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Me encontraba en la habitación de hospital, mientras la madre de mi amigo estaba su casa para ocuparse de un par de cosas, entre ellas, su hijo menor.
Debía admitir que estaba contento de saber que mi amigo estaba bien, y más aún, de saber que Hyungwon decía la verdad porque todo ocurrió tal y como él lo dijo.
Mientras veía a Nunu descansando en la camilla me preguntaba donde estaría Hyungwon en ese momento. Sentía que debía agradecerle por los animos del día anterior así que miré el reloj de la habitación y me di cuenta que era la misma hora en la que Hyungwon había ido a la sala de espera un día antes.
Me quedé pensativo por un momento.
Si volvía a la sala... ¿Hyungwon estaría allí?
Suspiré al darme cuenta de que si no me movía de ese lugar no podría responder a mi pregunta, así que provechando que Nunu estaba dormido, salí de esa habitación con rumbo a la misma sala de espera donde había estado el día anterior.
Mientras caminaba hacia allí comencé a sentirme nervioso sin un motivo y cuando llegué miré hacia todos los sitios posibles donde podrían estar los animadores e incluso al mismo donde estuve con Hyungwon. No había nadie en ese momento pero me quedé a esperar por si algún milagro ocurría.
Pasó un largo rato y no miraba a ninguno de los animadores por ahí, entonces supuse que quizá su labor no era diaria en todos los sitios del hospital y resignado decidí sentarme solo, en la misma silla que el día anterior, recordando aquel primer momento en el que el delgado y yo nos encontramos por primera vez.
— ¿Wonho? —susurró una suave voz a mis espaldas que me obligó a girar rápidamente, porque reconocí su voz.
Lo miré un poco sorprendido ante su espontánea aparición.
— Oh, Hola... —sonreí con una mezcla de alegría y sorpresa— pensé que no estabas por aquí hoy...
Él me sonrió y tomó asiento a mi lado.
— Sólo pasaba por aquí y te vi... —suspiró — ¿Gustas un dulce? —extendió el caramelo hacia mí y tomé el dulce que el delgado estaba ofreciéndome.
Miré el caramelo en mi mano y luego posé mi mirada en él.
— Muchas gracias... —susurré mirando fijamente sus ojos marrones— de verdad estoy muy agradecido.
Hyungwon correspondió mi mirada, sin embargo no pudo mantener el contacto visual por mucho tiempo sin sonrojarse.
— Ah, no agradezcas, es sólo un dulce... —se encogió de hombros soltando una risita y apartando su mirada de mí.
Comprendí que quizá no fui muy claro con lo que quise decir, así que negué.
— No... —miré el dulce nuevamente y luego a él— me refería a que gracias por todo, incluso por el apoyo de ayer, de verdad fuiste de mucha ayuda y todo salió tal y como tu lo dijiste.
Entonces él comprendió lo que quise decir y asintió.
— Oh... Pues me alegro —sonrió alzando sus comisuras levemente— ¿Qué tal todo con tu amigo? ¿Estará bien?
Suspiré y me encogí de hombros con tranquilidad.
— Un par de días más para que pueda salir y hacer su recuperación en casa, es todo... —informé aliviado ante su curiosa mirada.
Él asintió sin despegar su intrigante mirada de mí, mientras jugaba con sus propias manos en su regazo.
— ¿Y qué hay de ti? —susurró bajando la mirada por fin, repentinamente serio.
Me quedé un poco sorprendido casi sin saber que decir, ante la pregunta espontánea y su seriedad repentina.
— Pues... yo... —hice una pausa breve— estoy de vacaciones —comenté mientras pasaba mi mano derecha por mi cuello, con nerviosismo injustificado— en el trabajo tengo un mes libre y apenas este es mi segundo día...
— Vaya, eso es mucho tiempo... —soltó sin levantar la cabeza.
Asentí despreocupado al imaginar lo que él pensaba así que decidí explicar un poco mejor mi situación.
— Es un mes entero de vacaciones pero el resto del año estoy trabajando... —cambié de postura en la silla, apoyando mis antebrazos sobre las rodillas para poder ver un poco el rostro de Hyungwon, ya que por algún motivo me intrigaba saber qué pensaba— incluso en Navidad, fines de semana y demás días festivos...
Él pareció sorprenderse ante mi respuesta.
— Eso es como estar en una cárcel y salir por libertad condicional... —soltó una risita— deberías buscar otro empleo, ese seguro te mantiene muy estresado.
Lo miré un poco extrañado al escucharlo, era la primera vez que alguien me hacía una recomendación de ese estilo, sobretodo sabiendo que entre más trabajo habría más dinero.
— Creo que si... —hice una pausa de algunos segundos y luego proseguí— ¿Y tú? No veo al resto de animadores por aquí —miré a mi alrededor para confirmar mi comentario— ¿Qué haces aquí tú solo?
Lo miré esperando una respuesta a la intrigante pregunta, sin embargo él sólo suspiró y miró a otro sitio.
— En realidad... yo estoy aquí por... —detuvo sus palabras y se hizo un silencio que ninguno sabía como llenar, así que él continuó al saber no había completado su frase— por si una alma triste y solitaria como tú necesita de mi ayuda. —bromeó.
Sabía que estaba bromeando quizá por evitar una respuesta pero decidí no insistir porque noté en su expresión que lo que sea que estuviera pasando no era algo fácil de decir.
Aunque el ambiente se tornó un poco melancólico, decidí cambiar de platica.
— Pues en realidad si quería verte... —sin saber el porqué, puse mi mano sobre la de Hyungwon y le sonreí con dulzura, intentando hacer que dejara de pensar en lo que sea que estuviera pensando.
Hyungwon se sorprendió y no supo qué decir ante mi repentina acción, así que me sentí avergonzado por el tono de voz tan coqueto que utilicé para decir esas palabras, entonces aparté mi mano para cortar un poco la tensión del momento.
— Wonh... —comenzó a decir con la actitud de quien piensa disculparse, entonces lo interrumpí.
— Es decir —suspiré y me aparté más para evitar que se sintiera incómodo por mi tonta acción— para agradecerte y eso...
Él asintió rápidamente como si deseara que esa charla acabara.
— No tienes que agradecerme nada, es mi trabajo... —susurró jugando con sus nerviosas manos.
Asentí e inevitablemente mi mirada se posó en sus manos donde pude ver aquel pequeño tatuaje resaltando en su pálida piel.
— ¿Puedo ver? — le señalé el tatuaje para despejar la duda que se formó en su rostro.
Se lo pensó un par de segundos y luego asintió levantando su brazo hacia mí.
— Quizá te parezca ridículo... —comentó dejándome un poco confundido.
¿Por qué pensaba de esa manera?
— En realidad me parece muy interesante —susurré sin dejar de ver el hermoso tatuaje que combinaba perfectamente con su pálido tono de piel— aparte el diseño está muy bien hecho... —halagué y levanté mi mirada hacia Hyungwon— ¿Por qué una tortuga? ¿Qué significa?
Él sonrió ante mí pregunta pero pude notar un tono de tristeza manchando aquella bonita sonrisa.
— Simplemente les tengo demasiada admiración... —susurró como si quisiera restarle importancia al asunto.
Durante los próximos segundos me dediqué a observar el tatuaje con más detenimiento y no quise cuestionar más.
— Son animales muy interesantes... —comenté delineando la forma del tatuaje con mi índice— supongo que has de apreciarlos mucho, digo... —solté el brazo de Hyungwon al notar que lo sostuve por más tiempo del necesario— porque un tatuaje es para el resto de tu vida y cuando estés anciano tendrás que explicarle a tus nietos lo que significaba para ti cuando lo hiciste.
Hyungwon asintió levemente y arregló las mangas de su abrigo para volver a cubrirse bien.
— Eso... —hizo una breve pausa— No interesa, no me arrepiento de haberlo hecho... —se encogió de hombros— ¿Y qué hay de ti? ¿Tienes alguno?
Arqueó una ceja curioso pero yo simplemente negué.
— He pensado en hacerme uno algún día... — me encogí de hombros, pensativo— pero nunca encuentro algo que signifique tanto para mi como para querer plasmarlo en mi piel para el resto de mi vida y tener que explicarle a mis nietos lo que significa, eso es muy importante.
Apoyé la barbilla en mi puño mientras miraba al suelo buscando en algún rincón de mi mente algo suficientemente importante como para plasmarlo en mi piel, pero no encontraba nada.
— ¿Qué tal el nombre de tus padres? —cuestionó en un susurro, pero no tardé en negar con amargura.
— Ellos viven en el extranjero desde que era niño, a pesar de que se han ocupado económicamente de mi, jamás hemos creado vínculos amorosos... —me encogí de hombros al pensar en ellos y él se quedó pensativo un momento.
— Te comprendo en ese aspecto, pero... —suspiró y también puso su barbilla en su puño imitando mi acción mientras me miraba con una sonrisa tierna— Algún día vas a amar...
Lo miré, analizando sus palabras.
— No quiero tatuarme el nombre de mi novia, es dec... —Hyungwon negó, interrumpiendome.
— Wonho, dije amar... —susurró mirándome fijamente, llegando a atravesarme con esas palabras.
Suspiré sabiendo muy bien que Hyungwon sabía que algo iba mal, su trabajo se trataba de eso así que no podía esconderle nada.
— Ya lo sabes ¿No? —sonreí con tristeza y él asintió.
— Se nota en la forma en la que lo dices... —señaló sus labios— ya estoy más que acostumbrado a que todo el mundo quiera maquillar la verdad aquí...
Yo solté una risita.
— Es... —resoplé— complicado...
Hyungwon asintió, se recostó en la silla mirando al techo y poniendo los pies en la que estaba enfrente, con tal confianza como si estuviera en su casa.
— La pregunta aquí es... ¿Qué no es complicado? —esa pregunta llamó mi atención— Todo tiene un precio...
— Supongo que tienes razón... —susurré aún un poco aturdido por la profundidad de aquella pregunta e imité su acción— por eso a veces preferimos seguir como estamos...
Hyungwon giró la cabeza para mirarme.
— ¿Y por qué lo haces? —susurró con seriedad.
Fruncí el ceño ante su pregunta.
— ¿Hacer qué ? —cuestioné— ¿Ponerme en esta posición también?
Hyungwon se rió y negó volviendo a mirar al techo.
— No... Me refiero a todo lo demás... —se encogió de hombros— ¿Por qué sigues con ella si no la amas? ¿Por qué sigues en ese empleo que no te permite vivir? ¿Por qué no buscas algo que verdaderamente te haga feliz?
Me quedé pensativo un par de segundos pero mi respuesta seguía siendo la misma.
— Vuelvo a repetirlo... —lo miré— es complicado.
Hyungwon chasqueó la lengua y se sentó correctamente en la silla para poder verme mejor.
— Wonho, todo es complicado hasta que llega algo que no puedes resolver... —soltó con un tono que no supe descifrar.
Entonces también me senté correctamente.
— Si pero, me refiero a que sé que ella me quiere y no soy del tipo de personas que les gusta hacer llorar a los demás y en mi trabajo... —resoplé sabiendo que mis excusas era un poco estúpidas— tengo un puesto muy importante como para dejarlo, sólo yo puedo desempeñar ese cargo.
Hyungwon negó con la cabeza mientras miraba por la ventana.
— Todos somos importantes hasta que llega algo o alguien más importante a reemplazarnos... —susurró dejándome estupefacto y sin saber qué decir.
— Yo... —intenté replicar a eso, pero no pude decir nada más que ese balbuceo.
Hyungwon me miró con una expresión indescifrable y luego miró su reloj de pulsera.
— Se me ha hecho tarde... —susurró sin cambiar su expresión.
Iba a intentar hablar pero una tercera voz se escuchó en la sala antes de que yo pudiera pronunciar algo.
— Hyungwon... —susurró la enfermera intercalando su mirada entre él y yo— estábamos buscándote, ya es hora...
Fruncí el ceño ante ese comentario, sin embargo vi como Hyungwon asintió y se levantó de la silla extendiendo gentilmente su mano hacia mí.
— Un gusto poder tener una charla contigo —sonrió débilmente— eres muy agradable, cuídate.
Asentí con una media sonrisa. No quería que se fuera aún, quería seguir charlando con él.
— Igualmente, cuídate... —respondí soltando su cálida mano.
Y finalmente lo vi salir acompañado de la enfermera por uno de los blancos pasillos del hospital hacia algún sitio.
¿Por qué ese muchacho me revolvía tanto los pensamientos en un par de minutos?
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