Al escuchar la fuerte voz del hombre, Tom se quedó de pie. Ron seguía sujetado por los Kulina y vociferaba. La gente que estaba alrededor gritaba y pedían una pelea entre Tommy y Ronnie, pero la presencia de Gustaf bajó los ánimos de golpe.

-Pregunté ¿qué está pasando aquí? – volvió a decir el hombre con voz fuerte pero sin llegar a gritar – Ronald y Tom, ¿qué sucede?

-No pasa nada – dijo Tom.

-¡Cómo que nada! – gritó Jay Kulina – Este tipo vino a agredirte, su hijo está fuera de control Señor Engström.

El Diablo observó a Ronald y suspiró con fuerza. ¡No otra vez! Se dijo, su hijo había vuelto al vicio. Se suponía que ya estaba limpio, pero ¡se equivocó!

-Suéltenlo – dijo el hombre a los Kulina y se acercó a Ron - ¡Vámonos muchacho! – exclamó y se dirigió a Tom – Después hablaré contigo, hijo.

-No se preocupe por Tom, señor Engtröm, nosotros lo llevamos a su casa. – intervino Nate Kulina.

Engström asintió y tomó del brazo a Ron que no decía nada, sólo le dedicaba miradas de furia a Tom. Salieron del lugar de la pelea y subieron a su limusina. En el trayecto ninguno de los dos hombres dijo una palabra, se mantuvieron en silencio. Cuando llegaron a su mansión, Ronnie subió rápidamente las escaleras, pero su padre lo siguió de prisa mientras le gritaba.

-¡Detente Ronald Engström! – gritó con furia – Ahora, ¡es una orden!

El chico no se detuvo, caminó por el largo pasillo hasta detenerse frente a la puerta de su habitación. Buscó su llave dentro de los bolsillos de su saco y en el intento, el paquete con cocaína cayó a los pies del Diablo que lo levantó de inmediato.

-¿Me puedes decir que significa esto, Ron? – preguntó su padre - ¿En qué habíamos quedado?

-No sé quién lo puso ahí, no es mío. – atinó a decir el chico – Yo hace mucho tiempo que no pruebo esa mierda y lo sabes, pa.

-¿Y si te llevó a hacer una prueba? – preguntó Gustaf.

-¡No seas paranoico, viejo! – respondió Ronnie – Te he dicho que no he probado nada, ¡eso no es mío!

-¡No me mientas! – gritó el hombre y lo tomó del cuello poniéndolo contra la pared – Sabes que detesto que me digas mentiras. Ahora dime, ¿por qué atacaste a Thomas?

-¡Porque lo odio! – respondió Ronald – Por eso lo agredí, detesto que sea el centro de atención. Detesto su sola presencia, es un creído. Deberías buscarle otro manager y alejarlo de nosotros. – gritó – Detesto la forma en que lo tratas, como si fuera tu gran orgullo. Te aseguro que ese hombre lo único que va a causarte son decepciones

-¿Más de las que tú me has dado? – preguntó el Diablo con un nudo en la garganta - ¡No lo creo! Tom y tú son muy diferentes, en todos los sentidos.

-¡Pero tú lo prefieres a él! – gritó Ronnie – Nada de lo que yo hago te parece suficiente, ¡nada está bien! – siguió gritando el chico - ¿Sabes padre? – preguntó - ¡Te odio! – dijo y lo escupió en el rostro.

Gustaf sentía que la sangre le hervía en las venas y sin pensarlo abofeteó a Ronnie, abrió la puerta de la habitación de una patada y lo aventó sobre la cama. Luego entró al cuarto de baño y llenó la bañera con agua helada. Regresó y le exigió a su hijo que se quitara la ropa y se metiera en la tina. A Ron no le quedó más remedio que obedecer y antes de entrar al baño, le dedicó a su padre una mirada de odio.

-¿Qué es lo que pasa aquí? – preguntó Georgina que iba acompañada de sus hermanos pequeños.

-¿Por qué traes a los niños aquí? – gritó el Diablo – Regresen a sus habitaciones, mañana hablaremos de este asunto, ¿de acuerdo?

-¿Qué tiene Ronnie? – preguntó Mikel estirando los brazos para que su padre lo levantara.

-Bebió de más y le duele la cabeza, con un baño de agua helada se sentirá mejor. – respondió Gustaf – Ahora ve a dormir, todos regresen a la cama.

Los niños salieron de la habitación acompañados por Gina y esta regresó momentos después para reunirse con su padre. El hombre se daba golpes en la cabeza pensando que era lo que había hecho mal.

-¿Está drogado de nuevo? – preguntó la rubia posando su mano en el hombro de su padre.

-¡Sí! – respondió el hombre – El muy cabrón se puso como loco y atacó a Hardy, sólo que el muchacho no cayó en su juego. Los Kulina detuvieron el ataque de tu hermano, de lo contrario no sé qué hubiera pasado.

-Te dije que no era buena idea que los juntaras – murmuró Georgina – Esto va a dañar su reputación.

-Ronald se está encargando de manchar su imagen él solo, Hardy hasta el momento no ha dado de que hablar. – dijo el Diablo – Es un tipo serio y de buenos principios, no bebe, no tiene vicios.

-¡Ya papá! – dijo Gina - ¡Ya, ya! Adóptalo si quieres, es un chico brillante. Pero, ¿qué hay de Ronnie? ¿Lo internarás de nuevo? Si es así es por tu culpa, nunca lo has tratado bien y todo lo que hace para ti es poco.

-¡Cierra la boca, Georgina! – Gritó Gustaf levantándole la mano – Tú también dices sólo estupideces, ¡yo estoy orgulloso de Ronnie! Y de todos ustedes. Mis hijos son mi mayor orgullo, sólo que últimamente tu hermano no se ha portado a la altura. ¡Y tú lo sabes mejor que nadie, Gina! – Murmuró el hombre – No sé cuántas cosas más haya hecho y ¡tú, mujer! Todo se lo escondes, ¿o me equivoco?

-¡Es mi hermano y lo protejo! – Susurró la mujer y agachó la mirada.

-¡Pues vaya hermana que tiene! – Murmuró Gustaf – Ve y llama al doctor Owens, dile que venga inmediatamente a la casa – Dijo mientras la mujer titubeaba - ¡Anda, muévete! Inútil – Gritó el hombre y se encerró en el cuarto de baño con Ronald.

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Tommy no comentó nada del incidente con nadie, ni siquiera con Claire, no quería alterarla, especialmente porque su cirugía estaba cerca. Tampoco se lo comentó a Anthony, pero el hombre sí se enteró de todo lo que había sucedido, ya que los Hermanos Kulina habían hablado con él al respecto. El entrenador se cuidó de no mencionarle nada a Tom, estaba consciente de que Thomas no quería tener problemas con Ronnie y no deseaba que lo vieran con un buscapleitos.

Thomas estaba preocupado ya que no había hablado con el Diablo desde el incidente, pero parecía que Gustaf no tenía ganas de hacer un problema mayúsculo, pues jamás buscó al chico para hablar con él al respecto.

Hardy ayudaba a Claire preparar sus cosas, esa tarde tenía que estar en la clínica; él la acompañaría y se quedaría con ella. Por desgracia, tenía una rutina que cumplir, así que la dejaría durante la cirugía, pero trataría de estar pendiente de todo lo que sucediera.

-No me agrada la idea de no estar contigo – Murmuró Tommy abrazando a Claire.

-¡No pasa nada, amor! – Respondió la joven girándose para besar su barbilla – Lo hablamos, ¿no es así? Me expusiste la razón por la cual no estarías conmigo durante la cirugía y yo lo entiendo – Suspiró – Sandy y Timmy van a cuidar bien de mí, además también estará Hannah, ¿no es así?

-Sí, ellos van a estar contigo, de hecho Hannah se ofreció para cuidarte hasta que yo termine el entrenamiento – Comentó Tom – Tony me dijo que sólo entrenaré medio día y pasaré el resto de la tarde contigo y la noche, hasta que te den de alta.

-¡Entonces no hay porqué preocuparse! – Suspiró Claire y lo besó con ternura.

Tom sonrió y la abrazó con fuerza. En realidad no le preocupaba la cirugía, le preocupaban las palabras de Ronald Engström y su loca idea de arrebatarle a Claire. Estaba seguro que ese hombre jugaba sucio y Claire era demasiado inocente para defenderse de las garras de Ronnie.

Los chicos salieron del departamento, pues Timmy había enviado un mensaje diciéndoles que los esperaba frente al edificio. Ahí estaba el chico, recargado junto a su destartalado automóvil.

-Recuérdame – Susurró Tom a Claire – Que debo comprarle un auto a Tim para su cumpleaños. Él es de agosto y para esas fechas, yo voy a tener suficiente dinero para poder comprarle un vehículo decente.

https://youtu.be/iy4mXZN1Zzk

Claire se rió y asintió, se acercaron a Tim y lo saludaron con efusividad, subieron al auto y se pusieron en marcha, rumbo al hospital. Para liberar un poco de tensión, Tim puso algo de música y los tres comenzaron a cantar.

"I just wanna feel real love feel the home that I live in. 'Cause I got too much life running through my veins going to waste. And I need to feel real love and the love ever after I cannot get enough..."

-¡Me encanta esa canción! – Dijo Claire abrazando a Thomas por el cuello - ¡Es preciosa!

-No tan preciosa como tú – Exclamó Tom besando a la chica en las mejillas.

-¡No sean cursis! – Murmuró Tim.

-Por cierto, Timothy – Comentó Claire - ¿Qué onda con Sandy?

-Ya es mi novia – Dijo el chico.

-¿QUÉ? – Gritó Tom - ¿Por qué no me lo dijiste, grandísimo zoquete?

-Porque tú estás bien ocupado – Se quejó Tim – Ya ni nos vemos, nada más veo lo que subes al instagram y todo es de tu entrenamiento, vídeos y eso. Pero se los íbamos a decir, en cuanto tú y Claire tuvieran tiempo.

-No pasa nada, Timmy. – exclamó Claire – Algo me había comentado Sandy, pero con tantas cosas, ya no hablamos al respecto. ¡No le hagas caso a Tom!

-¡Gracias, Claire! – Dijo el chico - ¡Tú si eres un encanto! No que otros...

-¡Cállese, pendejo! – Murmuró Tom y tiró del cabello de Timmy.

Los hombres se echaron a reír, seguidos de Claire pero guardaron silencio ya que Timmy se estacionaba frente a la clínica.

-Hemos llegado Claire, que la fuerza te acompañe. – dijo Tim y bajó del auto para abrir el maletero mientras Tom ayudaba a la chica a bajar del auto.

-Gracias Timmy – exclamó la chica y lo abrazó.

-Vendremos mañana linda, mientras el señor Hardy está trabajando. – añadió y se despidió de la pareja.

Tom y Claire entraron en la clínica y fueron recibidos por el doctor O'Brien, quien los saludó y condujo a la pareja hasta la habitación que ocuparía Claire. Tom podía notar la emoción y la ilusión dibujadas en el rostro de su novia, sin embargo, él estaba muy nervioso y apenas lograba disimularlo. Claire pudo notar la intranquilidad del joven y apretó fuertemente su mano.

-Voy a dejarlos para que Claire se prepare - murmuró el doctor cuando entraron en la habitación - Regresaré en unas horas para revisarla.

Él médico se alejó y Tom ayudó a la chica a ponerse la bata y alistarse para pasar esa noche en el hospital. Claire se sentó en la cama, junto a Tom, quien la abrazó con fuerza y besó su sien. Durante un rato estuvieron charlando y escuchando música,mientras Claire cantaba en voz baja. 

https://youtu.be/gvukjVdoUlE

-No deberías estar nervioso, - murmuró la joven - todo va a salir bien.

Tom asintió y cambió el tema para tranquilizarse, luego de un rato regresó el doctor O'Brien para revisar a Claire antes de dormir.

-Descanse, señorita Kwan - Comentó - Mañana a las siete vendremos por usted. La cirugía durará alrededor de dos horas - exclamó el médico.

Los chicos asistieron y Claire sonrió abiertamente, después de escuchar otras indicaciones del doctor, este dejo la habitación y Tommy aprovechó para meter a su novia a la cama y acostarse junto a ella.

-Duerme cielo, relájate y descansa.

Claire lo abrazó y lo besó en los labios, recargó la cabeza en el pecho de Tommy y en cuestión de minutos se quedó dormida.

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Sandy, Tim y Hannah llegaron a la clínica a las seis y media de la mañana, Claire y Tom ya estaban listos, esperándolos. Los tres chicos los saludaron y abrazaron a Claire. Tom suspiró y se puso de pie para despedirse, ¡tenía trabajo que hacer! Pero regresaría junto a su chica inmediatamente después que se desocupara. Abrazó con fuerza a su chica y la besó con pasión. No se dijeron nada, sobraban las palabras. Tommy le acarició el rostro, suspiró y salió rápidamente de la habitación para abandonar la clínica y correr rumbo al gimnasio.

Afuera estaba Barnes, recargado en su auto, lo saludó y sonrió al verlo.

-¿Pensabas correr? - Preguntó con sorpresa

-Sí, ya es muy tarde y mi entrenador es un tipo hosco y gruñón que se pone como bestia si llego tarde - Respondio Tommy y se echó a reír.

-Vine a dejar a Hannah y decidí esperarte - Comentó Tony abriendo la puerta de su auto - ¿Cómo está Claire?

- Ella está tranquila, emocionada y feliz - murmuró Tom - Yo estoy que muero de nervios y muy preocupado.

Tony se rió, murmuró un "no te preocupes, todo saldrá bien" y se puso en marcha. La mañana estaba tranquila, había poco tráfico y pronto llegaron al gimnasio. De inmediato, el chico se puso a calentar y a hacer algunos estiramientos antes de comenzar con su rutina.

Thomas estaba ausente, a cada rato dejaba lo que estaba haciendo para revisar el móvil y no se concentraba en nada. Tony ya lo había reprendido en un par de ocasiones, sin embargo, Hardy no tenía remedio, incluso lo golpeó, lanzándolo a la lona.

-¡Concéntrate! - le gritó - Olvídate de lo demás y céntrate en esto. Asumiste este compromiso y tienes que convertirlo en tu prioridad ahora, Tommy – Exclamó el entrenador - Así que dame treinta push ups, cuarenta abdominales y cincuenta sentadillas, ¡ahora!

Tommy asintió, su entrenador tenía razón. Claire estaba en buenas manos y nada podría pasar en ese momento. Así que comenzó a trabajar en lo que le habían pedido, concentrándose únicamente en ello.

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Ronald Engström salió de su casa, a pesar de que se le había prohibido hacerlo, subió a su auto y tomó rumbo hacia la clínica de Norman O'Brien. Su hermana Gina se había encargado de averiguar todo lo necesario sobre la cirugía de Claire Kwan y, una vez que lo supo todo, decidió salir y hacerle una visita.

El hombre condujo por el centro de la ciudad y se detuvo frente a una tienda exclusiva de regalos, compró un enorme oso de felpa en tono rosa y un ramillete de flores, pagó la cuenta y salió de ahí para conducir directamente hasta la clínica de Norman.

Ronnie caminó por los pasillos, buscando la habitación de la chica. Hizo una mueca de desagrado al mirar a Hannah, la novia de Anthony, ¡esa pesada! ¿Qué estaba haciendo ahí? Seguramente el gorilón le había ordenado cuidar a su noviecita en su ausencia. Se detuvo frente a ella y Hannah no disimuló la aversión que sentía por él.

-¿Qué haces aquí, Ronald? – Preguntó la mujer.

-Vine a visitar a mi amiga Claire – Respondió esbozando una mueca burlona.

-Si Tommy se entera, seguro te vuelve a partir la cara – Sonrió la mujer.

-No me importa, Hannah – Dijo Ron encogiéndose de hombros - ¡Hazte a un lado!

Hannah se apartó de la puerta, de nada valía que se quedara obstruyéndole el paso a Ron, quién entró de inmediato, llevando los presentes para Claire. La sonrisa se borró de su rostro al darse cuenta que él no era el único que le había enviado regalos a la joven, cuya habitación estaba llena de flores y muñecos de felpa.

Claire reposaba sobre la cama y un vendaje cubría sus ojos; estaba sola en la habitación. ¡Mejor para él!

-¡Hola, Claire! – Murmuró Ron - ¿Cómo estás?

-¿Ronnie? – Preguntó la joven - ¡Qué agradable sorpresa! ¿Cómo te enteraste?

- Me enteré y eso es lo que importa – Respondió el hombre – Te traje un par de obsequios.

-No te hubieras molestado, pero, ¡muchas gracias! – Suspiró Claire.

-¿Dónde está tú novio? – Preguntó Ronald - ¿No hay nadie más contigo?

-Mis amigos fueron a desayunar y Hannah está afuera – Suspiró Claire – Respecto a Tom, él vendrá pronto. Después de su entrenamiento, ¡ya sabes! – Sonrió la chica encogiéndose de hombros y guardó silencio.

Ron suspiró y se levantó del sillón para echarle un ojo a los presentes de Claire, había varios arreglos de rosas color de rosa.

-¿Te gustan las rosas? – Preguntó de pronto.

-Sí, me encantan y también los tulipanes – Murmuró la chica – De hecho, Tommy envió varios arreglos para mí... ¡incluso tu padre vino y me trajo un obsequio! Es muy amable – Rió Claire – Todos son muy amables.

Ron estuvo un rato más con la joven, charlando con ella y preguntándole cómo se sentía, hasta que miró la hora y se dio cuenta que era momento de regresar, de lo contrario, en su casa notarían su ausencia y eso no le convenía, ¡no por ahora! Ronald se puso de pie y se despidió de Claire, la abrazó y besó su mejilla, fue en ese momento, que la puerta se abrió.

Tommy estaba en el umbral y detrás de él estaban Hannah, Timmy y Sandy. Tom se quedó de pie, mirando la escena con el ceño fruncido y los ojos entrecerrados. Su boca se cerró herméticamente y sus puños se crisparon. ¿Qué demonios estaba haciendo Ronald Engström ahí?

Ronald levantó la mirada y pudo ver a Tom, le sonrió descaradamente y volvió a besar la mejilla de Claire.

-Me alegra verte, nena – Murmuró – Te veré luego.

-¿Qué estás haciendo aquí? – Preguntó Tom con voz gélida y cortante - ¡Aquí no eres bienvenido!

-¡Tommy! – Intervino Claire – Ron sólo vino a verme y quiso saber cómo me encuentro, ¡fue un gesto muy amable de su parte! – Exclamó, intentando evitar una pelea entre esos dos hombres.

Tom gruñó y entró en la estancia, seguido de sus amigos, pero no le quitaba la vista de encima a Ronald, se sentó junto a Claire y la tomó entre sus brazos, para besarla con pasión. Engström los miró con furia y se fue de ahí.

Las manos de Hardy acariciaban la espalda de Claire, mientras pensaba en las palabras de Ron, ¡no le había gustado encontrarse con ese tipo! No estaba bien que Claire se quedara a solas con él y tampoco le gustaba la manera en la que Ron se estaba metiendo en sus vidas tranquilas, ¡tenía que sacarlo fuera de ellas!

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¡Ese Ron! Sólo causando problemas y estoy segura que tarde o temprano va a comenzar a meter cizaña entre esta pareja. ¿Qué les pareció el capítulo? Espero sus comentarios y ¡gracias!

#MaryCruz