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Ꜥꜥֶָ֢🎙ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O8

La pequeña reunión continúa después de aquel encuentro, se hicieron juegos por más de una hora para que los recién llegados pudieran disfrutar, algo que TaeHyung ya no soportaba, porque siendo sinceros él no tiene mucha paciencia.

Y cuando no faltaba mucho para las seis de la tarde, decidieron que era el momento perfecto para por fin hacer la tan esperada revelación.

— ¡Por fin, estoy que muero aquí! — Exageró un poco el rubio mientras alzaba sus manos en buena señal.

Los pocos presentes se pararon y se aglomeraron en el centro justo como SeulGi había indicado.

Segundos más tarde, SeulGi entro con dos bolsas llenas de aquellos lanzadores con papel picado dentro de él y que los hacía explotar, nadie sabía el nombre esas cosas. Y antes de que SeulGi pudiera explicar, TaeHyung habló.

— ¡No! Me rehúso a hacer otro juego, deja esa mierda y dime el sexo de mi bebé.

— TaeHyung, cállate — Habló SeulGi — Ahora vamos a descubrirlo, Dios, tómate un té — La cara del rubio fue una de indignación clara mientras ponía su mano en su pecho sacando una pequeña risa de parte de los presentes — Bien, entonces cada uno tome uno de estos — SeulGi levantó su mano señalando así el pequeño lanzador.

Cada uno de los invitados se acercaron para tomar el pequeño lanzador, había los suficientes para todos, excepto para JungKook y TaeHyung, ya que a ellos les habían dado unos más grandes y mejor decorados. De acuerdo con las órdenes de SeulGi, se movieron un poco a los lados las mesas y formaron una pequeña ronda en el centro de la habitación.

Y mientras todos se organizaban, JungKook y TaeHyung estaban en su mundo, el más alto tenía abrazado a su esposo y a su vez besaba las mejillas y la bonita nariz, recitaba palabras lindas y compartían sonrisas entre los dos, ambos sabían que estaban nerviosos, mejor dicho, emocionados. TaeHyung acariciaba la espalda de JungKook en modo de calma mientras que el contrario peinaba el fino cabello rubio y arreglaba el lindo flequillo.

Los dos se complementaban siempre, y quizás aprendieron a consolarse mucho durante sus malos años, pero ahí estaban, siempre cuando el otro los necesite y viceversa, pero ahora ya no había malas noticias, solo la felicidad de la futura llegada de su bebé que se acobijaba dentro del mayor.

El grito de SeulGi los sacó de la pequeña burbuja en la que estaban, y mencionó algo sobre qué cuando los futuros padres estuvieran listos harían la gran revelación.

TaeHyung más que ansioso vio a su esposo y con su mirada pudo deducir que él también estaba listo para saber aquella noticia, se puso de puntillas y dejó un pequeño beso en labios del rizado, teniendo como resultados sonidos de asco, abucheos y burlas por parte de los demás. TaeHyung enseño su dedo de en medio.

Todos se pusieron en posición y comenzó una cuenta regresiva. Y el sonido de aquellos aparatos se escucharon en un gran estruendo.

Las mujeres y parte de hombres saltaron en alegría y altos gritos eran salidos de garganta mientras celebraban y se abrazan entre sí.

TaeHyung ya se encontraba con sus piernas alrededor de la cintura del menor y aferrado a su cuello mientras que este le daba pequeñas vueltas en el aire.

Porque de los pequeños lanzadores había salido miles y miles de papelitos pequeños, recitados, brillantes, y pequeñas bolitas de escarcha.

Todas ellas de color rojo.

Rojo.

¡El bebé era niña!

Una niña.

Su bebé iba a ser una hermosa niña, una niña con la mitad suya y mitad JungKook, una niña que estaba seguro que iba a ser completamente hermosa y perfecta.

Mierda, iba a ser padre de una niña.

Su pequeña niña.

Sus ojitos ya estaban cristalizados cuando hizo contacto visual con su esposo que aún lo sostenía en sus brazos, los iris verdes estaban húmedos y en sus mejillas los preciosos hoyuelos se notaban.

Lo bajo con cuidado y depósito un pequeño besito en los labios antes de que todos los invitados fueran hacia ellos, la mayoría de las personas fueron a abrazar al rubio primero, incluso MinYoung, personalmente JungKook se sintió traicionado.

Ambos recibieron felicitaciones por parte de todos, MinYoung lloró cuando fue a abrazar a su hijo menor, diciéndole lo orgullosa que estaba y asegurándole que iba a ser un excelente padre, las gemelas también se emocionaron mucho y aseguraron que ya habían ordenado un montón de ropa para el closet de su bebé, que, sin importar el sexo, el pequeño humano siempre debía estar a la moda.

Los compañeros de banda también de TaeHyung también los felicitaron, HoSeok y NamJoon que no soltaron a TaeHyung en más de dos minutos y lloraban en su hombro algo exagerados diciendo lo emocionados que estaba por conocer a la pequeña masita.

Las fotos no se hicieron esperar, y tal como lo habían hecho en su boda, una pequeña cámara se encontraba en cada mesa dando a los invitados que tomarán foto de lo que sea. La pareja de esposos fueron los más fotografiados, además de las hermanas de TaeHyung, los muchachos, e incluso la pancita donde se encontraba la futura bebé fueron captadas.

Casi de manera inmediata, se cortó el pastel a pedido de TaeHyung que confesó un gran antojo hacia él y si no lo cortaban ya, él no iba a compartirlo.

Y no era de sorprenderse que la parte de adentro del pastel era de un color rojo, con algunas pepitas de manjar y crema pastelera en medio de los bizcochos.

Y por último la foto de todos, para la cual tuvieron que alzar una silla en la mesa para sostener el teléfono y con un temporizador de diez segundos para que SeokJin tengo tiempo de salir también. Y no podía faltar en la que todos enseñaron sus dedos del medio e índice hacia enfrente, justo como acostumbraba la familia Kim.

Luego de montones de felicitaciones el ambiente se fue aligerando, ya no más juegos ni nada por el estilo, ahora con TaeHyung más contento y tranquilo, en el centro se hizo una ronda, en donde los que aún quedaban en el salón - ya que algunos se habían retirado a su cuarto de hotel - se sentaron y se pusieron a contar anécdotas, horrorosos chistes por uno de los padres, y demás temas triviales que sacaron una que otra carcajada.

Las bebidas iban y venían, seria mentira si se dijera que todos estaban en sus cinco sentidos, ya que SeokJin, NamJoon, Hoseok, SeulGi, Ji-Eun, MinGyu, YoonGi, JiMin y demás se encontraba un poco pasados de copas, también puede que JungKook, pero solo un poco.

TaeHyung en cambio por razones lógicas no podía consumir alcohol, entonces él se estaba ahogando en jugo de naranja y agua, y que mejor parte de ser el único completamente sobrio que ver las estupideces que hacían sus amigos.

Como ver a JiMin cuando lo retaron a hacer una mortal y no fallar en el intento, cosa que no pasó y como no, su estúpido esposo diciendo que el si podía hacerla, pero terminando chocándose en la pared riendo en el transcurso. Al igual que la única carcajada de SeokJin sonaba a cada rato al ver los diferentes intentos de retos que ponían.

SeulGi que estaba aferrada a la espalda de HoSeok, al igual que JiMin a la de YoonGi, SeokJin a la de NamJoon y ChanMi a la de MinGyu tratando de llegar a la puerta que se encontraba al otro extremo del salón. Los bocadillos no podían faltar, pequeñas empanadas rellenas de carne o pollo se servían, dulces rellenos de manjar, variedad de quesos y pequeñas salchichas, SeulGi había dicho que debían terminarse toda la comida porque no había salido tan barato y los invitados no renegaron.

JungKook por su lado estaba completamente pegado al ojiazul, completamente mimoso y engreído diciendo lo orgulloso que estaba del pequeño, orgulloso de haber puesto un bebé en él y lo feliz que lo ponía no haber utilizado condón aquella vez.

A diferencia de los otros, JungKook estaba sentado en un sillón que había traído de algún rincón del salón para mantener a su pequeño TaeHyung en su regazo, completamente cómodo y lindo, acariciando el pequeño bulto y poniendo mala cara a quien quiera tocarlo también, porque puede que JungKook cuando no se encontraba completamente en sus sentidos, era un poquito posesivo, pero solo un poco, igual TaeHyung no se quejaba.

— La verdad siempre creí que su primer hijo sería un niño — Comentó SeokJin, señalando a la pareja con una cerveza en la mano.

— ¿Por? — Preguntó una de las gemelas.

— No lo sé, era como una superstición que tenía desde el primer susto, que claramente no se cumplió, me siento traicionado — Puso una mano en su pecho en modo de indignación.

Y TaeHyung que se encontraba abriendo la boca para comer tres cubos de queso se quedó estático al oír tal confesión, el agarre en sus caderas dio a entender que JungKook también se había puesto tenso.

— ¿Qué primer susto? — Preguntó la de cabello platinado.

Es que si, SeokJin y cerveza juntos era peligro, y no es que ellos ocultaban cosas a su familia, nunca, pero eso era un tema muy aparte, sucedió tan sorpresivamente y lo único que ambos pudieron sentir fue terror y miedo, eran jóvenes.

Demasiados jóvenes y estúpidos.

— Bueno, el primer susto de em...

— ¡SeokJin! No — Advirtió el menor.

Y el castaño al notar la mirada confusa de la poca gente que estaba ahí, excepto la de NamJoon, HoSeok, JiMin y YoonGi, entendió todo.

— Oh por Dios — Dijo sorprendido mientras reía bajito — ¿No le han dicho a nadie? — Y al ver la mirada algo seria de sus amigos hizo una extraña mueca de culpabilidad y tomó un poco de cerveza tratando de no reír.

— ¿Susto, que susto? Tu... — SeulGi señaló a su hermano — TaeHyung, ¿Tuviste un susto de embarazo?

Y TaeHyung ya resignado se acurrucó en el pecho de su esposo y escondió su carita en el cuello del menor, mientras se cubría con su mano.

— Tuviste un susto de embarazo — Afirmó Ji-Eun con un leve rastro de sorpresa y burla.

— De hecho, fueron dos.

— ¡JiMin!

— ¡¿Dos?! — Dijeron al unísono las gemelas.

— Oh Dios — Se rio SeulGi — ¿En serio, Tae?

— Si — habló aun hundido en el cuello de JungKook, a mala gana tomó su posición anterior, JungKook lo abrazo por detrás y dejo besitos en su espalda.

— Pero como... ¿Cómo pasó?

— ¿En serio quieres que te lo explique?

— Eso si se, baboso, pero no se cuidaban o algo.

— ¡Claro que nos cuidábamos! Pero esas cosas fallan, ¡¿Cómo crees que esto llego aquí?! — Señaló su vientre abultado sacando una risita por los demás, incluso al rizado que rio bajito en su espalda, muy en el fondo TaeHyung agradecía que estén un poco borrachos.

— No puede ser — Carcajeó SeulGi — Tu, el que siempre nos decía cientos de veces que debemos de pensar bien las cosas y cuidarnos.

— ¡Hey! Era joven, de acuerdo — Protestó el rubio.

— ¿Y cuantos años tenían?

— TaeHyung tenía veintiuno, yo diecinueve.

Ji-Eun se atragantó con su bebida. 

— ¡Mierda, JungKook, tenias diecinueve años!

— Casi cumplía veinte — Se defendió.

— ¿Y qué pasó?

TaeHyung suspiró. 

— Todo fue culpa por el imbécil de allá — Señaló a YoonGi.

— ¿Imbécil?

— Si — Afirmó — Yo me sentía mal, tenía nauseas, mareos, dolores y todas esas mierdas, voy tranquilamente donde mi amigo a decirle si tiene una pastilla o algo y el muy imbécil se ríe y me dice "Uy parecieras que estuvieras embarazado" — Arremedo en un tono chillón la voz.

— ¡Solo fue una broma!

— Broma de mierda que destruyó con nuestra psiquis una semana.

— ¿Y no le contaste a nadie?

—  Nuestras mamás sabían — Mencionó el rizado — Mamá casi me pega por teléfono.

— Mamá me dio la puteada de mi vida — TaeHyung rio ante tal recuerdo.

— Mamá no insultaba — Dijo YongSun.

— Exacto, fue una sorpresa — Sonaron las pequeñas risas.

— ¿Y cómo supiste que no estabas? ¿Fuiste a comprar un test?

— Por supuesto que sí, en mi día libre salí a una farmacia, compré cinco test de embarazo y afortunadamente nadie me reconoció ni me vio ¿Puedes creerlo? — Sonrió exageradamente.

— No hay necesidad de ser sarcástico — Habló con un puchero SeulGi.

— No hables así, bebé — Susurró JungKook solo para él, continuando con su trabajo en dar besitos en su hombro, JungKook parecía en su propio mundo.

TaeHyung suspiro. 

— Tuvimos que decirle al management.

— Mierda — Susurró MinGyu, JungKook le había contado acerca de la terrible mierda que era el management, no se venía nada bueno.

— ¿Y qué pasó? — JiYeon habló.

— Una mierda, nos echaron mierda — TaeHyung comió un cubito de queso — Fue horrible, nos gritaron, nos amenazaron, casi me obligan a abortar sin estar seguros — Rio sin ganas — Ahí comenzó eso de no estar juntos en público, no me gusta recordar eso.

— No pienses en eso, cariño. Ahora estamos bien — Habló bajito JungKook, buscando su mano para darle un apretón. TaeHyung le sonrió.

— Wow, que hijos de puta — Dijo fuerte MinGyu llamando la atención de todos, viéndolo de forma extraña — Perdón — Él no era de decir malas palabras.

— ¿Y la segunda vez?

TaeHyung pensó un momento. 

— La segunda vez fue más fácil, éramos más grande, tenía veinticuatro y JungKook veintidos, pero igual fue aterrador. Nam nos compró los test, porque no había manera de hacerme exámenes sin avisar, entonces lo hicimos y salieron con una rayita — Guiño un ojo mientras disfrutaba de las caricias que le daba su esposo, acariciando su estómago mientras lo mantenía tibio en sus brazos, y su frente apoyada en su hombro, TaeHyung estaba casi seguro que es estaba durmiendo.

Y así siguió fluyendo la conversación, pequeños secretos revelados del pasado y hasta se pusieron a decir posibles nombres para el bebé.

Ya un poco más de media noche, no había más bocaditos, ni cubos de quesos, ni las salchichas enrolladas en jamón y queso crema, TaeHyung ya estaba medio dormido en el sillón, sus piecitos dolían y sus ojos se cerraban, todos ya estaban en sus respectivas habitaciones de hotel hace no menos de diez minutos, pero JungKook se tomó un pequeño tiempo en agradecer al personal y encargados de la pequeña reunión.

JungKook volvió encontrándose con su esposo en el amplio sillón recostado, con una mano en su barriga y con la otra restregaba su ojo. Se acercó para besar la punta de su nariz, un pequeño piquito en los labios y por último un besito en el abultado vientre.

Tomó la mano del más pequeño y lo hizo pararse a regañadientes caminando hacia la salida, yendo directamente hacia el ascensor para llegar a su suite, con el rizado rodeándolo desde atrás respirando en su nuca y dejando varios besos, mientras que TaeHyung hacia lo posible por no dormirse.

Con la tarjeta de la habitación entraron de inmediato, no se tomaron el tiempo en ver más allá del camino hacia la cama, TaeHyung no dudo en recostarse y estirar sus brazos para acariciar las frías sábanas blancas.

— ¿Quieres cambiarte para dormir? — Preguntó JungKook desde el closet cambiándose los costosos pantalones hacia uno calentador gris.

— No — Dijo cansado — Pero puedes quitarme los pantalones.

JungKook asintió terminado de ponerse una pulcra camisa blanca, yendo hacían el pequeño cuerpo en su cama y desabrochando los jeans que traía TaeHyung para retíralos. 

— ¿Las medias también?

— Mh no, después me hace frío — Se metió debajo del suave edredón prendió el aire acondicionado al máximo — Ven — Estiró sus manitas hacia su esposo.

JungKook sonrió, apagando el interruptor de la luz y subió de manera rápida hasta estar al lado de TaeHyung, soltó un suspiro.

— Bien, duerme, mañana hay que tomar un vuelo — Abrió sus brazos recibiendo al cuerpo cálido de TaeHyung que rápidamente se acurrucó en su pecho y cruzó una de sus piernas con la de él.

— Me da pereza viajar.

— Así toca, cariño, pero el vuelo no sale hasta más del medio día, podemos dormir un poco más — Bajo su mirado encontrándose el pequeño asentamiento que hizo TaeHyung con su cabeza, con sus ojitos cerrados y su mano acariciando el lugar donde estaba la mariposa.

Lo admiró.

Su cabello rubio y el dulce aroma que desprendía a pesar del cansado día que tuvieron, sus grandes pestañas, sus perfectos pómulos que resultaban en su rostro y como su pequeña nariz se arrugaba de vez en cuando, y definitivamente no pudo ignorar la suave respiración que hacía que su pancita ya grande subía y bajaba, en donde están su bebé.

No dudo en colocar su mano en la zona y acariciarla levemente por encima de la camisa que traía, abrazo un poco su cintura y depósito un largo beso en la frente.

— Gracias por hacerme feliz, Tae — Susurró en los cabellos rubios restregando su nariz.

Supo que había sido escuchado cuando sintió la pequeña mano de su esposo encima de la suya regalándole un pequeño apretón.

Y eso para JungKook fue más que suficiente.


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