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ROUND [SIX]

Tom cruzó la calle y caminó con paso veloz hasta la cafetería que estaba en la esquina, aparcado frente al local se encontraba el auto de Will, miró dentro del vehículo, pero su amigo no se encontraba. Se dio la vuelta y miró por el ventanal de la cafetería y pudo ver a Will comprando un par de cafés y unas donas rellenas de mermelada.

-Te esperé por diez minutos – Dijo Will saliendo del lugar – Pero como no llegabas, entré a comprar algo para cenar – comentó entregándole a Tom una bandeja – Por cierto, ¿cómo le fue a la china?

-¿Te cuesta tanto trabajo llamarla Claire? – Preguntó Tom subiendo al auto y con la voz cargada de molestia – Eres un pesado, en serio.

-¡Perdón! – Respondió Will – Pero se me olvida su nombre, ¡trataré de recordarlo! – Dijo y arrancó el auto - ¿Me vas a decir cómo le fue a Claire?

-¡Ganó! – Exclamó Tom con emoción – Arrasó con todos, tiene talento y una voz hermosa.

-¡Eso lo dices porque estás enamorado, como Romeo! – Se rió Will – Pero me alegra que haya ganado. Por fortuna Dios la bendijo con una buena voz, ¡imagina, ciega y sin talento! – Exclamó para volver a reír a carcajadas.

Tom se aguantó las ganas de reír, sus chistes se pasaban de crueles y poca gente los tomaba como tales, generalmente se ofendían y le insultaban al por mayor, pero Tom no, para él Will tenía un sentido del humor bastante peculiar.

-¡Eres patético! – Murmuró y dio un buen mordisco a la rosquilla para no estallar en carcajadas.

-¡Por favor, Hardy! – Gritó Will – Sé que te encantan mis chistes.

-Deberías hacer un stand up en un teatro – Comentó Tom – De seguro recibirías ovaciones por tus bromas de mal gusto.

-De niño quería ser payaso – Exclamó Will – Pero mi mamá mató mis sueños, diciéndome que los payasos eran hombres ebrios e infelices. Después miré la serie de It en la tele y quise ser como Pennywise.

-Hubieras sido un excelente Pennywise – Se rió Tom – Por cierto, ¿has visto a tu madre? – Preguntó poniéndose serio.

-La fui a buscar ayer y me dijo mi hermana que se largó con un tipo – exclamó encogiéndose de hombros – Espero le vaya bien y no regrese a molestar a mi hermana, ¡la pobre tiene que aguantarla siempre!

-Ojalá que si – Respondió Tom y guardó silencio, las situaciones de ambos eran totalmente lo mismo, la mamá de Will maltrataba a su padre y él padre de Tom había sido muy cruel con su madre, siempre bajo el punto del maltrato.

-¡Oye! – Exclamó Will una vez que entraron en su departamento - ¿Ya le dijiste a Claire que la amas? – Preguntó mirando a Tom.

-Le dije algo – Comentó encogiéndose de hombros – Pero creo que la veré otra vez y hablaremos, ¡estoy dispuesto a todo! – Sonrió.

-¡Suerte, matador! – Dijo mientras ambos se sentaban frente al televisor a mirar una pelea de box.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Tom llamó a la puerta de la casa de Claire, llevaba más flores y un muñeco de felpa. Esperaba que el señor Kwan no le abriera la puerta, ¡pero tenía que aguantarse! Will tenía algo de razón en sus palabras; algún día terminarían siendo familia y el tendría que llamarlo "papá". Ahogó la risa que le provocó ese pensamiento y miró su reflejo a través del cristal de la ventana. Se veía bien, últimamente se había esmerado en su aspecto, ya no usaba esos pantalones tipo militar y esas enormes sudaderas anchas. Ahora vestía un poco más a la moda, pero sin dejar a un lado sus camisetas de siempre. La puerta se abrió lentamente y frente a él apareció Claire, quién esbozó una enorme sonrisa.

-¡Hola, Tom! – Dijo la chica – Pasa, no te esperaba.

-¿Cómo supiste que era yo? – Le preguntó el chico entrando en la casa.

-Tu aroma te delata, Hardy – Sonrió Claire – Usas mucha colonia.

-¿Y eso es bueno o malo? – Volvió a preguntar.

-Es bueno – Respondió Claire y se acercó al chico para besar su mejilla.

-Quiero hablar contigo, Claire – Susurró Tom, sentándose en el sillón de la sala - ¿Estás sola? – Preguntó.

-Papá salió – Murmuró Claire – Regresará en un par de horas o poco más, tenía cita con el médico – Exclamó la joven.

Tom la tomó de la manó y la jaló, de modo que Claire quedara sentada sobre su regazo. La chica suspiró y se estremeció ante ese gesto. Le pasó la mano por el rostro y pudo darse cuenta que Tom estaba un poco serio y que también se estaba dejando crecer la barba.

-Por cierto - exclamó Tom antes de que la chica pudiera decir algo -¿Cómo te fue con el doctor? Ya no te pregunté y he tenido esa duda desde entonces.

-¡Bueno! – Suspiró – Me han dado esperanzas, la última vez que fuimos con el médico que anteriormente me trataba, dijo que yo no tenía remedio. Pero este nuevo médico me ha dicho que con un trasplante de córnea volveré a ver – Comentó – Pero no lo sé, tuvimos que llenar un montón de formas, peticiones y no sé que mas. Así intentaremos conseguir un donador. Me pusieron en lista de espera – Exclamó suspirando de nuevo – Puede pasar mucho tiempo antes de que uno aparezca, ¡ya sabes! – Se encogió de hombros – Mucha gente no es donador y ¡hay tantos como yo a la espera de algo!

-¡No te desanimes! – Dijo Tom jugando con el cabello lacio de la joven – Seguramente pronto tendrás noticias de un posible donante.

-Espero que así sea, me encantaría volver a ver aunque sea sólo por un instante. – dijo la chica con melancolía – Pero sobre todo, me encantaría contemplar tu rostro y saber cómo eres físicamente.

-Soy horrible – respondió Tom colocando las flores y el peluche en las manos de la joven – Te he traído este obsequio. – dijo y ella le dedicó una hermosa sonrisa.

-Gracias, Tommy. Pero no creo que seas horrible, me imagino que eres muy guapo y galán. Además he escuchado decir a las chicas de la escuela que eres sexy y que las vuelves locas. – exclamó Claire aspirando el aroma de la rosas - ¿Qué es lo que quieres decirme? Ya que estás aquí porque deseas hablar conmigo, ¡soy toda oídos!

Tom se quedó pensando por un instante mientras acariciaba la rodilla de Claire. Había ensayado algo frente al espejo y le había comentado su diálogo a Will. Este se había reído y hasta le había prestado un libro con poemas y frases para enamorar a las chicas. Pero ahora su mente estaba en blanco, ya no recordaba nada de lo que había repasado. Tenía que improvisar algo, ya que Claire esperaba una respuesta.

-¿Te han comido la lengua los ratones, Tommy? – preguntó Claire acariciando la cabeza de Hardy – Te noto muy serio, ¿es tan grave lo que vas a decirme?

-No es grave – exclamó Tom – Es sólo que me he quedado sin palabras. Tenía preparado un discurso y todo se me ha olvidado. Claire, yo... - guardó silencio y la tomó de la mano – Ya... ¡me gustas! – dijo de golpe - ¡Te amo! Me gustaste desde que te vi en la oficina de tu papá y con el paso del tiempo me gustaste más, porque te fui conociendo y me di cuenta que eres una chica excepcional. Por eso me he enamorado de ti y me gustaría que fueras mi novia. – exclamó con nerviosismo – Esto no es nada romántico, lo siento. – se quejó y esperó a que la chica dijera algo.

Claire lo escuchaba con atención, ¿estaba escuchando bien? Hacía unos días que Tom le había dicho que era su mejor amiga y ahora le pedía que fuera su novia. ¡No lo comprendía! La chica suspiró y recargó su cabeza en el pecho de Tom. El corazón del chico latía con velocidad, se podía sentir su nerviosismo. Claire acarició su rostro y besó suavemente sus labios, para después responder.

-¡Sí, Tom! – dijo la chica – Acepto ser tu novia, ya que yo también me he enamorado de ti. Sentí algo especial el día que te conocí y me di cuenta que no eras como los otros chicos. Jamás me has maltratado o faltado al respeto y nunca me has discriminado por mi condición física o sentido compasión por mí.

-¿Y por qué habría de hacerlo? – preguntó Tom besando sus mejillas – No hay motivos y yo, bueno, me dejaste cautivado. Eres diferente y no lo digo por tu condición, eso me tiene sin cuidado. No eres como las otras que sólo buscan satisfacer sus necesidades sexuales o sólo quieren un chico guapo para llamar la atención. – dijo – Créeme que esas que dicen que soy un chico guapo, me conocieran tal como soy, cambiarían de opinión. Tú me conoces perfectamente, Claire. – exclamó mientras la abrazaba con fuerza – Tú eres la única que me aguanta.

Claire se río y lo besó repetidas veces en las mejillas. Tom le sujetó el rostro con ambas manos y la miró con adoración, para después unir sus labios a los de la chica y besarla despacio y con dulzura.

-Te amo, Claire – susurró Tom a su oído y la volvió a besar con mayor intensidad.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

El tiempo transcurrió con rapidez, Tom regresó a la escuela y se esmeró en trabajar duro para ser el primero de la clase. Como podía se las arreglaba para no saltarse ninguna clase y seguir con Will en su "trabajo". Aunque continuaba sin gustarle del todo ya que últimamente comenzaban a tener problemas con un grupo de chicos que trabajaban para otro tipo y querían disputarse la zona.

Will le había dicho que no tenía porque preocuparse, que la gente de Dash se iba a hacer cargo de esos tipos que los molestaban, que sólo se concentrara en hacer lo suyo y que tarde o temprano se iban a deshacer de los estorbos.

-Tú no vas a mancharte las manos – Murmuró Austin entregándole una bolsa llena de dosis – Dash y sus matones los van a borrar del mapa y nosotros seguiremos como siempre – Le dijo – Tú concéntrate en hacer tu trabajo y olvídate de los demás.

-Pero no me agrada esa idea – Murmuró Tom guardando la bolsa en una mochila – No me mancharé las manos, pero mi conciencia no estará tranquila.

-Tú sabes que así es este negocio – Dijo Will – Hay que quitar las piedras del camino de una u otra forma - ¡Deja de ser un marica! – Escupió su amigo – Eso de pasar tanto tiempo con la niña Kwan te está convirtiendo en un débil – Exclamó el chico y se dio la vuelta dejando a Tom en silencio.

Así, lentamente las cosas trabajaban para Tom, una tarde no se encontró al grupo de jóvenes que los molestaban y los agredían cerca del parque dónde entregaban la mercancía. Se imaginó lo que pudo haber sucedido. Había escuchado algo de un tiroteo, ¡pero él no leía el diario! Mentalizó eso, necesitaba mantenerse informado, así que decidió comprar el periódico local todos los días y mirar la televisión en el canal de las noticias.

Últimamente Dash había tenido problemas con "la competencia". Un nuevo grupo se había establecido en la ciudad y amenazaba con apoderarse del lugar, quitando del camino a los "estorbos". A Tom eso no le hacía gracia y de pronto se encontró reflexionando respecto a ese trabajo tan sucio que él hacía. Sin embargo, ¡necesitaba el dinero! Y si deseaba ingresar a una buena Universidad, iba a tener que hacer uso de cada centavo.

Y aunque Tom no deseaba ponerse a pensar en todos esos "pequeños" problemas de la vida; a menudo se despertaba a mitad de la noche y ya no podía volver a pegar los ojos, pues esos dilemas se atravesaban en su cabeza y lo mantenían despierto. Lo único que le hacía completamente feliz y dichoso era pasar tiempo junto a Claire, ella lo llenaba de paz y también de amor. Cuando estaba con ella parecía que el tiempo se detenía y nada sucedía a su alrededor, ambos entraban en una especie de burbuja impenetrable dónde no había cabida para los problemas, las tristezas o la miseria. Según Will y mucha gente, ellos dos eran una pareja extraña; pero Tom no lo veía así, simplemente eran dos chicos que se amaban y disfrutaban estar cerca uno del otro.

Tom se había mantenido muy ocupado durante ese nuevo ciclo escolar, estudiaba, hacía tareas, entrenaba en el equipo de lucha dónde comenzaba a destacar. Había ganado un par de campeonatos y había asistido a varios torneos dentro de la ciudad y el estado. Eso le ayudaba a mantener la mente ocupada y sana. Aunque no dejaba de "trabajar" y ayudarle a Will, quién a veces prefería que Tom no se inmiscuyera demasiado en ese tipo de negocios. Su amigo se había convertido en una especie de padre sobre protector y no quería que nada malo le sucediera a su "pequeño" Tommy.

-No seas exagerado – Murmuró Tom un día al verlo llegar a la casa.

-¡No exagero! – Respondió Will – Pero prefiero que estudies y te conviertas en un hombre de provecho, ¡no como yo! Sólo soy un miserable "dealer". Ahora que lo pienso bien, fue un error invitarte a unirte a esto.

-¡Claro que no! – Exclamó Tom – Sin esto no te hubiera conocido, ni nos hubiéramos convertido en los mejores amigos. Y ahora, ¡prácticamente haces todo! Sólo me entregas el dinero y... ¡yo no hago nada!

-Déjalo así – Comentó Will moviendo la cabeza – Tú eres como mi hermano menor, ni siquiera sé porque siento que debo protegerte – Exclamó y se encogió de hombros - ¡Pero ya no quiero hablar de esto! Me voy a dormir, ¡sigue estudiando!

-Gracias – Sonrió Tom y lo abrazó con afecto.

-Ya, déjate de mariconadas y sentimentalismos – Gritó Will empujándolo – No dejes de estudiar – Le recalcó y azotó la puerta de la habitación.

Tom comenzó a notar un cambio en el señor Kwan, quién en un principio se había mostrado molesto al enterarse de la relación de Tom con su hija Claire. Pero al ver la felicidad en su hija, comenzó a ser un poco más tolerante con el chico. De hecho Kwan simpatizaba con Tom, pero al ver su amistad con Will, su concepto sobre Hardy cambió totalmente o más bien dicho, tenía sentimientos encontrados al respecto. Sabía el porqué Tom había comenzado a hacer lo que hacía, estaba muy consciente de lo que se trataba ese "trabajo", pero había otras maneras de ganarse la vida; aunque jamás lo había delatado. Guardaba silencio y a menudo se preguntaba si estaba haciendo lo correcto.

El profesor se había emocionado al darse cuenta que Tom había regresado al equipo de lucha; era uno de sus mejores elementos. Tenía disciplina, se enfocaba bastante en mejorar sus técnicas, parecía que había nacido para luchar. Tenía mucho ímpetu, garra y fuerza, pero sobre todo, hacía las cosas de corazón.

-¡Buen trabajo, Hardy! – Murmuró Kwan después de que el chico se coronara campeón del torneo estatal de lucha en su categoría – Eres bueno, si continúas así, puede que ganes en la nacional.

-¡Gracias, Señor Kwan! – Murmuró Tom.

-Si ganas las nacionales puedes que consigas una beca en una universidad y ¿por qué no? Llegar a unos juegos olímpicos – Murmuró el hombre palmeándole la espalda.

-Quizá tenga razón, señor Kwan – Exclamó el chico caminando junto a su entrenador.

-Yo sé que vas a llegar lejos, Tommy – Dijo el hombre – Sé que te espera un futuro prometedor.

-Espero que así sea – Respondió Tommy – Mi madre quería que yo llegara lejos y me convirtiera en alguien famoso, así que no voy a defraudarla.

-Así será, Tom. Yo confío en ti – Dijo el hombre mientras pasaba su brazo alrededor de sus hombros.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

El ciclo escolar estaba por terminar, ¡el año se había ido volando! Tom no lo podía creer, un año sin su madre y sin su padre. Afortunadamente tenía el apoyo de su gran amigo Will y de Claire, quién no se separaba de él. También se sentía apoyado por el señor Kwan, en él había encontrado una especie de figura paterna, quién lo orientaba y trataba de darle los mejores consejos.

El baile de graduación de la preparatoria estaba cerca, Tom había recibido un sinfín de invitaciones al baile y todas las había rechazado. Lógicamente él tenía su pareja; Claire y era con ella con la que asistiría.

-¿Cuántas invitaciones has recibido para ir al baile? – preguntó Tom a Claire al momento que la tomaba de la mano para salir del instituto.

-Ninguna – respondió Claire – Nadie me ha invitado, así que no iré.

-Pero es el baile de graduación. – exclamó el chico – Todas quieren ir al baile y más si las invita el chico de sus sueños.

-Pues a mí no me ha invitado, quizá el chico de mis sueños irá con alguien más. – dijo Claire y le mostró la lengua – Por eso no he comprado un vestido.

-Faltan tres días para el baile, ¿acaso no piensas ir conmigo? – exclamó Tom muy molesto - ¿No me quieres?

-¡No me has invitado, Edward Thomas Hardy! – gritó Claire y se soltó de la mano de Tom para caminar más a prisa.

-¿Qué era necesario invitarte? – preguntó el chico dándole alcance – Eres mi novia, tienes que ir conmigo.

-Aunque sea tu novia, ¡debiste haberme invitado! – exclamó Claire – Creí que no te importaba, por eso no he comprado mi vestido.

Tom bufó con molestia, las chicas eran tan complicadas. Claire era complicada, pero se veía preciosa cuando se enojaba.

-Vamos a comprar el vestido ahora, será mi regalo. – dijo Tom deteniendo un taxi que pasaba.

-Pero... - exclamó Claire pero el chico la interrumpió.

-Nada, yo te lo voy a regalar y no se hable más del asunto. – añadió Tom – Serás la reina del baile de graduación, ¡ya verás!

Claire sólo sonrió y abrazó a Tom para besarlo con amor. ¡Ese chico era tan especial, tan único! Bajaron del taxi y se dirigieron a una enorme tienda del centro de la ciudad. Tom eligió un vestido sencillo en color rojo, tirantes delgados, escote en forma de corazón, falda de organza con vuelo. Se lo describió así como le había dicho la vendedora y cuando Claire se lo probó, Tom quedó con la boca abierta al verla.

-Te ves muy bien, linda. – dijo y la abrazó mientras la besaba en los hombros.

-Gracias – atinó a decir Claire un poco sorprendida por las caricias de Tom.

-Pasaré a pagar el vestido y después iremos a comer. – dijo el muchacho – Quiero que la noche del baile sea especial y prepararé algo hermoso para los dos. Ya hablé con tu papá y me ha dado permiso de llevarte a casa a las tres de la mañana.

-¿Y por qué a mí no me habías dicho nada? – le reclamó Claire.

-Quería que fuera una sorpresa, pero estoy seguro que si te sorprenderé. – exclamó Tom colocándose detrás de Claire para bajar el cierre de su vestido y besar de nuevo sus hombros – Te amo nena. – dijo y salió del vestidor.

Claire se estremeció ante esas caricias, ¡jamás la había tocado así! Quizá había llegado el momento de dar un paso más en su relación y perder su inocencia. Tom siempre la había respetado, era un chico tierno y cariñoso. Jamás la había forzado a nada y era demasiado paciente con ella. Tal vez no había nada de malo en hacer el amor con él, entregarse al chico que amaba sería una experiencia única y hermosa.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Un capítulo algo tranquilo, pero es posible que en el próximo haya erotismo y también tragedia. Posiblemente nos encontremos con eso, ¡pero ya lo veremos! Se van a venir momentos difíciles para Tom y Claire, sólo se tendrán el uno al otro para salir adelante y apoyarse. ¿Qué les pareció este capítulo? Fue solamente un recuento, en los próximos capítulos nos enfocaremos en la vida actual de Tom y Claire. Espero sus comentarios y gracias por leer. ¡Hasta el lunes!
#MaryCruz

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