Con la temporada de apareamiento acercándose, los animales en la naturaleza se preparan para recibir al compañero adecuado, ya sea comenzando migraciones de días, acicalando sus plumas o pavoneándose con colores llamativos, los cambia forma de todo tipo y formas se encuentran emocionados.

Para Taehyung, el año prometía ser igual que los anteriores; una completa agonía y pérdida de tiempo.

El guepardo, echado a la sombra del árbol de chacal que lucha por sobrevivir, rueda sobre su espalda hasta terminar acostado con el estómago en el suelo. La larga cola felina se balancea de un lado a otro mientras observa un grupo de cebras caminando a la única fuente de agua disponible alrededor.

Más allá del lago, al costado derecho y escondidos entre el pastizal seco, las leonas se mantenían casi estáticas, listas para saltar en cualquier momento. Taehyung decide retirarse y dejarles el paso libre, no quiere problemas, en especial con Lisa y su grupo. El hecho de que pueda acceder al lago y vagar por la zona siempre y cuando no interfiera con la manada de leones es más que suficiente.

Con todo este tema del apareamiento, los cambiantes suelen volverse más hostiles, en especial los alfas. Camino a casa, Taehyung aprecia al menos tres luchas entre alfas de diferentes especies; búfalos, ñus, antílopes e incluso leones por parte de la familia felidea, las feromonas de los Alfa saturaba y ponían de nervios a todos. En especial a los primerizos cambiantes que tendrían que luchar para ganarse el derecho de aparearse.

Pelear para ganar y luego reproducirse: es la regla básica de los Alfas. En cambio, los omegas son simples espectadores que tendrán la última palabra.

Ellos solo aceptan a los ganadores, y a veces querrán comprobar por cuenta propia que tan fuertes y habilidosos son , tal como Taehyung hace la mayor parte del tiempo.

Al caer la tarde, mientras admira su propia pelea de Alfas escondido entre arbustos, el guepardo Taehyung mueve sus orejas redondas a la expectativa.

Dos guepardos Alfa se pelean por él y el ganador tendrá el derecho de acercarse y terminar por demostrar que es el candidato perfecto para procrear cachorros fuertes.

Por el momento no quiere emocionarse de más, no cuando ha experimentado 3 decepciones al luchar y descubrir que es superior a sus pretendientes. Y es que la mayor parte del tiempo, los bastardos desistieron una vez Taehyung corrió a toda velocidad o se sienten superados en fuerza por el Omega salvaje.

Si no podían mantenerse a su ritmo o tan siquiera derribarlo, era una pérdida de tiempo. Taehyung prefería pasar la semana de celo lloriqueando y restregándose penosamente contra el suelo si eso lo libraba de un Alfa con genes débiles.

El chillido agudo y de dolor lo saca de sus pensamientos y sigue con la mirada a uno de los guepardos, el mismo que retrocede y huye dejando una estela de sangre a su paso. El felino ganador chilla a modo de victoria y se da la vuelta, viendo hacia su dirección. La cola de Taehyung se enrosca, su pretendiente quiere conocerlo.

Con toda la gracia típica del esbelto félido, el guepardo de iris rojizos camina y se sienta, esperando el próximo movimiento del Alfa. Segundos después su pretendiente gruñe, le exige que se muestre ante él de una vez para comenzar el apareamiento. Por supuesta, Taehyung se burla, ¿Follar sin nada de acción previa y fuera de su roca? Que ni lo piense.

Altanero, el guepardo Alfa insiste y le muestra los colmillos en un patético intento de intimidar, Taehyung resopla restándole importancia y lame su pata y esto terminó de enfurecer al Alfa que se lanza contra él.

Taehyung logra esquivarlo con gran ventaja y eso no está bien. La primera señal de advertencia zumba en su mente: Es un macho débil.

Su sospecha se hace realidad cuando al conducir la breve pelea entre ambos felinos, Taehyung logra escapar y correr hasta alcanzar el pico máximo de velocidad, dejando muy atrás al guepardo que deja de seguirle, gruñe furioso y da la vuelta.

Taehyung sisea una maldición de regreso, mientras respira agitado y lidia con el aumento del ritmo cardiaco y temperatura de su cuerpo.

– Idiota. – Piensa con desprecio. Un Alfa que se rinde fácilmente no es lo que busca.

La noche recién comienza y como ya es costumbre, Taehyung es rechazado una vez más. Un patrón que no deja de repetirse desde que su madurez sexual llegó hace dos años. La vergüenza por no llamar la atención de los Alfas ya ni siquiera tiene cavidad en su mente y sentir.

Sin embargo, no significa que se sienta decepcionado de sí mismo...

Taehyung quiere cachorros. Y la desesperación por satisfacer esta necesidad natural lo agobia de una manera inimaginable.

¿Tal vez sea momento de expandirse y marcar más allá de su territorio? Si, lo más probable. Hay cientos de felinos solitarios y entre ellos debe haber un candidato adecuado para él. No quiere hacerlo, no quiere mostrar lo desesperado que se encuentra pero las opciones se agotan.

Que busques Alfas externas y no te juntes con alguien que vive cerca de tu hogar no es bien visto, porque quiere decir que hay algo malo en ti como Omega. Probablemente atraiga más de una mirada curiosa y uno que otro se atreve a juzgarlo ¿Y qué? A Taehyung no podría importarle menos.

Además, él no tiene la culpa que los Alfas de su zona sean unos inútiles buenos para nada, ¿O sí?

Esa misma noche, muy decidido, el guepardo se escabulle y marca zonas nuevas con su feromona, más allá de los límites territoriales. Usando sus patas, creó un camino dulce que guíe a su futuro compañero hacia su encuentro, eso sí, no lo lleva directamente a su hogar; el alfa que lo busque debe de ser astuto, un buen rastreador que solo quiera sacarlo de su hogar y adueñarse.

Taehyung regresa a su roca una vez el sol tinta de naranja el cielo nocturno. Necesita descansar y recargar energía para poder cazar su última presa antes que empiece el ciclo de apareamiento.

A diferencia de la piel gruesa animal, su cuerpo humano es delicado, pálido y sensible a las quemaduras solares, adornado de lunares y manchas idénticas a cuando es un guepardo. Junto a ello, también posee un delineado negro natural que pigmente el contorno de sus ojos y parte del costado de su nariz.

El pelo rubio es picos podría percibirse como tosco a primera vista, pero es suave, delgado y abundante al tacto. Además, el cuerpo esbelto del guepardo es totalmente diferente cuando Taehyung es un humano: los músculos bien definidos de su abdomen, espalda ancha y piernas gruesas, son una prueba de su excelente condición física y buena salud.

Y si bien Taehyung detesta ser sensible al sol y cree que es un desafortunado defecto heredado de su estricta y poco afectiva madre, considera que es un candidato Omega por excelencia, muy arriba de los otros tontos y escuálidos guepardos que no pueden valerse por sí mismo.

Es fuerte, ágil, fértil y por supuesto que es atractivo, entonces, ¿Por qué no ha logrado aparearse? ¿Qué está mal?

Un corto y frustrado gruñido se escapa de sus labios.

Sentado y con el agua llegando a la altura de su cintura, el guepardo decide que lo mejor es concentrarse en lavar la tierra y suciedad de su cuerpo, al igual que los omegas esparcidos a la orilla del manantial. El pequeño oasis en donde se encuentra es usado mayormente por cambiantes Omegas y madres de la zona.

Se podría decir que es una especie de refugio íntimo que los Alfas -o la gran mayoría de ellos- evitan por respeto, con vegetación abundante, flores silvestres un tanto exóticas y árboles frondosos que tuvieron la suerte de nacer cerca de una fuente de agua y agradecidos, cubren del sol a los afortunados y calmar la sed de un agotado viajero.

Omegas de diferentes especies llegan cuando la fecha de apareamiento se acerca ya que deben prepararse para recibir a los Alfas. La ilusión de una nueva vida, la felicidad por tener cachorros y por supuesto, los nervios de experimentar el primer cortejo es notorio en unos cuantos rostros juveniles.

Cuando Taehyung inició su madurez sexual pertenece a este último sector; Estaba tan nervioso y se alistó lo mejor que pudo cada día por una semana. Pensó que encontraría el compañero perfecto en su primer periodo de celo y en cuestión de meses tendrían una camada de pequeños guepardos caminando detrás... Que equivocado estaba.

A la derecha, su atención es cautivada por una leona y sus tres cachorros que juegan en el agua. Taehyung los observa por un rato mientras su cola felina se levanta y enrosca de la punta. El también quiere sus propios cachorros. Muchos.

Algo celoso, exhala y echa un poco de agua a su rostro.

Permanece un tiempo más a la orilla hasta que un peso extra se recarga en su espalda, al mismo tiempo que brazos delgados lo envuelven por los hombros. Claramente, es una hembra quien lo esta abrazando y esta seguro de ello por que siente dos "masas" aplastando sus omoplatos.

En su visión periférica aparece el rostro sonriente de Nayeon, su amigable y única amiga Omega. Feliz, ella restriega cariñosamente su cabeza contra la suya. Taehyung gruñe pero está contento de verla tras un largo tiempo y hablan sin importar la desnudez entre ellos, después de todo es algo natural para los cambiantes.

Tal parece que la leona tampoco ha tenido suerte, aún sigue soltera y Taehyung se burla sin importar que esté en la misma situación. Nayeon golpea su hombro a modo de juego.

– Este año será el bueno para ambos. Lo sé. – Anima, segura de sus palabras. Ojalá Nayeon pudiera compartirle un poco del optimismo que desborda.

Para no arruinar el momento, Taehyung le da la razón.

Los días transcurren, el periodo de celo está cada vez más cerca y en la frontera, un Alfa solitario capta la marca de un Omega desesperado por atención.

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