Llamada 96
Llamada en curso...
—¡Cariño!
—.....
—¿Takemitchy?
—A-Ah, sí. Aquí estoy Mikey-kun.
—¿Te encuentras bien? Suenas un poco raro...
—E-eh...
—Espera, no solo hoy, llevas así varios días
—...........
—¿Estás de ánimo para contarme qué sucedió, cariño?
Takemichi al escuchar como la voz de Mikey se suavizaba, la culpa y el nudo en su garganta que se había instalado en su persona desde el incidente fueron forzados al límite.
Unas suaves lágrimas traicioneras se hicieron notar en sus mejillas.
—N-No.
—¿Quieres que vaya a tu casa?
—No, no quiero.
—Está bien, está bien. Si realmente necesitas contármelo en algún momento, esperaré por ti Takemitchy. O si de lo contrario, tampoco quieres puedo-
—¡Sí! Quiero decir, t-te contaré, pero no creo que por aquí sea...
—Tu tranquilo, esperaré por ti.
"Mikey-kun es tan bueno conmigo... mientras tanto yo soy..."
El temblor en su cuerpo era difícil de controlar, y de igual manera, su respiración se volvió más complicada de callar. El sentimiento agridulce que se aferraba en su lengua era horrible.
El azabache se sentía sucio, y tan desolado sin razón aparente, porque Takemichi era consciente que tenía a Mikey-kun, pero tampoco sabía el porqué costaba tanto soltar como se sentía realmente.
Contarle a la persona que quieres todos tus miedos, con la esperanza de sentirse comprendido, es tan aterrador.
—Takemitchy.
—¿Mmmp?
—¿Deseas hablar de cualquier cosa o prefieres escucharme a mí en su lugar?
—No lo sé.
—¿Prefieres las manzanas o las peras?
—No lo sé.
—¿Sentirse de la cagada o sentirse de la mierda?
—¿Cuál es la diferencia?
—No tengo idea, ¡Pero, oi! ¡No es justo que respondas mi pregunta con otra pregunta!
—¿Y quién dice?
—Obviamente yo.
—Entonces no es válido. Siguiente pregunta.
Mikey rodó los ojos con suma ironía, y con una sonrisa pequeña continúo con la conversación soltando lo primero que se le venía a la mente. A pesar de que el azabache más bajo se veía aparentemente sereno, su preocupación nunca lo abandonó.
—Takemitchy.
—¿Sí, Mikey-kun?
—Eres mi rayito de sol en medio de toda mi tormenta.
Un silencio se hizo paso en la línea contraría, tan largo que incluso Mikey inmediatamente verificó si su novio le había cortado la llamada.
—¿Cariño...?
Takemichi no lo pudo retener más, y los sollozos se adueñaron de los siguientes minutos registrados en la llamada.
—Takemitchy, amor...
—Lo siento, Manjiro. Lo siento tanto, tanto, tanto.
—.....
—Siento no ser el hombre que mereces
—Amo todo lo que eres y amo todo lo que somos.
—Siento no saber como amarte, tan bonito como mereces
—Con que nos amemos bien, lindo y recíprocamente durante el tiempo que tenga que durar lo nuestro, aunque por preferencia escogería nunca soltarte, es suficiente para mí.
—Mikey-kun...
—Neh, eres mío, ya te mordí ~
—M-Mikey-kun, ¿Estás escuchando lo que estoy diciendo?
—Usted es mío y se calla.
—......
—..........
—............
—¿Estoy ayudando o lo hago más difícil?
El azabache, aun con lágrimas amenazando por volver a salir de sus ojos, se permitió sonreír genuinamente.
—Mikey-kun, cariño, lo estás haciendo bien.
Mikey luego de escuchar aquella voz que tanto le gustaba totalmente rota, hizo un mohín al instante.
—Yo debería de decirte eso a ti
—No es fácil vivir con esto que siento...
—¿Te animas a contarme? No es necesario que me cuentes qué pasó, con solo contarme como te sientes estará bien.
—Bueno, me hicieron sentir la persona más insuficiente del mundo, que siempre la culpa de todo lo tenía yo, tanto al punto de creérmelo y pedir perdón por cosas que ni siquiera había hecho. Pensé que lo había superado, y duele volver a lo mismo, y recordar lo poquito que me quería...
—A veces no tienes por qué superarlos, es cuestión de aprender a vivir con ello. Porque existen heridas superficiales, y existen heridas para toda la vida.
—¿Y como hago eso?
—¿Hacer qué, exactamente?
—Aprender a vivir con mis heridas...
—No estoy seguro, depende de ti.
—Tengo miedo, Mikey-kun. Me da miedo estar feliz porque cuando eso pasa, siempre algo tiene que salir mal.
—Mientras estemos juntos, podremos superar cualquier cosa.
—¿Y si...?
—Te juro, Takemitchy, que si me dices ahora mismo que necesitas un abrazo, que necesitas refugiarte en mis brazos, lo dejo todo y voy corriendo hacia donde estés.
—..........
—Y me importa una mierda que sean las cinco de la mañana.
Takemichi no sabía como sentirse, si llorar, gritar, reír o hacer todo a la vez, probablemente lo haga al rato o quizás no, pero a pesar de sentirse así, él estaba dispuesto a dejar todas sus preocupaciones para después y decir lo que su corazón tanto anhelaba.
—Mikey-kun.
—¿Sí, cariño?
—Necesito un abrazo, tus abrazos, por favor.
—Voy para allá.
Llamada finalizada.
Mikey al llegar a la casa de Takemichi sin perder tiempo lo arrastra a la cama y lo envuelve en sus brazos, en un abrazo tan protector que ocasionó inevitablemente al azabache un cúmulo de emociones, y sollozó de alivio.
Y con solo ese abrazo, no se daba cuenta de cuántas heridas cura.
Ayer fue lunes con L de Llamada entrante regresó para alegrarte el día, extrañé mi lugar feli ⊂( ͡ಥ ͜ʖ ͡ಥ)⊃
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro