Ꜥꜥֶָ֢🎙ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O6
TaeHyung no iba a negar ninguno de sus antojos, jamás, para empezar nunca pensó que llegarían tan temprano, pero de un momento a otro tenía tantas ganas de comer todas aquellas uvas verdes, algunos trozos de sandía con yogurt y algo de crema batida encima, la insistencia por comer helado de menta granizada y de chocolate con un poco de miel de maple a cada hora era única, también estaba la obsesión por morder un limón puro con algo de pimienta y no podía olvidar de sus salchichas con mayonesa, salsa de tomate con pepinillos picados y un gran bote de mantequilla de maní, en su defensa sabía delicioso.
Y como es de creer el pequeño de ojos azules siempre era consentido por todo su equipo, especialmente por JungKook. Nunca tenía vergüenza en pedirlos, ni en levantar a su esposo a las tres de la madrugada para que le diera unas cuantas uvas, a pesar de que el pequeño refrigerador estuviera a unos cuantos metros de la cama, él estaba embarazado, ¿De acuerdo?, necesita sobrevivir.
Pero ahora, él no sabía qué hacer.
¡Se estaba volviendo loco!
Estaba comiendo su almuerzo en la gran mesa de comedor de la bonita suite de hotel, tan solo tenía una hora ya que pronto tendría que movilizarse al estadio para realizar una pequeña prueba de sonido y en la noche dar su concierto. Se encontraba sentado en el regazo de JungKook puesto a que era uno de esos días donde se negaba a separarse de él, JungKook, por supuesto no le importaba, siempre le hacía un espacio entre sus piernas para que el pequeño cuerpo de su esposo se sentara ahí y se apoyara en su pecho, y puede que quizás a la hora de comer era un poco complicado tener el cuerpo de TaeHyung encima suyo, pero el siempre hacía el esfuerzo de sostener por la cadera al amor de su vida y alimentarse con una sola mano.
El rubio sabía que JungKook estaba hablándole de cualquier cosa que haya ocurrido en el transcurso de la mañana, pero él no podía despegar su atención de la porción de comida del rizado.
El pollo estaba bien, a TaeHyung le encanta el pollo, acompañado de arroz con pimientos y una gran porción de ensalada - estrictamente recomendada por su doctor - pero él no podía dejar de ver los pequeños trozos de aquella verdura color verde que tanto detestaba y que por supuesto no la tenía en su ensalada.
Habichuela.
A su esposo le encantaba la habichuela, de eso no había duda, y solo por eso el aceptaba que la verdura esté en el refrigerador de su casa, nunca cortaba una y evitaba a toda costa tocarlas, JungKook decía que era un ridículo.
Pero ahora viéndolos fijamente, aquellas habían llamado su atención por quinta vez en la semana, claro que siempre que veía uno o a alguien comiéndolas se iba corriendo porque se negaba a probarlas y mucho menos sentir antojos por ellas, pero ahora que JungKook estaba comiendo tan malditamente lento, una fuerza extraña desde adentro suyo rogaba por ellas, una y otra vez.
Se negaba rotundamente a aceptar que era un antojo, porque era exactamente lo que sentía cuando anhelaba por sus queridas uvas y salchichas, y no podía simplemente pedir un plato lleno de trozos de habichuela, definitivamente no, había despreciado un montón las habichuelas y todo mundo sabía que las odiaba y se burlarían de por vida, el aún tiene un poco de dignidad, de acuerdo.
Entonces, tenía que hacer algo, estaba más que seguro que después de probarlas afirmaría que sabían horrendo como siempre supo y se acabaría todo, si eso haría.
Entonces en el breve momento que tuvo, pensó un plan, claro si a eso se le puede llamar plan.
— Sol — Interrumpió a JungKook que aún seguía hablando de quien sabe quién.
— Dime, corazón ¿Pasa algo? — Sobó el costado de su pancita.
— ¿Me das un poco de tu ensalada, por favor? — Bien pensado TaeHyung.
— ¿Tú quieres de mi ensalada? — Preguntó el ojiverde confundido, TaeHyung no era ningún fan de ellas, pero eso era mejor que pedir directamente por las habichuelas, había que hacer sacrificios.
— Así es.
— Mmh, bien — Dijo sin preguntar de más, él prefería no hacer enojar a su pequeño esposo embarazado.
Con su tenedor agarro algo de zanahoria, cogió un poco de maicitos, arvejas y varios trozos de pan tostado, pasando por alto los benditos trozos de habichuela, dejo la porción con algo de dificultad en el plato de TaeHyung.
— Listo, bebé — Besó su mejilla.
— Gracias — Susurró.
Ahora tenía más ensalada, excelente.
Antes que JungKook retornara a comer, habló: — Pero, mm, ¿Podrías ponerle, e-eh tú sabes, todo lo que tiene?
El rizado frunció su ceño.
— ¿Quieres pollo? Puedo darte todo mi plato si quieres.
Mierda.
— No, no, quiero decir, solo la ensalada — Dijo algo avergonzado apartando la mirada.
Puede que JungKook se haya sorprendido un poco más, porque TaeHyung nunca pedía ensaladas, pero prefirió no preguntar, ¿Acaso se debía preocupar?
— Claro, quitaré todas las habichuelas para que puedas comer.
— ¡NO! — Gritó desesperadamente.
— ¿No?
— No, quiero decir que, que las dejes — No hizo contacto visual.
— ¿Que las dejé? — JungKook ahora se encontraba impactado.
— Sí, deja las habichuelas — Susurró bajito, mirando hacia otro lado acariciándose levemente la nuca.
— Ohhh — Breves segundos después había captado, TaeHyung quería probar las habichuelas, no sabía si era cosa del embarazo, pero quería probarlas.
TaeHyung quería probar las muy verdes y horrendas habichuelas.
El ojiverde a duras penas reprimió una pequeña carcajada mientras apretaba sus labios para no dejar salir una gran risa, aun no viendo directamente la carita de TaeHyung sabía que estaba avergonzado haciendo que su corazón se derritiera.
— Bien, si, puedes coger de mi plato si quieres.
Y sin esperar, Kim tomó entre sus manos el plato de comida de su esposo y con su tenedor pinchó el trozo más grande de habichuela que había, si lo iba a hacer lo haría en grande.
Lo quedó observando por varios segundos antes de acercárselo a su nariz y olerlo, luego lo acercó a su boca y con su lengua lo lamió primero.
— ¿Que me estás viendo? — Preguntó con su ceño fruncido y sus mejillas más que rojas al rizado que lo observaba atentamente con sus iris verdes abiertos de par en par.
— No, no, nada, no te estaba viendo — JungKook quiso comérselo a besos.
— Sí, me estabas viendo, no lo hagas.
— No lo haré — Lo vio fijamente.
— ¡Pero voltéate!
— Oh si, y-yo me volteare ahora, sí — Giró su cabeza concentrándose en el cuadro colgado en la pared, pero pudo ver por rabillo del ojo como TaeHyung le rodó los ojos y como se quedó mirando al trozo de habichuela un poco más.
De un solo bocado se lo metió a la boca, lo masticó poco a poco y un gemido se le escapó segundos después de haberlo probado.
¡No sabían a nada!
Pero, aun así, pincho otro trozo y se lo comió rápidamente, luego fue por un tercero, un cuarto, un quin...
— Y... ¿Qué tal está? — JungKook preguntó algo dudoso con una pequeña sonrisa.
— ¡No saben a nada... Son horribles! — Pinchó un sexto, séptimo y octavo trozo y se lo metió a la boca — ¡Me encantan!
— ¿Sí?
— Sí, Koo, esto es... tan horrible que quiero comerlo todos los días — Pinchó los últimos tres trozos que quedaban metiéndoselo a la boca de un solo bocado y realizando un puchero cuando no vio más.
— Ow, mi dulce bebé — Con sus brazos rodeó la cintura de TaeHyung, acariciando la pequeña pancita y dejando besitos en los cabellos de su nuca teniendo como resultado que su esposo se acurrucara más en él — Estas comiendo las feas habichuelas — Rio un poco.
— JungKook, si alguien se entera de esto juro que pediré el divorcio y te quietare todo tu dinero.
— No puedes vivir sin mí, amor.
— Créeme que si puedo — Mentira.
— Tienes razón — Lo tomó por el mentón y lo miró fijo — Soy yo que no puede vivir sin ti — Besó lentamente sus labios — Y ahora sin la futura personita que crece dentro tuyo — Besó sus lindos pómulos, su linda nariz, su frente y por último besó sus labios intensamente.
— Mmm — Ronroneó un poco — Si sigues así vas a ponerme caliente.
JungKook soltó una carcajada.
— No puedes ponerte caliente por todo, amor.
— ¿Me estás retando?
Colocó el plato de comida en la mesa y se levantó un poco hasta acomodarse a horcajadas de JungKook, acaricio la fuerte mandíbula del rizado y fue bajando hasta llegar a desabrochar los varios botones de la camisa de él.
— TaeHyung, no... No podemos ahora, no hay tiempo — Aun así, metió sus manos debajo del abrigo que traía el ojiazul, acariciando su bronceada piel.
— Mmm — Se acercó más y besó el cuello de su amado, dejando leves mordiditas y soltando más que un gemido que sabía que enloquecía a su esposo — Entonces hay que ser rápidos, ¿Sí? — Susurró lentamente en su oído dejando un último beso detrás de su oreja.
— Bien, hay que ir a la habitación, si, ahora — Se levantó un poco dando a entender que el rubio se bajara de él.
— No, cárgame — Hizo un pequeño puchero mientras se aferraba al cuello del más alto.
— Eres todo un niño caprichoso, amor — Besó brevemente sus labios para tomarlo por los muslos y levantarse con cuidado de no aplastar a la crecida barriguita.
— Rápido, muero por tenerte dentro.
— Y toda una pervertido — Comentó JungKook logrando sacar una pequeña carcajada por parte de TaeHyung y aceleró el paso de camino a la habitación.
Ese día llegaron una hora tarde a la prueba de sonido.
Y como ya se esperaba, los rumores de un posible embarazo por parte del cantante llegaron, todo por unas fotos tomadas a las afueras del hotel en donde se podía apreciar el pequeño bulto en su no tan ajustada camisa y sosteniendo una leche de chocolate.
TaeHyung lo recuerda, solo había salido a las áreas verdes del hotel a tomar un poco de aire fresco, no se preocupó mucho por esconder su vientre por lo que solo bajo con una camisa sencilla, no se esperó que malditos paparazzis estuvieran rondando por ahí.
La gente empezó a realizar varias teorías y todo comenzó a encajar cuando comenzaron a analizar fotos de los conciertos realizados del tour, en donde apenas se notaba la pequeña protuberancia y la manía de TaeHyung en poner su mano en el lugar, sin mencionar el repentino acompañamiento de JungKook al tour que dio mucho de qué hablar
Y aun cuando en la reciente foto tenía un cigarrillo en su oreja como distractor, no sirvió de mucho cuando en artículos de revistas, periódicos y notas de farándula ya se especulaba un posible embarazo por parte de él, también en las redes sociales se daban muchos debates, donde gran parte aseguraban todo lo contrario afirmando que tal vez había exagerado un poco con la comida.
Entonces, todo el mundo esperaba con ansias una afirmación o una negación por parte de ambos, aunque sea por parte del equipo del rubio, debido a que las redes sociales cada día estaban a estallar ante la noticia aun no confirmada.
Una semana después llegó la tan esperada confirmación de la noticia por parte del mismísimo TaeHyung, que después de haber tomado todas las medidas necesarias de precaución lo hizo a través de un simple tweet.
Se puede decir que luego de tal confesión, los futuros padres estuvieron relacionados en las primeras siete tendencias mundiales durante días, en las noticias de farándula, en periódicos, radios y en todos los medio de comunicación.
El mundo entero enloqueció, las redes sociales se cayeron, videos de fans llorando llenaban los inicios, varios edits de los dos, miles y miles de felicitaciones de parte de todos, incluyendo famosos y amigos cercanos, nunca hubieran esperado tal magnitud de aceptación, pero no pudieron estar más contentos.
En el primer concierto luego del tweet, pudo jurar que la gente gritó el doble de alto que siempre cuando salió, agradeció profundamente por el apoyo a todos sus fans, por todo el cariño a lo largo de toda su carrera, por la gran aceptación de su bebé, porque sin ellos no hubiera podido llegar tan lejos y puede que pequeñas lagrimas aparecieran en sus ojos en pleno escenario, pero no importaba, este era un gran momento.
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