría querer nada igual— Por las noches extiendo mi mano sobre tu lado de la cama y el maldito frío me recuerda que me equivoqué, y solo puedo decir: no otra vez, por favor, no otro día sin él. Así que no, no necesito distancia, ni espacio. Te quiero a ti Louis Styles.
Hay una carcajada de Louis que retumba en el pecho de ambos por lo cerca que están y Harry la acaba de declarar su sonido favorito, quizás por encima de los gemidos del castañito —¿Quién dijo eso?
—Te extrañé.
—Y yo.
Harry vuelve a su lugar feliz, al cuello de Louis y acaricia con mimo, como temeroso de que se aleje —Espero que no huyas de mí. —Louis sonríe a pesar de que sabe que no lo está mirando y hace un sonido para que el oficial sepa que lo escuchó —¿Puedes...podemos
La respuesta llega en forma de hecho, cuando Louis lo toma de las mejillas y le guiña un ojo antes de acercarlo. Harry gime en anticipación porque lo ha deseado tanto, el sabor de los labios de Louis se posicionó como el elixir de su vida desde que los probó por primera vez.
El tiempo juega a su favor cuando se detiene por una fracción y el oficial se derrite ante el contacto y una nueva y poderosa explosión se extiende en su sistema cuando se besan.
Besarlo se siente como una tregua, pero al mismo tiempo es como el fin de la guerra sintiendo el sabor de la victoria.
Louis lo besa con ternura y pasión pero Harry responde con hambre y fuerza, es demandante y arrasador, quizá porque con ello quiere decirle a Louis que está en esto, tanto como él lo permita.
No puede alejarse de su boca y apenas hay oportunidad de respirar, así que responde a su intensidad con un pellizco en el trasero del policía.
Harry sonríe en el beso y apenas murmura —¡Sí!
—Somos un equipo y en un equipo no hay lugar para la renuncia porque si uno se rinde, el otro empuja y tira para arriba y los dos ganan, así que no me alejes —explica el ojiazul cuando el beso ha terminado.
—Perdón, pensé que era mi infierno, y no quería arrastrarte conmigo.
—¿Y crees que alejándome no me dañas? Yo quiero todo Cap, lo bueno y también lo malo.
—Perdón amor —es la primera vez que lo llama así pero ¡qué bien se sintió en su lengua decirlo! —no estoy acostumbrado a que me den toda la atención que me merezco. Las personas no me ven, nunca me miran.
—Pero yo te miro, y te escucho, te cuido y te protejo, y voy a defenderte ¿Sabes por qué? Porque yo te amo Harry, te amo mi Cap, con todo lo que soy.
—Y yo te amo, muchísimo mi amor, pero Sophia me hizo sentir tan inseguro y miserable por este amor, por amar a un hombre y demostrarle mi cariño, ella me llamó asqueroso y pervertido.
Hay una grieta que se forma en el corazón de Louis al escuchar aquellas palabras, el juicio duro de las personas que se supone deberían protegerlo. Pero es lo que es y cada uno elige qué lanzar al mundo, Sophia había lanzado mierda sobre su hermano durante años, Louis estaba dispuesto a darle amor.
—Ser gay no te convierte en nada de eso, no eres un monstruo por tus preferencias, sino por tus acciones Cap.
—Lo sé, pero no supe reaccionar y te hice daño, perdón. Pero quiero reparar mis faltas, quiero que sepas que no he recibido de ti más que amor y protección, nunca me has faltado el respeto. Incluso sabes perfectamente que fui yo quien insistió con las muestras de amor en público y sabes por qué?
—¿Por qué?
—Porque contigo puedo, contigo me siento seguro y ahora sé que no importa cuánta gente me critique, porque te tengo a ti. Tú estás al otro lado sujetando la cuerda. Contigo no tengo miedo, porque sé que nada saldrá mal y no me refiero a que no haya días malos, sino que incluso en los peores momentos me sigues amando y yo también te amo y no volveré a defraudarte.
—Creo que acabas de decir tus votos mi amor.
Harry sonríe y se abraza al castañito fuerte, sus brazos lo atrapan y quisiera adherirlo con fuerza si pudiera —Entonces te llevo ventaja.
—Ven aquí —lo atrae de nuevo y lo esconde entre sus brazos, profesando cariño y lealtad en cada movimiento —Nunca vuelvas a darte la espalda a ti mismo y a lo que eres.
—Promesa... Hmm, necesito recuperar mi cupón de besos ilimitados, con agarrón de nalga y mordida.
—¡Tomlinson! —grita Louis, imitando la frase que Harry siempre dice para él, Harry solo sonríe cuando comprende la alusión de que será él quien adopte el apellido de su esposo —Vamos Romeo, tengo que enseñarte que la lengua no es solo para hablar.
La noche apenas comienza, pero el amor se reestablece, con fondo de colores azules y verdes y besos esparcidos por doquier.
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"Finalmente las almas gemelas se encuentran porque tienen el mismo escondite".
Muchísimas gracias por leerme, en serio mil gracias, llegamos a 40K para mí eso es mucho, ojalá me ayuden promoviendo la fic.
Espero que este capítulo sane su corazón y recuerden que es necesario un poco de oscuridad para apreciar la luz...
Mañana no creo que haya capítulo porque voy al estreno de ¡Animales Fantásticos! (ojalá nunca se sienten conmigo en el cine porque yo me emociono, grito y avergüenzo a mis acompañantes. Grité: ¡Andrew hazme un hijo! ¡Tobey te amo! En Spiderman y ya ni les cuento en "End Game").
Besos apretados.
MAKI <3
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