Capitulo 26
19 de Enero de 2015
Una enfermera regordeta y con cara amable guiaba a Aalyiah por el pasillo aquella madrugada hasta llegar a la habitación donde se encontraba su novio y su mejor amiga. Ambos estaban en un estado lamentable, Andrew tenía un feo golpe morado en el ojo y el labio cortado, mientras que la chica de cabello azul tenía un circulo rosado en la mejilla donde Evan la golpeo tras querer que se quite del medio.
La enfermera se retira dejando a los tres adolescentes solos. La pelinegra se coloca las manos en su cadera viendo enfadada a su novio.
—Te dije que no hicieras nada Andrew, ¿y que haces tu? Ir a hacer algo.
—Tenia que hacerlo, ¿Qué acaso debo estar en un rincón viendo como siguen molestándote?
—¡Te pedí que no hicieras nada! Mira donde terminaste, en una clínica y herido, te dije que no hicieras nada y me miraste y fuiste de todas formas tras mi espaldas—dice antes de echar una mirada furiosa a la otra chica—Y no puedo creer que tu lo alentaras.
—Estaba de acuerdo con que le diera su merecido a Evan—dice Heaven levantándose—No me disculpare por ello, porque yo creo que hizo lo correcto.
—Lo correcto—dice ella riendo y niega—¡Termino en una maldita clínica, Heaven!
—Solo...solo queríamos protegerte.
—No necesito tu protección, no necesito que me defiendas, a veces necesito luchar sola mis batallas.
—Que puedas hacerlo no significa que a veces no necesitaras de alguien que conozcas.
—No te necesito a ti.
Heaven se echa hacia atrás como si las palabras de Aalyiah le hubieran afectado. Hace una línea fina con sus labios antes de guardarse las manos en su abrigo.
—No quisiste decir eso, estas enojada y...
—Heaven, no te necesito—repite Aalyiah.
La peliazul asiente algo cabizbaja y murmura algo del alta antes de retirarse demasiado rápido de la habitación dejando a la pareja sola, la pelinegra se abraza a si misma antes de ver a su novio quien le devuelve la mirada.
—No tenias que ser asi con ella, Aalyiah.
—Te pedí, les pedí que no se metieran. Y tu vas, y no me haces caso.
Al suspirar sentía que cada cuerpo le dolía, a pesar de lo enojada que estaba con él, se acerco a la pequeña mesita de madera agarrando el vaso de plástico trasparente antes y llenarlo de agua antes de acercárselo, lo recibe y bebe del mismo demasiado gustoso de sentir algo fresco ingresar por su garganta.
—Te dije que lo haría, aunque me odiaras.
—No te odio Andrew, solo estoy enojada contigo, porque no me haces caso y terminaste aquí.
El chico suspira viéndola.
—Y sabes que lo haría de nuevo.
—No quiero que lo hagas, ¿Qué no lo entiendes?—dice ella viéndolo y niega—Le deje un mensaje a tu tio Henry, supongo que luego vendrá por ti.
—¿Dónde vas?
Aalyiah no le contesta, simplemente se da vuelta saliendo de la clínica.
24 de Enero de 2016
Aalyiah no hablo con Heaven ni con Andrew por varios días, se distancio de su grupo de amigas en los recesos. Cuando ellas la buscaban, Aalyiah rehuía de ellas. En el colegio, aun seguían murmurando de lo que paso en las duchas del gimnasio del colegio.
En esos días, Aalyiah intento ocultarse usando sudaderas de Harvey y colocarse una capucha. Se sentaba en el fondo del salón a escribir algunos poemas que la inspiraban en aquellos momentos en los que se sentía tan sola. Ignoraba los mensajes de Andrew, y cuando él iba a su casa, no le habría la puerta.
Durante la clase de biología, la pelinegra estaba haciendo anotaciones sobre los linfocitos mientras la profesora explicaba, todos prestaban atención a la clase, en eso una hoja se desliza con cuidado en su escritorio. La pelinegra estaba por hacer una bola de papel y tirarla a la basura pensando que se trataba de una broma, pero se detiene tras observar que se trata de un dibujo.
Era un dibujo donde se veía el gato con botas de la película de Shrek, con los ojos grandes y agarrado el sombrero, escrito en letra cursiva se lee "le pedí a Suki que me hiciera el dibujo, se que sigues molesta, pero hablemos-H". La pelinegra mira hacia donde esta la chica de cabello azul, esta le ofrece una sonrisa, Aalyiah niega pero se guarda el dibujo en la mochila.
Las horas pasaron, y el tiempo escolar ya había acabado. Aalyiah hace el camino hasta su casa, sola. En eso alguien menciona su nombre, pero no se detiene, sin embargo Suki logra alcanzarla.
—Por poco no te alcanzó.
—Solo quiero estar sola, Suki.
—Mira, lo entiendo—dice ella—Se que le pediste a Heaven y Andrew que no hagan nada, a veces Heaven hace cosas sin pensar en las consecuencias. Pero ella no lo hace con maldad, Heaven lo hace pensando que puede defenderte, porque te quiere y a ella le gusta proteger a los que quiere.
—Pero yo no se lo pedí, y Andrew termino herido.
Suki suspira caminando en silencio.
—Heaven te extraña, ¿dejaras que una cosita así las separe?
Aalyiah deja de caminar para mirar a la chica asiática. Suki peina su largo cabello con sus dedos mientras espera a que Aalyiah hable.
—Estoy enojada con Heaven, porque siento que cada vez que ella me defiende se parece a Paige. Odio que ella sea tan fuerte, porque de alguna forma siento que yo soy débil, se que ella no quería hacer las cosas con mala intensión, pero solo estoy tan cansada de todo esto, estoy cansada de Evan, cansada de Sabrina, cansada del drama. ¿Y sabes que quiero, Suki? Quiero ser una adolescente normal, tomar hasta perder el conocimiento de quien soy, aunque ni yo se como soy. Pero no se como sentirme, y extraño tanto a Paige también, extraño mi vida antes.
—Se que estas muy herida, pero no tenemos porque distanciarnos.
—Un día, terminaremos la secundaria, y tomaremos caminos separadas, ¿Cuántas de esas relaciones aguantan el transcurso de los años?
Suki no supo que contestarle, y Aalyiah no se quedo a esperar. Simplemente se fue a seguir su camino.
25 de Enero de 2016.
Andrew se sentía excesivamente cansado y mal consigo mismo. Deseaba desesperadamente fundirse en la tierra y desaparecer para siempre. Pues no se sentía cómodo en su piel, ni en su ciudad. Aalyiah no le respondía los mensajes, y luego de la pelea, cuando fue a su casa, se dio cuenta que no era bienvenido debido a que su madre lo había echado pegando tales gritos debido a que estaba ocupada con una visita masculina en el sillón.
Así que todos esos días, Andrew fue como un ente, comía, dormía e iba al trabajo, con esfuerzo se levantaba para darse una ducha y a veces desaparecer por largas horas. Vivir con su madre se estaba volviendo algo insostenible y sumamente sofocante, ¿pero donde podía irse cuando no contaba con una gran cantidad de dinero que le permitiera comprar un departamento? lamentablemente estaba ahí, estacado.
Su trabajo marchaba con normalidad, limpiaba las mesas y atendía a los clientes, y pensaba en su novia. ¿Como podía disculparse con ella sin parecer un estúpido? pero aunque hablara con ella, ¿iba a escucharlo? ¿aun quería estar con él o con su actitud lo había arruinado?
Estaba detrás de la barra limpiando unas tazas cuando escucha la puerta abrirse, por instinto levanta la mirada encontrándose con la chica que estaba en su cabeza todo el tiempo. Aalyiah llevaba un abrigo rojo, con un pantalón negros y botas. La chica se mueve de adelante hacia atrás.
—Hola—dice ella algo tímida.—¿Cómo has estado?
—No muy bien...¿y tu?
La chica suspira un poco.
—Tampoco estuve bien—murmura—Se acerca el ocho de febrero y ya comienzo a sentir una presión en mi pecho.
Andrew asiente, y continua limpiando. La chica hace una mueca viéndolo. Ella aun seguía sin hablar con Heaven, aunque la chica del cabello azul aparentemente se había rendido en seguir buscándola, Suki aprovechaba las vueltas a casa para acercarse.
El castaño, de manera impaciente, deja el trapo algo molesto.
—Solo fui a darle su merecido a Evan, como yo lo veo, no hice nada malo.
—Lo se—responde ella.
—¿Entonces porque me ignoraste por días?
La chica hace una pequeña mueca.
—Honestamente, no lo se, simplemente quise...estar sola, no quería estar con nadie, intentaba hacerme una idea de todo lo que paso.
—Esta bien que me castigues a mi, pero no tenias porque castigar a tus amigas.
Ella asiente, Andrew vuelve a suspirar.
—¿Y ahora?—pregunta el castaño—¿Qué sigue ahora, Aaly?
—No lo se—murmura viéndolo—¿Qué tal un batido de frutilla?
Andrew la mira, y suspira antes que una tonta sonrisa se cuele en sus labios. Va a hacerle un batido, y mientras la acompaña a casa, hablaron todo el camino.
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