ROUND [FORTY ONE]
Gina caminaba de un extremo a otro llevándose las manos a la cabeza o retorciéndolas frente a su pecho. ¿Qué había hecho Ron? Hardy iba a hacerlo pedazos y Ronnie volvería a ser humillado en público. Su hermano no había medido las consecuencias, aunque pensándolo bien al que le tocaría la peor parte sería a Hardy y a su novia. Si Ron perdía y volvía a ser expuesto a humillaciones y burlas, ¡no los iba a dejar en paz!
-¡Ya, Georgina! – gritó Ronald – Deja de caminar por la habitación, me estás poniendo nervioso. ¿Qué tanto piensas? Tú tampoco tienes fe en mi, ¿verdad?
-No es eso Ronnie – respondió Gina – Pero lo que hiciste fue muy precipitado, ni siquiera entrenaste como era debido. Te la has pasado de bar en bar y acostándote con mujeres. ¿Dónde está tu rendimiento? Bien sabes que Hardy no ha dejado de entrar, ya que el combate con Koba es más importante. – exclamó la mujer – Tu reto será para él una especie de sparring, ¡nada más!
-¡Ya te pareces a Gustaf! – gritó de nuevo Ron poniéndose de pie - ¡Nadie confía en mí! – siguió gritando - ¡Nadie tiene fe en mí! Pero les voy a callar sus risas, ¡no volveré a ser humillado! Dentro de la jaula haré pedazos a Tom Hardy, va a sentir toda mi furia caer sobre él. Te aseguro que saldrá corriendo. – dijo con aire triunfante.
-¡Sí tú lo dices! – Murmuró Gina – Te noto bastante confiado y muy animado cada vez que hablas de este encuentro – Continuó su hermana – Espero que resultes vencedor y te lleves el "máximo premio".
-¡Por supuesto! – Gruñó el sueco – Claire será mía y Hardy será el humillado, lo voy a pisotear y haré que se retuerza de dolor al ver cómo su amada perece...
-¡Ronald! – Gritó Gina horrorizada - ¿Qué es lo que estás diciendo? – Guardó silencio antes de formular la siguiente pregunta - ¿Acaso piensas matarla?
-¿Qué más da una china menos en el mundo? – Respondió Ron con una cínica sonrisa, mientras sus ojos brillaban con malicia - ¡Hay demasiados en la Tierra! – Exclamó y comenzó a reír a grandes carcajadas - ¡Ya me imagino la cara de Hardy al enterarse que Claire está muerta! La pobrecita cayó por las escaleras y se rompió la cabeza o... ¡quizá se ahogó cuando nadaba!
Gina lo escuchaba con horror, ¿quién era ese hombre? Ron cada vez estaba más fuera de sí, necesitaba ayuda y que alguien le pusiera un alto, sin embargo ella era demasiado cobarde como para enfrentar a su propio hermano y Gustaf... ¡a él no le importaban sus hijos mayores! Su mundo giraba alrededor de los pequeños que había engendrado con su última mujer...
-¿Y qué va a pasar si pierdes? – Preguntó Gina intentando parecer serena - ¿Vas a cumplir el trato de alejarte de ellos y dejarlos en paz de una buena vez?
Ron la escuchó y de nuevo se rió a carcajadas, ¡su hermana era muy ilusa!
-¡Por favor! – Le respondió levantando las manos – Si no puedo vencerlo en esa lucha por "X" razones – Murmuro – Tengo un plan B para vengarme de cualquier manera... ¡Yo no voy a perder nada! – Gritó – Y Hardy se va a arrastrar de todas maneras. ¡Yo ganaré! De una u otra forma. – dijo y abandonó la habitación depositando un beso en la mejilla de su hermana.
Gina se cubrió la boca con las manos para no gritar. ¡Su hermano estaba mal! Era un sicópata. Estaba enfermo de odio y ella tenía que buscar la forma de detenerlo. Se dejó caer en el sillón pensando en la manera de lograr su cometido, ¿pero cómo?
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El timbre sonaba con fuerza y desesperación. Tom se levantó de mala gana de la cama y murmuró palabras altisonantes. La mano de Claire lo sujetó para que no dejara la habitación y abriera la puerta.
-No deberías salir a abrir la puerta – exclamó la chica en un susurro - ¡Es peligroso! Puede ser Ron o alguien de sus amigos que quieran hacerte daño. Recuerda que mañana es la pelea.
-¡Tranquila, Claire! – respondió Hardy poniéndose su bata – Si continúan tocando de esa forma, no voy a poder dormir. Voy a ver de quién se trata y si noto algo sospechoso, llamo a la policía.
Claire asintió y lo soltó. Tom terminó de colocarse la bata y caminó a toda velocidad hasta la puerta de la entrada. Miró a través de la mirilla y se dio cuenta que se trataba de Gina Engström- ¿Qué hacía ella a esas horas de la noche? ¿Qué era lo que quería?
-¿Quién? – preguntó Tom con fuerza – Estas no son horas de venir a molestar.
-Soy Gina – exclamó la mujer – Necesito hablar contigo, Tom. – suplicó - ¡Por favor abre la puerta!
A Tom no le quedó más remedio que abrir y dejarla pasar. La mujer temblaba como una hoja y se desplomó en uno de los sillones de la sala respirando con dificultad.
-¿Qué es lo que pasa, Gina? – preguntó Tom - ¿Gustas un té?
-¡No! – respondió – Deseo algo más fuerte, como un coñac o un brandy.
-¡Sólo tengo tequila! – respondió el hombre y ella asintió.
Tom sirvió tequila en un vaso y se lo entregó a la mujer que encendía un cigarrillo. Hardy se sentó frente a Gina y esperó a que ella hablara, pero la mujer estaba muy nerviosa y las palabras no fluían en su garganta.
-¿Qué es lo que sucede, Gina? – preguntó Hardy – Te noto asustada y nerviosa, ¿Ronnie te mandó?
-¡No, él no sabe que estoy aquí! – exclamó la chica – Y por eso tengo miedo, si supiera que he venido a verte, ¡me mata!
-Entonces – Dijo Tom - ¿Por qué estás aquí?
Gina le pidió otro shot antes de hablar. Thomas prefirió llevarle la botella completa y Gina bebió un par de vasos para comenzar con su narración a cerca de lo que su hermano Ronald le había revelado. Tom la escuchaba en silencio y sin interrumpirla, mirándola fijamente, meditando a cerca de lo que ella le revelaba. Realmente la maldad de Ron no tenía límites.
-¡Tu hermano es un loco enfermo! – Exclamó Claire, quién había estado escuchando la conversación al pie de la escalera - ¿Qué pretende con todo esto? – Preguntó a la mujer
-Lo sé – Murmuró Gina con voz baja – No sé lo que pasa por su cabeza, Ronnie siempre fue una persona difícil de tratar y un necio. ¡Pero mamá siempre lo protegía! – Dijo la mujer – Cuando era niño le gustaba violentar a los más débiles, por eso no tenía amigos. Recuerdo que papá nos llevó un perro... ¡Era un hermoso perro! – Suspiró Gina – En un principio, Ronnie jugaba con él y parecía todo normal, pero un día amaneció muerto – Exclamó cubriéndose la cara con ambas manos – Ron lo mató porque no quiso ir por la pelota que él le lanzó y prefirió correr tras de mí – Gina se detuvo y comenzó a llorar – Mamá ocultó la evidencia, sepultó al perro en los rosales y nos hizo prometer que jamás se lo contaríamos a mi padre. Ese fue el primero de muchos, pero mamá siempre guardaba silencio. ¡Y como Gustaf nunca estaba! Jamás se enteró de nada y nunca hizo algo por ayudar a Ron.
-¡Y tú hiciste lo mismo que tu madre! – Exclamó Tom con un suspiro – Tú guardabas silencio y hacías todo lo posible para cubrir las porquerías de tu hermano. Ocultaste la verdad detrás del supuesto accidente de la novia de tu hermano – Le recriminó.
-¿Pero qué podía hacer? – Gritó Georgina fuera de sí – Me tenía amenazada y aún estoy bajo sus amenazas, ¿crees que no le temo a mi propio hermano? – Preguntó llorando con más fuerzas - ¡Por favor, Tom! – Suplicó Gina – Detén esto, ¡no pelees!
Tom miró a Gina y después a Claire. Su novia tenía miedo, podía notarlo y él ya no podía echarse para atrás, ¡era demasiado tarde! Si tan sólo Gina hubiera acudido a él de inmediato, quizá podría detener ese evento o hacer algo para ponerle un alto a Ronald.
-Lo siento, Gina – Dijo Tom mientras la abrazaba – Yo ya no puedo hacer nada al respecto, es mi profesionalismo el que está en juego – Suspiró - ¡Y qué decir de mi palabra! Todos me verían como a un cobarde y, ¡a estas alturas no me conviene!
Gina se soltó de los brazos de Tom y asintió. ¡Lo entendía! Se limpió las lágrimas con un pañuelo que Claire le tendió y esbozó una amarga sonrisa.
-Tienes razón – Exclamó Gina – Aunque, ¿te puedo pedir un gran favor? – Preguntó.
-Adelante – respondió el hombre.
-¡Acaba con Ron! – Dijo apretando los dientes – Hazlo pedazos, ¡que no pueda moverse por un buen tiempo! Así podré llevármelo a Suecia y encerrarlo de una vez por todas en una clínica para enfermos mentales o en un lugar dónde él no pueda hacerle daño a nadie y por supuesto, dañarse a sí mismo.
Tom le sonrió y volvió a abrazar a la mujer mientras le susurraba un "así será". Gina le agradeció por todo y se despidió de él. La pobre mujer aún temblaba como una hoja, le dio un suave beso en los labios y también abrazó a Claire, quién se había quedado muda después de escuchar todo lo que Gina les había revelado. Tenía miedo por Tom, una parte de ella le decía que juntos podrían superar esa dura prueba, pero la otra le reprochaba haber aceptado ese estúpido reto de Ronald.
Hardy contemplaba a su chica, sabía lo que pasaba por su mente, se dejó caer en el sillón de la sala y la tomó del brazo, sentándola en sus rodillas y acunándola.
-¡Todo va a salir bien, no te preocupes! – Le susurró al oído y la besó con dulzura. Claire le acarició el rostro y volvió a besarlo apasionadamente.
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https://youtu.be/MSEQZ8reJA4
Tom caminaba por el vestidor, sacudiendo los brazos e intentando relajarse mientras escuchaba los acordes de un tema de Porcupine Tree. Había terminado de calentar antes de pelear contra Ron. Podía escuchar a la gente y se daba cuenta que la arena estaba atestada de espectadores. Parecía que todo el estado de Nevada y sus alrededores se habían reunido ahí para presenciar el evento. Suspiró y miró a su amigo Tim, quién no se había movido del vestidor, aunque permanecía en silencio, su mirada se lo decía todo.
-¿Dónde están Sandy y Claire? – Preguntó Tom rompiendo el silencio.
-Vendrán más tarde – Murmuró su amigo pasando las manos por su cabello rizado.
-¿Qué? – Dijo Tom al darse cuenta de la expresión del chico.
-Nada – Susurró el chico – Lo que pasa es que no... - Guardó silencio mientras los ojos de Tom lo miraban con insistencia – No me parece bien que pelees contra Ronald – Dijo al fin – Es un tramposo y creo que hay algo siniestro en este combate.
-¡No exageres! – Exclamó Tom, a pesar de que sabía a lo que se refería su amigo.
-Me dijiste que su hermana había ido a tu casa, a suplicarte porque no pelearas – Exclamó Timmy – Es más que obvio que hay algo malo detrás de todo esto – Suspiró - ¡Quizá no ahora! Puede que haya consecuencias... ¡no sé!
-¡Ya déjense de paranoias! – Respondió Tom, intentado transmitir tranquilidad a su amigo, sin éxito alguno.
-¡De acuerdo! – Sonrió Timmy colocando sus manos en los hombros de Tom - ¡Pártele la cara al hijo de perra!
Tom sonrió e instantes después giró el rostro al escuchar que la puerta del vestidor se abría y entraban Claire y Sandy, acompañadas de Tony. Su novia corrió a sus brazos y lo besó con pasión, mientras Tom la apretaba con fuerza contra su cuerpo.
-¡Muchas suerte, Tom! – dijo Sandy con una enorme sonrisa - ¡Acaba con ese desgraciado!
Hardy se separó de Claire y le sonrió a la joven que se acercaba para abrazarlo. Claire también sonrió y contempló al chico, confiaba en él, sabía que no podía perder, esa pelea contra Ronald era como parte de su entrenamiento antes del verdadero combate contra Koba, sin embargo, no confiaba en Ronald Engström.
-¿Estás listo, Hardy? – Preguntó Anthony – Es hora de que subas a la jaula – Dijo el entrenador.
https://youtu.be/QV3pAQ0bg70
Tom asintió y salió de ahí, seguido de su entrenador, su novia y sus amigos. Suspiró al escuchar el tema de entrada y caminó decidido y altivo hasta el octagonal, mientras los atronadores vítores de sus fanáticos opacaban completamente el fondo musical.
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Ronald terminaba de alistarse para el enfrentamiento. Su hermana Gina estaba con él, no se había despegado ni por un instante. Ronnie la miraba con un poco de enfado, ¡no necesitaba de una niñera!
-Aún puedes detener esto – Murmuró Gina en el oído de Ronald – Así te evitarás un....
-¡Ya cállate Georgina! – Respondió el hombre dándole un empujón.
Gina dio un traspié y estuvo a punto de caer al piso, pero logró sujetarse a una silla que le sirvió como un punto de apoyo.
-Sólo harás el ridículo, ¿sabes? – Escupió la rubia – Tom va a hacerte pedazos.
-Sí estás aquí para decir estupideces, ¡mejor lárgate! – Murmuró el hombre con una sonrisa burlona en los labios – Ya te lo dije, ¡no perderé! No hay manera de que ese gorila pueda vencerme.
-¿Pero a costa de qué? – Insistió su hermana – Tarde o temprano la verdad saldrá relucir y te pudrirás en la cárcel.
-¡Pues no te conviene que esas verdades se sepan! – Murmuró Ronald caminando hacia la salida – Si yo caigo en prisión, ¡tú caerás junto conmigo!
Ron ya no escuchó la respuesta de Gina, cerró la puerta de la habitación y caminó con paso firme hasta el octagonal, en dónde Hardy lo esperaba. El rubio entró en la jaula y sonrió al ver a Tom, quién sólo lo miraba de forma severa. Cada uno fue conducido a su respectiva esquina para recibir las debidas indicaciones de su entrenador. La gente gritaba enardecida, apoyando a su favorito, entretanto, los comentaristas narraban lo que sucedía al público y daban sus puntos de vista acerca de cómo iba a terminar ese encuentro.
Después de un breve instante, el réferi los llamó y ambos se acercaron hasta dónde se encontraba el hombre. El rostro de Tom reflejaba serenidad y confianza en sí mismo, aunque no demasiada. Por el contrario, Ron no parecía tan concentrado, de hecho, en su rostro estaba dibujada una sonrisa bobalicona que rozaba lo estúpido.
-¡Quiero una pelea limpia! – Recalcó el hombre y miró con severidad a Ronald - ¿Están listos? – Preguntó y ambos asintieron – Entonces... ¡a pelear!
Ambos hombres se movilizaron, Ron buscaba la oportunidad para golpear a Hardy, quién no bajaba la guardia y se movía en círculos, esperando el momento perfecto para golpear a Ron. Engström lanzó un par de patadas directo a las pantorrillas de Hardy, pero éste las esquivaba y continuaba moviéndose en círculos. Ronald probó suerte lanzando unos puñetazos directo al rostro de su rival, pero no obtuvo los resultados que esperaba.
Tom decidió contraatacar al ver que Ronnie bajaba un poco la guardia, lo atacó en el rostro y Ronald resintió esos puñetazos, pero se recuperó y comenzó a atacar de nuevo hacia las pantorrillas de Hardy.
-¡Muévete en círculos y aléjate de sus piernas! – Gritó Anthony a su pupilo.
Tom le hizo caso al hombre y golpeó a Ronnie en las costillas, después le lanzó un par de patadas a las caderas. En un rápido movimiento, Ronald sujetó a su contrincante por la cabeza, intentando dominarlo, levantó las rodillas y lo golpeó en el estómago, luego dio un salto y golpeó con la rodilla el rostro de Hardy.
La gente gritaba con más furia aún. Claire se había llevado las manos al rostro. No quería ver cómo Engström golpeaba a su Tommy. Sandy la abrazó y gritó con más fuerza para apoyar a su amigo. Tim, por su parte, estaba más callado que una tumba, sólo contemplaba el espectáculo con los brazos cruzados junto al pecho.
Tom, con un veloz movimiento lo empujó hasta la malla, mientras lo golpeaba con fuerza en las costillas. Ronnie necesitaba escapar de ese ataque, así que también comenzó a golpear a Hardy en la espalda.
-¡Vamos, Tom! – Gritó Timmy – Libérate y acábalo de una vez.
Ron, con un esfuerzo sobrehumano tomó a Hardy de la cintura y lo levantó por encima de su cabeza, lanzándolo directamente a la lona y comenzó a golpearlo en el pecho con su rodilla. Tom se dio la vuelta y reptó por la lona. ¡No iba a dejar que Engström continuara golpeándolo! Él debía serenarse y ponerle fin a ese combate, con su victoria, por supuesto, aunque Ron no dejaba de lanzar fuertes golpes a su espalda y cabeza.
-¡Levántate! – Gritó Tony - ¿Qué te pasa Hardy? – Continuó el hombre – Tienes que acabarlo.
Tom apenas si podía escuchar lo que Barnes le decía. Parecía que la suerte estaba del lado contrario, pero no era así. Tom estaba dando tiempo a Ron, lo había estudiado bastante bien y sabía que, al sentirse vencedor, comenzaba a confiarse después de un rato y bajaba la guardia, Ese era uno de sus más grande errores y debido a eso, muchas peleas se le habían ido de las manos.
Tom se incorporó de un salto, lanzando a Ronald contra la lona. El sueco no se esperaba ese movimiento por parte de Hardy. Intentó levantarse, pero no pudo, pues Tommy se encontraba sobre él y lo golpeaba sin mostrar un ápice de piedad. La gente continuaba gritando, pero de forma más estridente. Ese movimiento fue asombroso y ahora Thomas contraatacaba.
Hardy apretó con sus piernas la cintura de Ron, quién se movía desesperado por querer liberarse, pero Tom parecía que no le daría tregua. Hardy se sentó sobre la lona y le aplicó una llave al cuello con sus poderosos brazos y sin dejar de aprisionarlo con ambas piernas. Engström sintió que el aire le faltaba, no tenía idea de cuánto tiempo había transcurrido, pero ahora el que estaba llevando la peor parte era él. Hardy lo apretaba con fuerza y él se debilitaba. No podía perder, ¡al menos no en el primer round!
-¡Pero qué giro más emocionante! – Gritó un comentarista – Faltan veinte segundos para que el primer asalto termine y la cara de Ronald se ha puesto azul.
-Es que Hardy es un bárbaro – Intervino su compañero – Desde que comenzó a pelear se le notó la serenidad y la calma, ¡no lleva prisa en ganar!
-Definitivamente es una máquina – Respondió el primer comentarista – Le auguro un triunfo a Tommy en el tercer Round.
-Yo en el segundo – Sonrió su compañero.
Tom aplicó un poco más de presión al cuello y cintura de Ronald. Ahora el gladiador sueco no peleaba por ganar, peleaba por librarse de esas tenazas de hierro que le cortaban la respiración. El tiempo transcurría lento, le sabía eterno al rubio. Sus ojos comenzaron a cerrarse y la vista se le nublaba, dejó de pelear, mientras todo a su alrededor se convertía en una mancha negra. Ronald apenas tuvo tiempo de golpear la lona, con la mano extendida a modo de rendición. Se había equivocado, ¡Hardy era demasiado para él!
El réferi se acercó y le indicó a Tom que se hiciera a un lado. Este se mantenía firme en su posición y continuaba haciendo presión en el cuello de Ronald. Hardy obedeció y el cuerpo de Ron cayó completamente sobre la lona, inconsciente. Nuevamente Hardy lo había vencido antes de que el primer round llegara a su fin.
-¡Hardy eres grande! – se escuchó gritar a un chico – Ronald es sólo un fantoche, ¡no aguanta nada!
-¡Engström es un fraude! – gritó otro – Sabía que volvería a hacer el ridículo – dijo y comenzó a abuchear a Ron sin importar que este no podía escucharle.
-¡Tommy, Tommy, Tommy! – Coreaba la gente.
Claire corrió y empujó al tipo que cuidaba la puerta de la jaula, seguida de Barnes, Sandy y Timothy. Tommy miró a su chica y la abrazó con fuerza, levantándola del piso, mientras ella lo besaba de manera apasionada.
-¡Ganaste! – Gritó la chica haciéndose a un lado para que los paramédicos entraran y se llevaran a Ronald.
-¡Felicidades, Tom! – Dijo Tony – Lo hiciste bien, hermano.
-¿Bien? – Intervino Tim - ¡Eso fue bárbaro!
-Lo más bárbaro en la historia de lo bárbaro – Añadió Sandy echándose a reír.
El réferi se acercó a Tom y le tomó la mano, levantándola por encima de su cabeza en señal de triunfo. La gente gritó de nuevo el nombre de Tommy, y el hombre sonrió satisfecho por su victoria.
-Una batalla – Dijo para sí – Más no la guerra, ¿qué harás ahora, Ronnie? – Se preguntó Tom saliendo de la jaula junto a Claire y listo para responder las preguntas de la prensa que comenzaba a rodearlo.
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¡Vaya! Se puso intenso, ¿no lo creen? ¿Qué les pareció el capítulo? Déjenme sus comentarios y ¡hasta la próxima!
#MaryCruz
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