Capitulo 33
22 de Diciembre de 2009.
Una pequeña Aalyiah se encontraba sentada en el patio delantero de su casa jugando sola con sus muñecas, pero se aburría enormemente sola, había querido invitar a su mejor amiga pero la madre de Paige le dio la noticia de que aquellos días se irían a Carolina del Sur por las fiestas, tenía otros amiguitos de la escuela, pero para ella ninguno era tan cercano como Paige.
Deja su muñeca en el suelo bufando demasiado aburrida mientras se distrae arrancando un poco de pasto, sus hermanos mayores no le interesaba jugar con ella, y Harvey se encontraba en su escuela de guitarra en aquel momento como para entretenerla.
En eso una sombra se proyecta encima de ella, al alzar la mirada observa al castaño que le sonríe.
—Hola Aaly, ¿Harvey regresó?
—No, aun no.
—Oh...esta bien. nos vemos luego—responde el chico caminando de regreso a la abandonada bicicleta que dejo en el suelo.
—Pero puedes jugar conmigo y esperarlo—dijo ella llamándole la atención, el niño la mira atentamente antes de acercarse.
—¿A que jugabas?
—Es una fiesta del té, pero en realidad soy espía encubierta, tengo que atrapar a un misterioso ladrón de joyas.
—Suena interesante—dijo el niño sonriendo colocándose a su lado. Aalyiah sonrió feliz mientras acomodaba todo su juego del té y muñecas para seguir con la misión, Andrew esperaba pacientemente mientras la veía acomodar todo.
—¿También puedes ser mi amigo, Andrew?—pregunto ella, el niño le sonríe.
—Claro, solecito, siempre.
12 de Marzo de 2016
Las amigas de Aalyiah habían ido a la casa con helado con la intención de alegrarla, pero eso solo la hizo sentirse aun peor, y ahora era una chica triste comiendo helado de chocolate que no endulzaba su roto corazón.
—¿No te llamo?—pregunta Suki mirando a la pelinegra. La chica suspira.
—Me mando un mensaje esta mañana sobre que saldría su avión, no le conteste—murmura.—Al lo mejor lo nuestro nunca estuvo destinado a ocurrir.
Heaven suspira jugando con la cuchara.
—¿Quién sabe? el destino funciona de manera muy rara—dice ella comiendo el helado—Es decir, toda nuestra vida escuchamos a personas arruinar su relación porque "tengo miedo de salir lastimada de nuevo", eso me suena a basura—dice encogiéndose de hombros.—No sabemos que viene, y nada esta escrito...pero, me gusta preguntarme las cosas que tienen que ver con "¿y si...?"
—¿Es decir...?
—Bueno—dice ella—¿Y si no me hubiera acercado a hablarte que habría pasado? Tal vez estarías llorando con otras chicas, o sola, tal vez si hubieras aceptado lo de Evan serias su novia trofeo y demás. No puedes decir que algo no esta destinado a ser solamente porque te fue mal.
La chica de cabello azul sonríe levantándose y caminando a su mochila, luego vuelve y en sus manos novia unas cartas del tarot. Se sienta frente a la pelinegra cruzando las piernas, Aalyiah suspira acomodándose el cabello mientras mira a su amiga tirarle las cartas.
Cuando las voltea, las cuatro observan las imágenes en silencio.
-—¿Qué significa eso?
—Estas destinada a grandes cosas, con miles de baches en tu camino, pero tu futuro es brillante y hermoso e inspirador. Pero...
—Odio los peros—murmura.
—Esta carta de aquí—dice levantándola—Habla de dos caminos Aalyiah, dos caminos que tu debes elegir. ¿Dónde buscaras tu historia?
14 de Marzo de 2016.
Aayiah caminaba por el colegio en silencio con la mirada gacha. El día anterior ella y Harvey habían tenido una conversación, el chico se había enterado por Andrew que habían terminado, y aunque quiso pretender que todo estaba bien, la verdad es que le dolía demasiado.
Igual se preguntaba cómo estaba Andrew, quería imaginarlo en el departamento de Coco, tal vez más feliz, seguramente paseando a Picasso por la gran ciudad, yendo con su prima a los teatros donde ella actuaba, incluso buscando carreras o trabajos donde se dedicaría a estar.
Ella caminaba, cuando alguien le metió el pie provocando que caiga de bruces al suelo, por un segundo se quedó sin aire, la risa de Evan se escuchó en el colegio. Con sus puños apretados, Aalyiah se levantó del suelo decidida a enfrentarlo, se encamino al rubio dándole un fuerte empujón.
—¿¡Cuál es tu maldito problema Evan!?—dice ella enojada empujándolo—¿Es porque te rechace a principios de clase? ¡Ya supéralo maldita sea!, me viste todo el tiempo como un blanco fácil dispuesto a molestar, a joder y a torturar, ¡y estoy realmente cansada de ti Evan! ¡Me tienes tan cansada que quiero saber cuál es el puto problema conmigo!
Sin poder aguantarlo, las lágrimas de la chica llegan a sus ojos, Aalyiah se sienta en el suelo apoyando su espalda con la pared, se abraza las piernas ocultando su rostro en estos mientras continúa llorando, cargada de rabia y enojo.
Siente como alguien coloca algo encima de ella, Evan se desliza a su lado en silencio.
—No quiero tu estúpida chaqueta de futbol—dice ella aun con la cara oculta.
—Aaly...
—¿Cuál es tu jodido problema contigo, Evan?. No es fácil, ¿sabes?, ser la "chica mala" como tu bien me llamas, es solamente un jodido quilombo de mi vida. ¿Crees que yo quería ser violada y contagiada de VIH?, ¿¡Crees que estoy feliz por tener el virus!?, por favor Evan, terminamos con mi novio y en este momento quiero que me dejes sola. ¿Un día puedes ser una buena persona y deja de joderme?
Ambos se retuvieron la mirada, los ojos verdes de Evan estudiaban el rostro pálido de la chica, las lágrimas caían por sus ojos cafés. El rubio iba a contestar, pero Aalyiah se le vuelve a adelantar.
—Todos estos meses, estuve poniendo la otra mejilla, recibiendo insulto tras insulto, en Halloween pensé que realmente me querias hacer daño.
—Eso es...
—¿Ridículo? Pues eso es lo que me transmites Evan, tenia miedo de que me hicieras algo realmente horrible en la fiesta de Halloween, no entiendo porque te divierte verme así, no entiendo que poder te da verme destruida y mal. Y mírate ahora, me das tu chaqueta y te estas apiadando de mi porque me viste llorar, pero me hiciste mucho daño, infiltraste un video mío, te haz burlado constantemente. Un día Evan, estoy seguro que habrá una hermosa y sana chica para ti, pero ¿crees que a ella le dará alegría saber todo lo que hiciste? ¿Todo lo que le hiciste a una pobre chica que no te hizo nada? Por favor, una tarde te pido que me dejes tranquila.
Aalyiah se friega los ojos con la mangas de su suéter, Evan aprieta sus labios y se levanta del suelo. Sin decir más nada, se voltea comenzando a caminar por los pasillos de la escuela, muchos estudiantes pasaban por ahí, viendo a la pelinegra apoyada en la pared en medio del pasillo con la peor cara de tristeza.
Ella se levanta aun con la chaqueta de Evan comenzando a caminar. Se acerca a su casillero y apoya su cabeza en este mismo suspirando.
—¿El cerdo sexista de mi primo volvió a hacerte algo?—pregunta Heaven al lado de la pelinegra—Creo que debería cambiar su insulto, decirle cerdo es un insulto para los lindos chanchitos.
—Si, son bastantes lindos—concuerda la pelinegra sobándose la nariz con la manga del abrigo.
—Cuando tenia once quería tener un cerdito de mascota, de esos pequeños como tiene la protagonista de "Pequeñas grandes amigas", la peli en la que Dakota Fannign era niña, recuerdo que fuimos al campo de mi tía Vicky y me quise llevar un cerdito.
—¿Qué paso?
—Papá lo convirtió en lechón de fiestas—dice viendo a Aalyiah.—Llore tanto, que desde entonces deje de comer carne. En fin, ¿te hizo algo?
—No, de echo...hablamos como si fuera una persona civilizada, no te digo que no le haya entrado por un oído y salido por el otro...pero hablamos realmente.
—Eso es lindo...para tratarse de Evan, ¿y como te sientes?
—Bien...realmente...estoy bien.
**
Cuando golpea la puerta de la casa de Andrew, se dio cuenta lo raro que fue no recibir los ladridos de Picasso del otro lado, en cambió escucho unos tacones repiquetear en el suelo y luego se abrió la puerta. La mujer tenia aluminio en su cabello, lo que significa que se lo estaba tiñedo, un vestido de leopardo y labial rojo.
La mujer rueda los ojos, da la espalda y se adentra a la casa. Como no cerro la puerta, Aalyiah lo considero como un permiso para entrar. Ingresa a la casa y camina hacia el comedor, donde Tatiana estaba fumando un cigarrillo y una copa de vino frente ella. Detrás suyo, había una mujer con curvas, un cabello con estilo de los ochenta y utilizando jeans y una blusa. Frente a las dos mujeres había un muchacho mas joven.
—Gladis, Denis, ella es Aalyiah, la novia de mi inútil hijo.
—Ya no ando con su hijo.
Gladis le da un seco "hola" mientras que el muchacho le ofrece una sonrisa, era de un aspecto demasiado jovial, seguramente no mayor de treinta.
—¿Qué quieres niña? Estoy ocupada ahora, si terminaste con Andrew y quieres volver con él no puedo ayudarte, se fue, como el tarado de su padre.
Tatiana dice esas palabras con demasiado desprecio, Aalyiah siente que va a comenzar a temblar mientras entrelaza sus dedos. Mira a Tatiana.
—Es su culpa que Andrew se haya ido—replica ella llamando la atención de los presentes.—Desde que su papá los dejo, usted no hizo mas que echarle la culpa a un pequeño niño, lo echo de su casa...
—No hacia nada aquí.
—¡Hacia demasiado!—dice ella levantando la voz.—Andrew trabajaba, mantenía la casa limpia, se cocinaba desde que tiene trece años porque usted empezó con la vida de promiscuidad, y no la insulto como mujer, cada una hace lo que quiere, pero traer amantes todos los días, diferentes meses cuando su hijo es un niño pequeño...Andrew quería el amor de una mamá, si su padre lo abandono no es culpa de Andrew, ni de usted, es de él. Pero usted estuvo detrás suyo reclamándole errores, recordándole que es un idiota, que se canso de escucharla y se fue.
Tatiana detiene a la peluquera de seguir poniendo tintura, el chico seguía tomando el café en silencio. La mujer se levanta de la silla, apoya una mano en la mesa, y la otra en su cadera mirando seriamente a la adolescente parada delante de ella. Aalyiah intento no intimidarse, decide poner sus brazos al costado de su cuerpo mientras levanta ligeramente la barbilla.
—Usted es la responsable de echar a su hijo.
—Pero que niña tan irrespetuosa eres, si viniste a gritarme pedazo de mal educada, te sugiero que te largues.
—No se preocupe, ya dije todo lo que tenía que decir, por favor no se moleste, conozco la salida. Tal vez no se de cuenta...pero pronto lo hará, pronto sabrá lo que es estar sola, y se arrepentirá de no tener a su hijo a su lado
Lily le deja un batido de frutilla con una porción de papas a la pelinegra, la chica le sonríe a la pelirroja, esta le devuelve una sonrisa igual de tensa antes de darse vuelta y seguir caminando. La pelinegra toma su batido suspirando, aun en aquella cafetería, podía sentir que las cosas no eran iguales. Aun seguía viendo a Andrew en los pasillos, bailando entre las mesas para repartir los pedidos, sonreír con los clientes y estar dispuesto a dar una pequeña conversación.
El chico que siempre cuestionaba los gustos raros de Aalyiah de mezclar un batido con papas. Y el que ya se sabía de memoria todas las contradicciones de la pelinegra. Su celular vibra marcando el ringntone de "televisión romance" de su nueva banda favorita, al ver el identificador, se encuentra con un numero desconocido, frunce el ceño y atiende.
—¿Hola?
—Solecito.
El corazón de Aalyiah se comprime con fuerza.
—Tuve un accidente con mi celular, es mi nuevo numero—dice y ella suspira.
—Hey, ¿Qué tal nueva york?
—Es lindo, pero no es Nags Head
—¿Y que hay en Nags Head que valga la pena?
—Tu.
Ella suspira mientras juega con el sorbete de su batido.
—Mamá, perdón, Tatiana me dijo que la llamaste...exagero en unas cosas, pero bueno, solo quería saber como estaba mi solecito, después de todo se como Tatina absorbe las energías y no de buena manera.
—Solo fue...una charla de chicas—contesta jugando con el sorbete.—Te extraño
—¿Tomas un batido de frutilla con papas en Grey e hijo?
Bebe un trago de su batido, le gustaba imaginar que Andrew estaba ahí, sentado frente a ella en lugar de otro estado completamente diferente, a kilómetros de donde se encontraba.
—Si, se te extraña en el trabajo—dice ella tomando su batido.
—No hablemos como si fuera la ultima vez solecito, no quiero que te apagues.
—Pero te quiero conmigo—susurra.
—Disfruta ese batido, solecito, espero tener noticias tuyas pronto.
Andrew corta la llamada sin despedirse, Aalyiah deja el teléfono de lado y sin ganas come las papas mientras mira hacia afuera.
9 de Abril de 2016.
—¡Se acaba el tiempo, dibuja mas rápido Heaven!—dice Suki, la chica del cabello azul intenta dibujar mas rápido en la pizarra mientras Suki intenta adivinar lo que era, a simple vista, solo se veían muchos rayones que no formaban ninguna figura.
Las cuatro amigas estaban en la casa de la abuela de la chica de cabello azul donde pasarían una de sus improvisadas pijamadas esa noche. Estaban jugando al pictonary en ese momento, Hannah controlaba el tiempo mientras Heaven intentaba terminar el dibujo, y Suki seguía intentando adivinar lo que había dibujado.
—¡Tiempo!—grita Hannah.
—¿Qué se supone que es eso?—pregunta Suki.
—Si, ¿Qué es?—habla la pelinegra. Heaven se pone sus manos en su cadera, mira la pizarra y con cierto orgullo contesta.
—Perry el ornitorrinco.
—¡Eso no es un ornitorrinco! Es una cosa demasiado amorfa para ser un ornitorrinco.
Heaven pone sus ojos en blanco antes el fastidio de Suki, las dos chicas comienzan a discutir sobre lo que estaba en el pizarrón era o no un ornitorrinco. Hannah se unió a la conversación simplemente acotando que ella y Aalyiah iban ganando en la competencia del juego.
El timbre de la casa suena, Mallory grita desde el jardín que vaya a abrir. La chica del cabello azul camia hacia la entrada, seguida de Suki, Aalyiah y Hannah. Al abrir la puerta, las tres chicas se sorprenden al ver al papá de Heaven ahí, con su traje de abogado y la cara seria mientras levantaba un sobre.
—¿Es enserio Heaven? ¡Estas mas loca que una cabra al hacer estas cosas!
—¡Era lo correcto!—grita ella, su padre la señala con el dedo acusador.
—No te conviene tomar cartas en el asunto sobre esto, ¿sabes niña? ¡no tenias porque ser así de caprichosa y cagar a toda la familia!
Aalyiah mira con sorpresa al padre de Heaven y a la chica teniendo una discusión donde ambos estaban gritándose ignorando a las personas que estaban a su alrededor. La abuela de Heaven aparece y agarra de los hombros a su nieta atrayéndola adentro de la casa y se pone firme en la puerta.
—Si viene a mi hogar a discutir, no es hora, la niña esta con sus amigas-—dice Mallory—Puedes volver cuando te calmes, pero le tocas un pelo a mi nieta y hare que arañas aparezcan en tu desayuno todas las mañanas.
—Estan locas—dice el hombre negando y se retira—¡Todas están locas!
—¿Qué hiciste Heaven?—pregunta Aalyiah mirando a su amiga, la chica de cabello azul baja la mirada.
—Denuncie a Sam.
12 de Abril de 2016.
Aalyiah volvió del colegio aquella tarde bastante exhausta, desde la conversación con Evan, el rubio había dejado de buscarla, había dejado de molestarla, como si una nueva tregua reinara sobre ellos. Aunque con Evan no se sabia, le dabas la espalda y cuando menos te lo esperabas te enterraba el cuchillo.
Abre la puerta de la casa encontrándose con el correo en el suelo, lo alza y comienza a ver que algunas eran de cuentas a pagar, o simplemente anuncios, y algo sobre las clases de spinning que su madre había tomado hace poco.
Sus ojos se abren con sorpresa al ver tres sobres, tres de la universidades en las que ella había aplicado para estudiar, Carolina del Norte, Stanford y Nueva York. Deja su mochila en el suelo, agarra la llave y echa a correr demasiado rápido, ignora los autos que le tocan bocina e ignora la gente con la que se choca, corre tan rápido que sus pulmones se agotan, abre las rejas del cementerio y hace el camino hasta la tumba de Paige.
—¡Paige! Me llegaron los resultados de la universidades que pedí—dice arrodillándose en la tumba.—Hay un problema...yo siempre quise ir a Stanford, pero Andrew esta en Nueva York...Me gustaría que me dieras un consejo Paige.
La chica apoyo la espalda en la lapida, si Paige estuviera ahí, la estaría animando a que abra las cartas y que juntas verían el destino. La pelinegra abre las tres cartas leyéndolas con cuidado, y se muerde el labio.
Una de las profecías de la carta de Heaven estaba en lo cierto, había mas de un camino para ella.
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