Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15



Amet:

Me pasé gran parte de la tarde y noche con Brandon —el hijo de Rodríguez y mi mejor amigo—, y Asher que llegó en el momento menos esperado, aunque según él solo vino a mi apartamento a traerme los resultados de su investigación de Lizar y The captain, de los cuales no encontró literalmente nada.

La cosa es que Brandon fue enviado por mi padre para que me “convenza” de volver a la Mafia, mientras que mi madre me mandó a decir que no regrese ni muerto, Mi padre pensó que enviar a uno de mis amigos de infancia lograría tenerme devuelta, pobre estúpido.

En el tiempo que estuvimos juntos, ni siquiera se mencionó a mi padre y sus negocios, en cambio, nos pasamos el día haciendo bromas y portándonos como los dos estúpidos que somos, pero cuando llegó Asher el ambiente cambió y todo se volvió un tanto incómodo, aún así, yo estaba feliz porque por fin se reencontraron.

Cuando Brandon se iba al hotel le dije que me dé un aventón hasta el apartamento de Lizar, esa noche quería sexo, además de que lo dejé bastante enojado en la universidad.

—¿Qué haces aquí? —preguntó tras abrir la puerta.

Tenía el torso desnudo y solo vestía unos pantalones de pijama, el cabello estaba goteando agua sobre sus hombros, aparentemente se había duchado poco tiempo atrás, lo miré detenidamente, —de los pies a la cabeza—.

Estaba sexi, muy sexi.

—Si quieres me voy —respondí.

—Ya que estás aquí —se puso a un lado de la puerta permitiéndome entrar, una vez en el interior tomé asiento en unos de los sofás de la sala bajo la mirada de Lizar.

—No te follaron bien y por eso viniste, ¿no? —dijo tras pararse delante de mí.

—No me follaron, a menos de que estés hablando de cuando me empotraste contra la cama a las cinco de la mañana.

Se puso de cuclillas y me agarró por la barbilla.

—¿No te gusta como Benji te folla?, ¿O es que no te folló? —tenía la mandíbula apretada y su mirada denotaba furia.

—Ninguna de las dos, su nombre no es Benji, es Brandon —le di un manotazo para que me suelte. —¿Acaso estás celoso porque me pasé el día con otro y no contigo?

Se carcajeó sin gracia antes de decir:

—¿Crees que estoy celoso? —dijo, en un  tono de voz carente de humor —no puedo estar celoso porque no somos pareja, lo que tenemos solo es sexo—. Entrecerró los ojos y frunció a un más el ceño —pero me enoja que no sigas las reglas que tú mismo aceptaste.

—No he roto ninguna regla.

—La rompiste en el momento en que dejaste que ese tipejo te toque.

«¿Espera qué?»

—No sabía que tenía prohibido que la gente me toque.

—No me gusta que jueguen con lo que es mío.

—No soy…

Me besó, un beso cargado de furia; un beso que con gusto respondí con la misma ferocidad. Lizar gemía por lo bajo cada que yo halaba su cabello o mordisqueaba sus labios.
Nuestras lenguas danzaban en un baile desenfrenado y erótico que me tenía loco y deseoso por más, le halé el cabello nuevamente, pero esta vez para separar nuestros labios.

—A mí no me interrumpas cuando esté hablando —dije mirándolo a los ojos, con la  respiración entrecortada al igual que la de él —y no soy tuyo—. Esta vez fui yo quien lo besó.

Temblé ante la necesidad de tocarlo por todas partes al mismo tiempo, mis brazos rodearon su cuello mientras él me abrazaba la cintura, lo atraje más a mí, —si eso era posible—, lo quería tener más y más cerca; un gemido se escapó de mi boca cuando mordisqueo mi labio inferior y empezó a recorrerme  la clavícula y el cuello con besos.

—Eres mío, desde el momento en que te miré por primera vez —murmuró contra mi cuello, su aliento produjo un escalofrío que me recorrió el cuerpo, se enderezó y me miró desde arriba—. Así que no me vengas con esa mierda de que no eres mío, porque te demostraré una y otra vez que si lo eres.

—¿Por qué no empiezas ahora?

Me levanté del sillón y empecé a caminar en dirección a la habitación, a los pocos segundos escuché los pasos de Lizar siguiéndome. Una vez dentro esperé a que pasase por la puerta para besarlo nuevamente, esta vez el beso no era menos furioso, pero aun así me hizo temblar de excitación, quería más, mucho más, así que lo tomé.

Lo empujé a la cama, y me subí a horcajadas en su entrepierna, he de admitir que la tenía dura, recorrí con las manos su pecho y su abdomen, —el cual tenía un paquete de ocho —, mi boca batallaba con la suya en un beso cargado de fuego, furia y los celos de Lizar.

Gimió suave cuando separé nuestros labios y mordí el lóbulo de su oreja.

Nuestros cuerpos estaban calientes y cada que Lizar me tocaba sentía mi piel arder, nuestras respiraciones erráticas y gemidos inundaban la habitación. Ya las telas que separaban nuestras pieles me molestaba, por lo que en movimientos frenéticos y rápidos me quité el suéter que tenía puesto, me levanté de encima de Lizar y me deshice de los pantalones junto con el bóxer bajo su atenta mirada.

—Tu turno —dije mientras me pasaba la mano por el cabello.

Se quitó el pantalón con rapidez, una vez que ambos estuvimos desnudos  me acerqué para colocarme en la misma posición de antes, pero Lizar me sorprendió  cuando en un rápido movimiento me puso de espaldas y me tiró en la cama.

—Ponte en cuatro y abre bien las piernas —ordenó, acaté su mandato posicionándome como dijo, abrí las piernas, me apoyé en los codos y rodillas, mientras mi parte inferior estaba al aire la superior rozaba las sábanas.
Mis músculos estaban tensos y mi piel deseosa de su contacto, escuché el sonido de rasgar papel, por lo que supuse que abrió un condón.

Sentí la piel de sus muslos rozar la mía, a los segundos echó el frío lubricante e introdujo un dedo en mi para después entrarlo y sacarlo en movimientos lentos, llevándome a la locura, gemí y moví mis caderas en busca de más fricción y placer. Lizar añadió otro dedo y siguió torturándome lenta y placenteramente.

—Creo que ya estás listo—. Me estremecí ante la perspectiva de volver a sentir su miembro dentro de mí.

Posó sus manos en mi cintura y empezó a introducirse en mi agujero, y primero solo metió una pequeña porción, lo sacó y volvió a penetrar, eso estuvo haciendo hasta que le rogué.

Se deslizó de un solo golpe que me arrebató el aire y me llenó de placer, sus movimientos eran rápidos y certeros, mantenía sus manos apretando mi cintura mientras yo tenía las sábanas empuñadas.

—Eres mío —gruñó.

Empezó a besar, morder y succionar la piel de mi espalda y hombros, provocando que espasmos de placer me recorrieran y gimiera aún más alto.

—Di que eres mío —gruñó.

—Soy de Dios —exclamé con la voz entrecortada, ni sé cómo logré hablar.

Puedo jurar que cuando Lizar escuchó lo que dije sus movimientos se volvieron más rápidos y bruscos.

──────── ✧ ──────────

Me levanté para ir a tomar un poco de agua en la cocina y cuando entré a la habitación encontré a Lizar hablando por teléfono.

—Haz bien tu maldito trabajo y deja de joderme —me miró desde su posición, sonrió y luego siguió hablando —Envía todos esos datos a mi correo.

Caminé hasta la cama y me acosté, segundos después el colchón se hundió, Lizar me pegó a su pecho y rodeó mi cintura con un brazo, me dormí en pocos minutos.

El tono de llamada de mi teléfono fue una bella forma de despertarme, lastimosamente la noche anterior había olvidado ponerlo en silencio como siempre hacia antes de irme a dormir.

—Apaga eso —exclamó Lizar, he de admitir que su voz de recién levantado era más ronca y áspera de lo normal.

Me levanté y busqué mi teléfono hasta que lo localicé en el bolsillo del pantalón, era mi padre quien estaba llamando.

—¿Qué quieres? —dije tras haber contestado.

—Por una vez en tu vida revisa tu correo electrónico y sigue las pistas que te envié de The Captain.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro