Era el mediodía cuando Gina Engström entró en la habitación de su hermano Ronald. Él estaba tirado sobre la cama y miraba una película. La mujer se dejó caer sobre el colchón y abrazó a su hermano.

-¿Qué te pasa? – preguntó Ronald y la hizo a un lado – Déjeme en paz, me molesta tu presencia.

-¡Qué grosero eres, Ronnie! – exclamó Gina – Yo que tanto te quiero y te protejo de papá, porque si por mi fuera, ya le hubiera ido con el chisme de que tú, precioso hermanito eres un...

-¡Cállate! – la interrumpió Ron y apagó la televisión - ¿Quieres mi atención? ¡Pues ya la tienes!

-Pero no era para que apagaras la tele y dejaras de ver tu película. – dijo Georgina con una enorme sonrisa - ¿Adivina quién firmó contrato con papi esta mañana?

-El gorila albino de Thomas Hardy, ¿no es así? – respondió Ronald – Escuche a papá comentarle algo a su abogado - ¿Y eso que tiene de especial?

-Eso no es todo – exclamó la rubia – Tommy firmó el contrato por tres años y yo seré su publicista. ¿No es increíble?

-No, no. – gritó Ron - ¿A mí en qué me beneficia?

-¡Eres un tarugo! – respondió su hermana – En serio que la coca te está afectando el cerebro. – dijo y siguió hablando – Esta es tu oportunidad para quedarte con su novia, la ciega esa. Yo puedo ayudarte, ¡te lo dije! A mí me gustó el gorila y siendo su publicista voy a pasar más tiempo con él. Puedo hacer que caiga en mis redes en un dos por tres y deje a la china invidente. Así tú tendrás el camino libre para hacer con ella lo que quieras.

-Claire me gusta para algo serio, Gina. – exclamó Ronald y se levantó de la cama – Ella no es como tú, hermanita.

-¡Claro que no! – gritó la rubia – Ella es una muerta de hambre, una pobretona. No tiene clase, tampoco es hermosa y perfecta como yo.

-Tiene vergüenza y no es puta, como tú. – respondió su hermano – Pero me conviene que seas así, toda una zorra. Así engatusarás al gorila y la pasarás de lo lindo con él. Hasta que encuentres a otro incauto y lo hagas caer. Ahora vete, que quiero seguir mirando mi película. – dijo y se acercó a la puerta para abrirla y hacerle una seña a su hermana para que abandonara la habitación.

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Claire y Sandy esperaban a Timmy afuera de la escuela donde trabajaban, el chico pasaría a recogerlas para llevarlas al gimnasio y juntos estar con Tommy, acompañarlo en su entrenamiento y conocer los pormenores de su contrato y todo eso. Se estacionó frente a la escuela y pudo ver a las chicas que lo esperaban. Sandy le hizo una seña y él descendió del auto para caminar a su encuentro.

-¡Hola, bellezas! – Dijo el hombre y las abrazó con fuerza.

-Hola Tim – Dijo Claire.

-¡Timmy! – Gritó Sandy arrojándose a los brazos del chico - ¿Por qué tardaste tanto?

-Mi jefe me hizo demorar más de la cuenta – Comentó - ¿Ya nos vamos?

Las chicas respondieron de manera afirmativa y subieron al auto, charlando y riendo sobre lo que había sucedido en su día. Timmy las escuchaba y se reía también de los comentarios de las mujeres, interviniendo de vez en cuando en su charla.

-Por cierto – Preguntó Sandy a Claire - ¿Qué va a suceder con el trabajo de Tommy?

-Tommy ya no va a trabajar – Exclamó Tiim.

-No – Dijo Claire – Se va a concentrar en sus entrenamientos, creo que ahora eso será como una especie de nuevo trabajo para él.

-¡Qué suerte! – Murmuró Sandy – Así lo vas a tener para ti todo el día.

-Ni creas, se la va a pasar en el gym – Suspiró Claire – Su entrenamiento es cuatro veces al día, los siete días de la semana.

-¡Madre mía! – Murmuró Sandra - ¡Retiro lo dicho!

-¡Pero ganará millones! – Comentó Tim - ¿No sabes si ya firmó el contrato?

-No lo sé – Respondió Claire – No sé sí a Sandy le haya mandado un mensaje.

-No – Dijo su amiga – Si así hubiera sido, te lo habría dicho inmediatamente, pero no tengo ningún mensaje.

-A mí tampoco me ha dicho nada – Comentó Tim – Y se me hace raro, por eso preguntaba

-Supongo que nos quiere dar la sorpresa – Añadió Claire y sus amigos asintieron.

Llegaron al gimnasio y fueron recibidos por Hannah, quién les comentó que Tommy ya se encontraba descansando en el despacho de Tony y que ahí los esperaba. Los chicos agradecieron a Hannah y se dirigieron a la oficina de Barnes. Timmy llamó y esperó a que la puerta se abriera.

-¡Bienvenidos! – saludó Anthony – Los estábamos esperando, sobre todo a Claire. – dijo y la tomó de la mano para llevarla hasta donde Tom estaba sentado.

-¡Claire! – gritó Tommy al verla y la sujetó de la cintura para sentarla en sus piernas – Te eché de menos, mi princesa. ¿Me extrañaste? – dijo y besó una de sus mejillas.

-Sí, te extrañe mucho – respondió la muchacha - ¿Tuviste un día pesado, cielo?

-Pues sí, no les voy a mentir. – dijo y les sonrió a sus amigos - ¿Quieren un poco de leche?

-No, gracias – exclamó Tim - ¿Ya firmaste? ¿Qué pasó? Queremos saber.

-Sí Tommy, ¿cuándo será tu primera pelea y contra quién? – preguntó Sandy muy emocionada.

-Voy por partes – respondió Hardy con mucha emoción – Ya firmé – sonrió.

-Esas son grandes noticias, mi amor – exclamó Claire abrazando a Tom.

Timmy y Sandy lo apretaron de las manos y saltaron llenos de felicidad. Los chicos comenzaron a gritar hurras y a desearle muy buenas vibras al futuro campeón. ¡Se lo merecía!

-Mi primera pelea será dentro de tres meses – dijo Tommy lanzando un suspiro – Y me enfrentaré con el gran Giovanni Lombardo.

-¿Qué? – gritó Tim - ¿Lombardo? Esa pelea seguro que será a muerte, Lombardo es un duro contrincante y creo que será una pelea difícil.

-¡Quizá! – intervino Tony – Pero trabajaremos duro para que Tom pueda vencerlo y aunque en un principio me mostraba pesimista al respecto, ahora me siento lleno de optimismo y sé que Hardy podrá vencer sin dificultad a Lombardo.

-Yo confió en mi entrenador – dijo Thomas – Y también confió en mis capacidades, creo que si seguimos esforzándonos lograremos vencer a cualquier rival.

-¡Así se habla! – gritó Timothy – Vamos a hacer un brindis, por supuesto que con leche.

Anthony llamó a Hannah y sirvió leche en varios vasos. Levantaron sus vasos y dedicaron algunas palabras de aliento a Tom que se mostraba sonriente y satisfecho.

Después de su brindis y de charlar un rato con Tony, los chicos decidieron ir a cenar. El entrenador y su novia rechazaron la invitación de los muchachos, ya que tendrían una cena con los padres de Hannah. Los chicos se despidieron del entrenador y su novia para dejar el gimnasio y subir al auto de Tim, quién se puso en marcha y preguntó.

-¿Ya pensaron qué es lo que quieren cenar? – Preguntó Tim.

-¡Hamburguesas! – Gritaron Claire y Sandy al mismo tiempo – O una pizza – añadió Sandy.

-Yo paso – Sonrió Tommy – Tengo prohibido comer todo eso, así que...

-Podemos pasar a un restaurante vegano y compramos algo ahí para todos – Intervino Tim.

-Mi dieta no es vegana – Murmuró Tom – Así que pueden pasar por sus hamburguesas y llegando a casa me puedo preparar algo con lo que tenemos en casa.

-De acuerdo – Exclamaron todos.

Al llegar a su casa, Sandy se ofreció a prepararle algo rápido a Tommy, pollo a la plancha y verduras hervidas. Después se sentaron a la mesa para comenzar a cenar y a platicar animadamente. Querían saber más sobre los detalles de la pelea y de su contrato.

-Tengo una publicista – Dijo Tom – Es la hija del señor Engström, se llama Georgina; creo que es linda.

-¿Linda? – Preguntó Claire - ¿Más linda que yo?

-Creo que Claire ya se puso celosa – Rió Sandy.

-¡Nadie es más linda que tú! – Sonrió Tommy y abrazó con fuerza a Claire para besarla en las mejillas – Pero la chica me pareció agradable y se portó muy amable conmigo. Además sólo será mi publicista y creo que tendré una junta mañana por la tarde con ella. Yo no voy a mezclar el trabajo con relaciones personales, eso no es chido – Murmuró Tommy y besó de nuevo a Claire.

-Lo sé, cielo – Exclamó su novia – Sólo estaba bromeando.

La cena terminó y sus amigos se despidieron, ya que Tom debía descansar después de un día bastante pesado. Una vez que estuvieron solos, entraron en su habitación y Hardy se dejó caer en la cama mientras se quejaba con sonoridad y comenzaba a reír. Claire se rió junto con él y se acostó sobre la cama, abrazándolo.

-¿Quieres que te dé un buen masaje? – Le preguntó su novia – Así te relajarás un poquito.

-¡Lo acepto! – Exclamó Tom - ¡Quiero ese masaje! – Murmuró – Pero antes, debo terminar con la rutina de hoy, ¡veinte minutos de ejercicio antes de ir a la cama!

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Hardy se puso de pie de un salto y conectó su móvil en la bocina, mientras la música se dejó escuchar a todo volumen. Claire suspiró y entró en el cuarto de baño para ducharse y prepararse para ir a la cama. Después de un largo rato, la música dejó de escucharse. Ella salió de la ducha, se vistió y llamó a Tommy, pero no le contestó. Lentamente, Claire se acercó a la cama y la tocó; el chico estaba ya sobre el colchón, durmiendo y roncando suavemente. La chica se acurrucó junto a él y lo abrazó con fuerza; luego de unos instantes cerró los ojos y también se quedó dormida.

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La primera semana de entrenamiento de Tommy estaba a punto de concluir, ese día era sábado y parecía que él se estaba acostumbrando a esa rutina. La que no podía acoplarse a su nuevo ritmo de vida era Claire, pues se quejaba de que casi no pasaba tiempo con él y que ya no hacían el amor porque siempre se quedaba dormido.

-Entiende Claire, ahora esto es mi trabajo. – exclamó Tommy – Ni siquiera llevamos una semana y tu ya te estás quejando. Debes acostumbrarte, tú misma me dijiste que debía hacer sacrificios y los estoy haciendo. – dijo y continuó mientras la abrazaba – Este cambio es difícil para mí, yo también pensaba que iba a ser algo distinto pero me doy cuenta de que no es así. Tenemos que aprender a vivir con esto, ya tendremos tiempo para nosotros dos. Me dijo Anthony que después de la pelea el entrenamiento iba a ser menos demandante a menos que tuviera una pelea en puerta.

-¡Lo sé Tommy! – gimió Claire – Lo siento, no debes hacerme caso. Me estoy comportando como una paranoica. Voy a ser más paciente, ¡debo ser más paciente!

-El tiempo pasa volando, chiquita. – respondió Tom – Pero ¿qué te parece si voy a verte esta noche al bar? Vas a estar con la banda ¿no? ¿O se cambió la presentación para otro día?

-¡No! – dijo la muchacha – Tenemos presentación esta noche, así que ahí te espero mi cielo.

-¡Perfecto! – Murmuró Tommy y la apretó contra su pecho – Ahí estaré.

Claire se aferró a los brazos de su amado y levantó el rostro. Tom la acarició y deslizó su pulgar sobre los labios de Claire, la chica lo mordió y suspiró, mientras Tommy sonreía con satisfacción. Inclinó el rostro y la besó con pasión, mientras le acariciaba tiernamente la espalda. El cuerpo de Claire se frotó contra el de Tommy y gimió suavemente para después separarse lentamente.

-Te amo – Le dijo la chica – No debí decirte esas cosas.

-¡Ya, no pasa nada! – Murmuró Tom – Te entiendo y creo que yo me pondría igual que tú si estuviera en tu lugar.

Claire le sonrió y se despidió de él. No eran ni las seis de la mañana y ella ya estaba haciendo un drama, se dijo una vez que Tom dejó su departamento. Tenía que controlarse y saber ser más paciente con él. Suspiró y entró en la cama para dormir un rato más.

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Thomas y Timothy entraron en el bar donde la banda de Claire se presentaba con regularidad. El sitio estaba lleno y se notaba que el ambiente estaba a tope. Tommy buscó inmediatamente con la mirada a Claire, pero no pudo encontrarla.

-¡Allá está Sandy! – Exclamó Timmy.

-Sí, la veo – Murmuró Tom – Pero no veo a Claire, por cierto, ¿Sandy ya es tu novia?

-Estamos en eso – Se rió Timothy – Oye, ¿qué ese de allá no es Ronald Engström? – Preguntó cambiando drásticamente el tema.

Tommy miró hacia dónde su amigo le señalaba, efectivamente, ahí estaba Ronnie. El rostro de Tom se descompuso en una mueca de ira al mirar que el sueco ese ¡estaba abrazando a Claire! No podía creerlo, ¿por qué se atrevía a ponerle una mano encima a su chica? Claire era sólo suya y nadie tenía derecho a tocarla salvo él; pensó Tom de manera posesiva, pues los celos ya estaban haciendo estragos en él.

El chico no respondió y caminó a paso veloz, conteniendo la ira al ver que Ronald rodeaba los hombros de Claire con su asqueroso brazo, mientras le decía algo al oído.

Claire se movió un poco incómoda bajo el hombro de Ron, estaba cargando todo su peso en ella y ¡no pesaba poquito! Tommy por lo general no hacía eso cuando la abrazaba. Ronald se inclinó y le susurró en el oído.

-¿Por qué no está Tommy contigo está noche? Yo que él no me atrevía a dejarte sola – Dijo Ron - ¿Qué puede ser más importante que tú?

-Su entrenamiento – Exclamó la chica levantando la cabeza – ahora Tommy está ocupado con eso – Sonrió – No debo molestarme si no llega, está cansado y son muchas cosas las que tiene que hacer en el día. Generalmente cumple su palabra, me dijo que vendría, pero si no puede hacerlo, ¡lo entenderé!

-¡Eres tan linda Claire! – Suspiró Ron mientras deslizaba su mano por el rostro de la joven – Pocas chicas pensarían así como tú lo haces.

A Claire le incomodó el roce de la mano de Ron sobre su rostro, trató de moverse pero parecía que Ronald no la iba a dejar ir tan fácilmente.

Tommy había visto esa escena, y estaba muy molesto. Esquivó un par de personas para aproximarse, cuando una mano se posó en su hombro.

-¡Tom Hardy! – Dijo Gina Engström - ¡Qué gusto verte, nene! – Exclamó y lo abrazó mientras lo besaba en las mejillas - ¿Qué andas haciendo por aquí?

-¡Hola, señorita Engström! – Respondió Tom con una fingida sonrisa – Vine a ver a mi novia.

-¿Ah, sí? – Preguntó fingiendo interés - ¿Quién es ella?

-La chica que está con su hermano – Murmuró - ¿Me disculpará un momento? – Añadió – Voy a decirle que ya llegué.

-¿Tú novia es ciega? – Preguntó Gina quién no tenía intención de dejarlo ir - ¡Pobrecita! ¿Qué le pasó?

-¡Permítame un momento, señorita Engström! – Dijo Tommy a punto de perder su paciencia – Voy a hablar con ella y después hablo con usted. Con permiso – Finalizó sin esperar la respuesta de Gina.

Sandy se acercó a Claire y a Ronnie y le sonrió al hombre, mientras sujetaba la mano de la muchacha.

-Ya es hora, linda – Le dijo – Despídete de tu guapo amigo porque vamos a comenzar en unos minutos. ¿Ya llegó Tommy? – Le preguntó.

-No lo sé – respondió Claire soltándose de Ron - ¿Te ha mandado un mensaje?

-Dijo que ya estaba en el bar, pero que está atestado de gente y no podía encontrarnos – Comentó Sandy – Y le respondí diciéndole que se reuniera con nosotros junto al escenario, pero no está aquí y Tim no aparece.

Claire suspiró y se despidió de Ronald, caminando de la mano de Sandy, sin embargo, otra mano se posó en su hombro y ella supo que se trataba de Tommy. La joven se soltó de Sandra y se arrojó a los brazos de Hardy antes de que él pudiera decirle algo.

-¡Viniste! – Gritó a joven y lo besó apasionadamente en los labios.

Tommy la apretó con firmeza, pegándola a su cuerpo y respondió ante ese beso pasional.

-Sabes que no me lo perdería por nada del mundo – Le susurró al oído y después levantó su vista para dedicarle una mirada furibunda a Ronald, quién tenía sus ojos fijos en el hombre y con ganas de asesinarlo.

Tommy le dedicó una sonrisa de burla a Ron y volvió a besar a Claire, mientras le apretaba el trasero.

-¡Suerte, linda! – continuó Tom – Te estaré viendo de cerca, en la mesa frente al escenario.

-¡Gracias! – Murmuró Claire - ¡Eres el mejor! – Finalizó la joven y se alejó de él.    

https://youtu.be/WuM-wDolnMc

Tom se reunió con Timothy n la mesa que Sandy les había reservado. La banda se colocó en posición y Claire dijo unas palabras agradeciendo a los presentes por estar ahí. Se escucharon los primeros acordes de la melodía y después la potente voz de Claire. Tommy movía la cabeza al ritmo de la música, las versiones originales de esos temas no eran los suyo, pero las toleraba por Claire, quién era fanática de esos artistas. Los arreglos que los chicos le habían hecho a las canciones eran bastante buenos y eso le gustaba, por ello las disfrutaba más.

Ronnie observaba a Thomas que no perdía detalle de Claire. ¡Qué suerte tenía ese simio! Había podido presenciar el recibimiento que Claire le había dado, ¡cómo le gustaría que ella lo recibiera así! Trataba de ganarse la confianza de la mujer, pero parecía que ella no aceptaba su amistad, ¿por qué? La mayoría de las mujeres matarían por tener algo con él, ¡pero Claire Kwan no!

Hardy giró el rostro y pudo ver que Ronald lo miraba de manera dura y penetrante. Parecía que tenía ganas de destrozarlo, pero se contenía a duras penas. ¡Ese tipo estaba loco! Por un momento había tenido ganas de partirle la cara, pero sabía que no valía la pena. De alguna forma u otra se enfrentaría con él, ¡pero lo harían dentro de la jaula!

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¡Ay, esos rivales! Yo no sé que busca el Ronnie, para mí que nada más es por joderle la vida a Hardy. Claire está enamorada de su novio, pero ¡quién sabe! Todo puede pasar en esta historia. Déjenme sus comentarios sobre este capítulo y ¡gracias por leer!

#MaryCruz