Capitulo 27
Capitulo completamente dedicado a la amistad de Paige y Aalyiah.
Y Capitulo dedicado a quienes hayan perdido personas importantes, ellas siempre estaran en sus corazones.
1 de Septiembre de 2002
La pequeña niña de cuatro años se aferraba a la pierna de su mamá llorando, con las lagrimas cayendo por su rostro. Era su primer día en el jardín de niños, y estaba aterrada. Lydia acaricia el cabello de su hija menor, ella no quería separarse de su mamá.
Lydia también tenia sus ojos cristalizados, pues su pequeña niña estaba creciendo. Se agacha a su altura.
—Vamos cielo, no llores. Debes ser una niña valiente, las princesas valientes no lloran, ¿tu eres una princesa valiente?
—No.
Lydia ríe limpiando las lágrimas que caen por las mejillas de su hija. Agarra su pequeña mano mientras la lleva a su salón, en la puerta de su salón había una bella mariposa con alas de muchos colores, dentro de aquel salón había muchos niños, algunos que no se despegaban de sus padres como Aalyiah hace un momento, y otros que estaban dibujando.
Una agradable chica joven se acerca a Lydia y a la pequeña Aalyiah, tenia el cabello ondulado y parecía dorado, los ojos azules brillantes, el rostro delgado y angulado. Su uniforme que consistía en un guardapolvo blanco, pantalones azules y zapatillas.
—¿Eres un hada?—pregunta Aalyiah viendo a su maestra.
—Me temo que no cielo, ellas son mas pequeñas. Pero yo me llamo Clarise y seré tu maestra—dice viéndola con una sonrisa amable—¿No quieres venir a jugar conmigo y los otros niños?
—No.
Lydia intenta separar el agarre que su hija interponía abrazándola de la pierna.
—Vamos Aalyiah, ve con la señorita Clarise, yo vendré a buscarte junto a Penny y Harvey para tomar helado.
Aalyiah la observa con sus ojos cafés cubiertos de lágrimas, su mirada va a la señorita Clarise. Asiente levemente agarrando la mano de la maestra mientras que se despide de la mano, Lydia le saca una fotografía antes de irse.
Clarise guía a la pequeña niña, a una mesa de dibujo con otros pequeños niños. Le dice que dibuje algo en lo que ella vuelve, Aalyiah mira la hoja en blanco, y luego los lindos crayones de colores, su mano se dirige al rojo, al mismo tiempo que otra niña toma el crayón rojo. Aalyiah observa a la niña a su lado.
Sus ojos eran oscuros, y hacían contraste con su piel morena. Su cabello estaba peinado con una coleta alta que dejaba sus rizos encima de ella. Llevaba un vestido de color azul oscuro con zapatos negros.
Las dos niñas se observaron.
—Yo quiero usarlo—dijo la morena.
—Pero yo también.
—Pero yo lo vi antes.
—No, yo lo vi antes.
—Es mío
—No, es mío.
Las dos niñas comienzan a forcejear con el frágil crayón, hasta que este se parte a la mitad, dejando una parte para Aalyiah y otra para la niña morena. Ambas se miran sorprendidas por eso, y sin pensarlo demasiado, comienzan a partir el resto de los crayones en dos.
La señorita Clarise detuvo a las dos niñas que se dedicaban a partir los crayones, las agarra a las dos de la mano y las lleva a un rincón dándoles una charla sobre que no deben romper el material escolar, pero las dos pequeñas no planeaban romper el material escolar, solo querían dibujar con los mismos colores, y si los dividían en dos mitades, ambas podrían usarlos.
Así que las profesora las dejo ahí sentadas para que pensaran en lo que hicieron por unos minutos, las dos niñas se miraron algo aburridas mientras se quedaban de manera obediente en su lugar.
—¿Te gusta las hadas?—pregunta Aalyiah. Y asi ambas comienzan una pequeña charla de sus jóvenes intereses, la chica morena agarra la mano de la pequeña pelinegra y la lleva a la casa de muñecas. Ambas comienzan a jugar a las barbies, incluso planean toda una boda entre una Barbie y un dinosaurio, un niño les dijo que las niñas no debían jugar con dinosaurios. La chica morena le saco la lengua y el pequeño se fue llorando.
Porque que te saquen la lengua a los cuatro años, es el peor insulto que puedes recibir.
Estuvieron jugando toda la mañana juntas, y se convirtieron en las mejores amigas del universo.
Cuando la hora escolar termino, las dos niñas fueron agarradas de la mano donde Lydia y la madre de la chica morena las esperaba.
—Mami, me hice una nueva mejor amiga—dice Aalyiah.
—¿Puede venir Aalyiah a jugar a casa, mami?—pregunta la chica morena.
—Claro que puede Paige, si su madre esta de acuerdo.
Paige mira a Lydia.
—¿Aalyiah puede ser mi mejor amiga y puede venir a jugar a casa, señora?
—Si mami, ¿puedo?
Lydia y la mamá de Paige rien ante la inocencia de las niñas, y dejan que jueguen juntas. Lo que empezó como una amistad de niñas, fue fortaleciendo con el pasar de los años.
23 de Febrero de 2006
—¡Feliz cumpleaños, Paige!—dice Aalyiah de manera sonriente dándole el paquete de regalo a su mejor amiga. La chica morena sonríe antes de abrazarla con fuerza. La casa de Paige estaba decorada con la temática de tinker bell para sus ocho años.
La morena tenia un vestido verde claro, de tirantes y con flores rosas en el pecho. Llevaba su cabello atado en un moño, mientras que Aalyiah estaba vestida con una falda rosa y una remera del mismo color. Tanto niñas como niños podían elegir si usar alas de hadas, hechos por la tia de Paige, o podían elegir gorros piratas, o parecidos a lo de Peter pan.
Un joven Harvey aparece detrás de su hermana.
—Se ve como una linda fiesta, para una pequeña boba.
Paige frunce el ceño.
—Tu eres un pequeño bobo.
—Tu eres una pequeña boba.
Para su joven edad, Aalyiah vuelca sus ojos, pues Harvey sabia tocar la fibra sensible de Paige, disfrutarla hacerla rabiar. El pequeño niño sonríe con inocencia besando su mejilla, para luego adentrarse a la fiesta, Paige mira como Harvey se debate en que elegir.
—Abre el regalo—la apura la pequeña pelinegra. Paige observa a su amiga y sonríe, ambas se dirigen a la mesa de regalo donde comienzan a desenvolver el regalo, sonríe cuando mira el contenido que consistía en un pequeño pack de maquillaje artístico, mas un DVD de la película favorita de la pequeña morena.
—Me gusta—dice ella abrazando a su amiga—Gracias Aaly.
—Oigan, bobas—las llama Harvey, amabas se dan vuelta y se cubren con sus brazos cuando dardos de una pistola de juguete comienza a impactarle, las dos comienzan a perseguir a Harvey quien se aleja gritando y riendo.
Luego los tres se dedican a jugar juntos, subir al castillo inflable, jugar todos los juegos, ver el truco de magia de un mago que contrato la mamá de Paige, y soplar la velas de cumpleaños, aunque tuvo que luchar para eso último. Pues Harvey amenazaba con soplarlas por ella, entre empujones, Paige pudo soplar las velas de cumpleaños.
29 de Octubre de 2009
Andrew, de trece años, estaba sentado en la plaza de Nags Head, con su nuevo cachorro Picasso quien intentaba morder una pelota que era mas grande que él. El pequeño niño había salido de su casa tras escuchar a sus padres discutir, las palabras "novia embarazada" y las maletas echas en la puerta le daba una idea de lo que había ocurrido.
Había pensado en irse a dar una vuelta, pero se daba cuenta que no tenía un lugar donde irse, mira a Picasso quien insistía en morder la pelota de fútbol y le gruñía mientras seguía insistiendo. El niño decide irse de regreso a casa, al lo mejor sus padres dejaron de discutir. Agarra la pelota en sus manos y el cachorro lo sigue de manera feliz a su lado, se detiene de golpe cuando una zapatilla cae delante de sus narices provocando que su cachorro ladre.
La zapatilla era de color negro con cordones blancos, parecían ser aquellas que usaban en clases de gimnasia, era el mismo tamaño que su propio pie. Picasso le gruñe la zapatilla y comienza a morderle los cordones como si fuera el enemigo, cuando escucha a alguien silbar, Andrew levanta la mirada encontrándose con un chico de aparentemente su edad sentado en la rama del árbol.
—Disculpa, niño—dice el chico—¿Puedes ayudarme?
—¿Que necesitas?
—Bueno, quise ser amable y buscar la cometa de mi hermana menor, pero la muy tonta se fue con mi otra hermana y ambas me dejaron aquí...¿me ayudas a bajar?
Andrew asiente, recibe la rota cometa dejándola con cuidado en el suelo, y luego se pone con cuidado en una posición que le permitió al chico bajar. Cuando llego abajo, recupero su zapatilla de los dientes de Picasso, el chico castaño no era demasiado alto, y tenía unos grandes ojos grises.
—Gracias por ayudarme—dice viéndolo—Ire a matar a mi hermana por dejarme ahí colgado.
—¿Te molesta si te acompaño?
Ambos niños se miraron, seguramente ambos fueron advertidos sobre irse con extraños. Pero si ambos tenían la misma edad, y se conocieron de una forma demasiado random, y uno tenía una cometa rota y el otro un cachorro, ¿Qué podía salir mal?
—Soy Harvey—se presenta el ojo grises.
—Andrew, él es Picasso.
**
Aalyiah y Paige se habían olvidado de la existencia de su cometa mientras estaban sentadas en la mesa del comedor dibujando y planeando sus disfraces para Halloween. Ellas dos, junto a la hermana mayor de la pelinegra, Penny, habían ido a casa con la intención de pedir ayuda para Harvey. Pero se distrajeron demasiado rápido, Penny había recibido una llamada de unas amigas que la mantuvo ocupadas, y las dos niñas se distrajeron cuando Lydia les puso dos vasos grandes de chocolatadas y galletas con chispitas.
Se acordaron de Harvey en el mismo momento que una rota cometa de color rosa con el dibujo de las princesas aterriza en la mesa, ambas levantan la mirada para ver al chico de ojos grises, detrás de él había otro niño castaño que con un brazo sostenía una pelota de futbol y también un cachorro que se había dormido.
—La próxima, vayan ustedes por ellas, tontas.
—Tu tonto—dice Paige.
Lydia sale de la cocina.
—Harvey, cielo, ¿Dónde estabas? ¿Quién es tu amigo?
—Mamá, ¿Andrew puede quedar a cenar? Dice que no quiere ir a comer a su casa.
Andrew baja la cabeza algo avergonzado, pero Lydia se muestra encantada ante conocer al chico castaño. Aalyiah se queda mirando a Andrew un rato, y luego le sonríe de manera adorable antes de comenzar a hablarle de los dibujos e ideas de disfraces para Halloween se les estaba ocurriendo.
Ese día, el chico había echo tres amigos, y Aalyiah había conocido a Andrew.
2 de Agosto de 2012.
—¡Ser mujer es horrible!—grita Paige removiéndose incomoda en la cama, Aalyiah mira a su amiga quien se retuerce de dolor por el horrible conocimiento por el que todas las mujeres pasan al llegar a la pubertad.
La pelinegra le muestra el envase lleno de helado de chocolate que había comprado antes de ir a visitar a su amiga, sonríe sentándose en la cama y le da una cuchara, la chica morena come el helado suspirando pesadamente.
—Enserio, es horrible.
—A mi aun no me viene...¿será por algo malo?
—Amiga, ¡disfruta que no te venga!, es la sensación mas horrible e incomoda, y lo peor es esto—la morena se levanta donde camina a su armario del mismo saca un corpiño armado de color blanco—Mi mamá vino con esto a decirme que como mis tetas ya crecen, debo usarlas.
Aalyiah mira su pecho, sus senos estaban creciendo, pero de alguna forma eran mas pequeños que los de su amiga. Luego mira a Paige quien se acuesta en la cama retorciéndose del dolor de los ovarios antes de llevarse otro gran bocado de helado de chocolate. La pelinegra se acomoda a su lado y coloca una película en Netflix para que ambas se distraigan.
Después de un maratón de ver incontables películas de Zac Efron, las dos chicas seguían tiradas en la cama, donde ahora habían colocado música, de manera indispensable colocaron the 1975, Paige dijo que como ella era la que tenia el dolor del periodo, ella seria la encargada de la música.
Aalyiah no pudo oponerse ante eso.
—No puedo creerlo—dice Aalyiah—No puedo creer que hayas matado a Zac Efron.
—¡Es tu culpa! Tu me pusiste a elegir entre Matthew Healy, Zayn Malik y Zac Efron, mis tres amores platónicos. No puedes darme esas opciones en este juego.
Aalyiah ríe mientras entrelaza sus dedos en su vientre.
—Bien, entonces Matthew Healy, Rhianna y Harvey Davis.
Paige mira a su amiga, y entrecierra los ojos.
—Eres cruel, amiga. –dice negando.
—Llevan tantos meses coqueteándose que es desesperante, ¿sabías?
—Aja, ¿y que con Andrew?
—¿Andrew? ¿El amigo de Harvey?
—No es solo "el amigo de Harvey"—dice Paige imitando su voz—También es nuestro amigo, y para mi, él te hace ojitos sin que te des cuenta. Quiere darte besitos.
Paige frunce sus labios como si tirara un beso, Aalyiah ríe dándole un leve empujón a su amiga, las dos chicas ríen de manera escandalizada. Paige comenzó a hacer una canción sobre Aalyiah y Andrew, y ella se lo devolvió haciendo una canción sobre ella con su hermano.
Las dos amigas siguen hablando de varias cosas importantes para chicas de su edad, también hablan del crush de Paige sobre Harvey, paso a ser de un niñito que la molestaba a un chico que ahora le gusta, y eso era tan chistoso.
17 de Enero de 2013.
Aalyiah lloraba mientras que Paige acariciaba su cabello, dejando que la pelinegra mojara su remera con sus lágrimas. La morena besa la frente de su amiga mientras la abraza con fuerza dejando que su amiga se desahogue.
—Tuve que escucharte—dice Aalyiah—Tuve que alejarme cuando tu lo decias, lo siento tanto.
—Todo estará bien—dice Paige abrazándola.—Estoy aquí, Aaly, siempre estaré aquí.
Paige se encarga de limpiar las lagrimas de su amiga, la pelinegra sigue sollozando abrazando el cuerpo de su amiga con fuerza. Vih, tenia Vih, los estudios positivos estaban en la mesa de su living frente a ellas.
—Mi papá quiere llevarme al internado—dice ella—No quiero, Paige, no quiero.
—Escuchame—dice ella separándola de su cuerpo viéndola fijamente—No importa donde te manden, si te mandan ahí es para ayudarte. Cada dos fines de semana prometo ir a verte, prometo escribirte por mensaje, inclusive podemos escribirnos cartas como siempre vemos en las películas, a mi no me perderás tan fácil Aalyiah, algo horrible debería pasarnos para separarnos.
La pelinegra asiente.
—Solo me arrepiento de no haberte echo caso, tuve que hacerlo.
—Ya esta Aaly, de nada sirve echarte la culpa—dice ella peinándola.—Yo me encargare de rebanarle los huevos a Quentin, y al idiota de...de ese video.
Aalyiah suspira pesadamente y asiente. Paige la abraza con fuerza a su amiga, haciéndole la promesa de que seguirían viéndose, la promesa de que en el verano tendrían mil planes juntas, la promesa de que en el futuro, ambas irían a california, donde Paige seria actriz y Aalyiah se dedicaría a escribir. Donde escribiría los guiones para las películas que Paige actuaria.
Tantos sueños tenían esas dos chicas, que parecían que se borraban aunque no se daban cuenta.
10 de Febrero de 2013
Aalyiah recuerda todo sobre el accidente de hace dos días, recuerda como de manera estúpida e impulsiva se escapo para enfrentarse a Quentin. Recuerda llorar, gritar, sobre todo recuerda cuando Harvey la encuentra y la abraza con fuerza para consolarla.
Y lo que sigue es mas borroso.
El cuerpo de su hermano tensarse, un ruido fuerte, gritos, autos que comienzan a tocar la bocina. Y nada.
Recuerda a su hermano correr desesperado a la estación de trenes, lo recuerda sacar los escombros con determinación lastimándose de paso, y Aalyiah estaba ahí. Inmóvil, en estado de Shock, no podía reaccionar, no podía llorar, no podía gritar.
Mira como su hermano lucha con los oficiales y sigue buscando el cuerpo, el cuerpo de Paige, lo busca diciendo su nombre, como si la chica pudiera contestarle. Hasta que lo encuentran, su cuerpo inmóvil, sus ojos cerrado, los labios inmóviles, sangre corriendo por su frente, parecía dormida.
Y en el funeral no fue distinto. Aalyiah veía el ataúd donde estaba su mejor amiga, con aquel vestido negro, con el cabello acomodado, agarrando unas flores en sus manos. Aalyiah la mira, parecía dormida, parecía que en cualquier momento despertaría, reíria y diría algo sobre escuchar a The 1975.
Pero eso no pasaría, Aalyiah no escucharía mas a su amiga, no reíria mas con ella. No soñarían mas sobre irse a California a realizar sus sueños. ¿Qué pasaría ahora? Su mejor amiga había fallecido, Harvey se mantenía con la mirada gacha, Andrew estaba al lado de los dos jóvenes viendo el cuerpo inerte de Paige.
Aalyiah se acerca al cuerpo de su amiga, acaricia el cabello negro y enrrulado de la joven. Fueron buenas amigas, desde pequeñas, solo pequeñas niñas que pelearon por un tonto crayón a ser las mejores amigas. Tan simple como eso, tal vez no tenían una gran historia de como su amistad había comenzado.
Y Aaliyah llora. Porque su historia ahora parecía tener un fin.
—Lo siento tanto—susurra viéndola—Lamento esto, es mi culpa...tuve que quedarme, no tuve que hacerle caso a Quentin...tu no estarías aquí. Todo es mi culpa.
La chica solloza, y Andrew la rodea con sus brazos dejándola que se desahogue todo lo que hiciera falta. Dejaba a Paige libre, porque sabia que la chica lo necesitaba, le aseguro que ella estaría bien, y solloza por los recuerdos con su mejor amiga. Recuerdos que no reviviría nunca.
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