I
Perdón por lo que voy a hacer, padre mío.
Voy a pecar; voy a consumirme en la mancha de la carne. Ante ti Dios todo poderoso, que me conoces y me amas; sabés que no me arrepentiré de haber caído en la tentación y menos de compartir éste pecado con él.
El joven de facciones serias y ojos juguetones se levantó con parsimonia de la vieja silla de roble, se persigno mientras daba una reverencia ante la imponente y deslumbrante cruz, y finalmente salió sin darle una última mirada a la iglesia que lo había atormentado desde pequeño.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro