Los años fluyen como agua de río. A veces es cristalina, limpia y pura mientras que en otras ocasiones, la tempestad cae, enturbia y arrasa con todo a su paso. El panorama que queda al concluir el caos puede verse desolador y sombrío, pero el río debe desbordarse en algún momento para traer un nuevo comienzo.

Igual que las rocas azotadas por la corriente, los Alfas se debilitan con los años. Y luego de once años y tres generaciones de descendencia fuerte y peculiar, el tiempo del jaguar negruzco dominante llegó a su fin, dando paso al próximo Alfa y recordándonos que a veces, los años de experiencia no son suficientes.

El cuerpo de Jungkook no puede con el agotamiento y cae rendido contra el suelo al intentar dar otro paso, al menos tres kilómetros fuera de lo que alguna vez fue su territorio. Alejado por completo del abrevadero.

Es un milagro que siga con vida considerando la herida que tiene en el costado derecho del abdomen y la poca visión tras perder el ojo izquierdo durante la pelea. El félido, cansado y herido, cambia sin poder evitarlo.

Si bien el cuerpo humano no presenta cortes y mordeduras sanguinolentas, los golpes y fracturas yacen internos, resaltado los músculos desgarrados y provocándole mucho dolor. Sin mencionar la coloración morada en la piel magullada de casi todo su cuerpo.

Lo que le espera a un Alfa desterrado es morir lo más alejado de su antiguo hogar en completa soledad y la verdad, Jungkook no tiene problemas con ello. Es el ciclo natural después de todo, siempre estuvo consciente de ello y acepta su inminente destino con la frente en alto, a pesar de lo vergonzoso que podría requerir para otros.

Si morirá lo hará tranquilo, sin nada por lo cual deba arrepentirse: Vivió y amó intensamente hasta el último momento y, lo más importante, protegió a su Taehyung hasta el final.

Pensar en el guepardo, en el hecho de que su último recuerdo sea verlo escapar mientras él se quedó atrás a luchar con todas sus fuerzas, es más doloroso que las heridas y huesos rotos.

Con dificultad, Jungkook gira el cuerpo y acaba boca arriba sobre la arena desértica. El cielo nocturno luce hermoso y las luces brillantes se ven tan cercanas que casi puede tocarlas, despues de meses escondidas entre las nubes.

Los temporales de lluvia recién terminados. Al fin su temporada menos favorita del año había concluido y Taehyung esperaba con emoción ver de nuevas las luces del cielo junto al jaguar.

Jungkook recuerda tan vívido cada momento con el guepardo a lo largo de los años: La sonrisa hermosa junto con los iris de lava intensos, la cabellera rubia y suave al tacto. La cómica y aguda voz que su amado hacía al disgustarse por no poder capturar nada para la comida de la tarde y al anochecer, los suaves gemidos que brotaban de los labios de Taehyung cuando lo tocaba y se fundía en un solo cuerpo.

La cueva que hizo su hogar y donde inmortalizaron en la piedra sus figuras animales, el colorido campo floral que rodeaba su territorio, el río donde disfrutaran zambullirse hasta el amanecer...

Su primer y tímido beso en los labios una semana después que la primera camada de cachorros se marchara, iniciada por el propio Taehyung.

Sí, su hermoso Taehyung y cada uno de sus preciosos cachorros, fue sin duda lo mejor que pudo pasarle a Jungkook.

Y sonríe sintiéndose afortunado, pensando en el guepardo y deseando que pueda encontrar un lugar seguro donde pueda rehacer su vida. A diferencia de él, Taehyung tiene una segunda oportunidad.

Si Jungkook llega a sobrevivir, le resta una vida difícil atormentado por dolorosas secuelas, zonas limitadas para cazar y por supuesto, cuidarse la espalda constantemente para no convertirse en el alimento de otro. Y si llega a morir en pocas horas, bueno, al menos su padre, madre y el pequeño Hissato estarán esperandolo en el otro mundo. Eso se oye bien.

Por ahora quiere cerrar los ojos y convencerse de que todo estará bien. Y tal vez dormir y desconectarse un momento le ayude a no pensar en su futuro o en Taehyung. Es más difícil dejar de pensar en Taehyung.

Va a extrañar tanto al guepardo y Jungkook espera poder conseguir el perdón de su guepardo en algún momento, aunque nunca pueda escucharlo de su boca.

Su respiración es lo único que escucha, luego un sollozo y después un lamentable llanto cargado de impotencia, ira pero sobre todo tristeza. Demasiada tristeza.

—Lo siento Taehyung, perdón por perderlo todo. —Jungkook descarga la pesadez de su corazón sin importar que su cuerpo se sacuda en espasmos dolorosos.

Ya no le queda nada más que sus recuerdos.

Entonces, un chasquido se escucha a lo lejos.

Al principio cree que es su memoria jugándole una mala pasada pero con el pasar de los minutos, el chasquido se acerca y no sólo eso; Jungkook oye su llamado, aquel que su Omega creó especialmente para él. Una y otra vez.

Atónito, el jaguar ladea la cabeza y en el horizonte, puede ver una mancha rubia con rosetas aproximarse y levantar el polvo a sus espaldas. Su mirada se llena de lágrimas al apreciar al guepardo correr desesperadamente hacia su dirección.

—¿Taehyung...? —¿Acaso murió o las heridas le hacen alucinar por el dolor?

No, nada de eso: Esto es real, así de simple.

Taehyung frena como puede y junta su cabeza felina contra el costado de Jungkook. Resopla, ronronea, gruñe, llora horrorizado por el estado de su Alfa usando chillidos y vocalizaciones graves.

Está fuera de sí pero al fin puede tranquilizarse un poco después de dos días de búsqueda exhaustiva y pensar en el peor de los escenarios.

—¡Te alejaste mucho, idiota! —Regaña tras cambiar, Taehyung se oye furioso y su cuerpo no se ha recuperado del cansancio.

Su expresión sin embargo se distorsiona y refleja su verdadero sentir, con lágrimas amargas deslizándose sin poder ser contenido. La mano temblorosa del guepardo acaricia la mejilla contraria y un quejido se atora en su garganta al ver que el jaguar perdió un ojo.

Una angustia indescriptible atravesando el cuerpo del jaguar.

—No, ¿Qué haces? No deberías estar aquí.

—No hables y quédate quieto. —Taehyung examina cada extremidad, memoriza qué partes en el jaguar no debe mover a base de los quejidos que escucha y luego, oprime el enorme moretón al costado del cuerpo contrario.

Le duele, pero Jungkook lo soporta sin problemas. Esto lo tranquiliza un poco; Sí, él está mal pero no es tan grave como se pensó. Hay esperanzas.

—De acuerdo. Solo hay que mantenerte quieto hasta que tu cuerpo se recupere y puedas cambiar. Así sanarás rápido. Necesito limpiar la herida de tu rostro, no, primero hay que llevarte a un lugar seguro y...

—¡Necesitas huir, no seas tonto! —Jungkook tiembla víctima de la desesperación— Cualquier Alfa que se tope contigo a mi lado te matará, ¡Vete!

—¡Dije que no hablaras, Jungkook!

— ¡No podrás protegerte si intentas acercarte a ti! ¿No lo entiendes? —El jaguar trata desesperadamente de hacerle entrar en razón, sin éxito.

—¡Puedo defenderme solo! ¡Lucharé!

—¡No! Tienes que irte.

—Basta, Jungkook.

—Vete.

—¡Jungkook!

—¡VETE!

—¡TE DIJE QUE NO PELEARAS, ESTÚPIDO! —El gruñido que brota desde su pecho refleja toda su angustia contenida, finalmente explotando— ¡¿Por qué aceptaste?! ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ TIENES QUE SER TÚ EL QUE ACABE DESTRUYÓ SIEMPRE?!

Taehyung llora desconsolado; Rabia, impotencia, temor, culpa y más emociones se mezclan entre sí mientras se deshace de rodillas.

— Porque te hubiera matado y no iba a permitir eso. —Jungkook intenta apaciguarle con una sonrisa— ¿Te lo prometí, no recuerdas? Nunca sufrirías de nuevo. Por ti haría cualquier cosa, Taehyung... Pero creo que al final, no pude cumplir con mis palabras. —Baja la mirada agotada, decepcionado de sí— Aún si logro superar esto no podré luchar más y seré un obstáculo en tu vida. Ya no soy el más fuerte por eso, te lo suplico; Aléjate y huye lo más lejos que puedas.

— No...

—Taehyung, salvate. —Lentamente, la mano del Alfa se acerca hasta que la punta de sus dedos lograron rozar el vientre del Omega, donde una diminuta curvatura es perceptible— Sálvalos, por favor.

¿Cómo podría no haber luchado? De no hacerlo el nuevo Alfa hubiera matado a Taehyung con tal de destruir los cachorros del antiguo dominante. Jungkook hizo lo correcto, protegió a su familia y ahora, le toca a Taehyung cuidar de sus cachorros lo más lejos que pueda.

—Taehyung... Vete.

— No.

—Huye, Taehyung.

— No no. ¡NO! ¡No pienso dejarte aquí, Jungkook! Aunque mi maldito instinto me grite que huya, no te voy a abandonar. ¡Ya basta! —Taehyung limpia sus lágrimas y furioso, le contesta inmutable. Decidido— No pienso quedarme viendo como te lastiman sin hacer nada. ¡Nunca más! ¡Así que no me pidas que corra y te deje atrás como un cobarde porque no lo haré! ¡No me subestimes!

El guepardo toma la mano de Jungkook, la coloca sobre su mejilla húmeda y se talla contra la palma áspera.

—Ya hiciste suficiente, ¿De acuerdo? Jungkook, ha sido mi protector desde que te conocí pero ahora es mi turno, así que no te rindas porque yo no lo haré, nunca... Nunca, Jungkook. —El jaguar rompe en llanto mientras Taehyung ronronea para él y besa su mano— Te amo y quiero estar contigo siempre, como humano o como animal, te seguiré para toda la vida.

Taehyung ama la naturaleza, ama sentir el cosquilleo del pasto sobre sus pies, correr en sus cuatro patas y beber el agua cristalina de los manantiales con ayuda de sus manos. Ama ser un guepardo con la habilidad de transformarse en un humano.

Pero ama más a Jungkook y está dispuesto a sacrificar una parte importante de su alma con tal de permanecer a su lado, como el jaguar lo hizo en su momento.

—Todo estará bien, lo promete. Encontraremos un buen lugar para criar a nuestros cachorros. Soporta un poco más y vamos a verlos crecer. —Jungkook asiente llorando, dejándose amar por su Omega que le ronronea con cariño y recibiendo un corto beso en los labios— Ya no llores... Taehyung te cuida .

Con el pasar de las horas, Jungkook logra ponerse de pie y apoyó en el guepardo, se marchan para nunca regresar.

En el abrevadero no se supo más del jaguar negruzco y su pareja guepardo. Algunos intuyen que Jungkook murió a manos del nuevo Alfa, otros juran que Taehyung desaparecerá con vida siguiendo a su amada pareja.

El río mientras tanto continúa fluyendo, sigue su curso y devora todo aquello que se queda atrás.

La roca, su pequeño y cálido refugio terminó consumido por la maleza y con el tiempo, rodeada de flores coloridas y enredaderas verdosas. Pero no hay que sentir tristeza, tal vez en un futuro pueda ser el nuevo hogar de otro joven e inexperto leopardo, león o de algún guepardo negruzco que sin saberlo, es llamado a sus orígenes más lejanos.

La vida y los días transcurren con normalidad.

Y a kilómetros lejanos de todo lo salvaje, una familia de cambiantes se establece cerca de humanos y otros de su misma especie: un jaguar negruzco, un guepardo de mirada rojiza como la lava y dos pequeños cachorros.

Un nuevo amanecer llega, y Taehyung y Jungkook están preparados para vivirlo al máximo hasta su último respiro. Hasta que el reloj biológico se detenga y el ciclo de vida natural llegue a su final.

Pero por el momento, recibir un beso de su amado jaguar y escuchar las risas de sus niños es más que suficiente para Taehyung.

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Fin.

Espero que les allá gustado mucho, se a terminado con éxito esta adaptación y espero volverles a ver en las que quedan, muchas gracias por dar un apoyo muy inmenso a esta adaptación, gracias.