₊ ꒰ ୨🍃୧ ꒱ ₊ EXTRA 5: Nido vació.
Tres machos y dos hembras guepardo de un año y dos meses caminan tranquilamente en hilera, siguiendo los pasos de papá.
A simple vista no podrías diferenciarlos, han crecido tanto que están a punto de alcanzar la estatura de su padre Omega y, considerando que siguen siendo niños, Taehyung está seguro que serán igual de grandes como su otro padre cuando alcancen la madurez.
Y hablando de, el Alfa peli negro camina de buen humor al final de la fila, andando en su forma humana y portando "pieles largas" que cubren la desnudez inferior de su cuerpo.
Colgando en la espalda, Jungkook porta un arco con flechas a modo de protección. Es un camino poco usado por cambiantes así que no debería haber problemas.
Tan pronto uno de los cachorros se distrae o atrasa del resto, el jaguar negruzco los incentiva a retomar el camino. En esta ocasión le sonríe a la guepardo mientras le anima a continuar, recibiendo un gruñido poco amistoso al verse obligada a dejar en paz a ese escarabajo brillante que llamó su atención. Malhumorada y todo, ella siempre obedece.
Es idéntica al Omega, la única cachorra de la camada que posee iris rojizos y es un poco más salvaje que sus hermanos y hermana. Pero sin duda alguna Kaalah, como Taehyung la llamó, es la más protectora de la familia. Siempre cuidando de los suyos.
Ha sido maravilloso ver crecer a los cachorros, apreciar de cerca las conductas y personalidades que los diferencian del otro y por supuesto, vivir el proceso en compañía de su amado Omega lo vuelve más especial.
Desde el incidente con la tríada de leones, la relación con el guepardo ha tomado un rumbo diferente. Se hicieron más cercanos, más unidos: son de hecho una pareja establecida y Jungkook no puede evitar agitar su cola felina cada vez que piensa en ello.
Adaptarse es un reto que aún afrontan sin temor y con la mente abierta. De hecho, la primera vez que Taehyung se mostró meloso y lo llamó "mi Alfa" fue mientras estaban acurrucados en el nido después de un largo día de cacería. Fue repentino, tanto que el angustiado guepardo creyó que hirió de alguna manera a Jungkook cuando lo vió conmovido hasta las lágrimas.
El curioso vínculo que poseen crece y se fortalece con el pasar de los días. Y no sólo eso...
Sorpresivamente Taehyung ha mostrado interés por las conductas humanas durante los últimos meses, en especial por las tácticas de caza y defensa a raíz de observar a Jungkook.
Él es muy bueno atrapando antílopes siendo un guepardo, pero le es imposible hacerlo si se transforma en un humano. Jungkook en cambio se siente más cómodo cazando con sus manos humanas, y en el instante en que Taehyung le pidió que le enseñara el jaguar aceptó sin problemas mientras agitaba sus orejas.
Lo que Jungkook se ha encargado de explicar y ejemplificar, Taehyung logra dominarlo en tan poco tiempo que es asombroso, con pequeños detalles fáciles de corregir. Su guepardo tiene habilidades e inteligencia nata, ¡Y hace unas flechas increíbles!
Por si fuera poco, también es un excelente maestro: Jungkook ha aprendido tanto con el guepardo que se siente más conectado con su contraparte animal y puede aprovechar al máximo las habilidades adquiridas una vez se transforma en jaguar.
Taehyung es un buen rastreador, un estratega por excelencia y a veces, el lívido sexual de Jungkook se descontrola un poco cada vez que lo ve en acción.
¿Cómo no caer ante la tentación? La manera sigilosa en la que Taehyung acecha y busca un objetivo en específico es casi hipnótico.
La mirada intensa y rojiza atenta a cualquier movimiento, el elegante y esbelto cuerpo con músculos fuertes que de un momento a otro corre a una velocidad impresionante hasta alcanzar a su presa, es sin duda un espectáculo digno de admirar.
Su Taehyung es increíble, es independiente, dominante, orgulloso y por supuesto, tan hermoso y único que Jungkook a veces no puede creer que ese asombroso y cruel félido manchado con la sangre de su captura, es el mismo que en la intimidad de su nido disfruta acurrucarse en su regazo y restregar cariñosamente sus mejillas sonrojadas con ronroneos tímidos de fondo.
El apoyo y respeto que sienten por el otro está a la par del amor y las notorias muestras de afecto que Jungkook, siendo el más expresivo, se encarga de demostrarle a un nervioso Taehyung cada que puede.
Ama su nueva vida; ama a Taehyung, a sus bebés. No los cambiaría por nada aunque en ocasiones, hay momentos en los que extraña a su tribu a la cuál tuvo que dejar atrás para seguir a su nueva familia.
Pero este día es diferente, y Jungkook no puede ocultar su emoción desde que despertó.
Horas de caminata después, el asentamiento humano se divisa a lo lejos: Hoy conocerían a la tribu de Jungkook, algo que el jaguar nunca pensó que pasaría.
Hace aproximadamente una semana, Jungkook conversó con un integrante cambiante de la tribu y él trató de convencerlo para que fuera de visita junto con su nueva y pequeña manada. Esperando desde ya un rotundo no, Jungkook le comentó a detalle sus planes y se llevó una sorpresa cuando Taehyung accedió tras pensarlo.
Taehyung no es estúpido. Ha adquirido la habilidad de leer el estado de ánimo del jaguar negruzco a lo largo de los meses y sabía de antemano que no estaba del todo bien. Tal vez le hacía falta ver a los suyos, después de todo creció con ellos y para el Alfa debe ser difícil adaptarse a un nuevo entorno con reglas muy diferentes a las que estaba acostumbrado.
Sí, desde hace tiempo Taehyung quería darle algo a cambio por todo lo que Jungkook se esfuerza por ellos. Y si ver a su manada significaba mucho para él, podría intentarlo.
Como se esperaba, Jungkook se alegró al instante, lo abrazó, le dijo un sinfín de palabras cursis y en algún punto se emocionaron más de la cuenta y bueno, terminaron apareándose... Y fue grandioso. Taehyung aún conserva con orgullo la marca sobre su nuca y le gusta presumirla.
En fin.
Jungkook se adelanta un poco y el guepardo Taehyung observa a algunos niños humanos acercarse al jaguar. Ellos hablan y usan el lenguaje humano que no comprende pero por sus expresiones, sabe que están alegres por ver a Jungkook.
Pronto los niños corren de regreso, gritan emocionados mientras Jungkook les indica que avancen. Al cruzar una división hecha por palos entretejidos entre sí, el resto de la "manada" y más humanos empiezan a salir de lo que Taehyung piensa, son sus respectivas "madrigueras" con techos fuertes de paja y madera.
Los humanos tienen el pelaje negro en su mayoría, algunos incluso poseen las mismas rosetas de jaguar en la piel pero sin orejas y cola animal. Jungkook se deja abrazar por ellos y otros cuantos miran al guepardo y a los cachorros, con sonrisas amigables en el rostro.
Pero la repentina aparición de los humanos y el nerviosismo de los cachorros que se esconden tras él, lo ponen instintivamente alerta. Algo reacio, Taehyung empieza a retroceder y sisea tan pronto un par de humanos arrugados intentan acercarse.
Las personas se detienen, dicen algo en su lenguaje y retroceden sobre sus pasos, respetando el espacio que Taehyung exige a gruñidos.
Jungkook se apresura y se hinca a la altura del guepardo.
—Está bien Taehyung, ellos no te lastimarán. No estás en peligro... —Jungkook sonríe y acaricia la cabeza y orejas del nervioso félido— Nadie lo está. —Habla, esta vez dirigiéndose a los cachorros que se acercan a su padre Alfa y se tallan contra su cuerpo a modo de relajarse— Lo prometo.
Jungkook junta la frente con Taehyung y el guepardo intenta mantenerse en calma. Sabía que sería difícil pero le está costando más de lo que pensó.
El jaguar se encarga de mimar a su familia hasta que uno de los cachorros negruzcos toma la iniciativa de acercarse a los humanos.
Dakári es precavido y si bien no hay indicios de algún ataque sorpresa, Taehyung se mantiene en alerta máxima, observándolo. Jungkook continúa acariciando al Omega e insiste que todo está bien.
Tal como Jungkook prometió, los ancianos reciben al cachorro con caricias suaves en la cabeza y sonríen contentos. Esto parece ser suficiente para que el guepardo negruzco se ponga a ronronear y haga que el resto de sus hermanos se sientan con más confianza.
Poco a poco, los guepardos se integran con los humanos que intentan ser lo más precavidos para evitar que se asusten. Taehyung suspira ruidoso y ronronea un poco al tallar su cabeza contra el Alfa.
—¿Estás listo? —Jungkook susurra entretenido con la oreja de Taehyung— Hazlo cuando gustes.
Taehyung retrocede unos centímetros y sintiéndose más en confianza, cambia. El guepardo esbelto se convierte en un humano de piel pálida, pelo rubio cenizo y ojos profundamente rojizos. Es un Omega hermoso e intimidante a la vez.
El félido agita la cabeza y sus orejas como es costumbre al finalizar un cambio. Al verlo, los cachorros siguen a su padre y mutan a su piel humana: niños humanos de aproximadamente diez años batallan un poco al ponerse de pie y caminar con sus extremidades humanas. Recién adquirieron la habilidad de transformarse así que el equilibrio y fuerza en las piernas se daría conforme más se conviertan.
Y hablando de los cachorros, su apariencia es en gran parte parecida a la de Jungkook; pelo rizado, ojos verde esmeralda y pecas junto con algunos cuantos puntos salpicando la piel ligeramente pálida. A excepción de la niña rubia de ojos rojizos y Khalid quién es una mezcla de los rasgos de ambos, se podría decir que Taehyung calcó casi a Jungkook un par de veces.
Los humanos se aglomeran a su alrededor emocionados, ellos están acostumbrados a tratar con cambiantes pero es la primera vez que ven a guepardos negros.
Algunos señalan que son adorables, otros comparan su pelo oscuro con el rubio de las dos cachorras. Los niños humanos se acercan a los guepardos, curiosos al ver sus orejas animales.
El guepardo Omega también llama la atención y hay una palabra que se repite mucho hacia su persona, una de las pocas que Taehyung logra comprender debido a que Jungkook a veces se la dice al despertar, en su lengua madre: ki'ichkelem, o "bonito".
Jungkook asiente y concuerda ante cada halago que recibe el Omega. Por otro lado, Taehyung no sabe cómo interpretar la repentina sensación cálida situada en sus mejillas así que se pega lo más que puede a su Alfa.
Pronto, una mujer humana y pequeña se abre paso hasta llegar a Jungkook, muy emocionada. Al percatarse de su presencia, Jungkook se aparta un poco y la abraza, hay un par de lágrimas corriendo por sus mejillas, mismas que Jungkook limpia mientras intenta consolarla. Taehyung la observa porque es parecida al Alfa y a Malhaya, la otra de sus cachorras.
El guepardo los mira a detalle y tras repetir la acción de ver a uno y luego al otro un par de veces más, comprende que es la madre de Jungkook.
Entonces, la pequeña peli negra dirige la mirada hacia su dirección y le sonríe. A su lado y portando casi la misma sonrisa, Jungkook extiende la mano y con esto le pide acercarse. Despacio, Taehyung termina accediendo y Jungkook guía su mano hasta que termina siendo sostenida por la mujer.
—Bienvenido, Taehyung. Al fin puedo conocerte. —Con un acento mucho más marcado que el de Jungkook, la mujer no deshace la sonrisa— Me llamo Cristal.
—¿Cristal?
—Sí, justo así. —Otra humana llega sosteniendo algo que la madre de Jungkook toma y le entrega segundos después— Espero te sientas en casa, cariño.
Cristal centra toda su atención en los cachorros que se aglomeran cerca de la mujer.
Mientras ella se sienta en el suelo y se deja tocar amablemente por los curiosos niños, Taehyung analiza de cerca las pieles de colores y tramados extraños casi idénticos a los que porta Jungkook. Bastante confundido, el Omega de dirige hacia el jaguar.
—¿Qué es?
—Es ropa, Taehyung. Quieren que te cubras con esto, como yo. —Taehyung luce confundido y ladea la cabeza.
—¿Por qué?
—Bueno, el pudor es difícil de explicar...
—De acuerdo, ¿Cómo se coloca?
—Permíteme. —Jungkook desdobla los dos trozos de tela y empieza a envolverlos al rededor del cuerpo de Taehyung. El guepardo observa atento, dócil y levanta un poco las manos para darle espacio a Jungkook.
Él lo viste despacio y suave, sobre todo cuidando que la cola animal pase por la pequeña apertura y Taehyung pueda agitar y mover la larga extremidad sin problemas.
Una y otra vez, un trozo largo de tela da vueltas sobre la cintura de Taehyung con la finalidad de sostener las otras prendas, y Jungkook hace un nudo con lo sobrante que queda al costado izquierdo del cuerpo del Omega.
El jaguar negruzco compone la postura y al colocarle un par de collares, da por finalizada su tarea.
—Listo. —El Alfa sonríe maravillado con la silueta de su pareja tras asegurar y dar los últimos retoques a la tela y dobladillo principal que se envuelve la cintura del Omega.
Los colores marrones, amarillos, rojos, unos toques azulados y naranjas decorando la tela contrastan muy bien con Taehyung. Los collares tradicionales embellecen su cuello y clavículas.
—¿Qué tal?
Taehyung se observa lo mejor que puede y toca la tela de forma experimental.
—No sé, se siente pesado, raro, pica... No me gusta Jungkook. —Concluye, bajando las orejas y agitando su cola felina, malhumorado.
Jungkook ríe y sonríe comprensivo, acariciando los hombros pálidos.
—Lo sé, bonito. En un rato no sentirás que lo llevas puesto.
Taehyung no está seguro de ello y se puede notar en la manera en que aplasta sus orejas felinas. No obstante no tiene intención de quitarse la piel extra y faltar el respeto a la manada de Jungkook.
—¿Ellos también deben cubrirse? —La mirada rojiza ahora se dirige a los alegres cachorros.
—Sí.
—¿Me enseñas a hacerlo? —La cola felina de Jungkook se agita emocionada.
—De acuerdo.
Uno a uno, los cachorros se adaptan a la vestimenta y superan con éxito la incomodidad inicial. Con el pasar de los minutos Taehyung se relaja por completo y Jungkook es lo doble de feliz.
Oficialmente, toda la tribu les da la bienvenida.
Conoce a lo que los humanos llaman fuego y sabe que es peligroso. En épocas de sequía es común que algunas zonas ardan debido al fuerte sol y a las repentinas rachas de aire caliente.
De cachorro Taehyung, su madre y hermana tuvieron que huir de un incendio que estuvo a punto de cobrar sus vidas. Aquel suceso logró traumatizarlo por un largo tiempo.
El fuego no se toca, si ves fuego debes huir, así que Taehyung está demasiado confundido y nervioso al ver a los humanos crear este elemento con ayuda de la fricción de dos trozos de madera y hierva seca.
Como puede llama y toma a sus niños. Los mantiene a distancia ignorando la negativa de los pequeños. Estar bajo el fresco techado de palmeras al parecer es aburrido para los cachorros, pero a diferencia de ellos Taehyung tiene la piel sensible así que debe tener cuidado con las quemaduras solares.
A su lado, Jungkook le explica detalladamente qué intentan hacer pero el guepardo no presta atención. Sigue concentrado en el fuego y listo para escapar junto con sus hijos de ser necesario.
Para su alivio, el fuego permanece bajo control y no se descontrola hasta formar muros de muerte que puedan lastimarlos.
Asombrado, Taehyung agita las orejas y mira a los humanos colocar cosas dentro del fuego. El jaguar dice que se llama olla y que están preparando de comer. Los cachorros aprovechan el descuido y se escapan para seguir jugando.
El estofado como dice Jungkook, huele agradable y Taehyung mira a detalle como las mujeres echar un montón de cosas y "hojas" a la cacerola que arde en las llamas. Pero lo más llamativo viene cuando los hombres traen un gran pedazo de carne, ¡Y lo ponen en el fuego! El guepardo está en completo shock porque desde su ingenua perspectiva animal, han arruinando por completo la cacería.
Riendo, Jungkook insiste que todo está bien. Taehyung tiene sus dudas, aunque debe admitir que huele bien... Algo quemado, pero bien. Es extraño.
Cuando la comida está lista tiempo después, la madre de Jungkook se acerca y reúne a los cachorros junto con sus padres. Tras servirles a los pequeños, la mujer le da su respectivo cuenco de estofado y después, ofrece la carne cortada en cubos e insertados en una vara de madera.
—¿Deseas probar? —Cristal pregunta amigable, no obstante Taehyung alza sus cejas y luego las frunce.
—¿Se puede comer? —Pregunta, aún confundido.
—¡Por supuesto! —Dudoso, Taehyung mira a Jungkook quien le sonríe de inmediato.
—Puedes probarla o no. Como gustes.
Taehyung mira la carne y sin apartar los ojos, cede y agarra la comida. Gira la brocheta entre sus dedos, pensando si es buena idea. Cristal y Jungkook esperan pacientes.
Aceptando el reto, el guepardo decide por comer un pedazo y al instante, sabores que jamás había experimentado danzan y hacen de las suyas en su boca. La cola felina se retuerce al mismo tiempo que sus orejas se mueven en tics.
Taehyung devora la carne en segundos y suelta un gruñido diminuto al terminar.
—¿Es delicioso, cierto? —Taehyung asiente y Cristal sonríe satisfecha— ¡Traeré más para que comas con los niños!
Al llegar la carne, Taehyung llama a los niños y uno por uno se reúnen centrando toda la atención en la comida. El guepardo lo divide en partes iguales y cuando les indica que pueden comer, los obedientes niños lo hacen y de inmediato, en cada rostro infantil el asombro ilumina sus ojos. Las orejitas negras y rubias se agitan sin control y al igual que Taehyung.
Con sus voces agudas expresan que es lo más delicioso que han probado y Jungkook les promete hacerlo más seguido en casa, ganándose la alegría y abrazos por parte de ellos y un ronroneo sutil de Taehyung.
El guepardo y los cachorros comen haciendo que Jungkook vaya de aquí a allá trayendo los platillos hasta quedar satisfechos. Esta vez no hay manera de acicalarlos como de costumbre, por eso Taehyung limpia a los cachorros con un poco de agua y trozos de tela. Jungkook también ayuda.
Los cachorros bostezan y tras dormitar un rato junto a sus padres, están listos para seguir jugando con los niños humanos y unos cuantos más de la manada aledaña.
Taehyung no está convencido al principio porque bueno, sus hijos juegan un poco rudo, pero Jungkook le explica que los niños humanos están acostumbrados al juego tosco de los cambiantes porque en la manada de humanos cercanos, también hay cachorros mitad como los suyos. Esto llama la atención de el guepardo.
El jaguar lo lleva a la manada hermana, a pocos minutos de distancia. Y Taehyung se sorprende y emociona por igual al ver a otros felinos negros como sus cachorros. Aunque estos aún son pequeños jaguares, de meses de edad al menos.
Y más curioso aún, hay dos bebés humanos, sí, humanos con orejas y cola animal. Nunca había visto a un recién nacido con orejas y cola animal y pronto, se entera que son hijos de una no cambiante, como la madre de Jungkook.
El recuerdo de sus propios bebés recién nacidos llega a su memoria y sonríe.
Más tarde, Jungkook junto con otros dos jaguares vigilan al rededor de la manada humana y Taehyung ha logrado conectar con Cristal y la madre de uno de los niños humanos que juegan con los suyos. Charlan hasta dónde su lenguaje básico les permite y le enseñan a Taehyung a tejer una trampa para peces.
Mientras es instruido, Taehyung no puede evitar comparar a Cristal con Jungkook. El jaguar es idéntico a ella en muchos aspectos, tanto en el físico como en la manera de ser: Amable, cariñosa, muy expresiva y paciente al escucharlo o resolverle una duda. La única vez que ve la felicidad de la mujer caer es cuando habla del padre cambiante de Jungkook.
Nostálgica, ella comenta que su esposo murió al intentar proteger a ella y al pequeño Jungkook del ataque de otro cambiante. Su jaguar logró ahuyentar al intruso pero las heridas fueron lo suficientemente graves para arrebatarlo de su lado. Murió dos días después, dejándola sola.
Taehyung se compadece al verla triste, después de tantos años parece ser un tema delicado; la pequeña mujer sufre, aún con la sonrisa en el rostro al intentar cambiar de tema.
Perder a tu compañero debe ser doloroso, ni siquiera se había puesto a pensar en esa posibilidad. ¿Él estaría preparado para afrontar una situación similar? ¿Podría continuar con su vida sin Jungkook? Desde que perdió a Hissato, a Taehyung no le gusta pensar en eso, en la cruel e inminente muerte que llegaría tarde o temprano.
Una angustia indescriptible lo toma por sorpresa al imaginar un escenario sin Jungkook a su lado y el pensamiento lo perturba por un rato más hasta que el jaguar regresa.
Tan alegre como siempre, Jungkook se acerca dispuesto a ver qué estaban haciendo pero Taehyung lo abraza con fuerza.
Jungkook nota de inmediato el estado inestable de su amado Omega así que empieza a ronronear la melodía de confort para él, correspondiendo el abrazo. No hace preguntas que puedan estresarlo y se dedica a tranquilizarlo. Cristal luce preocupada pero decide darles su espacio.
Taehyung pierde la noción de lo que pasa alrededor, se hunde en pensamientos pesimistas y al recobrar un poco la conciencia, no sabe exactamente cómo terminó acurrucado en el regazo de Jungkook dentro de un refugio humano, o en qué momento sus cachorros se acercaron preocupados por su estado.
Taehyung sin embargo decide permanecer un rato más así. Lo necesita.
Cuando logra tranquilizarse un poco, acaricia cada cabeza pequeña a modo de agradecimiento. Los niños recobran los ánimos de inmediato y corresponden la muestra de afecto tallando sus mejillas contra las suyas.
Salen de la casa de barro para seguir jugando excepto uno de los niños llamado Keiji que le pregunta una y otra vez si está bien.
Él es como Jungkook, el más parecido en cuanto a personalidad y el que sinceramente, preocupa más a Taehyung debido a que está casi seguro que es como él; un Omega.
No es un mundo agradable para los cambiantes Omega y sabe que le espera un camino un poco más complicado, pero se encargará de enseñarle todo lo que pueda y necesite para sobrevivir.
—Estoy bien.
—¿Seguro? —Pregunta aún preocupado. Taehyung acaricia su mejilla y asiente.
—Sí. Jungkook me cuida. —Promete, haciendo ronronear más fuerte al Alfa.
Aquello es una frase de alivio y total seguridad para los cachorros. Y Taehyung no miente, Jungkook siempre cuida a los suyos con garras y dientes.
Por la noche y con los niños al fin rendidos y durmiendo en la seguridad de una casita, Taehyung y Jungkook conviven con la tribu alrededor de lo que el guepardo conoce ahora, se llama hoguera.
Él no es muy hablador, le gusta más el observar en silencio pero cuando se acerca un humano trata de hacerse entender cómo puede.
Lleva un rato mirando el fuego y al enfocar más allá de las llamas, ve a pareja al otro lado. Ellos se toman de las manos, se susurran y sonríen. Le recuerda un poco a él y a Jungkook.
Curioso por el comportamiento, Taehyung los observa interactuar y entonces, los humanos se acercan hasta que sus labios se tocan y se unen profundamente. Las orejas felinas de Taehyung se elevan a modo de sorpresa mientras los humanos repiten la acción, a veces en intervalos cortos y en otras parece que van a morderse entre sí.
—Jungkook, Jungkook...—Insistente, Taehyung lo toma del brazo y llama a su Alfa aunque esté conversando con otros humanos.
Por suerte el jaguar es comprensivo y tras disculparse un momento, enfoca toda su atención en el rubio.
—¿Qué pasa?
—¿Qué están haciendo? —Nada discreto, Taehyung señala a la pareja que afortunadamente no parecen notarlos.
Jungkook no comprende al principio pero pronto, la pareja vuelve a repetir la acción.
—Ah, ellos se están besando, Taehyung. Eso se llama beso.
—¿Beso?
—Sí, amm, cuando dos personas están juntas como nosotros que somos pareja, suelen expresar su amor de esa manera.
Jungkook intenta explicar lo más básico que puede y trata de no indagar mucho en ello, considerando que hay humanos que besan a múltiples personas sin una pizca de sentimiento de por medio. Tal vez sea un buen tema de conversación para después.
—¿Amor?
—Sí, amor.
—¿Qué es el amor?
Taehyung lo observa en silencio, curioso y esperando la explicación a su duda. Luce tan hermoso con la iluminación que el fuego ofrece al tocar su piel pálida, acompañado de aquellos ojos rojizos que parecen tener lava incandescente ardiendo en su interior.
Jungkook cae en cuenta, que Taehyung no sabe el nombre exacto de algunas de sus propias emociones.
—El amor... Estoy seguro que lo has experimentado: Es aquello que sientes cuando ves a los cachorros sonreír, cuando te abrazan o los admiras dormir. Es eso que te impulsa a cuidarlos, mimarlos y aquello que te provoca mucho dolor aquí cuando los ves sufrir. —Jungkook posa una mano sobre su corazón, enfatizando— Si experimentas esto hacia cualquier otra persona, también quiere decir que la amas. Taehyung, el amor tiene muchos significados y cada uno lo interpreta a su manera, es difícil de describir pero espero puedas entender lo que quiero decir.
Pensativo, Taehyung permanece en silencio. Levanta una mano segundos después y la coloca sobre la de Jungkook, justo en su corazón.
—Jungkook, ¿Sientes amor por mi?
—Taehyung, por supuesto. —El Alfa toma sus manos y sonríe— Te amo mucho.
El guepardo enrojece tímidamente, pero esto dura poco porque en instantes, sus orejas se agachan y agita la cola felina de manera tosca.
—Si me amas, ¿Entonces por qué nunca hemos hecho eso? —Taehyung luce algo molesto al redirigir la mirada a la melosa pareja de humanos.
Debido al inesperado comentario, Jungkook termina riendo. Taehyung a veces es tan adorable.
—Bueno, nuestra manera de mostrar afecto es muy distinta a la tuya, Taehyung. Pensé que podría asustarte si me acercaba demasiado a ti. ¡Y ya te he besado antes en la frente! —Se explica entre risas.
—Oh, ¿Eso era un beso? Creí que me acicalabas, idiota. —El guepardo refunfuña y aparta sus manos— Quiero intentarlo.
—¿Ahora?
—¡No, maldición! ¡Aquí no, después!
—De acuerdo, de acuerdo.
—Pero sí quiero intentarlo, así que no lo olvides.
—Está bien, cuando te sientas cómodo puedes avisarme. Aunque si lo piensas bien Taehyung, el sexo es un paso que requiere mucha más confianza y lo hacemos sin problemas.
—El sexo es natural, besar no.
—¿Y aún así quieres hacerlo? —Jungkook se acerca y ronronea bajo para que sea Taehyung el único quien pueda escucharlo.
—Sí. Sólo contigo. —Taehyung toma las mejillas pecosas, acaricia con delicadeza la cicatriz en el rostro del Alfa y termina por darle un "beso felino".
Sí, Taehyung a veces es muy adorable.
La manada de Jungkook descansa a excepción de los cambiantes que vigilan el territorio. Taehyung por su parte, yace de rodillas arropando a los cachorros con cobijas delgadas hasta que Jungkook llega por detrás y besa uno de sus hombros.
—Y, ¿Qué tal te pareció?
—Esto es muy diferente a como crecí. Hay cosas que no comprendo y una de ellas es la ropa, no creo poder acostumbrarme a la piel extra. Es molesto; me mentiste, dijiste que dejaría de notarla.
—Lo siento, bonito. —El Alfa envuelve un brazo alrededor de su cintura.
—Aunque, comparándolo con mi vida y la manera en la que tuve que crecer, me puse a pensar en los cachorros... En su futuro.
Taehyung se deja guiar por Jungkook al nido improvisado y empieza a ronronear tan pronto el Alfa lo toma en brazos.
—¿A qué te refieres?
—Mi entorno y forma de vida es a lo que están acostumbrados, pero ahora que conocen esto, quiero que decidan por ellos mismos qué rumbo tomar: El exterior o los humanos, lo que crean y sientan que es lo mejor para ellos.
—Taehyung, eso suena increíble.
El rubio da la vuelta y observa a los cachorros, algunos dentro de su piel animal y otros durmiendo plácidamente transformados en humanos, acurrucados entre sí.
—Me gustaría que aprendieran a sobrevivir y a defenderse usando los conocimientos de ambas partes. Cuando no puedan cazar siendo animales que lo hagan con sus manos humanas.
—Eso sería perfecto. —Jungkook lo abraza por detrás— Les enseñaré tan pronto lleguemos a casa.
—Y cuando crezcan y sea el momento de dejarlos ir, quiero que estén preparados para afrontar lo que sea y en el entorno que sea.
—¿Me dejarás verlo cuando llegué el momento?
Taehyung ladea el rostro y sonríe.
—Por supuesto que estarás ahí. —Taehyung cierra los ojos y se deja hacer lo que su Alfa desee— Jungkook siempre estará con nosotros.
Sea cual sea la decisión de sus adorados niños, la pareja será feliz.
Y un año después, los cachorros empiezan su propio viaje. A veces sólo llegan y frotan su mejilla felina contra la de Taehyung y Jungkook a modo de despedida y otras veces, se abrazan y sonríen emocionados dentro de su piel humana antes de cambiar y perderse en el horizonte.
Uno por uno, los jóvenes guepardos negruzcos salen de la roca y sólo uno escoge el camino humano; Malhaya, la hembra de ojos verdes y pelaje rubio. La última en marcharse un año después que sus hermanos.
Ella, junto con su pareja cambiante y en compañía de otros humanos se despidió de sus padres antes de emprender viaje en busca de un nuevo hogar para asentarse y crear su propia tribu. Taehyung, dentro de su piel de guepardo, la observa irse hasta que no puede divisarla.
El jaguar Jungkook está a su lado y frota su mejilla contra la del guepardo a modo de consuelo.
Más tarde, teniendo una espectacular vista del cielo despejado y las brillantes luces, Taehyung suspira arriba de su roca.
Tras un largo tiempo, su nido está vacío de nuevo.
Jungkook toma asiento a su lado momentos más tarde. Se aseguró de haber respetado el duelo privado del Omega y finalmente, puede tomar una de sus manos.
—Estoy seguro que cada uno de ellos tendrá una larga y feliz vida. Hiciste un trabajo asombroso con los cachorros.
—Hicimos. —Taehyung corrige y se recarga sobre el hombro de Jungkook— También ayudaste a criarlos.
Jungkook coloca un brazo sobre sus hombros y lo acerca.
—Taehyung, te amo.
—Yo también te amo, Jungkook. —El guepardo sonríe tenue al mirar el cielo— Tengan buen viaje, pequeños.
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