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Han pasado dos días desde la última conversación entre Louis y Harry y no han vuelto a tocar el tema anterior pues Louis comprende que puede ser doloroso. Así que está enfocado a brindarle solo buenos momentos, tantos como su imaginación y la disposición del oficial le permitan, al fin de cuentas; Louis tiene una gran creatividad.

La puerta del castaño suena con tres golpecitos y Louis sabe de quién se trata, la dinámica ha cambiado un poco y ahora es Harry quien se detiene en el departamento de Louis todos los días en lugar de pasar de largo, si le preguntan dirá que es por lógica, pero la verdad es que Louis se lo propuso así y Harry...pues él ha cedido sin protestar.

Gobernado? No! Gobernadísimo.

Louis acomoda su cabello antes de abrir y camina de prisa hacia la puerta, y ahí lo tiene, puntual como un relojito suizo, gallardo en su bonito uniforme y con el puto cejo fruncido, es decir; igual que siempre.

—Buen día Tomlinson.

—Días... —se acerca un poco más a su boca y le susurra —porque "buenos" van a ser cuando despertemos juntos.

La sonrisa en el oficial es honesta y no puede evitar sentir un calentón en el pecho y apenas emite respuesta —Mi oreja está más arriba —susurra también pero no se aleja.

—Lo siento amor, yo susurro así, no intentes cambiarme. —Louis se aparta un poco pero sigue en su espacio personal y Harry ahora está mirando fijamente los labios ajenos, la forma en como Louis los humedece o los mueve, como una canción que hipnotiza al policía. Harry se pregunta si adentrarse en ellos estaría permitido para él, o si el castaño le permitiría morderlos tan suave que disfrute de su textura o si le dejaría ser salvajemente mordisqueados hasta que ambos estén rojos y destruidos —¡Cap! ¡Cap!

—Sí —responde en automático y no tiene la menor idea de lo que están hablando su vecino pero vamos, a estas alturas Harry es capaz de reconocer para sí mismo que; le dría que sí incluso si le pidiese la Luna.

—Sí qué? —juega el castaño porque sabe que Harry está perdido.

—Lo que dijiste —él no tiene idea de lo que habla Louis, se perdió en sus pensamientos y en imaginar lo que se sentirá besarlo de la manera que sus propios labios suplican.

—Entonces así quedamos...nada de hablar con la cocodrila esa, no quiero que le aceptes nada okay? Podría darte agua de calzón!

—¡Tomlinson!

—¡¿Qué?! Existe y no voy a arriesgar el matrimonio.

—¿No crees que te adelantas demasiado?

—Por supuesto que no, algún día tus calzones y los míos estarán dispersos en la misma habitación.

El policía ríe nuevamente mientras Louis le mira de esa forma ladina que Harry reconoce que le encanta.

—Me estás asfixiando —dice con falso cinismo porque en realidad está más que cómodo con la cercanía de Louis —dame espacio.

—No te quiero dar espacio —responde mordisqueando el lóbulo del oficial, disfrutando los pequeños espasmos que provoca en él —te quiero dar...despacio.

Harry se atraganta con su saliva y se aleja, su rostro luce estúpidamente ruborizado y es la masita más sexy y linda que Louis haya visto.

—Tomlinson contrólate.

—Contrólame tú Cap... Oye —dice con esa voz seductora que se ha convertido en uno de los sonidos favoritos del oficial —¿Podrías decirme si es verdad que mi perfume huele a lluvia?

Harry piensa que escuchó mal. No entiende la pregunta pero en cuanto Louis ofrece una parte de la tela de su camisa Harry se acerca a olerlo. Louis se pega lo suficiente para que sus cuerpos choquen y ladea su cuello, involuntariamente la nariz del oficial se dirige hacia éste y acaricia un poco sobre la piel. El movimiento de Louis es tan rápido que el oficial no tiene tiempo de preverlo pero no se queja cuando el castaño le deja un beso muy cerca de la comisura de sus labios. Harry está muy ruborizado y sorprendido pero no hay tiempo para decir nada cuando son interrumpidos.

—Buen día cariño —dice la señora Elizabeth, una anciana que vive frente al departamento de Louis — ¿Quién es él?

Louis se endereza, completamente orgulloso y se posiciona por delante de Harry —éste de acá —dice, mientras toma las manos del rizado y las cruza por delante de su propio estómago de manera que quedan en un perfecto abrazo y tal como Louis pensó, Harry se inclina sobre él para no dejarlo incómodo —es mi novio y dice que siempre me adelanto a todo —Harry le da un leve pellizco y lo mira por encima de su hombro mientras que Louis sonríe travieso —bueno todavía no es mi novio, pero lo será.

—¡Oh! —dice la mujer y hace un pequeño puchero y parece triste —entonces ¿Ya no te presentaré a mi nieto? ¿Recuerdas que te hablé de él? Llega mañana y estará una temporada conmigo.

Cuando Harry escucha, instintivamente aprieta más el agarre y ahora su mirada de asesino está de vuelta, dirigida a la pobre mujer. —No. —dice el policía, la respuesta salió sin pensarla y es fuerte, ni el propio Harry lo pudo controlar pero es que cuando se trata de Louis, él macho alfa que vive dentro, se descontrola.

—Es muy amable señora Elizabeth, estoy seguro que su nieto es encantador —los brazos del policía rompen el abrazo en cuanto escucha eso y regresan a su posición original, completamente rígidos y los hombros se cuadran a medida que el cuerpo entero del oficial se aleja del castaño. Louis no quiere una distancia con Harry así que se apresura a encontrar su mirada pero él la esquiva —pero Harry es todo lo que puedo ver ahora y temo que es para siempre.

—De acuerdo,—responde decepcionada —pero si cambias de opinión, mi Michael es un pimpollo! — Ella guiña un ojo y se retira.

Harry también está retirándose, sus pasos son tan largos que Louis debe correr para alcanzarlo.

—¡Cap! Espera.

Louis está a un paso de él pero Harry se aleja, luego se detiene y Louis también, gira de nuevo y lo mira, da media vuelta para enfrentarlo y el castaño lo imita en exactamente todos sus movimientos como un espejo. 

Han vuelto a ser dos niños, uno enojado y haciendo berrinche, el otro intentando contentarlo.

—¡Deja de seguirme!

—Deja de correr.

Ambos se detienen, están frente a frente y se miran a los ojos sin desviar la vista. Harry tiene esta cosa quemando en su pecho y es incómoda porque arde y lo enfurece en demasía porque ¿Por qué esa mujer va a presentarle a su nieto? Y... ¿Un maldito pimpollo? ¿Qué significa eso?

Louis luce precioso, con los rayos de sol acariciando su piel y Harry se reta a sí mismo a no concentrarse en el ángulo perfecto de su mandíbula, ni en los pómulos perfectos, se obliga a no encontrar bellísimos esos tres lunares pequeños que adornan su mejilla porque él está celos- ¡no!

No lo está ¿o sí?

Louis lo está mirando, igual que a un bebé, un enorme bebé celoso y berrinchudo pero, le encanta.

—¡¿Qué?! —grita cuando ve que Louis sigue ahí.

—¿No te vas a despedir?

—¡Oh! ¡¿Ahora quieres que me despida?! —hay una molestia visible en su voz y en todo su lenguaje corporal, su nariz incluso parece más grande cuando resopla y su mandíbula está contraída —Claro, como tienes un "pimpollo" a quien conocer, me das por culo ¡Pues al diablo! ¡Quédate con el maldito pimpollo y a mí déjame en paz!

La sonrisa de Louis está bailando en su rostro pero no la deja salir. Harry se cruza de brazos y su postura es rígida, así que Louis lo imita y cruza también sus brazos. El oficial levanta el rostro y crece dos centímetros así que Louis hace lo propio y crece quizá un centímetro nada más. Las miradas dicen más de lo que creen.

—...

—No estés celos-

—¡No estoy... eso! —dice porque no se atreve a pronunciar la palabra, ya que obviamente no lo está.

—Sí mi amor. Lo que tú digas.

—¡Tomlinson!

—Esa voz es la que quiero que regañe a mis hijos.

Harry lo mira sorprendido —¿Te gusta mi voz? —pregunta, porque siempre creyó que su voz era estúpida.

—Sí —responde coqueto — Me la imagino gritándome ¡Más, más, más!

—¡Tomlinson!

La risa del castaño es bellísima y absolutamente brillante —Cap, no me importa qué tan encantador sea ese pimpollo. No me va a gustar.

—¿Así que no te gustan los tipos encantadores? —bufa, porque el sentimiento sigue ahí.

—No. A mí me ponen los gruñones con cara de...—Harry está esperando un adjetivo poco cualitativo pero se sorprende, Louis siempre lo sorprende —¡preciosura hermoso así como tú!

—Basta...tú puedes hacer lo que quieras.

—Harry, —enfatiza —ni el calzón se me había metido tanto como tú! ¿Cómo crees que me va a gustar otro? Eres el número 1.

—Respuesta equivocada Tomlinson —dice y esta vez camina rumbo a la salida porque han llegado hasta este punto —No quiero ser el número uno, quiero ser el único.

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"Y a ti que me lees, espero que finalmente, después de pasarte la vida corriendo, un día alguien te atrape y te proteja, lo mereces".

Mil gracias por leer, votar y comentar. Sus comentarios me hacen sonreír como psicópata todo el día.

¿Dedicatorias? (tengo miedo de poner dedicatorias, he visto que curiosamente cuando lo hago, algunos de esos user's no vuelven a votar o comentar ☹, espero que esta vez sea diferente)

No sé si les guste este capítulo, me sentí insegura de subirlo pero bueno. He tenido los peores días con mucho trabajo pero ojalá les haya hecho sonreír. Besos...

MAKI<3