Capitulo 7
Andrew la escuchaba hablar mientras pasaba una toalla mojada en agua tibia por sus brazos raspados, Aalyiah seguía hablando mientras soltaba pequeños sollozos, el chico la miraba mientras ella halaba con la voz temblando y baja. El chico le alcanza la taza de té cuando ve que su nudo en la garganta vuelve a apretarse. Luego la deja en la mesita de café de nuevo.
Cuando Aalyiah termia de hablar, se pasa el dorso de la mano por la nariz, Andrew deja la toalla junto al té de ella y suspira pesadamente buscando las palabras adecuadas que ella necesitaba escuchar. Las palabras perfectas que la consolaran.
Andrew no quería que Aalyiah estuviera triste, era su pequeño solecito después de todo, ella brillaba en los días grises, y ahora dejaba que unas nubes la tapen.
—¿Hay algo que pueda hacer?—susurra y ella niega un poco.
—Solo quiero acostarme, quiero descansar—susurra. Andrew asiente y hace que se acueste en el sillón, empuja un poco su cuerpo para que él también entre y los dos terminaran acostado en el sillón mullido de su casa. Se miran a los ojos, él le sonríe y ella intenta devolverle la sonrisa, con su pulgar acaricia la ceja del chico.
—¿En que piensas?—pregunta cerrando los ojos por el toque de ella. Aalyiah suspira.
—En que me debí quedarme en el internado, estaba sola pero...tenia al menos un amigo, me hablaba con muchos de mis compañeros y la idea de burlarse del otro era estúpida porque todos de alguna forma estábamos enfermos.
Andrew abre sus ojos viéndola.
—Yo te estaría extrañando si siguieras ahí, estaría solo.
—Al menos ahí nadie pensaba que yo era una puta contagiada—susurra.
—Quisiera hacerte feliz en este momento de alguna forma—dice Andrew en un murmuro acariciando su cintura, ella suspira ante su contacto mientras lo miraba a los ojos. Dependiendo de la luz, los ojos castaños de Andrew adquirían un color amarillento parecido a la miel, ella podría quedarse toda la vida prendida en esa mirada si la hiciera sentir con tanta paz como ahora.
—Yo quisiera tantas cosas—dice ella jugando con el collar que Andrew tenía alrededor de cuello, una cadena echa en un hilo negro y un dije con la forma del ala de un ángel, un regalo que la adolescente le hizo hace muchísimo tiempo.
—¿Cómo que?—pregunta viéndola mientras ella jugaba con su collar, estaban tan cerca del otro que podía oler la suave colonia que tenía puesta, entre los dos habían armado un tipo de lugar seguro en los que solo se sostenían con el otro.
—Quiero ser una adolescente que solo debe preocuparse por sus notas para ir a una buena universidad, pelear con mi mamá porque soy vaga y no quiero levantarme de la cama un Domingo, que mi única preocupación también sea algo tonto como que me coronen reina del baile, quiero ser una bonita rubia de ojos azules, en lugar de este cabello oscuro y mis ojos cafés tan corrientes...
—A mí me gusta tu cabello oscuro y ojos corrientes—dice Andrew levantando su mano para colocar un mechón de su cabello detrás de su oreja, le sonríe mientras acomoda su flequillo, ella suspira. Aalyiah siente sus ojos nuevamente llenarse de lágrimas mientras que Andrew se encarga de limpiar aquellas gotas que bajan por sus mejillas.
—A veces me miro al espejo y no se quién soy Andrew—murmura viéndolo—Y lo pero es que no me reconozco, no soy la Aalyiah del pasado y no se quién es la del presente.
—Es normal sentirse así Aly—susurra Andrew dejando que ella se le acurruque en el pecho, la mano del chico se sitúa en su espalda dándole suaves caricias.
—¿Sabes que mas odio?—pregunta viéndolo y él niega.—Odió la arruga que se forma al costado de mis ojos cuando me río, y odio mis dientes torcidos, se que apenas se notan, pero cuando rio la gente los ve y los odio.
Andrew sonríe un poco acariciando el costado de su ojo donde se formaba aquellas arrugas que se forman cuando Aalyiah ríe.
—Yo amo esas arruguitas—dice acariciándola.—Son mi cosa favorita de ti, por eso me encanta hacerte reír cuando puedo, asi las veo.
Le sonríe un poco a lo que Andrew le responde, sus narices se rozaron suavemente mientras que sus ojos se veían, no se sabe quien termino con aquella distancia primero, pero la mano de Andrew se situo en la mejilla de ella y sus labios se unieron donde comenzaron a besarse. El corazón de ella dio un brinco mientras que el de Andrew latía demasiado rápido aumentando la intensidad del beso.
Andrew besaba a la hermana de su mejor amigo.
Aalyiah besaba al mejor amigo de su hermano.
Con ese pensamiento en sus cabezas se separaron de a poco terminando con el beso.
Ambos se quedan en silencio con la mirada puesta en el otro preguntándose que acababa de pasar, con un carraspeo la chica se sienta en el sillón y Andrew la imita, ninguno de los dos parecía querer hablar: "¿que hice?" se preguntaban en silencio.
—Yo...—empezo Aalyiah siendo la primera en terminar con el silencio, se levanta con cuidado del sillón y agarra sus cosas—Debo irme.
—Aaly—la llama Andrew, ella se acaricia el labio.
—Gracias por escucharme—murmura saliendo de la casa de Andrew para dirigirse a la suya.
7 de Octubre de 2015
Aalyiah convenció a su mamá de que la dejara quedarse en casa y no ir al colegio, solo basto decirle que no se sentía demasiado bien. Lydia bastante preocupada de que estuviera teniendo uno de sus síntomas la dejo faltar, y así es como la pelinegra durmió toda la mañana.
Pensó en Andrew, soñó con su beso, sus caricias. Nunca había visto a Andrew como alguien mas, no se lo había imaginado, y ayer se habían besado. Se había sentido bien, debía admitirlo. Besar a Andrew fue algo que se sintió lindo, se sintió tierno, se sintió amada y a la vez se sintió con tanto temor.
¿Como dejo que eso pasara? eran amigos, los mejores amigos, no tenían porque tener sentimientos por el otro. Aalyiah se removía en su cama cada tanto recordando aquel suceso.
En algún momento, cuando ya eran casi las tres de la tarde, Aalyiah escucho a su mamá hablar en la planta baja con alguien, reconoció aquellas voces, soltó un gemido lastimero tapándose con la colcha hasta la cabeza, cuando vio seis pares de piernas frente a ella, una llevaba una falda negra y botas, la otra zapatillas y jean azules, y la siguiente una calza negra con zapatillas.
—No hay nadie—dice Aalyiah tapándose mas. Gruñe cuando siente el cuerpo de Heaven sobre el de ella, la chica de cabello azul le saca la colcha para ver su rostro.
—No nos contestas el teléfono, teníamos que venir a ver si estabas bien—habla la peliazul quien luego se acomodo a su lado colocando su cuerpo contra la pared.
Hannah se sentó en la silla de su computadora, Suki se quedo parada visualizando la habitación de Aalyiah.
—Pensé que no les interesaría saber nada mas de mí—hablo ella, Heaven frunce el ceño antes de darle un suave golpe en la frente a la chica.
—¿Y eso?—viéndola pregunta sentándose en la cama y apoya su espalda en la pared—¿Por qué tienes VIH? ¿crees que somos tan estúpidas como mi primo y media escuela?
—Soló me sentí avergonzada—dice ella abrazando la almohada.—Entré a este colegio este año con la idea de estar tranquila, no esperaba que tu primo me escondiera preservativos y las chicas en los baños me siguieran tirando
—Suki las lleno de unas palabras bastante coloridas—dice Hannah—Y eso que Suki nunca insulta. Pero a nosotras no nos da asco Aalyiah.
—Es cierto—dice Suki que ahora veía la fotografías de su espejo, se da vuelta observándola—No tenemos asco de ti, aparte ¿Por qué? Esos idiotas esta claro que no se informaron como se contagia dicha enfermedad, pero no tenemos asco de ti.
—Sigues siendo nuestra chica—dice Heaven sonriendo acariciando su cabello—Eres nuestra amiga, ¿Qué nos sorprendió? Si, bastante, pero ¡vamos! Todos nos sorprendemos cuando nos cuenta algo de la otra persona, tienes VIH ¿y que? No significa que nos tocas y ya estamos contagiadas, o que tienes algo radioactivo, o que tienes un tercer pecho, aunque eso seria demasiado impresionante para la ciencia y...
—Heav—dice Hannah.—Ya entendió.
—El punto es—dice Heaven de nuevo.—Es que sigues siendo la Aalyiah Davis que conocimos a principio de clases, eso no a cambiado. Nos hubiera gustado saber porque al lo mejor te daba un síntoma y no habríamos sabido controlarlo, o si necesitabas un medicamento y eso...
—Pero a la vez respetamos, seguramente con el tiempo que nos conocieras mas te sentirías cómoda—dice Suki.—¿Es de nacimiento?
Aalyiah corrió la cara viendo para otro lado.
—No quiero hablar de eso—murmura.
—Claro, estas a tu derecho—-dice Suki y mira las fotografías—Tu hermano es tan lindo, ¿me avisas cuando este soltero?
Aalyiah rie ante el cambio de tema, se apoya en el hombro de Heaven y la chica de cabello azul la abraza acariciando su cabello. Hannah se levanta de la silla viendo la foto. Suelta un silbido por lo bajo.
—Si es lindo Aly—dice la rubia mirando la fotografía.
—Le diré que tiene fans—dice ella.
—¿Quién es la chica?—pregunta Suki, Aalyiah borra su sonrisa. Extrañaba tanto a Paige en esos momentos.
—Paige—murmura
—¿Es su novia actual?—pregunta Hannah.
—Chicas...—advierte Heaven tras ver la expresión de Aalyiah.
—No, Harvey tiene otra novia, pero fueron novios y es mi mejor amiga.
—Oh, ¿va a otro colegio? Tal vez podríamos conocerla...
—No creo que sea posible—dice y las dos chicas se voltean a verla—Falleció en el accidente de la estación de tren hace dos años.
Hannah y Suki se disculparon al mismo tiempo, Aalyiah les sonríe para que no se preocupen, Heaven decide comenzar a hablar de algo para cambiar de tema y las tres chicas se vieron envuelta en la historia que Heaven contaba.
Pasaron juntas toda la tarde, incluso pidió permiso a Lydia para que las tres chicas se quedaran a dormir. Lydia acepto aquello.
Hannah y Suki dormían juntas compartiendo un colchón, Heaven y Aalyiah estaban recostada en la misma cama. Ambas viendo el techo.
Cuando Heaven le pidió para tomar un vaso con agua, ambas adolescentes bajaron con sumo cuidado de no despertar a las dos chicas, la pelinegra sirve el vaso y se acerca a Heav quien estaba cruzada de brazos en el pasillo analizando con sus ojos grises una de las fotos familiares que tenían en la casa. La foto era de hace tres años, antes de su enfermedad, antes de que su hermana la odie, antes de la muerte de Paige. Donde Aalyiah abrazaba con entusiasmo a Harvey quien tenía la mueca seria, y sus otros tres hermanos mayores sonreían.
Heaven pasa sus ojos por todos los rostros sonrientes del cuadro.
—Parece que tu hermano es el que realmente demuestra su cara, ¿no?—dice viendo a Aalyiah.—Es decir, él esta serio, todos sonríen y asi uno que no te conoce piensa que tienes una vida perfecta, cuando la vida de ninguna familia es perfecta.
—La mía en ese momento lo era—dice suspirando—Bueno, tenia mis pequeños problemas normales de adolescente, pero era feliz...fue un poco antes de conocer a Quentin
—¿Tu ex novio?—pregunta ella y Aalyiah asiente—¿Él te hizo eso?
—Si y no...es complicado de explicar, y honestamente no tengo ganas de recordar—dice con un suspiro abrazándose a si misma.
—Entiendo—susurra tomando su vaso de agua—Mi familia también es extraña, no se como mis padres están juntos honestamente. Son tan diferentes y nunca entendí como funcionaron, papá solo tolera que mi mamá use inciensos o diga cosas espirituales, detesta que me enseñe a tirar las cartas del tarot o que sea tan parecida a ella. Seguramente prefiere que sea como él, ninguno de sus dos hijos salió como él esperaba, se rinde fácil. Sam es otro caso aparte, no se mucho de su vida realmente, detesta que me meta en lo que sea que haga.
—A estas alturas dudo que una familia sea perfecta—dice Aalyiah y Heaven asiente estando de acuerdo bebiendo un trago del agua.
—Tenias curiosidad por esto—dice señalando la cicatriz de su cuello—Evan lo hizo.
—¿Tanto odio te tiene?
—Evan es un chico algo...traumado—comenta encogiendose de hombros—Soy la única chica del lado paterno, la única sobrina, la única nieta. Me han malcriado un poco por ese lado, el papá de Evan es un borracho alcohólico, a veces golpeaba a Evan, o le gritaba, cuando éramos niños Evan y yo éramos casi unidos, quise ayudarlo, pero él me decía que no me metiera en su asunto, en fin, Evan creció, convirtiéndose en lo que es, un cerdo sexista que ve a las chica como muñecas...lo que voy a contarte, Suki y Hannah no lo saben, ¿bien?
Aalyiah asiente, Heaven toma del vaso de agua.
—En navidad, cuando tenia quince años, Evan estaba borracho, y estaba enojado porque su novia en ese momento, Sabrina, lo había dejado. Luego de tres meses volvieron, pero no es el punto. Evan y yo discutimos, no me acuerdo de que, se que saco una navaja y, me la apoyo en el cuello, dijo que si me movía iba a cortarme el cuello, metió su mano por debajo de mi falda...
—Para—susurra
—Sam llego en ese momento y vio todo, es la primera vez que lo vi actuar como un hermano frente mío. Le dio una paliza tan fuerte que no pudo abrir el ojo derecho por una semana, pero no hablamos ninguno de los tres de eso. No nos atrevimos—concluye viéndola—¿Te doy asco o algo así?
—Eso suena estúpido.
—Así suenas tu cuando no contestaste mis mensajes porque pensaste que no quería ser mas tu amiga Aalyiah—dice viéndola fijamente—Te quiero, eres mi amiga y si Evan o Sabrina, o Satán se meten contigo, van a tener que pasar sobre mi.
—Si se meten contigo también deberían pasar sobre mi.
En el salón de la casa, ambas chicas se unieron en un abrazo antes de irse a dormir.
9 de Octubre de 2015
Andrew limpiaba la mesa sin mucho entusiasmo, hoy no estaba de humor para estar feliz y mucho menos fingir una sonrisa a los clientes, intentaba hacerlo porque su supervisor dijo que tenia que mostrar ser amigable asi los clientes no se sentían intimidados por su actitud hostil.
En una mesa ve al hermano de Gabrielle y a su novia que habían ido a merendar, los chicos se cruzan mirada y se dan un saludo con la mano. Andrew suspira mientras coloca mas servilletas en el servilletero.
Ignora la campana de la puerta indicando que alguien había entrado. Sin embargo, tiran de su remera, Andrew se voltea mirando a Aalyiah quien le sonríe, desde aquel beso el Miércoles, los dos adolescentes no se hablaron. Andrew mando unos mensajes que no tuvo respuesta.
—Hola—lo saluda ella.
—Hola—responde—Me temo que tu mesa favorita esta ocupada hoy, pero siéntate donde quieras, les diré que traigan tu batido.
—No vine a comer hoy en realidad—dice ella—Vengo a hablar contigo.
—Estoy trabajando.
—¿Por favor?—pide viéndolo. Andrew suspira, ambos toman asiento en la mesa donde el chico estaba limpiando. Se quedan en silencio unos segundos.
—Lamento el beso—dice Andrew, ella lo observa.
—No lo lamentes fue...lindo—contesta.—Andrew, no quiero lastimarte...
—Suena al clásico discurso de "no eres tu, soy yo" ya me lo se—dice Andrew intentando no sonar tan amargo como se escuchaba, la pelinegra juega con el dije de una cruz que tenía colgando de su collar mientras lo miraba.
—Yo creo que estaríamos mejor...como amigos, ¿entiendes? No quiero que las cosas se pongan malas o complicadas entre nosotros.
Él la observa en silenció a la vez que su corazón se rompía en mi añicos, se fuerza a sonreír mostrando desinterés y se encoge de hombros como si no le importara, podía fingir que un beso no fue la gran cosa. Si Aalyiah quería eso, podía dárselo.
—Si claro, no te preocupes—dice y se levanta—Debo seguir trabajando, ¿segura que no quieres un batido?
—Em...supongo que me lo puedes dar para llevar.
—A la orden—dice y ella lo agarra del brazo antes que Andrew se fuera.
—¿Estas enojado conmigo?—Quiso decirle que si, que estaba enojado, que él quería mas de sus labios como las de aquella tarde, que quería estar con ella. Pero se forzó a sonreír, no podía obligarla si ella no quería, si Andrew debía ser un simple amigo que así fuera.
—No, nunca estaría enojado con mi solecito—dice y besa su mejilla con ternura antes de irse a las cocinas. Deja escapar un aire, y con el aire el nudo que su corazón tenia apretado.
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