
₊ ꒰ ୨🍃୧ ꒱ ₊ Capítulo 2: Llamado natural.
La mitad de una gacela es lo único que pudo devorar antes de ser interceptado por un grupo de hienas. Y si bien no obtuvo por completo la ingesta de alimento que requería, al menos podría pasar el periodo post celo sin tanto apetito atormentado su estómago.
Fue frustrante: Taehyung tuvo que huir y dejar que los carroñeros robaran su presa. Los cambiantes que los sorprendieron llegaron de todas las direcciones posibles, lo superaban en número por mucho y terminó acorralando y en peligro mortal.
O les dejaba la presa o el se convertiría en la cena.
A veces el félido "más débil" entre los grandes felinos le pasa factura. Había peleas que simplemente no podía ganar por más que luchará con toda su fuerza. Aunque salió ileso, su orgullo quedó un poco herido y paró de gruñir la mayor parte del día.
Maldito JongIn y su horrible grupo de oportunistas...
Por la tarde y más calmado, mientras conversaba a la orilla del río con el Alfa cocodrilo Jimin, el guepardo nota que la sensibilidad de su cuerpo aumenta, al igual que su temperatura corporal. La leve sensación de hormigueo situada en su vientre es una señal que Taehyung reconoce. El ciclo de calor está comenzando.
Tuvo que despedirse de su amigo, no sin antes beber una gran cantidad de agua. Taehyung regresó a la cueva que llama hogar, de la cual no saldrá por días hasta que su comportamiento y síntomas febriles desaparezcan.
Con la posibilidad de conseguir un compañero casi nula, el guepardo se la pasa maldiciendo camino a casa. Aún tiene que preparar su nido y eso le llevará algo de tiempo.
El sol se desvanecía en el horizonte al pasar de las horas, y la melodía nocturna de los ruidosos insectos y aves le acompaña mientras camina de un lado al otro, llevando lo necesario para suavizar y acondicionar su nido. Al finalizar, se toma unos momentos para descansar.
Taehyung está considerando pasar el celo siento un guepardo, de esta manera los síntomas no serían tan molestos y podría defenderse si un intruso aprovechaba su momentánea vulnerabilidad y quería echarle a la fuerza.
Sin embargo, antes de entrar a la seguridad brindada por su cueva, Taehyung debe verificar que no haya ningún cambiante sospechoso en la zona. Hacerlo con rapidez es necesario porque para este punto, los síntomas del celo han empeorado; Sus piernas se siente pesadas, la brisa nocturna provoca estragos en su cuerpo hipersensible, la cabeza le duele y en poco tiempo comienza a mojarse en cierta parte en específico.
El estado letárgico y febril en el cual se hunde al pasar de los minutos es la última advertencia, necesita concluir la última inspección a su territorio entrar a su nido y ponerse lo más cómodo que le fuera posible antes que de su cuerpo empezará a prepararse para un alfa que no llegaría.
Pero cuando está por cambiar a guepardo e ir a inspeccionar los límites de su pequeño territorio, Taehyung percibe y oye una ligera perturbación a pocos metros. Las orejas felinas se levantan de inmediato y se detienen, atento a cualquier ruido.
Algo está atravesando los árboles y matorrales que están al principio del sendero que cubre y sirve de guía para localizar la guarida. El intruso avanza y lo hace sin la intención de ocultar su presencia porque puede escuchar el crujir de las ramas a su paso. El almizclado aroma a Alfa llega a su olfato segundos después.
Un delicioso y fuerte aroma a Alfa que lo deja aturdido algunos segundos. Cuando Taehyung entra en sí, las alarmas se disparan y se apresura a cambiar.
El guepardo corre unos cuantos metros y escala lo más alto que puede el primer árbol que se topa en el camino. Tropieza, pierde el equilibrio y encaja las garras hasta que logra subir a la primera rama firme, a pesar de ser un felino al que no se le da bien trepar.
Es su territorio, se supone que es una zona segura, ¿Quién rayos se había atrevido a cruzar sus limites? ¿Un intruso? ¿Un cambiante de otra especie quizás? No, este huele a felino, a uno muy estúpido por atreverse a entrar y no tener la decencia de al menos no hacerlo tan obvio.
Taehyung es conocido por ser sumamente territorial y si bien es común que los alfas busquen a los Omegas en sus guaridas, la misma reputación hostil del guepardo mantiene a raya a los Alfas que, en vez de intentar llegar a él, optan por interceptar en un lugar libre y fuera de su territorio.
Así que no puede ser un felino conocido. O al menos no de la zona del abrevadero. Y si no es un cambiante de la zona...
– Forastero. – Concluye, asombrado por su descubrimiento. ¿Una de las marcas tuvo éxito?
La cola de guepardo se enrosca emocionada. ¡Si, tiene que ser eso!
Taehyung bufa una especie de ronroneo en voz baja. ¡Al fin, maldita sea! Había perdido por completo las esperanzas pero finalmente una de las marcas logró captar la atención de un posible compañero.
Esta es la primera vez que un Alfa se mete a su hogar. Y si bien está emocionado, el encuentro lo pone algo nervioso.
El tumulto de pensamientos se detiene una vez el desconocido aparece ante su curiosa mirada.
El es grande, corpulento y pesado: una pantera, o mejor dicho, u jaguar de pelaje negro al punto de confundirse con una tonalidad oscura sale de los arbustos. El Alfa olfatea de manera rápida, lo suficiente para que el felino levante la mirada y el verde esmeralda brillante conecte con el rojizo de sus iris. El vientre de Taehyung se contrae ansioso y desenfunda al máximo las garras sin notarlo.
Inmediatamente, el jaguar mira hacia el costado izquierdo, adopta una posición rígida de defensa y comienza a gruñir. Taehyung no puede creer que otro felino forastero, esta vez un gran y fornido leopardo, aparezca para también reclamar por su atención.
El jaguar negro ruge molesto, él llegó primero pero el leopardo responde la amenazada, gruñendo y mostrando los dientes. Ambos son grandes felinos, feroces y ni uno cede ante el otro.
Taehyung resopla encantado, ¡Dos fuertes e increíbles Alfas están a punto de luchar por él! La cola de guepardo retoma el balanceo juguetón. Esto será asombroso.
Y sin duda lo es: Taehyung puede asegurar que es la pelea más violenta, caótica y feroz que ha presenciado hasta el momento. Los Alfas están casi a la par, se muerden, empujan, las garras atraviesan la piel del otro y ruedan por el suelo. Los chillidos y gruñidos no cesan y la sangre salpica el suelo polvoriento.
El celo de Taehyung continúa incrementando, las feromonas Omega bailan alrededor y esto pone más agresivos a los Alfas.
Un fuerte rugido y un territorial crujido después bastan para concluir la lucha. Uno de los felinos retrocede e intenta huir del ataque que el otro aún ejerce sobre él. Hay un ganador y Taehyung no podría estar más emocionado al ver de quién se trata.
El jaguar negro gruñe victorioso, con el hocico y las garras cubiertas de sangre de su adversario que cojea al escapar. El felino no relaja la postura hasta que el leopardo sale del territorio del guepardo. Luego, relajándose un poco, sacude su cuerpo y limpia los restos de la pelea usando su lengua. Al terminar su rápido aseo, gira en dirección al Omega y Taehyung baja de un brinco.
Por algunos segundos, los felinos se observan casi sin parpadear hasta que el jaguar quien empieza dar indicios de querer acercarse. Taehyung le da pase libre, se sienta y el Alfa camina con confianza hasta su dirección.
La diferencia de tamaño y masa muscular es más que notoria, después de todo, los jaguares son unos de los felinos más grandes junto con los tigres y leones. Taehyung admira el cuerpo del Alfa; las patas grandes, piernas gruesas y los músculos robustos de los omoplatos delatan la excelente fuerza y condición física del jaguar, además de las marcas y pronunciadas cicatrices de batallas.
El pelaje, de una profunda tonalidad negra, es sin duda la peculiaridad mas llamativa del felinos, mismo que brilla en un hermosos negro azulado cuando la luz se refleja sobre su cuerpo. Las rosetas de su piel apenas son visibles en ciertas áreas y ya que están cerca, Taehyung aprecia el verde intenso y vibrante de los iris contrarios.
Le gusta lo que ve, y es el guepardo quien toma la iniciativa y se frota cariñosamente contra el Alfa, restregando el cuerpo como si de un gatito pequeño se tratara. La garganta del jaguar vibra y el ronroneo grave se escucha al instante.
Se acarician el uno contra el otro, mezclan sus aromas, disfrutan de las caricias y ronroneos de manera mutua hasta el jaguar, tal vez dejándose llevar más de la cuenta, muerde ligeramente el cuello de Taehyung.
El reacciona al instante y propina un golpe fuerte en la mejilla mientras sisea. El jaguar negro no se deja intimidar y responde gruñendo. Algo instintivo se activa y la pelea de dominio comienza.
Taehyung quiere cerciorarse de las habilidades de su pretendiente y se enfrasca en una lucha en el jaguar. Las mordidas y cortes no se hacen esperar pero esta vez no es tan sencillo para el guepardo. El alfa es rápido y tiene tanta fuerza en las patas traseras que es imposible derribarlo.
En algún punto, es el jaguar quien logra empujar y hacer caer de espaldas a Taehyung. Las alarmas se encienden, la parte más vulnerable de su cuerpo queda expuesta y por primera vez, no le queda más que girar el cuerpo, proteger su vientres y dejar de luchar.
Una especie de "tiempo fuera" se da entre los felinos, donde Taehyung simplemente le sisea desde el suelo al emocionado jaguar que agita la cola con fuerza. El Alfa lo rodea y cada intento de acercarse es arruinado por el guepardo que le gruñe o rasguña.
El maldito está listo par a morder su cuello pero Taehyung, en vez de estar furioso o asustado por la brutal muestra de poder, tuerce la punta de su cola y la agita feliz.
Si, este es el tipo de Alfa que estaba buscando.
Quiere ronronear de emoción, y el deseo de hacerlo incrementa cuando en un descuido del jaguar, logra escapar y el felino grande empieza a seguirle, por más distancia que haya entre ellos.
Al llegar al límite de sus capacidades, Taehyung reduce su velocidad y finalmente, caer rendido sobre su estómago. Segundos después el cansado jaguar llega, se coloca encima y muerde el cuello de guepardo agitado. Los incisivos rompen la piel con facilidad, pero siendo cuidadoso de no lastimar alguna vértebra o nervio importante. La mandíbula del Alfa es peligrosamente grande a comparación del cuello del Omega.
El guepardo sisea e intenta mover y girar sobre su espalda, algo que no le gusta al jaguar. Él le gruñe y rápidamente controla la situación al apoyar su peso y aplastarlo contra el suelo. Por supuesto, Taehyung prosigue gruñendo y quejándose, aunque esta vez quieto y obediente. De nuevo, le gusta que el jaguar grande lo tenga del cuello y le demuestre lo dominante y fuerte que puede llegar a ser. Ronronea, aprobando su comportamiento.
Tiempo después, cuando el Alfa suelta la carne lastimada, la perezosa y áspera lengua se encarga de limpiar la herida. En algún momento se aleja del cuello y ahora el jaguar negro lame la cabeza y orejas rubias, acicalando el pelaje de su compañero a modo de disculpa. Taehyung no tiene ni una objeción, incluso cierra los ojos y se deja mimar por un rato.
Al colocarse sobre sus cuatro patas, el Alfa talla la cabeza contra la del somnoliento guepardo. Repite la acción cerca de la marca y desciende frotándose fuertemente con el objetivo de marcar al Omega con su aroma, esta vez con más profundidad.
El felino de mayor tamaño retoma las lamidas y el guepardo le corresponde lamiéndole el hocico, mejillas negras y provocando que el jaguar mueva la cola expresando felicidad. Los mimos continúan mientras los felinos regresan al lugar inicial, cerca de la guarida del guepardo.
Taehyung ya quiere conocer a su compañero de apareamiento y dándole un último "beso", a pocos metros de su roca, se aleja y lo mira detenidamente. El jaguar comprende e imitando, retrocede para tomar algo de espacio.
El cambio ocurre casi al mismo tiempo. La anatomía animal se reacomoda y transforma en huesos, carne y piel delgada. En seres que pueden permanecer sobre dos patas en vez de cuatro y maniobrar objetos con las manos.
Alfa y Omega, dentro de sus pieles humanas se ponen de pie, ni uno aparta la mirada del otro.
Taehyung está maravillado con el hombre grande y robusto que ve y su pretendiente parece igual de encantado. La distancia entre ellos se acorta y pronto, la mano grande el Alfa se coloca sobre su corazón y palpa dos veces, siendo delicado.
—¿Cómo te llamas? —Él pregunta. Hay un notorio acento en su habla que más que ser molesto, al guepardo resulta atractivo.
—Taehyung. —Contesta, ansioso. El rubio posa la mano en el pecho del peli negro y repite la acción del Alfa— ¿Y tú?
—Jungkook. —Sonríe de inmediato. Las orejas negras y redondas se mueven en tics al igual que la cola felina— Taehyung, eres muy bonito.
No es común recibir halagos, en especial viniendo de compañeros de apareamiento. Por eso Taehyung se sorprende los primeros segundos y después, un leve tono rojo empaña sus mejillas.
En agradecimiento, Taehyung toma la mano de Jungkook y la guía hasta su mejilla. El suave ronroneo mientras el guepardo se acaricia contra la palma áspera provoca que la cola negra de Jungkook se agite ansiosa. La lava en la mirada rojiza del Omega se funde en anhelo, deseoso de pasar la noche a su lado.
Sin dejar de mirarle, Taehyung baja y entrelaza su mano con la del jaguar. Entonces empieza a caminar, llevándolo a su hogar. La mano libre del jaguar comienza a tocar su cuerpo, en especial su cadera que es el lugar donde los dedos se aferran y magullan la piel sensible de Taehyung.
Jungkook se acerca demasiado a tal punto de hacerle tropezar en algunas ocasiones. Al rubio se le dificulta caminar teniendo a un excitado Alfa detrás, olfateando y tocando su cuerpo con insistencia.
—Eres tan bonito. —Susurros sutiles y caricias bruscas son un contraste asombroso del que Taehyung no creyó disfrutar tanto— Voy a darte lo que tanto deseas y luego cuidaré bien de ti.
La lengua atrevida de Jungkook prueba el cuello del guepardo segundos después, justo donde la carne está roja y se siente finalmente delgada. Ya que el jaguar clavó su poderosa dentadura con anterioridad, el lugar está listo para recibir los incisivos humanos que podrán atravesar la carne sin problemas.
El jaguar insiste en tocarlo y Taehyung tiene que gruñirle a modo de advertencia, ¡Si el Alfa continúa estimulando su cuerpo terminarán el apareamiento al aire libre! Y él no es fan del exhibicionismo al momento de crear cachorros. ¡Para nada!
Jungkook por suerte se controla, pero al llegar a la cueva el tonto Alfa se emociona otra vez y termina por envolver los brazos alrededor de su cintura. Taehyung se sonroja al instante, él es al menos una cabeza más alto y está casi seguro que puede manejar su cuerpo sin problemas. Se siente protegido y sumamente manipulable al mismo tiempo.
El agarre pierde fuerza y ahora, las manos del jaguar ascienden y se posan en sus pectorales. Jungkook los aprieta ligeramente y amasa la carne blanda por unos instantes, jugueteando con los pezones y obligándolos a endurecerse. Observando su pecho, Taehyung jadea aturdido y su polla se levanta por completo, nunca pensó que esa parte específica de su cuerpo fuera así de receptiva.
Mientras tanto el peli negro continúa tocando la piel pálida a su gusto, cuando tiene suficiente Jungkook le incita a caminar rápido, hasta el fondo de la cueva en donde el nido está listo para recibirlos.
Tal como Taehyung predijo, el Alfa se encarga de mover su cuerpo y le anima a subir y colocarse sobre sus rodillas y manos dentro del nido. Exponerse por primera vez ante un macho, y en especial ante Jungkook pone algo nervioso a Taehyung, sin embargo la tensión disminuye al mirar sobre su hombro y observar a Jungkook igual de ansioso.
Él lo desea de igual manera o quizás hasta más, sin mencionar lo desvergonzado que Jungkook actúa al no ocultar su excitación. Taehyung, sintiéndose más seguro y siendo consciente que puede manipular al bastardo con sus encantos, recuesta la parte superior de su cuerpo y se ofrece lo mejor que puede al curvar la espalda y alzar las caderas. La cola felina se mueve de lado a lado traviesa y podría jurar que escuchó al Alfa gruñir y murmurar una maldición, fascinado por la flexibilidad del guepardo.
No se necesita prepararlo, el cuerpo de Taehyung se ha moldeando para recibir a Jungkook con gusto. El espeso pero resbaladizo fluido ya brota del agujero estirado, mancha el interior de los muslos gruesos y también se desliza lentamente a lo largo de la polla dura y roja de la punta.
A veces, los hilos del lubricante transparente caen directamente al suelo, lo que provoca que Jungkook gruña y use ambas manos para separar las nalgas y ver de cerca el agujero hambriento que exige ser llenado.
—Alfa. —Con la cola felina erguida, Taehyung se lamenta acalorado mientras frota su pecho y mejilla en busca de crear algo de fricción con las hojas de su nido.
Está listo para aparearse y por suerte su Alfa no lo hará esperar más.
El pene de Jungkook cae pesado entre sus nalgas, la punta se acaricia ansiosa contra la entrada y Taehyung no deja de llamarlo y menear sus caderas, necesita que lo tomen de inmediato. Jungkook se posiciona y luego se hunde sin parar hasta que su polla desaparece dentro de Taehyung.
El rubio tiembla y abre la boca sin soltar ni un gemido, el interior húmedo y caliente acuna con rudeza el pene del Alfa y Jungkook termina gruñendo de pura satisfacción.
Taehyung no tiene el tiempo suficiente para procesar lo que pasa cuando Jungkook sale y de nuevo, vuelve a hundirse por completo. Siendo más rápido y golpeando fuertemente la pelvis contra su trasero.
La fuerza de su empuje incrementa con cada estocada, Jungkook lo folla mientras que Taehyung se dedica únicamente a jadear. Cada parte que el jaguar toca o aprieta arde y se pone roja.
Hay gruñidos, siseos y Taehyung necesita pelear por instinto. El gutural rugido que escucha le advierte que desista y al no ser suficiente, la mordida a modo de reprimenda que el Omega recibe en el hombro es suficiente para hacerle gritar de dolor y placer combinado.
Taehyung experimenta el primer orgasmo de la noche, se deja ir y chilla al tratar de sobrellevar la sensación intensa que atraviesa su cuerpo inexperto. Se siente bien, tan malditamente bien que no sabe cómo reaccionar.
—Bonito. —El Alfa le halaga entre cortado y cerca de su oreja. Taehyung se estremece y los empujes se reanudan.
Jungkook lo maneja a su antojo y lo folla como quiere; Lo coloca en posiciones que Taehyung no pensó disfrutar y ahogado en jadeos, tuerce una sonrisa de satisfacción porque sabe que está con el mejor Alfa, con el más fuerte que va a darle cachorros fuertes igual a él.
Se está apareando con un maldito ganador que lo tiene inmóvil y sujeto del cuello.
—Alfa. ¡Por favor! —Taehyung levanta la cabeza y la echa hacia atrás, encontrándose con la mirada salvaje de Jungkook encima suyo— Quiero cachorros, dame cachorros.
Taehyung termina aplastado contra las hojas y el cuerpo fornido de Jungkook. Llora, ahoga sus jadeos y mueve las caderas para sentir profundamente la polla que lo jode sin piedad. La cola felina se enrosca en la pierna del Alfa, aquel nudo de nervios en su interior está siendo sobre estimulado y su vientre se tensa, ardiendo.
—¡Jungkook...! —El nombre del jaguar se cuela en medio de los gemidos de Taehyung por primera vez y esto solo emociona al Alfa.
Sin cuidado, Jungkook hunde el rostro del Omega sobre las hojas y le muerde el cuello. Taehyung grita y eyacula al alcanzar otro orgasmo, el más intenso hasta el momento.
El espeso esperma pasa a convertirse en un líquido transparente que cae y chorrea haciendo un desastre, pero en ningún momento Jungkook detiene su empuje. Al contrario, gruñe emocionado ante el espectáculo que presencia y excitado, estimula el pene de Taehyung para que continúe con la cascada pecaminosa.
Las caderas de Taehyung caen sin fuerza una vez el pico de placer disminuye. Está temblando, sufre de espasmos y Jungkook por su parte se aferra y continúa follandole sin control hasta que encuentra su propio orgasmo. Se deja ir en el interior apretado del Omega tal como el guepardo le ha suplicado a lo largo de la noche.
Al disminuir el placer y sofocado por el peso del Alfa, Taehyung empieza a sisear y Jungkook le gruñe en respuesta, colocando de nuevo la mano repleta de cicatrices en medio de los omóplatos.
—Quieto. —Ordena firme. La tensión en el jadeante cuerpo del rubio disminuye ante su toque, en especial cuando la mano del Alfa acaricia de arriba a abajo su cola felina— Sí, así... Justo así Taehyung.
Jungkook lo abraza por la cintura y cambia de posición, de tal manera que ahora puede ver la expresión agitada de Taehyung. Besa la frente del Omega y luego frota su mejilla contra la del rubio que le corresponde segundos después.
Sonrojado, Taehyung lentamente lleva una mano a su vientre y acaricia la leve curvatura que se ha creado, con la atenta mirada de Jungkook siguiendo el movimiento.
Está tan lleno de la esencia de su Alfa.
—Dame más. —Y sigue sin ser suficiente.
El peli negro gruñe excitado y el calor vuelve a encenderse en el cuerpo de Taehyung.
La pareja se involucrará sexualmente al menos diez veces por día hasta que los síntomas febriles de Taehyung disminuyan.
Por el momento, los felinos pasan con éxito las primeras horas de lo que serán al menos cinco días de celo.
Largas lamidas sobre su pelo rubio y mejillas es lo que provoca su despertar. Como ya es costumbre, el jaguar lo consiente durante un rato y en algún momento la lengua felina se convierte en besos castos una vez Jungkook ingresa al nido y lo abraza por detrás.
—Buenos días, Taehyung. —El Alfa murmura suave y besa la herida que Taehyung tiene en el hombro, misma que le reabrió la noche anterior.
Los cariñosos besos no se detienen y esto parece molestar al guepardo.
—Quiero dormir... —Expresa después de un leve gruñido— Vete.
—No. Tienes que comer, te traje algo. —Taehyung abre un ojo, apreciando la pequeña cría de jabalí a pocos metros del nido.
El Alfa lo está haciendo de nuevo... Y no se supone que se comporte así.
Hoseok, que al igual que Taehyung es un guepardo, ha logrado aparearse dos veces y según su experiencia, los Alfas abandonan el nido una vez el pico más fuerte del ciclo de calor termina.
El propósito de los celos es dar a luz a cachorros. El concepto de parejas y relaciones no es común dentro de los felinos solitarios como los guepardos o jaguares. Un hecho triste, pero es lo normal.
—Taehyung, come. —Ronroneando, el Alfa muerde su oreja redonda.
Es decir, estaba preparado para una despedida rápida, para cuidar de su cuerpo débil y lastimado por el brutal apartamiento, en cambio, Jungkook sigue regresando y vigilando que ningún otro cambiante entre en su territorio. Asea su cuerpo, limpia sus heridas, le proporciona alimento y lo último que trajo fue una suave piel que lo mantiene cálido por las noches y hace más agradable su nido.
No, no esperaba recibir nada de atención por parte del jaguar. Y ahora con tanta atención y cariños, Taehyung está muy confundido. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué Jungkook sigue cuidándolo y trayéndole alimento?
—Jungkook. —Taehyung lo llama entrecortado. Le cuesta hilar palabra con el Alfa acariciando las marcas sensibles en su cuerpo— ¿Por qué cuidas de mí?
—Es mi responsabilidad. ¿Por qué no debería hacerlo?
—Porque se supone que ya deberías haberte ido... —Ante esto, el Alfa deja de morder la oreja del guepardo y se aleja.
—¿Te incomoda que siga aquí? —Pregunta nervioso, sentándose.
Tras pensarlo por un momento, el guepardo mueve la cabeza en un claro no y gira un poco su cuerpo.
—No incomoda. Es raro: ¿Haces esto con todos los Omegas?
—Eres el primer Omega al que tengo bajo mi cuidado.
—¿En serio?
—Sí. ¿Te cuento un secreto? Yo no crecí ni pertenezco a la naturaleza como tú. Mi gente es más humana que animal, una tribu.
Taehyung comprende esa palabra, los humanos la usan para referirse a sus manadas.
Claro que tiene conocimiento sobre los humanos, aunque muy poco. Sabe que no debe acercarse a ellos porque son peligrosos pero también entiende que, mientras no los ataque no debería haber problemas. Que un cambiante conviva con un humano o su manada no está prohibido, pero ambas partes deciden mantener su distancia. Respetan el espacio del otro.
Aunque últimamente, hay rumores sobre cambiantes que se integran a manadas humanas y abandonan a su animal. ¿Acaso Jungkook era uno de esos cambiantes?
No. Jungkook dijo que no creció en la naturaleza. Entonces...
—Naciste de un humano. —Concluye asombrado. Jungkook asiente.
—Mi madre era la humana y mi padre el cambiante. —Sonríe, rascando su mejilla marcada con rosetas de diferentes tamaños dispersas en toda su piel.
Taehyung ahora puede entender a qué se debía el extraño hablar y actuar de Jungkook.
—¿Te molesta que no sea un cambiante?
Molestia no es la palabra que define su sentir, más bien está sorprendido.
Si lo piensa bien, esto no representa ningún inconveniente o fallo al escoger un buen compañero de apareamiento. Después de todo el único requisito era demostrar ser el Alfa más fuerte y dominante, algo que Jungkook pasó sin problemas. La maldita cadera aún le dolía y ni qué decir de las marcas amoratadas en sus muñecas donde el Alfa le sujetó hace algunas noches.
—No. Me da igual.
—Que alivio. Pensé que estaba en problemas. Algunos tienden a alejarse al descubrir mi origen. —Confiesa melancólico.
—¿Se alejan?
—¡Sí! En un par de ocasiones. —Jungkook sonríe algo avergonzado.
—Qué tontería. —El guepardo suspira ruidoso y regresa a su posición original, acostado de lado— ¿A quién le importa tu origen? Eres uno de los mejores Alfas que he conocido.
Emocionado por el halago, Jungkook retoma la posición inicial abrazándose a Taehyung y colocando su quijada en la curvatura del hombro y cuello del Omega.
—Tú también eres asombroso, Taehyung. ¿Sabes? Me voy a meter en problemas pero no me importa. Desde que percibí tu dulce aroma supe que te tendría en mis brazos y sería yo quién te plantaría mi semilla. —Jungkook murmura mientras lleva una mano al vientre lleno y abultado de Taehyung— Eres el Omega más hermoso y fuerte con quien he tenido la fortuna de pasar mi ciclo de calor. Y si me lo permites, me gustaría que este no fuera el último.
La petición hace sonrojar -aún más- a Taehyung, al mismo tiempo que puede sentir el pene duro del Alfa buscando entrar en su interior. Jungkook se empuja sin esperar un momento y comienza con el vaivén.
—¿Y si otro Alfa quiere acercarse? —Pregunta entre jadeos— ¿Qué te hace pensar que te aceptaré otra vez?
—Lo harás porque echaré a quién sea que intente aparearse contigo, las veces necesarias para demostrarte quién es el Alfa más fuerte para ti. —Jungkook ronronea sin dejar de acariciar su vientre.
—No sólo tendrás que luchar con otros Alfas, también lo harás conmigo.
—Totalmente de acuerdo, ¡Disfruté mucho nuestro primer encuentro!
—Maldita sea, sí que eres raro... —Girando un poco, Taehyung acaricia la mejilla del Alfa.
—Lo sé. ¿Algo más? —La expresión salvaje y excitada en el rostro del Alfa termina por encantarle tan pronto Jungkook le sonríe. Taehyung le devuelve el gesto
.—Sí: Cierra la boca y sigue moviéndote.
—Lo que mi Omega desee.
Los felinos además de ser extraordinariamente observadores, también son animales muy, muy silenciosos. Por si fuera poco, la evolución le ha obsequiado almohadillas que amortiguan el ruido, algo sumamente necesario para la situación actual.
Cuando se siente listo, el guepardo empieza a trotar y se mete a la manada de asustados bóvidos, con la finalidad de separar al grupo. La verdadera persecución comienza una vez ubica su objetivo.
La captura de hoy es un antílope viejo que tiene dificultades para moverse. Taehyung lo divisó tan pronto llegó y se ocultó en la maleza. Le tomó un tiempo estudiar el terreno y crear un plan pero está seguro que puede funcionar. Esta vez sería una caza exitosa, puede sentirlo.
Para un guepardo, uno de los mamíferos más rápido sobre la tierra, este tipo de presas son un regalo dado por la naturaleza después de días de cazas fallidos. Taehyung no dejará ir esta oportunidad.
En un rápido movimiento, alcanza al antílope por la retaguardia y lo tira sin problemas. Acaba con él al instante y el tiempo empieza a correr. Debe ser rápido y mover parte del cuerpo antes de que las hienas o los escándalos buitres lo noten y llamen a más carroñeros.
Es una pena que no pueda llevarse gran parte del cuerpo, Taehyung toma lo necesario y se marcha en busca de su lugar seguro donde ya lo esperan. Al llegar a su territorio cerca de la cueva y chasquear el hocico, diminutos felinos salen de los arbustos.
Seis pequeños, lindos y emocionados cachorros de guepardo brincan y corren hambrientos directo a devorar lo que papá trajo para ellos. Taehyung suelta una especie de ronroneo y lame las cabecitas esponjosas una por una.
Están comenzando a comer carne así que es divertido verlos luchar con los trozos grandes y el cartílago gomoso. Cuando la sangre mancha el pelaje de los cachorros, Taehyung los limpia de inmediato.
Aparte de glotones, la camada de Taehyung es peculiar: Son más grandes que el guepardo común, su desarrollo físico y cognitivo avanza sin complicaciones y a la par y además, cuatro de los seis heredaron la condición genética de su padre Alfa. Taehyung no puede estar más que orgulloso, sus bebés son adorables y fuertes por igual.
Y si bien tendrá más precaución con los guepardos negros y les enseñaría a esconderse y cazar adecuadamente, sabe que serán grandes depredadores en el futuro. Su linaje fuerte continuará sin duda alguna.
Desde que Taehyung tuvo a los cachorros hace tres meses no ha visto tan seguido a Jungkook, pero sabe que el Alfa vaga alrededor del territorio de Taehyung, cuidando tanto su nuevo territorio como al Omega aunque Jungkook niegue esto último.
Taehyung se molestó al principio. Él no necesita ayuda.
Cuando tiene que defenderse lo hace por cuenta propia. Siempre ha sido y seguirá siendo así, mantendrá el respeto y reputación feroz sin ayuda de nadie.
Por suerte, ningún jaguar, guepardo o felino ha intentado meterse con él, no cuando los Alfas son conscientes porque de entrar y molestar a Taehyung estarían muy cerca del inicio del territorio de Jungkook, actual jaguar dominante de la zona.
"—No sabía que nuestros territorios se conectaban, ¿Pero no crees que es bueno? Así puedo cuidarte", se excusó el idiota en aquella ocasión, sonriente. Taehyung lo mordió y rasguño tan fuerte que Jungkook obtuvo una nueva cicatriz.
Sin embargo, no puede evitar sonrojarse al pensar en el Alfa y lo malditamente caliente que se ve ahuyentado y luchando con otros forasteros.
Y ya que hablamos de Jungkook, él aún mantiene contacto con su manada humana, a pesar de renunciar a ellos con tal de seguir a su querido guepardo. Cuando va y los visita le trae obsequios a Taehyung, pieles suaves en su mayoría que ahora el guepardo sabe que se llaman "mantas".
En cuanto a ellos, bueno, es extraño; Hay algo que inevitablemente los hace querer estar con el otro. Una especie de relación que Taehyung no sabría explicar con palabras porque ni él mismo se entendería.
De lo que sí está seguro es que, cuando termine de criar a sus cachorros y el llamado natural de apareamiento llegue de nuevo, Jungkook estará ahí para luchar y demostrarle que es el más apto para él.
Viendo a sus cachorros jugar Taehyung sonríe, victorioso: Un Alfa asombroso y muchos cachorros fuertes por venir. ¿Qué más podría pedir?
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