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Capitulo 31


16 de Junio de 2014.

—Feliz cumple—dice Harvey dándole el regalo a Andrew, el chico castaño alza una ceja mirando a su mejor amigo. Harvey estaba insistente con que agarrara el paquete.

—Mi cumpleaños es mañana.

Harvey vuelve a insistir.

—Da mala suerte abrirlo

—Solo hazlo, nunca fuiste supersticioso no lo seas ahora—dice rodando los ojos y toma lugar al lado del castaño. Ese verano, ambos chicos estaban de manga cortas y bermudas, los tatuajes de Harvey se asomaba por sus antebrazos, estaban sentado en el ático de la casa del chico castaño.

Andrew mira a su amigo, Harvey saca una caja de cigarrillos y enciende uno. Andrew solo suspira y abre el contenido del paquete. De ahí saca un CD de imagine dragons que estuvo buscando por todos lados, al igual que una ridícula tarjeta con un oso con globos azules, se leía "es un niño". Andrew lo abre leyendo que decía "Feliz mes de vida, vuelves a hacerlo y te parto la cara, imbécil".

El chico suspira, hace un mes exactamente que Andrew intentó quitarse la vida tomando antidepresivos. Que estuvo por horas en terapia con su psicóloga, y que hubo días que casi ni quería moverse, solo Harvey y a veces Aalyiah cuando volvía lograban moverlo.

—Entendí el mensaje—dijo el chico—Lo entendí por la ley de hielo que me echaste los siguientes días, aunque tu no hablas mucho en general entonces digamos que fue medio difícil saber que me echabas esa mirada y ley de hielo a mi adorable persona.

Harvey suspira inhalando el humo del cigarrillo, mueve los pies en el vacío de la azotea.

—No tengo a Paige, Andrew. Mi hermana esta en un internado, no tolero a la mitad de la gente de nuestra institución...

—¿Es tu forma de decir que me amas y que me extrañarías?

—Es mi forma de decir, que te partiré la cara—dice viéndolo, Andrew sonríe un poco.

—También te quiero.

—Agsh no digas eso—dice negando y fuma, Andrew rie. Por alguna razón le gustaba ver como a su amigo le daba un dolor estomacal escucherle decir que lo ama. Harvey tenia su forma rara de hacerte sentir querido y especial, pero Andrew conoce a su amigo hace bastante años, y se ah acostumbrado. Y a decir verdad, no le molesta.







1 de Julio de 2015


Aalyiah sonreía mientras juntaba caracolas en la arena, Harvey la observaba con las manos en los bolsillos. En pocos días el chico se iría a Boston, donde pasaría a estudiar junto con Kale y Gabrielle. La chica mira a su hermano y le sonríe.

—¿Por qué tan serio?—pregunta ella ladeando la cabeza. Harvey se acerca.

—Me siento culpable.

—Harv, ya te dije, bueno Andrew lo dijo. Estaremos bien sin ti—dice con una sonrisa pequeña.—Nos cuidaremos las espaldas el uno al otro.

Harvey suspira y abraza a su hermana, ella le devuelve el abrazo apoyándose en su pecho mientras rodeaba el cuerpo de su hermano con sus brazos. Harvey deja pequeñas caricias en su espalda y un beso en su frente viendola.

—Si me necesitas, para lo que sea, solo debes llamarme. Vendré cuando me necesites.

—Todo estará bien—dice ella sonriendo.—Se que me protegerás igual, eso llevas haciendo todos estos años.

Harvey sonríe abrazándola por los hombros comenzando a caminar por la playa de Nags Head mientras siguen buscando caracoles en el mar.


22 de Febrero de 2016.

—A veces extraño estar aquí, pero resulta que extraño a personas como tu—dice Kale mientras sostenía en brazos a Aalyiah, la pelinegra rie abrazándolo con sus pies despegados del suelo mientras Kale seguía alzándola. Cuando se conocieron, aunque hablaron pocas palabras, una conexión instantánea crecio entre Aalyiah y Kale.

Lo que los había llevado a convertirse en grandes amigos, por ende hablaban un montón por redes sociales sobre sus artistas favoritos y demás. Kale baja a la pelinegra quien sonríe viendo al rubio, Harvey, Gabrielle y Andrew estaban buscando los helados, Aalyiah se había quedado junto con Kale que no la dejo libre. Ambos toman asiento.

—Entonces, cuéntame todo—dice el rubio—Háblame de ese Evan, que por lo que me haz dicho, ya mismo estoy deduciendo que es un gran imbécil.

La pelinegra pone los ojos en blanco, Evan era su tema de conversación menos favorito. Aun le costaba asimilar que alguien como Heaven compartiera sangre con aquel chico. 

—Bueno, no me ah vuelto a hacer algo, pero no se que esperar, por un lado estoy ansiosa de terminar la escuela, y por otro lado tengo miedo que haga algo al estilo Carrie o algo asi—dice ella estremeciéndose. Kale suelta un suspiro.

—Les vendrá el mal karma.

—¿Crees en el karma?—pregunta ella, Kale se piensa su respuesta.

—Pienso, que toda persona mala le viene algo malo en algun momento, si claro, al lo mejor Evan consigue un buen trabajo, se casa y tiene muchos niños. Un día simplemente...su trabajo puede ir a la quiebra y asi perder todo.

Ella asiente.

—Bueno, háblame mejor de Ryan—dice ella apoyando la mejilla en su mano. Y Kale podía pasarse horas hablando de su novio. Harvey, Gabrielle y Andrew vuelven con los helados, mientras que Kale sigue hablando y hablando sobre Rayan.

—Un día se pusieron borrachos cuando Rayan fue de visita—dice Gabrielle—Fue muy divertido verlos cantando una canción de Madona.

Aalyiah mira a su novio quien sonríe un poco mientras comia el helado, ella se apoya en su hombro y acaricia la mano del chico. Andrew entrelaza sus dedos besando la coronilla de la pelinegra. Se miran y ella apoya sus labios en los de Andrew, el chico corresponde su beso mientras sostiene su cintura.

—Asqueroso—escucha a Harvey murmurar.

—No seas asi—dice ella dándole un golpe en el hombro.

—Nunca creí que andarían juntos, tal vez mi subconsciente lo sospechaba.

—Oh yo siempre lo creí—habla Kale—Es decir, Andrew le coqueteaba a Sophie pero ella no le daba ni la hora, y Aalyiah siempre parecía mirarlo con corazones revoloteando a su alrededor.

—No lo miraba con corazones volando a mi alrededor—dice la pelinegra, pero Kale solo ríe comiendo de su helado enfatizando que si lo hacía.

Los cinco se quedan hablando un buen rato en toda la tarde, Kale decide llamar a su novio con la excusa de que le parecía injusto que todos estuvieran con pareja en aquel momento y él estaba solo sentado en la mesa. Añadiendo que se sentía ridículo.

Cada tanto la pelinegra veía a su novio, aunque el chico reía, se levantaba e iba al trabajo. La pelinegra tenia la sensación en su pecho, que no todo estaba bien con su novio, anoche habían discutido sobre ello. Él asegurando que estaba bien, y ella siendo bastante intensa sobre que le cuente que sucedía.

Andrew no volvió a hablar con Tatiana, no la llamo ni fue a su casa a buscar algo, siguen viviendo en casa de Harvey y Aalyiah junto con Picasso, ocupando la vieja habitación de Brayden. No tenía demasiado, mas que la cama y el ropero, y las cosas para Picasso que Andrew se trajo consigo.

Al llegar la noche, los tres chicos se pusieron de acuerdo en encontrarse temprano para volver a Boston. Kale les da un eufórico abrazo a Aalyiah y Andrew antes de irse, Gabrielle opta por un pequeño abrazo y un beso en la mejilla, aunque Andrew la obligo a que el abrazo fuera mas largo, provocando la risa de ella. Kale entrelaza el brazo con su mejor amiga y los dos se van, mientras que los tres vuelven a casa.

Lydia prepara la cena, los dos chicos hablan jugando videojuegos, y Aalyiah acaricia a Picasso mientras estaba en su habitación, habla con sus amigas por redes sociales y suspira mientras se tira a la cama.

En la madrugada, mientras todos dormían, ella se cuela en la habitación donde estaba Andrew, prende el velador en la mesita de noche haciendo que el chico frunce el ceño despertando.

—¿Qué sucede?—pregunta él.

—¿Dónde esta Picasso?—pregunta al no ver al animal.

—Me traiciono por Harvey—bufa el chico, ella retira las sabanas y se acuesta al lado de Andrew. El chico la observa.—Ve a la cama, mañana tienes clases.

—Te noto raro...

—¿Vamos a tener esta discusión a esta hora?, por milésima vez Aalyiah, no tengo nada—dice él suspirando pesadamente. La chica hace una mueca viendo a su novio, Andrew bosteza mientras se friega la cara exhausta.

—Solo me preocupo.

El chico la observa, suspira y besa suavemente sus labios, lleva su mano a la cintura de ella acercándola mas a su cuerpo. Aalyiah apoya sus manos en su pecho acariciándolo.

—¿Pensaste en la universidad?—pregunta él.—Como por ejemplo, ¿Qué estudiaras?

—Escritura—dice ella—Debo preparar mis solicitudes...

—¿Y yo que hago? ¿Me quedo aquí en Nags Head y viajamos como Kale y Rayan?

La chica abre y cierra la boca.

—Puedes venir conmigo.

—Llevamos poco tiempo como para vivir solos.

—Llevamos siete años siendo amigos.

—Muchos se separan por eso—dice viendola—¿Y que hago yo ahí Aalyiah?¿Me quedo esperando simplemente a que vuelvas de estudiar? Un día simplemente llegaras agotada.

—Pero podemos resolverlo—dice ella—Se que si.

—Nuestra vida no es una novela rosa

La pelinegra se voltea dándole la espalda, siente los brazos de Andrew rodearla y acercándola a su cuerpo. El chico deja un beso en su hombro mientras que ella cierra los ojos para dormir pegándose mas al cuerpo del chico mientras Andrew le acaricia la mano.


24 de Febrero de 2016.

—¿Estas bien cariño?—pregunta Lydia a su hija, Aalyiah mira a su mamá, ambas estaban en el consultorio del medico para la revisión anual de la pelinegra. En el internado la controlaban constantemente cada mes, pero ahora que no estaba ahí, fueron a buscar un médico en Nags Head para que la revisen.

Andrew y ella estaban pasando por un momento algo tenso en la relación, así que ella no le había dicho de la revisión del medico. De todas formas, Andrew debía ir al trabajo y no quería molestarlo.

—Si, ¿Por qué?

—No dejas de mover tu pierna—dice ella. Aalyiah deja la pierna quieta, suspira viendo la sala de espera en la clínica, con los pasillos blancos y pulcros con algunos esperando sentados en las sillas negras de espera.

Médicos yendo y viniendo por todo lado, mientras que Aalyiah espera de manera impaciente a que llegara el doctor.

—Estoy bien, solo, ya sabes...la espera me pone ansiosa—dice mientras enfocaba su vista en el cuadro frente suyo de unos bebes regordetes con alas de ángeles.

—Puedes hablar de lo que quieras conmigo, eso lo sabes—dijo su madre apretando su mano haciendo que la chica sonría levemente. El medico salió de su consultorio para llamarlas con sus análisis. 

La buena noticia, su virus aun no se convertía en Sida, la mala noticia, podía estar cerca de hacerlo en cualquier momento si seguía salteándose su medicina.


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