Mientras tanto, en algún lugar de la "Isle of Man"

-¿Que estará haciendo? ¿Allá también será navidad? -.Penso con tristeza mientras se apoyaba sobre el escritorio-.Yo.. solo.. quiero verlo.. aunque sea una vez más...

De repente unos pequeños golpes en la puerta sacaron de sus pensamientos a la peliverde

-Disculpe las molestias señorita, como no bajaste a desayunar temi que tuvieras algo de hambre .-Dijo con formalidad Anna, la criada de los Cavendish, mientras dejaba un paro lleno de comida junto a Diana

-De hecho si, tengo hambre, muchas gracias.-Contestó con seriedad la joven

Desde que la madre de Diana enfermo, hasta los años posteriores a su muerte, Anna vio nacer, crecer y hasta presenciar como la heredera de los Cavendish salvaba el mundo.

Tantos años fungiendo como la figura tanto paterna como materna de la peliverde la hacían prácticamente su madre, y como toda buena madre sabía que algo le pasaba a su "hija".

Además, se notaba desde la distancia que algo no estaba bien, nisiquiera pasar las fiestas como nunca antes le subieron el ánimo.

-¿Se encuentra bien señorita?¿Acaso Daryl o alguna de sus hijas te dijo algo?.-

Rápidamente Diana mito a Anna y negó con la cabeza diciendo:

-No no, de hecho las cosas con la tía Daryl están yendo de maravilla.

Y no era mentira, desde la última vez que se habían visto, las cosas cambiaron, algo se transformó dentro de sus primas y tía.

Por fin y luego de un merecido esfuerzo la peliverde podia sentir que realmente estaba en casa.

Pero desde que las vacaciones habían comenzado, quizás al no ves más a sus amigas o no tener que concentrarse mucho en sus estudios, la hicieron recaer en lo que llevaba evitando pensar desde su partida, desde que ese chico.. se fue.

-¿Entonces de que se trata? Sabes que puedes contarme lo que sea.-Dijiste preocupada.

Por un momento Diana pensó en contar todo lo sucedido, específicamente lo ocurrido con la "aparición" de su madre, pero rápidamente descarto esta idea al recordar que quería investigar por su cuenta antes de mencionar algo sobre eso.

Así que, sin poderlo aguantarlo más, la jovencita lo soltó...

-¡Se trata de un chico!-.Grito nerviosa antes de tapar su boca avergonzada.

Al escuchar tal declaración, la criada se mantuvo lo más serena posible mientras dijo para sus adentros "Supongo que era inevitable, este día tenía que llegar".

Casi a la velocidad de la luz, Anna se sentó en la punta de la cama, sacudió un poco su uniforme, miró a Diana y dijo:

-Cuéntame señorita ¿Se trata del joven Andrew?

-No, no se trata de Andrew.

-¿Asiste a la academia Appleton?

-El.. el no es de por aquí.-Contesto cabizbaja

Al notar el deprimido tono de la muchacha, Anna trato de tranquilizarla y preguntó

-Quizás no sea la más apropiada para este tema señorita, pero dime ¿Cual es el problema?

-No sabría decir el motivo con exactitud, pero desde que nos separamos, bueno.. digamos que pienso un poco en el...

Al ver que Anna se mantuvo en silencio, la peliverde se dio cuenta que debía sincerarse más.

-Bueno, quizás demasiado, todo el tiempo de hecho.. y..

-Y hubieses querido que el haya estado presente durante estas fiestas.. y ¿por que no lo visitas? Si tienes que hacer un viaje muy largo yo te acompañare.-Dijo decidida

Pero Diana no contesto, solo bajo la cabeza mientras jugaba con la cadenita que el joven le había regalado.

Este comportamiento desconcertó a la criada, quien solo acero a preguntar

-¿Acaso tu y este joven terminaron en malos términos?

-De hecho si así fuera todo sería más.. sencillo.-Suspiro.

-¿Entonces?¿Que te impide estar con el?-.Pregunto confundida

Durante unos segundos la prodigiosa bruja miró en silencio a Anna, pensativa... ¿Realmente temia que decirle? ¿Acaso ella creería en una historia tan descabellada? Estas y más preguntas invadiendo la mente de la peliverde.

-Se que sonará extraño.-se agito.-Pero tienes que creerme, aunque suene como una locura.-Dijo nerviosa

Por primera vez en mucho tiempo, Anna estaba presenciando como la señorita Cavendish perdía el control y parecía entrar en un estado de pánico.

Así que como estuvo acostumbrada a hacer en su momento, la criada saco su lado maternal y con tranquilidad dijo.

-Señorita, a lo largo de mi vida acompañándote he visto y vivido un sin fin de experiencias que de contarlas dudo que alguien me crea, sin embargo ocurrieron.-Se levantó elegantemente de la cama.-Además, tu mejor que nadie sabes lo que significas para mi, así que no hay nada que puedas llegar a decir que me haga dudar de su veracidad.-Agrego con seguridad.

Con estas palabras Diana entendió que estaba con la persona indicada, así que suspiro y trato de relajarse.

-Esta bien, tratare de ser lo más clara posible.-Dijo

Y así, por fin la peliverde pudo sacarse un peso de encima y sincerarse sobre como se sentía.

Diana no se contuvo, contó todo desde el principio, obviamente omitiendo ciertos detalles, pero extrañamente, decidió contarle lo ocurrido con su madre.

Luego de un buen rato y tras soltar algunas lágrimas, la bruja ya había puesto al corriente de las cosas a la criada, quien de no ser Diana la que contó lo ocurrido, posiblemente no lo creería.

-¿Sabes si es peligroso usar al caldero mágico?

-Estuve intentando averiguar algo al respecto, pero en la biblioteca se la academia ni había nada sobre la olla o algún objeto similar.

-¿Entonces por que no usaste el Calderón de nuevo? -Pregunto confundida

-Lo intentamos, pero no hubo caso, de hecho Amanda me culpo por impedirlo de cierto modo ir a sus fiestas.

Analizando la situación y al notar que la peliverde estaba algo alterada, la señora decidió no hostigarla más con preguntas.

Así que se levantó de la cama diciendo.

-Esta bien señorita, déjame ami el trabajo de averiguar sobre la señora Bernadette.

Confundida, Diana preguntó

-¿Y a mi que parte me toca?

-Dijiste que querías verlo, ¿no?

-Si bueno, pero la academia esta cerrada y...

Anna apoyo su mano en uno de los hombros de la joven bruja y dijo con serenidad.

-Entonces si lo quieres, no te detengas, además la estudiante más brillante de Luna Nova tiene más que permitida la entrada.-Río tenuemente.-Algo se te va a ocurrir.

Sin mediar palabras, Diana abrazo a la criada, quien no podía creer lo acontecido. Así que en un acto de puro amor le devolvió el abrazo, mientras pensaba, "Señorita Bernadettez podemos estar tranquilas, hicimos un buen trabajo.."

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
No podía dejar la historia así como así, además me encanta este fanfic.
Gracias a todos por leer, espero que les haya encantado al igual que a mi y les deseo un excelente año!
Atte: Julieta 3 Pe