La campana del local de DVD's sonó indicando nuevos clientes, pero Takemichi aún sabiendo que su salario dependía de atender a la clientela, ni se inmutó.

El azabache permaneció en su lugar, con la cabeza pegada al mostrador y su semblante deprimente a la vista.

Escuchó claramente los pasos acercarse al mostrador y apenas sintió una leve caricia en su cabeza fue que se levantó abruptamente asustado, para así encontrarse con el rostro sorprendido y preocupado de su amigo pelirrojo.

⎯  Wow, tranquilo Takemichi ¿Estás bi...?

⎯  ¡A-Akkun!

El cuerpo de Akkun había sido jalado hacia adelante para así ser abrazado por los hombros por un Takemichi hecho lágrimas mientras balbuceaba incoherencias una tras otra sin soltarlo, el pelirrojo intentó separarse en vano para después suspirar e intentar consolar a su amigo con pequeñas palmas en la cabeza.

Después de transcurrir un tiempo prudente Takemichi pasó de sollozar a quedarse completamente callado, sin moverse, y Akkun con la paciencia al límite se separó con suavidad sin soltarlo del todo.

Al visualizar los tiernos ojos azules de su amigo cristalizados y con pequeñas lágrimas, no pudo evitar hacer una mueca.⎯  ¿Qué pasó?

⎯  L-Lo perdí Akkun...

⎯  ¿A quién?

⎯  P-Perdí a M-Mikey-kun ⎯  un hipo se cruzó en sus palabras, otro sollozo se escapó de sus labios⎯  Se terminó, ya no me q-quiere

La mirada de Akkun se suavizó y su semblante se tornó a uno asustado, ansioso y triste.

Suspiró casi en respuesta para luego otorgarle leve caricias de consuelo en sus brazos⎯  ¿Qué te hace pensar eso? ⎯  preguntó tranquilamente y con una voz pacífica.

Takemichi por su lado se limpió el rastro que dejó sus lágrimas en sus mofletes con el cuello de su camisa, y parpadeó recordando lo sucedido hace varios días.

Después de esa inesperada y sentimental despedida de parte de Mikey por mensaje, por más que Takemichi intentará contactarlo no podía, lo mandaba al buzón hasta que se percató que fue bloqueado por toda vía social que tenía conocimiento que el contrario poseía. Hubo una ocasión en que el azabache se aventuró y fue a la casa del más bajo, pero las únicas dos oportunidades que lo hizo casualmente Mikey no se encontraba en casa.

Cualquiera podría decir que la hermana de Mikey, Emma, lo ayudaba a esconderse de él pero Takemichi podía asegurar que la rubia no mentía cuando le decía que su hermano no se encontraba en casa. Además se podía observar que ella estaba igual o más frustrada que él en el asunto en que ambos fueron absorbidos inevitablemente.

Aunque claro, Takemichi no debe de olvidar el gran sermón que recibió al no tener en cuenta los sentimientos de su hermano pero, dicho por la boca de la misma Emma, ambos tenían la culpa.

La culpa de no comunicarse entre sí.

El azabache se separó completamente para así enterrar sus dedos en su melena y despeinarla exasperado.

⎯  No lo sé, ya no sé en qué pensar... Ya no atiende mis llamadas y...

⎯  Necesita espacio, no lo fuerces a hablar si no quiere.

⎯  ¡Pero...! ⎯  la mirada de Akkun le hizo callar de inmediato, percibiendo finalmente el sentir del contrario ⎯  Tienes razón

⎯  Sé que es difícil Takemichi pero debes de entender que si se alejó de esta manera fue porque su corazón no pudo resistirlo más y ya no podría seguir insistiendo debido a tu indeciso actuar, eso es normal, solo otorga tiempo al tiempo y cuando ya tengas tus sentimientos aclarados ⎯  en ese instante el azabache se chispa de los nervios al sentir la voz grave de Akkun, sintiéndose nuevamente pequeño, lo último dicho pudo captarlo como un leve sermón sin problemas ⎯  Puedes ir a buscarlo, hablarlo y aclararlo todo...

Nuevamente Akkun suspiró para así indecisamente buscar las palabras correctas para continuar y cuando pensó que había encontrado algo, al abrir su boca no salió nada.

El ambiente se tornó silencioso repentinamente y ese mismo se transformó en uno tenso e incómodo. El pelirrojo en respuesta a eso llevó su mano libre hacia su nuca mientras que Takemichi mantenía su mirada en el suelo sin evitar jugar con sus manos pensativo.

Un timbre de llamada irrumpió en ese preciso momento, y Akkun revisó su bolsillo al darse cuenta que era su propio teléfono, al visualizar al remitente le regaló una gesto rápido a Takemichi y se alejó.

Takemichi compresivo asintió para después de que el pelirrojo estuviera a una distancia prudente fue que el azabache desvío la mirada hacia afuera, notando de inmediato el crepúsculo, era hora de cerrar.

Mientras se desplazaba de forma automática en el local limpiando, verificando y cerrando la caja registradora así fue como se perdió en sus propios pensamientos.

Takemichi suele considerarse un hombre relativamente normal con una vida relativamente cómoda, en su propia burbuja, en su propia nube y sumergido en una rutina insípida y carente de sentido. Y si, quizás para muchos será poco pero para él era todo lo que podía ofrecer. Su vida no era la más interesante y su persona menos lo era, aún así entre un gran número de personas que habitan en el planeta, un sin fin de transeúntes en la capital de Japón, una cantidad considerable en la zona en qué se estableció y vivía desde que dejó atrás todo lo que más quiso.

¿Por qué él?

¿Por qué Mikey-kun lo escogió precisamente a él?

No lo entendía y seguía sin comprender el porque un chico tan extraordinario, gentil, divertido y atractivo como Mikey había insistido tanto en entrar a su vida y formar parte de su día a día como si fuese lo más importante en el mundo.

Takemichi podría considerarse una persona de cualquier forma que exista, menos importante.

Takemichi simplemente era... Takemichi. Y el simple hecho de menospreciarse, de no aceptar que exista alguien que esté dispuesto a compartir sus sonrisas, sus conversaciones y sus atenciones a él era abrumador donde lo viera.

Temía a ese nuevo sentimiento que se colaba en su ser, ese que solamente sale a la luz cuando se trata de Mikey, ese dulce y bonito sentimiento que le agradaba.

Ese qué lo hacía sentir bien.

Pero en la mente del azabache estaba constantemente su voz interna diciéndole, exclamandole y resaltandole que nunca, jamás habría alguien que lo consideraría especial.

Él nunca sería ese alguien para...

Al menos ante mis ojos lo eres, cariño~

Él nunca sería...

Ese en dónde puedo decirte cosas cursis y así te enamoró más ¿Capichi?

Él nunca...

Neh, entonces te asmo

Él...

Porque quiero hacerte sentir especial y así, nunca te vayas

Él era un completo idiota.

⎯  ¿Takemichi...? ⎯  Akkun regreso nuevamente, viendo confundido como Hanagaki Takemichi se encontraba golpeándose la cabeza en el mostrador sin detenerse. ⎯  ¡Oi, qué estás-!

El azabache se detuvo abruptamente asustando al pelirrojo por sus acciones inesperadas, pensando seriamente en llevar a su amigo con un especialista.

⎯  Akkun lo he decidido. ⎯  la mirada que reflejaba suma determinación de Takemichi dejó sin habla al mencionado, continuó⎯  finalmente comprendí que quiero a Mikey-kun en mi vida, y no solo de un momento... Sino para siempre.

⎯  Takemichi tú...

⎯  Voy a buscarlo ahora⎯  y sin esperar respuesta se aproximó a la salida, con llave en mano y el lugar listo para cerrar.

Akkun por su parte reaccionó y antes de que el azabache avanzará más de dos pasos lo tomó del brazo.⎯  Espera.

De nueva cuenta, la mirada firme y decidida de Takemichi lo observó de reojo, logrando que el pelirrojo tragara saliva nervioso.

⎯  Akkun, necesito irme.

⎯  E-Espera un momento, déjame acompañarte, esta oscuro afuera ⎯  señaló de inmediato hacia un costado del contrario, y efectivamente la noche había caído en las calles ahora desoladas de Tokio. ⎯  No me perdonaría si te sucediera algo allá afuera si tuve la oportunidad de evitarlo... Primero cierra con calma la tienda y vamos a la casa de Mikey ¿Esta bien?

Takemichi indeciso a la final aceptó con confianza de sobra al pedido de su viejo amigo, y ya cuando ambos estuvieron a las afueras del local fue que la cerró y se aproximaron a la siguiente avenida, caminando tranquilamente sin falta hacia su nuevo destino trazado.

En el transcurso de los pasos tranquilos de Akkun y los ansiosos de Takemichi avanzaron sin problemas.

Claro, todo en su entorno iba bien, pero entonces sucedió.

Una camioneta considerablemente grande se estacionó ruidosamente a un costado de ellos, de manera inesperada salieron de ella dos hombres fornidos camuflados entre ropa oscura y sus rostros cubiertos con una mascara de igual forma del mismo color que su vestimenta. Takemichi en ese preciso momento se paralizó del susto, tuvo el instinto de correr pero sus pies no se movían ni un centímetro, tuvo el impulsó de gritar pero sus cuerdas vocales se encontraban cerradas debido al miedo que brotaba con insistencia en su sistema nervioso.

Luego todo lo que sentía fue reemplazado por un inquietante vigor al recordar que no se encontraba solo, Akkun podría salir herido.

Él no permitiría que pasarán de él.

Él protegería a Akkun cueste lo que cueste.

⎯  Akkun yo los distraigo, ve por ayuda ⎯  murmuró Takemichi sutilmente sin quitar de vista a los aparentemente peligrosos hombres que se acercaban lentamente a ellos. Pero al no recibir respuesta se volteó lentamente hacia atrás con un mal presentimiento latente⎯  ¿A-Akkun...?

⎯  Lo siento Takemichi.

Después de haberse dicho aquellas palabras, Takemichi recibió un golpe en seco en la nuca de parte de Akkun para así ser recibido al momento por la oscuridad y sin más preámbulo la inconsciencia llegó.

Amablemente debo comunicarles que desde acá empezará lo emocionante para mí, estuve esperando mucho por este día y ya llegó :>

Los tqm, y gracias por seguir aquí TTTTT ♥️