Al abrir los ojos
Me desperté muy dolorido, realmente me pase con la bebida esa noche.
Tarde varios minutos y bastantes refregadas de ojos para acostumbrarme a la luz del sol que se filtraba por la ventana.
Me moví con poca eficacia entre las blancas sábanas y me dejaba relajar por el dulce aroma a flores.
De momento estaba ignorando el hecho de que me encontraba totalmente desnudo y en un lugar que no conocía.
Además, las lagañas no me dejaban ver con claridad un gran almohadón que se aferraba a mi brazo izquierdo, así que seguí refregándome los ojos mientras intentaba librarme del cojin.
Cuando por fin pude ver con claridad solo obtuve aún más confusión.
Sus pelos verdes se mezclaban delicadamente con las sábanas, mientras que su desnudo y extrañamente suave cuerpo se enredada conmigo de una manera única.
Solo bastó que viera su hermosa cara para que ese aroma sumado a la textura de su piel me sedujieran por completo.
Al ver que se movía intentando acomodarse, la abraze y delicadamente la acomode arriba mio, de paso aproveche para hacer de las mías y la toque con cierta libertad.
De pronto su respiración se relajo y mientras acariciaba su hermosa espalda volvi a caer rendido ante su aroma
Ahora lo tenía todo, una hermosa chica y un paisaje que deslumbraba, paisaje que por cierto, observaba desde una altura considerable, pero de todos modos no le di importancia.
Pasaron varios minutos y quizás debido a mi insistente toqueteo se desperto.
Tras leves estiramientos, abrió sus bellísimos ojos iluminandos por las primeras luces de la mañana.
Pensaba que era mejor hacerme el dormido y esperar a su reacción, pero nisiquiera habiendo puesto mi peor cara hubiese imaginado lo que sucederia.
A penas despertó y aún algo dormida, entró en pánico por mi presencia y todavía faltaba lo peor.
Le hubiesen visto la cara que puso cuando noto que estábamos completamente desnudos.
Mientras tanto yo la seguía comiendo con la mirada y me encontraba absorto con su voz que de manera autoritaria pero avergonzada me pedía explicaciones.
Yo no supe como contestar, pero de hacerlo quizás las cosas hubieran salido peor.
De pronto, comenzaron a golpear la puerta mientras unas jóvenes pedían permiso para pasar a una tal Diana
La hermosa peliverde se movía como un rayo mientras se tapaba lo mejor que podía.
Exclamó con voz nerviosa que todavía no pasarán y comenzó a recoger la ropa exparsida por toda la habitación.
En un abrir y cerrar de ojos, tuve que atrapar desde mi cinto hasta mis zapatos que eran arrojados por la hermosa joven.
Yo agarre todo sin saber siquiera porque y, cuando me levante de la cama con todo en mano la muchacha se me acercó.
Esta era aún más hermosa así, pero me callo con shh a la vez que se tapaba los ojos avergonzada por haber bajado la mirada.
Cuando tocaron de nuevo a la puerta, ella me guio a los empujones hasta un armario cercano y antes de siquiera poder reaccionar me había cerrado la puerta en la cara.
Así que ahora no solo estaba desnudo y en un lugar desconocido con una joven aún más desconocida, también me encontraba encerrado en una "caja de madera" que olía extrañamente bien
Detrás de la puerta sólo podía escuchar los veloces movimiento de la jovencita, parecía que se estaba cambiando.
Luego de eso, escuché sus descalzos pies moverse hasta alguna parte de la habitación solo para sentir como se abría la puerta
Me encontraba absorto y más perdido de lo habitual, pero eso no me impidió exaltarme cuando las voces chillonas de las que suponía eran amigas de Daiana llenaron el cuarto.
Ellas hablaban de la fiesta de anoche que se ma hacia un recuerdo distante y borroso. Aparentemente, una tal Akko se tropezó con la barra de bebidas, cosa que aun no podía confirmar.
Salí parcialmente de mi trance cuando las chicas le preguntaron a la bombona de pelo verde si estaba todo bien, porque anoche estaba algo desorientada y creían que se había vuelto ya que la perdieron de vista.
La joven mantenía su exquisites al hablar y usaba constantemente ese diccionario tan rico en palabras que parecía salirle por naturaleza, pero se trababa más que un Fiat 1 y hablaba más rápido que yo en una prueba oral, así que no había que ser muy astuto para darse cuenta de su nerviosismo.
Todo iba bien hasta que una de las chicas preguntó con algo de preocupación por el extraño pantalón negro que estaba en la silla.
Ahí fue cuando me di cuenta que tenia todo menos la parte más importante de mi look, cosa que hizo que me tapara la cara con gracia, a diferencia de la joven que intentaba explicarlo con un tono que hasta daba pena escucharlo.
Quizás fue por azares del destino, porque sus amigas fueron buenas o demasiado tontas, pero pareciera que comprendieron el estado de su amiga y decidieron darle privacidad, digo, después de todo estaba encerrado en un armario, con resaca y a varios metros de las chicas.
Luego de eso creí que todo iba a estar bien, aunque me hiperventile porque no había nada de por medio que me sirviera como excusa ante una mala impresión. Me había encantado tanto ese bombón que no sabía cómo hablarle si la tenía enfrente, y dada las sircunstansias era obvio que eso iba a pasar.
Trate de ponerme aunque sea el bóxer pero era en vano, no tenía suficiente espacio y para empeorar, salí de mi trance y ahora me avergonzaba estar así, si hubiera entrado en calor quizás las cosas hubieran cambiado.
De pronto, los pasos comenzaron a escucharse y no tardaron mucho en ponerse justo delante de mi.
Podía sentirlo, algo no estaba bien.
No paso mucho tiempo antes de que la joven preguntara si me encontraba vestido, a lo que respondí que no porque el espacio no me lo permitía. Casi como de telenovela, la peliverde dijo que iba abrir la puerta para así yo cambiarme, y así fue.
El bombón se encontraba con la cara tapada, con una bata de color rosado claro y no fue hasta que arrojo mi pantalon que pude ver que en su misma mano sostenía ¿Un palo? No no ¿Un sahumerio? Vayan a saber porque creí que sería algo de eso, pero despues de todo para gustos los colores y no era quien para preguntar.
Apenas me coloque el jean mis dudas fueron contestadas.
Cuando la joven pronuncio una extraña frase y fui atado por un lazo blanco que salió de aquel palo, creí que no solo había consumido alcohol anoche.
Debo aclarar que soy un chico de casi dos metros y tengo una contextura muy atlética, pero esa hermosura de no más de uno setenta me estaba manipulando como si fuera un peluche.
Me levanto y cual celular en palo de selfie me movió hasta unas camas que estaban cerca de la puerta.
Trate de no distraerme pero pude notar demasiados libros y que había una gran estantería al lado de la cama, mientras que el resto de la habitación parecía ser una suit de lujo con espacio para dos personas más.
Pero simplemente no lo podía asimilar, me a sucedido despertar y descrubrir que me enrede con personas peligrosas, pero esto era ridículo.
Mis dudas y pasión se transformaron en miedo y asombro, así que como no podía ser, pregunte acerca de ¡QUE CARAJO ESTABA PASANDO! aunque mantuve la finura al hablar que tanto caracterizaba a la muchacha.
Su respuesta fue corta y autoritaria, magia. En ese momento creí que esto era un sueño y ahora respondi de la manera que me caracteriza a mi, levante la cabeza, mire directo a sus hermosos ojos azules y dije
Si anoche me hablaste con ese tono ya entiendo cómo termine aquí.
Su cara, tan blanca y perfecta ahora buscaba ser tapada por cualquier objeto que ocultara su vergüenza, esto me hizo sentir que tenía poder en esta situación, cosa que de alguna forma logre, hasta que sentí como mi trasero acaricio de forma violenta una de las estanterías, se podría decir que hasta sentí que era un libro de historia con mi pompa derecha, ya que una bala se me hubiera incrustado menos, pero basta de hablar de eso.
Luego de ese suceso, la muchacha se dirigió a mí con apuro y me pidió disculpas antes de preguntar por mi estado.
Creo que la incomode tanto que olvidó que me tenía ¿enganchado? y me arrojó al hacer un movimiento brusco con la mano
Como todo un caballero oculte mi horrible dolor y conteste de manera sarcástica y simpatíca, haciendola sonreír.
No desperdicie la oportunidad y aprovechando que perdí cualquier vergüenza por el dolor halage su sonrisa, y no exageraba, es la sonría más hermosa que alguna vez vi, luego seguí por sus ojos y termine diciendo que su pelo era el cierre perfecto de la mejor obra de arte de la historia, cosa que si lo pienso ahora fue muy... ustedes ya saben.
Rápidamente su rubor se hizo presente y se quedó con cara de asombro, mi experiencia me dijo que no sabía que decir, aunque esperaba que fueran por las razones correctas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro