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Llamada 93

Kazutora permaneció en silencio por unos breves instantes mientras procesaba la nueva información, y cada segundo que más se tardaba en hablar, el sonrojo de Takemichi pasaba a otras partes de su piel expuesta. Un claro ejemplo, su cuello y orejas respectivamente.

Luego de alrededor de un minuto. Kazutora despertó de su sorpresa, dándose cuenta inmediatamente de la vergüenza de Takemichi. 

—Encantado de conocerte, Hanagaki. Soy Hanemiya Kazutora.—Una sonrisa amigable junto a un leve rubor se asomó en su expresión apaciguando el encogimiento ajeno.

—El placer es todo mío.

La mirada amarilla de Kazutora examino tranquilamente la expresión rojiza de Takemichi sin ningún pudor, y una sonrisa gatuna se asomo en sus labios.

—¡Vaya! Mikey tiene razón, eres adorable.

El azabache no pudo evitar que el rubor se intensificará aún más en sus mejillas, y sentía que se desmayaría por tanto calor en ellas. Mikey frunció el ceño ante eso.

—Neh, neh. Kazutora, búscate el tuyo, yo vi a Takemitchy primero.

—¡M-Mikey-kun!

Takemichi estaba seguro que si no moriría de vergüenza, moriría por un infarto al corazón.

—¡Oi, tranquilo hombre! Aleja esos impulsos de mí, y lo pensaré —comento Kazutora con suma burla sin hablar totalmente en serio, sin embargo, Mikey aún así lo quería matar.— Además, ¿Qué quieres decir con "Takemitchy"? Por Dios, Mikey, ya eres un hombre de 27 años ¡Ya está bien con los apodos raros!

—A él le gusta. —Mikey se cruzo de brazos sin dejar de lado su ceño fruncido. A los ojos de Takemichi, el que se veía realmente adorable era su novio.

Luego de intercambiar algunas palabras más entre ellos. Finalmente Kazutora los guio hacia su propio camerino, desde donde estaban, se podía escuchar con claridad el bullicio al otro lado de la cortina que los ayudaba a separar el espacio del público con los ayudantes y músicos instalados detrás de escena. Al llegar a la puerta con una estrella dorada con el nombre de Kazutora, la abrió otorgándoles de inmediato un espacio a ellos y así invitándoles a entrar con él.

Cuando Takemichi atravesó el marco de la puerta, Kazutora ingresó después y cerro la puerta para darles a todos más privacidad.

En el poco tiempo que pasaron con él, Takemichi pudo ver lo agradable y cálido que es el violinista. Tanto así que no pudo evitar relajarse en su presencia. Aún así, en el corto tiempo de interacción, Takemichi no dejaba de mirar de reojo a Mikey ni un segundo.

El azabache se preguntaba en qué pensaba Mikey mientras hablaba con Kazutora, y cuánto habrán hablado con anterioridad como para poder estar tranquilos con la presencia del otro ahora. Takemichi sabía que hubo una línea de tensión en su primer encuentro, y despertó algunos malos recuerdos en su novio como para desanimarlo tan solo un día. Pero, viéndolo ahora, se veían bien juntos.

Un ruido resonó estrepitosamente, cortando la palabrería de los demás de inmediato. Todos voltearon a ver a Takemichi con los ojos abiertos al ver como el azabache tenía ambas palmas descansando en sus mejillas enrojecidas, con los ojos cerrados y medio encorvado sin emitir ninguna palabra.

El silencio se prolongó significativamente hasta que Mikey se apresuró a ver el estado de su novio, y mientras apartaba ambas manos de su cara, veía la piel blanca un poco maltratada en sus mofletes. Mikey entrecerró los ojos descontento.

—Takemitchy, eres un estúpido ¿Por qué te golpeas?

—Necesitaba esclarecer mi mente. Lo siento Mikey-kun.

Mikey soltó un suspiro, tarareando mientras sus orbes oscuros, llenos de calidez y comprensión, se aseguraban de verificar que su pareja estuviera bien. Acaricio lentamente con las yemas de sus dedos las mejillas de Takemichi exageradamente, ocasionando que el otro soltara de sus labios quejas suaves.

—Eres un caso serio, así te adoro~

Por otro lado Baji soltó un suspiro exasperado al ver la décima escena empalagosa entre Mikey y Takemichi en lo que llevan de la noche, y a su lado Chifuyu rodo los ojos divertido, acostumbrándose a tener que mirar aquellas muestras de afecto más a menudo.

—¿Siempre son así?

—No has visto ni la mitad, son absurdamente cursis— respondio Baji a Kazutora mientras se cruzaba de brazos. Kazutora asintió en entendimiento.

—Ya veo...— murmuro Kazutora pensativo.— Hablando de estupidez. Oi Mikey, ¿Puedo hablar contigo un momento o algo así?

— ¿Mmmp? ¿De qué se trata? —Mikey ni siquiera se molesto en mirar a Kazutora cuando habló, toda su atención se la llevaba su querido Takemichi.

 —Negocios.

—Oh, te escucho.

—Nosotros nos iremos adelantando, creo que casi es hora de regresar a nuestros lugares —hablo Chifuyu mientras miraba distraídamente su reloj de muñeca.— Vamos Baji-san.

Chifuyu tomo la muñeca de su pareja para así abrir la puerta y retirarse rápidamente del camerino, pero al segundo de haberse ido, Baji regreso para tomar entre sus manos la mayor cantidad de bocadillos que quedaban en la mesa decorativa. Después de eso, les lanzó una sonrisa amplia con algunos colmillos asomándose en ella.

—Que buen servicio. —comento cantarinamente, y luego de pasar por la entrada, maniobro para cerrar la puerta tras suyo.

Takemichi quiso reír por lo que acababa de hacer Baji, pero debido al silencio que se instaló entre los tres, simplemente se mordió el labio inferior tragándose su propia risa. 

 —¿Entonces...? ¿Qué querías hablar? —comenzó Mikey con impaciencia, dando a entender que se quería ir de una vez. 

Ante esto, Kazutora una sonrisa pequeña apareció en su expresión.

—Bueno, ¿Dónde podría empezar? —hablo Kazutora mientras se rascaba la nuca con nerviosismo.

—Desde el principio, ¿no es obvio?

—Mira que tu carisma no da tregua —El de mirada amarilla mostro una sonrisa serena, sin embargo, su ceño estaba tenso, siendo un poco imperceptible.— ¿De casualidad recuerdas las notas y partituras de mis primeras canciones?

 —¿Las que ocasionalmente tocabas para el violín o el piano?

—Hablo del piano.

Mikey frunció el ceño, y finalmente desvió su atención hacia Kazutora despertando cierto interés en su mirada oscura. La curiosidad en él era evidente.

Por otro lado, Takemichi no hacia más que observar su interacción con cierta incomodidad poco disimulada.

— Desgraciadamente, sí.

—Auch.

—¿Por qué?

—Necesito un favor, ¿Podrías transcribir algunas de ellas? —pregunto Kazutora un poco tímido, incluso avergonzado.— Hubo un pequeño accidente con la hoja, y la mitad esta difusa. Confío en que tienes una buena memoria de ellas para el trabajo.

—¿Por qué no puedes hacerlo tú mismo?

—Te pagare lo que me pidas si no haces más preguntas.

—Hecho.

Kazutora mostro una gran sonrisa, sintiéndose satisfecho por la respuesta.

Luego una suave melodía resonó entre los pocos altavoces que se encontraban esparcidos por todo el teatro, un claro indicativo de que el concierto se retomara en tan solo unos poco minutos y que las personas que aún se encontraban por el lobby debían regresar a sus asientos. 

—Si eso es todo lo que querías decirme, Takemitchy y yo debemos volver. — Mikey volteo a tomar el brazo de Takemichi para después sonreírle amorosamente.— Vamos Mitchy~

—O-Oh bueno, le deseo éxitos Hanemiya-kun.

Takemichi fue arrastrado hacia la entrada junto con Mikey, quien abrió tranquilamente la puerta ansioso de acurrucarse nuevamente al lado de su Takemichi.

—Mikey, antes de que te vayas...

—¿Y ahora, qué?

—Como habrás notado, hoy el pianista encargado de la orquesta faltó debido a una lesión. El suplente es un novato aún, por eso, te pagaré el doble si le das unas pocas lecciones antes de mi próximo concierto en otra prefectura.

El azabache miro entre Mikey y Kazutora con nerviosismo, y el silencio repentino de Mikey lo puso el doble de nervioso.

—¿No puedes encontrar a otra persona que lo haga?

—Conoces mis canciones como la palma de tu mano. Entonces, podría decir con seguridad que eres mi mejor opción... Al menos hasta que pueda conseguir a otra persona, así que, ¿Aceptas?

Otro silencio, y Mikey soltó un suspiro desganado. 

—Espero que valga mi tiempo.

—No tengo la menor duda.

Takemichi observo otro rato más a ambos chicos, y frunció el ceño al percatarse de los hombros tensos de Mikey. 

La resolución de esta negociación... Lo tiene disgustado.




maratón 2/4

A que ninguno de ustedes recuerda la pequeña mención del talento de Mikey para el piano que está entre los primeros capítulos de la historia, sino que me parta un rayo JAJAJAJA

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