12 de Octubre de 2015

Esa misma noche, Andrew estaba en casa de Aalyiah, donde le conto lo que sucedió en la cafetería, la chica se abrazaba a sus piernas cuando Andrew termina su relato, ella levanta la vista hacia el castaño.

—¿Qué hago si lo veo?—pregunta abrazándose a sus piernas mientras estaba sentada en su cama, Andrew toma asiento en la silla de la computadora y agarra el peluche de pingüino que descansaba ahí sentándola en sus propias piernas.

—Nada Aalyiah, sigues con tu vida normal, así como hiciste estos años...

—Lo vi el año pasado en la fiesta de Halloween, no me hablo porque Harvey se opuso a que se acerque a mi—murmura ella, Andrew suspira sentándose a su lado, la abraza y besa su mejilla.

—Yo te protejo Aly, no dejaría que nadie vuelva a lastimarte—dice dejando un beso en su mejilla, ella le sonríe un poco apoyándose en su hombro con un suspiro. 

15 de Octubre de 2015

La casa de la familia de Hannah era digna de estar en una revista de las casas mas elegantes de todo los tiempos, de grandes paredes blancas, con ventanas sumamente enormes que permitían una excelente iluminación, todo era blanco, pulcro y sumamente limpió que daba demasiado miedo quedarse por mucho tiempo parado en el mismo lugar pensando que mancharías algo. Cuando Aalyiah ingresó a la casa, y aparte de darse cuenta de toda la elegancia de la casa, también se dio cuenta que por la pizarra de actividades, Hannah contaba con demasiados hermanos, todos rubios o castaños, de diferentes edades y sus personalidades parecían destacar en la foto principal de la familia. 

Donde claramente todos vestían de blanco.

Los padres de la familia estaban en el centro convirtiéndolos en los protagonistas, la mujer parecía una modelo de revista con su cabello echo en bucle, mientras el hombre era calvo pero con una resplandeciente sonrisa. Al lado del hombre había dos chicos mayores, uno de ellos tenía una barba y era ancho de hombros, mientras que el otro era delgado, con anteojos redondos y el cabello rubio peinado, al lado de la mujer estaba una chica mayor que Hannah de cabello rizado con demasiadas curvas, y a su lado se encontraba Hannah quien abrazaba a dos niños pequeños, un varón y una niña que sonreían mostrando los dientes. Del lado de los chicos se veía otro adolescente quien sacaba la lengua a la cámara y mostraba el dedo del medio, y junto a él había una chica de su edad o cercana que sonreía perfectamente a la cámara con una sonrisa ensayada. 

Al lado del enorme retrato familiar había una vitrina, donde se encontraba una enorme cantidad de trofeos, medallas y listones, muchos de sus hijas por certámenes de bellezas, algunos de sus hijos por jugar al fútbol, y dos listones pertenecientes a Hannah de segundo lugar. 

—El sueño de mi mamá era tener un ejercito de niñas e inscribirlas a certámenes de belleza—dice Hannah alarmando a Aalyiah—Conmigo solo pudo hasta los tres años, luego subi de peso, aquí tienes el vaso de gaseosa

Aalyiah agarra la coca cola y le sonríe, fue la primera en llegar, Suki tenia algo que hacer en casa de su familia y Heaven primero debía tener una conversación con su papá, porque seguía castigada por lo que hizo a Evan. ¿Mostraba arrepentimiento? Claro que no, la chica de cabello azul sigue riéndose de ese hecho.

—Se ve que tu mamá ama esos concursos de belleza.

—¿Bromeas? Mi mamá adora esos concursos, ella misma participo en varios, gano señorita estados unidos y siempre presume de eso, y entre nosotras, sigue resentida no haber entrado miss universo señorita Estados Unidos. Al menos mi hermana Elizabeth cumplió su sueño, y ahora esta estudiando en una prestigiosa escuela de modelaje en New York, gano gran cantidad de premios, y mi hermanita Katherine inspira ser como ella, esa niña esta haciendo mil actividades porque incluso quiere superarla

Aalyiah asiente viendo de nuevo la fotografía, abre la boca para hablar cuando la mujer rubia aparece con una cara de molestia, con un conjunto blanco y pulcro como ella, agarrando la mano de una niña bastante linda, y seguramente ganadora de varios premios. La niña tenia sus ojos llenos de lagrimas y la boca manchada de chocolate.

—¡Hannah, ¿Qué te dije de darle la torta de chocolate?! Tiene un concurso mañana y debe estar perfecta sin subir un kilo

—Ella vio a Charlie comer, debía darle

—Pues le hubieras guardado para mañana, tiene que estar ensayando su rutina de baile en este momento, ¿tu también comiste de esa torta? Deberías cuidarte mas con tu peso y eso lo sabes Hannah, solo mírame a mi, mira a tus hermanas ¿no quieres ser ganadoras como ellas?

Hannah chasquea su lengua.

—Mamá, no saludaste a Aalyiah.

Los ojos azules de la mamá de Hannah se clavan en la chica, ella levanta la mano y saluda algo incomoda por la situación. La rubia pequeña que su mamá sostenía de la mano seguía derramando grandes y gruesas lagrimas.

—¿Aalyiah? Ese es un raro nombre...¿eres hija de Lydia?—pregunta y ella asiente—Si, veo el parecido, iba con tu mamá a la escuela...oh, tu eres la chica con...

—Mamá—advierte Hannah apretando los dientes.

—¿Te interesa participar concursos de belleza? Con tu historia seguro conmueves a todos y ganaras, yo podría asesorarte.

—Lo pensare—dice Aalyiah.

—Mamá, ¿no era que estabas apurada para que Ariadna tome su clases?—dice Hannah, la señora rubia parece acordarse y asiente.

-Es cierto, ya me olvidaba, no les des mas la torta de chocolate a Ariadna, que Charlie no coma más y...tu también afloja a la comida hija, tan linda que eres y serias mas guapa si bajas esos kilos de mas.

La mamá de Hannah se lleva a la niña, la pequeña llora un poco diciendo que no quería bailar. Pero su mamá insiste en llevarla, Hannah se acomoda el cabello y suspira ofreciéndole una sonrisa.

—Somos una gran familia por lo que ves, Charlie y Ariadna son mellizos, hacen todo juntos...salvo los concursos de belleza, Ariadna los odia y mamá piensa que yo la incite a odiarlos.

—Que mal—dice Aalyia abrazándose a si misma—Y era una torta de chocolate, hasta yo me sentiría frustrada

—Si, es lo que sobro del cumpleaños de mi hermano Jeremy

—¿Me nombraban?-pregunta una voz masculina, Aalyiah observa al chico que debía ser Jeremy, sonríe de manera coqueta a la pelinegra aunque era unos años bastante mas jóvenes que la chica, tal vez unos dos años. Hannah suspira, mientras que Jeremy abraza a Hannah por los hombros.

—Este es mi hermano Jeremy, ayer cumplió quince años

—Y estoy soltero, por si quieres saber.

Aalyiah sonríe casi con ternura y sacude su cabello.

—Lo tendré en cuenta

—Oculta tu torta antes de que Charlie se coma todo—dice Hannah y el chico asiente yéndose. Aalyiah le sorprendia que su mamá haya tenido siete embarazos, del cual en uno salieron dos bebes, y siguiera viéndose expectacular, tal vez su cadera fuera mas ancha y tuviera curvas. Pero ¿Qué se esperaba de una ex ganadora de concursos de belleza? Que se esfuerce por mantener su peso.

—Seguro te divertía crecer en una casa con tantos hermanos—dice y Hannah rie un poco.

—Es muy ruidoso, y mas cuando Elizabeth y Katherine comenzaron con sus concursos. Siempre las tenias a las dos practicando en cualquier lugar, yo soy mas unida a mis hermanos varones, y a Ariadna a decir verdad, la compadezco. Solo tiene siete y es forzada a todo eso, mi hermana Elizabeth tiene doce años y es toda una primorosa princesita.

—Johanne le encantaría tener una hermana como las tuyas, ¿quieres que te cambie por ella y eres mi hermana?

Hannah rie.

—Me gustaría, pero no puedo dejar a los mellizos y a Jeremy solo—contesta—Vámonos mejor a mi cuarto antes de que vuelva para convencerte de participar en un certamen.

La habitación de Hannah era una bomba de color comparada con toda su casa de colores neutros y pulcros, las paredes de un agradable rosa mientras que las cortinas eran de un violeta oscuro, las colchas de la cama eran grises a rayas y tenía posters de bandas famosas colgadas en las paredes. Libros de romance descansaban uno encima del otro en un pequeño escritorio junto a una bola de nieve que en su interior tenían un muñequito, y en una pared había muchas fotografías polaroid. Se habían sacado una con Aalyiah para ponerla en la pared y eso a la chica la hizo sentir muy honrada.

Rato mas tarde, Suki y Heaven se unieron a la pijamada dejando sus respectivos bolsos en un rincon y la peliazul se tira en la cama junto a las dos adolescentes. Estuvieron hablando un buen rato, donde Heaven conto lo que su padre le había dicho, y sobre que a la vez no se concentro demasiado en su castigo porque Sam aparecía en su casa bastante drogado como para reconocer su propio nombre. 

Las chicas siguieron hablando un buen rato, comieron pizza, y para fastidiar a la mamá de Hannah, Heaven se encargo de hacer palomitas y llevarse una botella de gaseosa donde las cuatro se sentaron en las colchonetas a ver películas de terror. Cada tanto, el hermano de quince años de Hannah, Jeremy, aparecía ofreciendo de manera bromista sus brazos para que una de las amigas de su hermana vayan con él. Aunque Jeremy parecía tener un gran flechazo en la chica de cabello azul. Pero Heaven se encargaba de decirle que nunca pasaría nada.

Pero el chico no perdía la esperanza.

Se quedaron despiertas hasta tarde, en la que toda su noche se basó en películas, hablar, chistes donde se reia a carcajadas y Katherine aparecía molesta diciendo que se callen, provocando que se rían más fuerte cuando la rubia hacia una riña sobre ello.

21 de Octubre de 2015

En la salida del colegio, Aalyiah decidió ir a la cafetería donde trabajaba Andrew, y fue sola, porque Hannah debía buscar a sus hermanos mellizos a la escuela, Suki debía ir a ayudar con lo del restaurante familiar y Heaven estaba aun en prueba por su padre.

En esa semana, cuando Evan volvió, el chico ignoro a Aalyiah, fingió que no existía, ni siquiera la a mirado dos veces en ningún momento, no se acerca a molestarla de ninguna forma. Su cabello verde ya estaba desapareciendo volviendo a su rubio original, y el dibujo de su frente ya no se encontraba ahí, sin embargo, veía a todos con cara de "los odio" y de "ojala se mueran". Heaven y Evan se compartían mucho de esas miradas de odio mutuo. Lo bueno, es que Evan no se volvió a acercar.

La cafetería no estaba demasiado llena, por lo que Aalyiah toma asiento en su mesa favorita junto a la ventana. El otoño se hacia bastante presente en Nahgs Head, las hojas de los arboles ya estaban naranja, y algunas se encontraban en el suelo. De alguna forma, el pisarlas le generaba cierto placer con el ruido.

Aalyiah mira a Andrew quien esta detrás de la barra, la saluda con una media sonrisa y ella le devuelve el saludo, era bastante obvio lo que iba a pedir, asi que Andrew no se acerca a preguntarle. Ella suspira y saca el cuaderno que Andrew le había regalado.

Tenia pequeñas historias, pensamientos y poemas escritos en este mismo, pero al mismo tiempo, no planeaba mostrárselo a nadie. Eran poemas y escritos que ella consideraba bastante personales, sacados de su corazón, donde escribía cosas de su pasado, sus sentimientos relatados en aquellas hojas de papel. Agarra una lapicera y comienza a escribir, estaba tan concentrada, que no se da cuenta que Andrew le deja su batido de fresa y las papas a un lado.

—Veo que te gusto mi regalo.

La chica se espanta cerrando el cuaderno, Andrew sonríe.

—Es un gran regalo, lo llevo a todos lados—dice y el chico asiente—Sabes, Harvey me mostro una banda que se llama Pale Waves, está muy buena, me volví fanática y eso que recién comencé a escucharla hace unos días

—¿Ah si? Cuando vaya a casa lo escuchare—dice y Aalyiah sonríe tomando un poco del batido de fresa viéndolo.

—Mi canción favorita es televisión romance, te la recomiendo—dice y Andrew la mira—¿Qué me miras asi?

—Siempre me sorprende tu rara combinación de papas con batido, me apiado de tu hígado—se burla y ella le saca la lengua. Andrew sonríe y se retira diciendo que debe encargarse de unos clientes, ella sonríe y lo ve alejarse, toma de su batido y sigue escribiendo.

Bastante concentrada en lo suyo, como para no notar aquellos ojos verdes que se sientan al frente de ella. Levanta la vista encontrándose con aquel chico que fue el dueño de muchas de sus pesadilla, siente su corazón latir con fuerza, estrujarse y latir de nuevo pero mas débil. Quentin le sonríe, la sonrisa como lucifer, saca una papa y la come. Ella estaba muy aturdida viéndolo como para replicar.

—Escuche que estabas aquí, hace mucho que no te veía

Aalyiah busca con la vista a Andrew, pero el chico no estaba, al lo mejor fue a la cocinas, o salió a fumar o a usar su celular.

—Déjame Quentin—murmura sin verlo.

—Vamos osita...

—No me digas osita—dice ella levantando la vista—No tienes ningún derecho a decirme osita, y no quiero que tu me digas osita nunca.

Quentin alza sus manos en paz.

—¿Qué no te fuiste a la universidad?—pregunta ella ahora viéndolo, el chico se encoge de hombros.

—Vengo a visitar a la familia.

—Odias a tus padres—le recuerda y él rie un poco.

—Quería verte—dice y esta vez le toca a Aalyiah reir.

—Tu y yo no tenemos que hablar, vete—dice sintiendo sus manos sudar y ponerse nerviosa. Queria golpearlo, quería matarlo, tirarle el batido de fresa a la cabeza y huir de la cafetería. Pero no lo haría, se sentía bastante cobarde para huir, bastante intimidada como para reaccionar.

—Quería pedirte perdón, por lo que hice...

—Un perdón no devuelve mi salud.

—Bueno...tu solita te metiste con él.

—¡Tu me vendiste por dinero para droga, y me drogaste para que tuviera sexo, fue violación!—dice ella dando un golpe a la mesa, su vaso tiembla, muchos de la cafetería la miran. Quentin se relame los labios como si se sintiera avergonzado del repentino ataque de enojo de la pelinegra. Los ojos de la chica se llenan instantáneamente de lagrimas, no era momento de llorar, no era momento de quebrarse, no frente a Quentin, de alguien que disfrutaba verla sufrir.

Aalyiah aprieta sus manos en un puño sintiendo sus manos temblar y habla con los dientes apretados.

—Yo confié en ti, yo me entregue a ti porque te amaba, y tu me traicionaste, me grabaste y me manipulaste con ese video por meses. Odie a mis padres por encerrarme en un internado, cuando comprendí que me protegían de ti, y ahora entiendo que solo estoy aquí porque mamá pensó que nunca me juntaría contigo, y te odio tanto.

—No me odias Aalyiah—dice Quentin—Lo intentas, pero no me odias.

La chica iba a replicar, cuando aparece Andrew, levanta a Quentin de un tirón del brazo y le da un empujon.

—Te dije que si volvía a verte aquí iba a matarte—dice Andrew.

—Vamos viejo, solo pasaba a decir hola

—Bien, ya la saludaste, ahora vete Quentin—dice. El rubio aprieta sus labios, todos en la cafetería los mira. Sin embargo asiente, roba dos papas y se acerca a Aalyiah.

—Nos vemos pronto, osita-le susurra y ella se estremece ante esa cercanía. Quentin tira las papas al suelo ordenando a Andrew a limpiarlas antes de irse.

La chica afloja sus puños, se había clavado las uñas con tanta fuerza en las palmas de sus manos que se había lastimado, y comienza a llorar en silencio, siente el cuerpo de Andrew deslizarse a su lado donde le coloca las manos en los hombros. Ella llora con mas fuerza mientras que ocultaba la cara en su pecho abrazándolo y Andrew la rodea.

—Estoy aquí, tranquila, no te hará nada—le susurra y ella cierra sus ojos con fuerza mientras sentía aquel escalofrió en su cuerpo. 

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