Ꜥꜥֶָ֢🎙ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O7
TaeHyung ya cumplía cinco meses de embarazo y se podría decir que todo iba en completo orden, las fechas de los conciertos se llevaban a cabo en sus respectivos lugares, y ahora que ya no tenía que esconder la pequeña noticia, pasaba tocando su pequeña redonda pancita, ya no era necesario utilizar grandes buzos para taparla, ahora utilizaba sus camisetas favoritas que ahora le quedaban un poco ajustadas en la barriga, pero él las amaba, aunque cuando hacía frío no duda en ponerse sus grandes hoddies o los de su esposo, no hay diferencia.
La pareja se encontraba en el consultorio del doctor para una nueva consulta y saber acerca de la pequeña persona en crecimiento como lo solían hacer todos los meses, solo por precaución.
Las típicas preguntas fueron hechas de nuevo, con un TaeHyung que respondía todo perezoso y un JungKook que, al contrario, respondía con lujos de detalles, para este momento el rubio ya solía tener pequeños dolores de espalda y sus pies levemente hinchados, agradecía que no llevaba anillos porque estaba seguro que sus dedos estaban mas gordos.
Se podría decir que esta consulta era más peculiar que las anteriores y más emocionante también, porque ya con cinco meses se podría saber el sexo de su bebé.
En la cita de los cuatro meses, el medico les había dicho que a más tardar en los cinco meses se podría saber el sexo, por lo que habían estado esperado muy ansiosos por este momento, pero puede que TaeHyung haya cometido el error de contárselo a SeulGi.
Si, grave error.
La chica de cabello platinado estalló en alegría cuando por mensajes supo que en unas cuantas semanas se sabría el sexo de su futura sobrina o sobrino, entonces ella dio la magnífica idea de celebrarlo a lo grande, sugirió hacer una pequeña fiesta de revelación de sexo, donde irían todos los familiares posibles y amigos cercanos, habría comida, pequeños dulces y postres, juegos, entre muchas cosas más que ya no recordaba, todo para que al final todos estuvieran presentes cuando se divulgue si el futuro Jeon-Kim seria niño o niña.
Idea que TaeHyung negó de inmediato, no porque no le gustara hacer la reunión, sino porque él era conocido como un hombre con poca paciencia y sabia como eran esos tipos de reuniones, recuerda la de los mellizos y todo el tiempo que su madre espero para saber el sexo de ellos y los ridículos juegos que se hacían.
Pero al parecer a JungKook le había encantado la idea, entonces puede que SeulGi haya convencido a JungKook de convencer a TaeHyung para realizar la reunion, porque vamos, por mas poca paciencia nunca se negaría a nada por el castaño.
Así que, tras una charla entre la pareja de esposos, un par de besos, caricias y unos lindos ojos de cachorritos por parte del más alto, SeulGi fue designada como encargada en organizar tal celebración, ver las fechas y hacer todo lo posible para que todos asistieran. Aunque no fue gran trabajo, puesto que al momento de contarle a la familia acerca de la reunión, las gemelas, Ji-Eun e incluso HoSeok, que accidentalmente escucho el tema, ofrecieron su ayuda.
Después de una charla de rutina por parte del doctor, TaeHyung, ahora se encontraba recostado en la camilla del consultorio, con su camisa subida mostrando su abultado vientre. Su mano agarrada fuertemente por el rizado y el gel transparente ya estaba esparcida alrededor de todo su vientre, el raro aparato recorría su abdomen y cuando paro, en la pantalla ya se podía observar el lindo perfil de la pequeña criatura.
Ya con anterioridad, el doctor fue avisado acerca de la pequeña reunión que se haría para saber el sexo del bebé, así que solo observó atentamente la imagen y sonrió satisfactoriamente cuando lo supo.
— Es niño, ¿verdad? — TaeHyung interrumpió el silencio llamando la atención de los dos adultos presentes.
— ¿Disculpe?
— Es niño, ¿No?
Confundido el doctor preguntó: — ¿Por qué piensa que es niño?
— Usted sabe — Señaló la pantalla — Hay como un palito chiquito justo en medio.
— Oh Dios — Susurró avergonzado JungKook.
— Mmh, bueno... — Busco la mirada del rizado en busca de ayuda, que tan solo negó con su cabeza.
— Oh está dudando, entonces es niña — Afirmó y acusó con su dedo al médico para luego mirar a JungKook con una sonrisa inocente.
El médico tan solo daba una cara llena de confusión y un poco de gracia, contrario al castaño que juraba estar rojo de la vergüenza.
— Está dudando de nuevo, entonces si es niño — Celebró estirando un puño al creer haber acertado con el sexo de su bebé.
— Okey, TaeHyung, suficiente — Dijo el ojiverde — ¿Ya sabe que es, doctor?
— Así es — Dejó unas cuantas toallitas de papel en el estómago, limpiando la zona rápidamente — Ya puede pararse si quiere.
— Ya te dije, JungKook, es niño. ¿Cierto, doctor? — El hombre de bata rio un poco.
— No tengo permitido decir nada, señor Kim.
— Pero puede confir...
— TaeHyung, enserio — Reprendió tal cual como niño pequeño.
— Bien.
Después de tener su pancita libre de gel, fue levantado cuidadosamente por su esposo para bajarse de la camilla e ir al consultorio principal. Donde el doctor dio indicaciones de los cuidados que se debían tener a estas alturas, que siga con la dieta que estaba y vitaminas que ayudarían a mantenerte el embarazo completamente sano.
— Bien, entonces de acuerdo con el sexo del bebé, mandaré los detalles al número que me dieron para que organicen todo.
— ¿Número? — Preguntó confundido — Aun no le he dado ningún número.
— Oh bueno, señor Jeon, su esposo me dio un papel con un número escrito en donde debo enviar la información.
Ambos hombres voltearon a ver al pequeño embarazado que de forma inocente observaba el cuadro que se encontraba a la derecha con una pequeña mueca en su rostro.
— ¿Me dejaría ver el número, por favor?
— Claro — Abrió el cajón de la derecha de su escritorio, sacando un post-it de color naranja. JungKook lo tomó rápidamente observando el número y soltó un suspiro cuando lo reconoció.
— TaeHyung, amor, ven un momento, por favor.
El rubio se acercó lentamente con una mueca en su rostro, quizás sabiendo lo que se venía.
— Mande, sol.
— Por si acaso, ¿Sabes de quien es este número? — Le extendió el pequeño papel y TaeHyung lo tomó sin alternativa. Claro que sabía de quien era ese número.
¡Porque era su maldito número telefónico!
— Mmh, no sabría decirte.
— ¿En serio? — Habló sarcástico — Porque puedo jurar que es idéntico al tuyo.
— Ah, el número — Soltó una risa nerviosa — ¡Ay, que distraído! Me he de ver confundido.
— Por supuesto que te confundiste — Negó con la cabeza mientras sacaba de su bolsillo otro trozo de papel blanco con el número correcto escrito — Este es el número correcto, es de Kim SeulGi, ella se encargará de todo.
— Listo, no hay ningún problema.
— Bien, muchas gracias doctor.
Extendió la mano para estrecharla con el médico, caso contrario a TaeHyung, que sólo levantó la mano con su ceño fruncido. JungKook tomó la mano de su esposo para salir de la habitación.
SeulGi con ayuda de las gemelas y Ji-Eun organizaron toda la "pequeña" reunión, coordinó que todas las personas invitadas tengan libre su agenda ese día, o al menos lo intento, habían cambiado la fecha ya dos veces debido a problemas de vuelos con MinGyu y ChanMi, y debido a al tour de SeokJin.
TaeHyung y JungKook hablaron personalmente con cada uno de los pocos invitados y finalmente la fecha se fijó para el tercer sábado de agosto, se haría en Los Ángeles, en el salón de eventos del hotel donde se hospedarían, en donde TaeHyung tendría una fecha para su tour al día anterior.
Desde la última cita con el doctor ya habían pasado dos semanas, el pequeño ojiazul cada vez se volvía más ansioso y arrepentido de haber aprobado eso, JungKook por su parte se mostraba sereno, le explicaba que valía la pena esperar y que sería un lindo recuerdo, pero el rubio seguía con sus berrinches terminando muchas veces con Jeon haciéndole mimos o trayéndole unas cuantas porciones de comida o en pocos casos, haciéndole el amor, sin embargo, ninguno de los dos se quejaba.
Los conciertos iban siguiendo su ritmo, TaeHyung solo llegaba a cantar y hacer una que otra prueba de sonido dependiendo de su humor, porque si, era difícil trabajar con un TaeHyung embarazado, pero en el buen sentido. Ya con su pancita de veintidós semanas, la mitad del show lo hacía sentado en un banco de madera y aunque extrañaba saltar y en ciertas veces correr en el escenario, su bebé lo cansaba mucho, pero valía la pena.
Y aunque seguía saliendo a las afueras de hotel a ver a sus fans, procuraba no quedarse mucho y casi siempre sacaban fotos grupales para evitar el amontonamiento, por precaución y cuidado de él y del bebé.
El tan esperado sábado llego, la pareja de esposos estaban más que ansiosos porque por fin sabrían el sexo de su bebé, SeulGi había quedado en organizar y preparar todo para la reunión, claro está que, acompañado con un grupo de expertos en organizar ese tipo de fiestas, en bocadillos y decoración, el hotel cerró el piso donde se llevaron a cabo dicho encuentro y los dos pisos de abajo, solo por completa seguridad.
Entonces los invitados fueron llegando de poco a la sala de espera, primero fueron las gemelas con sus abuelos, en donde las dos fueron corriendo a abrazar a su hermano y a llorarle a la pancita que tenía, Ji-Eun y MinYoung habían llegado ayer, pero eso no impidió en que se abrazaran y tocaran la barriga en donde el próximo Jeon estaba.
SeokJin llego después, encontrándose con sus amigos después de un largo tiempo, los tres adultos lloraron en el reencuentro y SeokJin aún más al ver el estómago abultado del rubio, tan solo faltaban HoSeok, NamJoon, JiMin y YoonHi para que la banda estuviera completa.
Cuando ya entraron al salón se sorprendieron al ver la bonita decoración, las mesas, la comida y la gran mesa de centro en donde había cantidades de dulces, galletas, bocadillos y un gran pastel, pero lo que más sorprendió fueron los colores.
Azul y rojo.
— Antes de que pregunten, esta es una ocasión especial y son JungKook y TaeHyung entonces me pareció que estos colores serian perfectos, el azul significa niño y el rojo significa niña — Explicó SeulGi.
Todos aplaudieron y felicitaron al gran esfuerzo de la platinada y al cerebro de ella.
— Esto es ridículo — Susurró por lo bajo TaeHyung.
— Hey, ¿acaso no te gusta? — Preguntó JungKook que lo había rodeado por la espalda.
— Sí, está muy bonito, pero quiero saber ya que va a ser el bebé — Habló con un puchero en sus labios.
— Paciencia, amor, ya esperaste dos semanas, sé que puedes esperar unas cuantas horas — Beso su frente para luego acariciarle la mejilla — Vamos, amor, te traje pedacitos de habichuela para que comas.
— ¡JungKook! No lo digas en voz alta — Chilló el rubio siendo arrastrado por su esposo que soltaba una carcajada.
La reunión iba bien, las conversaciones fluían, ridículos juegos - como lo había llamado TaeHyung - se hacían y se contaban anécdotas acerca de todo, la música sonaba y los invitados se atrevieron a hacer un pequeño karaoke. TaeHyung estaba feliz, aunque no quería hacerlo notar mucho porque, aunque se haya negado de hacer esta reunión, le había encantado, reencontrarse con a sus amigos y familia, reírse de las viejas historias acerca de su familia y no iba a negar que le gustaba ser el centro de atención. Su nivel de sensibilidad estaba al máximo, lo sabía, por la sensación cálida que existía y estaba instalada en su pecho y los múltiples abrazos que recibía y no era sorpresa que se sentía triste porque, oh sí.
Su maldito mejor amigo no llegaba.
Y quizás esa era la razón por la que TaeHyung quería llorar, porque su maldito mejor amigo no estaba en la maldita fiesta de su bebé. Y aunque hacía lo posible para que no le afectase, era casi imposible no extrañar a su mejor amigo.
JungKook se había dado cuenta, estaba pegado a él porque conocía la expresión en la carita de su esposo cuando estaba triste y apuntó de llorar, y no quería eso. Le preguntó a su bebé que era lo que pasaba y tan solo obtuvo un "El estúpido de JiMin no llega", el recordaba haber hablado con JiMin cuando lo invitaron, donde el castaño había prometido asistir al evento y en donde hablaba de lo emocionado que estaba de verlo.
Porque TaeHyung y JiMin habían formado una amistad inquebrantable, no quiere decir que con SeokJin, NamJoon y HoSeok no es así, pero TaeHyung y JiMin se complementaban al momento de todo, una relación tan estrecha en donde ambos se sostenía y nunca se dejaban caer, compañeros de crimines en los años de la banda y aunque claro está que había otra persona que lo acompañaban, pero TaeHyung no quería recordar.
En una habitación privada de la fiesta comenzaron a llamarlo, al lado de SeokJin que traía una bandeja con bocadillos y bailaba al ritmo de su álbum que casualmente estaba sonando. Al tercer intento contestó.
— ¿Aló?
— Tu, maldito idiota, ¡¿Dónde mierda estás?! — Presiono el altavoz.
— ¿TaeHyung ? TaeHyung, qué pasa ...
— ¡¿Como que qué pasa?! Deberías estar aquí, genio.
— Que... Oh, mierda, ¿Es hoy?
— ¡SI, ES HOY! Así que trae tu trasero ahora.
— Mierda, yo-o lo siento mucho, pe-ero no voy a poder llegar.
— ¿Qué? ¿Cómo qué no?
— Yo... yo no puedo. ¿TaeHyung? — JiMin habló a través de la llamada.
— ¿Dónde te metiste?
— Yo... Vine donde un viejo amigo.
— Oh, así que decidiste irte, en vez de venir donde tu mejor... ¡Sabes que, olvídate de ser el padrino de este mocoso!
— ¡Oye! No puedes hacer eso. Fue un trato.
— Adivina que, yo lo hice.
— Bueno, no me importa, le pediré a JungKook que me escoja como padrino, como ves eso — TaeHyung soltó un grito indignado.
— ¡No puedes hacer eso!
— Adivina que, ya lo hice.
— Eres un... Eres un... — Y puede que TaeHyung haya seguido la conversación con infinidades de insultos, pero a diferencia de eso, ya no aguanto los sollozos y las pequeñas lagrimas ya caían por su carita.
— ¿Tae? ¿TaeHyung? ¿Estás llorando? — Otro sollozo más fuerte se escuchó.
— Hola JiMin, soy JungKook, mh, TaeHyung se siente un poco mal ahora, no se...
— Espera, ¿en serio está llorando? ¿TaeHyung está llorando porque no voy a ir?
— Sí, bueno tu sabes, el embarazo lo tiene un poco bastante sensible de lo normal y creo que tú falta si lo afecto — Dijo mientras veía a su esposo ser consolado por su amigo castaño, mientras que TaeHyung lloraba un tanto... ¿exagerado? — Mierda — Susurró —No, no, Tae, cariño, escúchame, no llores — TaeHyung lloró más fuerte.
— Lamento mucho hacerte pasar por esto, en verdad lo lamento, estoy a casi una hora del hotel, puedo ir si todavía quieres, pero no llores más.
— ¿Si vas a venir? — Dijo con su voz sollozando.
— Si, si, solo mh estoy con un amigo aquí y no creo que te gus...
— No me importa, tráelo si quieres.
— Tae, pero... Bien, lo voy a llevar, pero que conste que aceptaste.
— Está bien.
— Bien, ya estoy saliendo para allá. Solo ya no llor...
— Te espero, Minnie. Buen viaje, no te demores — Habló en tono de voz completamente normal, hasta se podría decir que hasta feliz.
— Pero, no estab... — Antes de que terminara de hablar, el pequeño rubio corto la llamada con una sonrisa en su cara.
— Bien, vamos a la fiesta, quiero comer uno de esos conos de pizza con helado — Habló mientras salía de la habitación.
JungKook y SeokJin aun adentro cuestionándose lo que había pasado.
— Vaya. Eso dio miedo.
Casi una hora después, llena de conversaciones y juegos, JiMin anuncio su entrada algo agitado.
— Ya llegué — Dijo mientras entraba por la gran puerta principal creando un fuerte estruendo, llamando la atención de todos.
TaeHyung, que inoportunamente se encontraba al otro lado del salón, caminaba hacia su amigo con una mano en su estómago y una sonrisa. Y ya casi llegar donde el, se llevó una sorpresa.
— TaeHyung , yo traje al amigo que te decía.
Y todo el mundo se quedó en silencio cuando vieron a la persona que cruzo la puerta, con la mirada en alto y bastante nervioso.
Min YoonGi se encontraba al borde de la puerta, con una chaqueta de mezclilla, llevaba una camisa blanca, pantalones negros, sus únicas botas que solía usar y su cabello pintado de un bonito azul.
Cuando alzó su mirada, sus ojos color miel se iluminaron al chocar con los iris azules de su viejo amigo, el cual no había visto en años, ni contactado, ni llamado.
Nada.
El ojiazul tragó saliva, con un gran nudo su garganta formándose tocó su barriguita en busca de calma, JungKook inmediatamente llegó a su lado, no sabía cómo iba a reaccionar.
Quizás era el tema muy privado, pero JungKook estaba consiente de todo, en primera porque él lo vivió también, TaeHyung había sido tan tonto en ese momento, el mismo rubio lo reconocía, ambos amigos se dijeron terribles cosas que los atormentaron por días, tan solo por un momento de rabia e impotencia acerca de todo lo vivido, una promesa rota, ridículas peleas por las redes sociales y dos amigos que para todos estaban peleados, aunque no era del todo mentira.
El ambiente era tenso, no era muy difícil saber el porqué. Por eso, toda la gente se sorprendió cuando el pequeño rubio salió corriendo.
Corrió en dirección a su gran amigo, a su compañero y fiel amigo que había conociendo en la banda, al que había extrañado tanto y al que había perdido por estúpidas peleas y razones. Al que por su maldito orgullo no había pedido disculpas y agradecerle por todos esos años caóticos y duros.
Fue parando poco a poco hasta solo quedar unos cuantos centímetros de distancia, comunicándose por miradas como solían hacerlo durante el trayecto de la banda, tratando de expresar todo su arrepentimiento y disculpas y tratando de ser fuertes.
Todo se quebró cuando el pequeño ojiazul soltó una carcajada llena de lágrimas y sentimientos, y estiró sus manitas mientras avanzaba hacia el pálido para aferrarse a su cuello y abrazarlo como nunca antes lo había hecho, porque en efecto.
TaeHyung había extrañado a YoonGi, y YoonGi había extrañado a TaeHyung.
El abrazo se fundió por completo, YoonGi abrazó la cintura del ojiazul con cuidado de no presionar tanto el estómago, y alzó al pequeño cuerpo del piso para darle una pequeña vuelta mientras se le escapaban pequeños sollozos.
JiMin y HoSeok, que estaban cerca no dudaron en acercarse y unirse al abrazo rodeándolos a ambos, JungKook, SeokJin y NamJoon se vieron y como si pensaron la mismo se acercaron al manojo de cuatro personas, uniéndose al abrazo grupal.
La banda estaba completa, los siete pequeños chicos de quince a veinte años estaba juntos después de aproximadamente una década, a pesar de los altibajos y muchos problemas, cada uno de ellos lo logró y ahora, estaban juntos como la familia que eran.
Y que siempre han sido.
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