La Vida
La luz del amanecer se filtraba por las ventanas del apartamento de Chan cuando se despertó. Al mirar a su alrededor, notó de inmediato la ausencia de Felix. Su corazón dió un vuelco al darse cuenta de que varias de sus pertenencias más valiosas habían desaparecido.
— Maldita sea... — murmuró para sí mismo, su enfado creciendo con cada segundo.
Chan no era un hombre al que le gustara que lo engañaran. Había algo en Felix que le había hecho bajar la guardia, y ahora se sentía traicionado. Decidido a encontrar al omega y recuperar lo que era suyo, Chan se vistió rápidamente y comenzó su búsqueda.
Primero, regresó al club donde se habían conocido la noche anterior. Preguntó al barman y a algunos de los habituales si habían visto a Felix, describiéndolo con detalle.
— Sí, lo he visto por aquí varias veces — dijo él barman, frunciendo el ceño —. Pero nunca se queda mucho tiempo... Siempre aparece y desaparece rápidamente.
— ¿Alguna idea de dónde podría estar? — preguntó Chan, su voz firme.
— A veces lo veo en el distrito de Gangnam, cerca de los bares más elegantes — respondió el barman, encogiéndose de hombros —. Es lo mejor que puedo decirte.
Con esa pista, Chan se dirigió a Gangnam, su mente fija en encontrar a Felix. Pasaron horas antes de que finalmente lo viera, caminando despreocupadamente por una de las calles concurridas. Chan sintió un torrente de emociones, desde la ira hasta la preocupación. Sin pensarlo dos veces, se acercó rápidamente y agarró a Felix por el brazo.
— ¡Felix! — exclamó, su voz cargada de furia —. ¿Creíste que podías simplemente robarme y desaparecer?
Felix se quedó helado, sus ojos abiertos de par en par al ver a Chan tan cerca y tan enfadado.
— Chan, yo... — comenzó a decir, pero Chan lo interrumpió.
— ¡No! — dijo Chan, apretando su agarre —. ¿Qué clase de persona hace algo así? Confié en ti... Pensé que habíamos tenido una conexión.
Felix se soltó del agarre de Chan, frotándose el brazo.
— Lo siento, Chan. De verdad lo siento. Es lo que hago para sobrevivir. No es nada personal.
— No es nada personal — repitió Chan, la incredulidad y la rabia mezclándose en su voz —. ¿Robar mis pertenencias y desaparecer no es personal?
Felix bajó la mirada, incapaz de mantener el contacto visual.
— No quería hacerte daño — susurró —. Es solo que... No sé hacer otra cosa. Es la única vida que conozco.
Chan lo observó por un momento, sus emociones en conflicto. Finalmente, dejó escapar un suspiro y suavizó su tono.
— Mira, Felix. No puedes seguir viviendo así. Esta vida solo te llevará a un camino sin retorno. Tienes que mejorar, cambiar tus maneras antes de que sea demasiado tarde.
Felix alzó la vista, sorprendido por el cambio en la voz de Chan.
— ¿Por qué te importa? — preguntó, genuinamente curioso.
— Porque creo que eres mejor que esto - respondió Chan —. Vi algo en ti anoche, algo más que un simple ladrón. Si estás dispuesto a intentarlo, puedo ayudarte a salir de este ciclo. Pero tienes que quererlo.
Felix se quedó en silencio, reflexionando sobre las palabras de Chan. Por primera vez en mucho tiempo, sintió una chispa de esperanza. ¿Podría realmente cambiar su vida? ¿Merecía una segunda oportunidad?
— De acuerdo — dijo finalmente, su voz firme aunque temblorosa —. Quiero intentarlo.
Chan asintió, una pequeña sonrisa asomando en sus labios.
— Bien. Pero primero, devolverás todo lo que robaste. Luego, encontraremos una manera de empezar de nuevo, juntos.
Felix asintió, sintiendo una mezcla de alivio y miedo. No sabía qué depararía el futuro, pero estaba agradecido con Chan, ya que gracias a él, quizás podría salir de ese estilo de vida al que se vió obligado a vivir.
Voy a subir todos los capítulos de una vez 😋
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