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—¡Louehhh!

—¡Oi oi!

Harry está en la puerta de Louis, luce gallardo en su uniforme a pesar de las ojeras debajo de sus ojos debido al turno tan inflexible. Han pasado dos días más desde su última noche juntos, pero finalmente su jornada ha terminado y él solo quiere dormir junto a Louis.

—Así te reciben en el cielo— dice el oficial cuando la puerta se abre y la figura más esperada lo recibe.

Louis luce adorable, con el cabello un poco revuelto y sus piecitos envueltos en medias blancas, está usando una camiseta de Harry para sentirlo cerca. Harry ha aprendido a escanearlo y lo hace, y es aquí donde comprueba que está irrevocablemente enamorado de su vecino.

—¡Hay un jodido ángel en mi puerta! ¡Auxilio mamá! —grita el castaño, despabilándose por completo.

Harry solo ríe y extiende sus brazos hacia él, como un niño pequeño pidiendo ser levantado en brazos, hay un pucherito en sus labios así que Louis lo toma con un poco de esfuerzo pero lo vale cuando su novio comienza a ronronear como un gatito.

Frota su nariz por el cuello del castañito, está buscando oler su esencia y el aroma de su cabello llega a su olfato, escucha la risa de Louis y es esto lo que le confirma a Harry que; está en casa.

—Amor, —dice contra su cuello en una posición un poco difícil— debes estar agotado.

—Sí, el turno de madrugada es una mierda —responde con un tono cansado cuando Louis se sienta en el sofá con Harry todavía sobre su regazo.

—Bueno, yo lo decía porque estuviste dando vueltas en mi cabeza las tres veces que me homenajeé hoy.

—¡Tomlinson!

Harry siente cómo el cansancio se disipa, la carcajada libera un poco de tensión de su cuerpo pero es el castañito finalmente es quien hace desaparecer todo cansancio con solo verlo.

—Vamos mi amor, déjame ser tu desayuno —sonríe pícaro y corrige —quiero decir hacer tu desayuno.

—Me gustan ambas opciones —mueve las cejas sugerentes y empuja su boca contra la ajena.

—¡He creado un monstruo!

Harry comienza a dejar besos por su mandíbula mientras le dice—¿Quién lo diría? Me convertí en lo que juré destruir...—se aleja un poco para poder mirarlo a los ojos y exclama —¡Y me encanta!

Son simples detalles, las cosas que comienzan a hacer juntos. Louis prepara el desayuno para Harry mientras el oficial cambia una bombilla en el pasillo del departamento, los platos es un trabajo que hacen entre los dos y después de media hora Harry solo tiene una preocupación: que Zayn no esté en casa, prefiere no correr riesgos y tiene esa mirada que indica que quiere algo, también parece un poco incómodo porque aún no se ha cambiado de ropa.

—Tu uniforme es lindo, —declara Louis cuando infiere lo que está molestando a su novio —pero me gusta más en el suelo de la habitación.

Harry todavía se sonroja cuando escucha a Louis decirle estas cosas, no responde verbalmente pero su cuerpo lo hace en su lugar cuando sigue obediente al ojiazul —Ven amor, vamos a comprobar esta teoría.

—Vamos a mi departamento...—susurra con la voz entrecortada, visiblemente afectado por Louis —no quiero a Zayn escuchando.

—¡Pero si hasta quité las cortinas de mi habitación, pensé que podríamos quemarle los ojos a los mirones!

—¡Tomlinson! —el oficial finge una molestia, aprieta la mano de su novio y desvía la mirada —No me gustan los voyeristas.

La carcajada es del castañito ahora inunda la estancia, pero no hay queja de parte de ninguno y ellos suben al séptimo piso, al que ha sido su nidito de amor.

Después de casi cuatro horas de un sueño tranquilo, Louis siente un golpecito repetitivo en su mejilla, cuando abre sus ojitos, puede ver claramente a su novio, acostado sobre su brazo derecho, con su pierna sobre la cadera del castañito, su dedo índice está picando su rostro cada vez que su boca dice "boop".

—¿Te diviertes?

—No tanto como cuando tú estás despierto, juntos es mejor —sugiere el policía.

—¿Ah sí? —responde en el mismo tono seductor, Louis desliza su dedo índice de forma lenta sobre la pierna de Harry y comienza a jugar a descender entre sus muslos —¿En qué estás pensando?

—B-bueno, soñé con David Beckham —es una total mentira y su tono juguetón lo indica, está intentando medir las reacciones de su novio y si tiene suerte, terminar enredados más de lo normal —soñé que estaba aquí conmigo...y me hacía cariñitos—muerde su labio y suspira como adolescente pero es mera actuación— Creo que es muy apuesto ¿No crees? ¡Ese cuerpo y esa piel bronceada uff!

—¡Oh vaya! Beckham —responde Louis, este juego lo pueden jugar dos, así que sigue —Sí, si sé de lo que hablas. Es un hombre muy atractivo—Harry levanta la ceja cuando lo escucha— causante de la mayoría de mis pajas y sueños húmedos,—el color del oficial cambia de pálido a rojo, sus orejas también se han vuelto rojas y su mandíbula se aprieta en señal de que no la está pasando bien —esas manos, imagina sus piernas y-

—¡Basta! —grita furioso —¿Así que el maldito Beckham es el causante de tus pajas?

—Bueno sí, pero eso fue antes de conoc-

—¡Pues quédate con él! ¡No sé qué haces conmigo entonces!

Harry se levanta de la cama y comienza a buscar sus zapatos mientras luce furioso.

—Pero amor-

—¡No! Ve y dile "amor" a Beckham. ¡A mí dime Oficial Styles! —termina de colocarse los zapatos y camina a la puerta— ¡Me voy!

Harry sale del departamento y azota la puerta. Louis se para frente a ésta, aún dentro del departamento y cuenta en voz baja, 3, 2, 1...

—¡Es mi maldito departamento! —Harry entra de nuevo, por un momento olvidó dónde estaba. Pasa de largo a su novio y se sienta en el sofá, brazos cruzados y su boca se retuerce en un gesto demasiado enojado.

Louis está aguantando la risa, se esfuerza por respirar antes de romper en carcajadas y se acerca un poco.

—Amor...—no hay respuesta, el oficial está cabreado y lo ignora. —¿Harry? Amor, es una broma. Además tú comenzaste... ¿Mi amor?

Nada, el policía gira su cabeza hacia el otro lado cuando el castañito intenta hacer contacto visual de nuevo.

—Precioso... Chiquito...Bonito... Mi Cap... Guapo... contéstame mi cielo...

Todavía está de pie, Harry no lo mira, en su lugar finge ver sus uñas y desvía su mirada hacia el otro lado.

Louis camina apenas dos pasos muy cerca de su novio, pero el policía gira hacia el lado contrario, todavía ignorándolo.

Louis está disfrutando tanto esto, porque ver esta faceta del oficial es sinónimo de que está siendo él mismo, como no se lo había permitido antes.

Se acerca muy lentamente hacia el otro extremo donde está ahora y le pregunta, así casualmente. —Disculpe ¿Está ocupado? —refiriéndose al espacio junto a él.

No hay respuesta verbal, solo Harry quitando alguna pelusa imaginaria de su pijama. Lo está ignorando por completo.

Louis se sienta, muy lentamente a su lado pero entonces el oficial se pone en pie y se cambia al otro sofá. Está conteniendo su risa, es tan adorable.

El castañito sonríe, hace un gesto de V con su boca y suspira. Se levanta y limpia sus manos en su pantalón, se acerca un poco más hasta que vuelve a preguntar.

—Disculpe oficial, ¿me puedo sentar? —su mano señala el espacio vacío del sofá, cuando no obtiene más un bufido del otro hombre, decide dejarse caer lentamente lo más alejado posible y poco a poco, con la gracia de una zarigüeya comienza a acercarse hasta que sus muslos casi rozan.

Sus manos están separadas por 5 centímetros aproximadamente y sus dedos comienzan un movimiento sutil para tocar el meñique del oficial.

Cuando Harry se da cuenta, retira la mano y hace el amago de levantarse. Louis lo toma de la muñeca y lo atrae hacia él de manera que Harry cae encima, sus rostros están muy cerca y su corazón muy agitado.

—Escucha bien amor, el único dueño de mis fantasías, mis pajas, mis lubricantes y mi corazón eres tú. Ni siquiera el maldito Beckham se compara contigo, eres tú, con todo ésto —señala a su acompañante con una mirada que barre a su novio —eres el dueño de mis fantasías.

—S-suél-ta-me —intenta, falsamente enojado —Dijiste que Beckh-

—Tú comenzaste amor—lo interrumpe, roza sus labios con los contrarios pero no concreta el beso.

—P-porque quería verte celoso, —cierra sus ojos, esperando el contacto ajeno pero no llega, es apenas un roce — y en lugar de eso fui yo el que terminó mal.

Cuando se da cuenta que no habrá beso, intenta colocarse en pie pero entonces Louis los gira e invierten posiciones.

—Te odio.

—Yo te amo Guapo.

—Eres horrible.

—Eres hermoso y caliente, a ti te escribiría todas las canciones del mundo Harry y vivirías en ellas para siempre.

Harry siente que es transportado a una burbuja porque Louis es todo lo que puede ver y está bien, más que bien.

Louis entiende el desastre que puede ser Harry y no huye, él  acepta, celebra, juega, ha ofrecido sus alas, sin juzgarlo. Eso solo alborota los impulsos de Harry de respirarlo hasta que sus pulmones y su cuerpo entero tengan su perfume impregnado.

Pero quiere jugar a pelear porque sabe que las reconciliaciones son lo mejor de las peleas.

Su fingido intento por escapara queda frustrado, afortunadamente cuando Louis le interrumpe con el tono más jodidamente caliente y demandante que ha escuchado hasta ahora.

—No, no. Tú no te vas —Louis susurra todo en la boca de su novio, muy a su estilo y Harry tiene la respiración errática pero todavía se las arregla para responder.

—¡Quítate! Me hiciste enojar —el agarre es suave y Harry lo rompe e intenta nuevamente colocarse de pie.

—Ven acá mi Elfo favorito —besa su mejilla— mi Bebé —besa cerca de su oreja— Mi Cap —baja un poquito y besa —Mi príncipe —recorre la piel hasta llegar hasta la comisura de su boca y besa— Mi novio—¿Quién me tiene loquito eh?

—No lo sé. —Harry por fin enreda sus brazos alrededor del cuello del castañito y lo atrae a su cuello —A ver, síguele.

Hay una sonrisa brillante en el rostro de Louis, pero pronto se pierde en la piel del policía.

Louis ha abierto puertas hacia la felicidad y no solo las abrió, él ofrece su compañía en todo momento. 

—¿Quién me hace soñar? ¿Quién mejora mis días con su sonrisa? ¿Quién es el oficial más jodidamente sexi, apuesto, hermoso y que es solo mío? ¿Quién es?

Su voz no solo llega a los oídos de Harry, también recorre su sistema y se asienta generando una corriente eléctrica deliciosa y es tan hermosa la sensación, él anhela que las personas experimenten esto alguna vez.

—Yo, —jadea— recuérdalo la próxima vez que te hagas un maldito homenaje.

—No hay nadie más, solo tú.

Está implícita la declaración pero el mensaje que percibe es el mismo "eres mío" y Harry entiende que no es una imperante posesiva, pero se siente bien, porque aunque Louis le deja ser tan libre e individual como quiere, también esta declaración genera sentido de pertenencia de forma balanceada y él lo agradece.

—¿Por qué no le demuestras a mis fantasmas que es verdad? Vamos, quiero sentir tu amor en todo mi cuerpo.

Es el punto donde halla su equilibrio.

Louis lo besa, con hambre, demandante y Harry está amándolo más. Porque es al mismo tiempo generoso, tanto que casi duele.

Ellos crean armonías cada vez que se han besado, todo se vuelve caóticamente liberador y es fácil porque están cómodos y saben que no hay lugar para máscaras.

El alma podría engullirse de tan solo pensar en una separación porque a este punto, la sonrisa del otro se había convertido en su refugio.

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"Adoro la ambivalencia poética de una cicatriz, que tiene dos mensajes: aquí dolió, aquí sanó". Louise Madeira.

Imaginen enamorarse de su mejor amigo modelo, sentirse inferior por los cuerpos "perfectos" de los demás y alejarse de él, hasta que te encuentra y te confiesa "Eres perfecto así como eres. Siempre te he amado". ¿Qué harías? ¿Le creerías? De eso trata mi OS "Louis mide 1.72" un solo capítulo, 10 minutos, una lección de autoestima ¿Te animas? Está en mi perfil.

Me faltaron user's en la dedicatoria, los pongo en el siguiente capítulo, sin falta (no los olvidé).

Besos.

MAKI<3